martes, 19 de febrero de 2019

El cementerio de Praga. De Umberto Eco.












El Cementerio de Praga (en la edición original en italiano: Il cimitero di Praga) es una novela histórica de Umberto Eco publicada en 2010.
Su aparición simultánea a la del escándalo WikiLeaks, con el que comparte paralelismos señalados por el propio autor,1​ y las críticas negativas recibidas por ciertos medios (publicaciones cercanas al Vaticano y la comunidad judía italiana)2​ ha alimentado cierta polémica. 

 https://es.wikipedia.org/wiki/El_cementerio_de_Praga

https://mefistocastellano.files.wordpress.com/2013/03/el20cementerio20de20praga20umberto20eco.pdf


 

¿ Brilla el Sol en Leo y casa I ?











La casa I como sabreis, pertenece a Saturno en el orden Caldeo.

Así pues un Sol en Leo en casa de Saturno, no sería el mejor lugar para brillar, aunque va a depender mucho de los aspectos que reciba.

En cuadratura, oposición o  conjunción a Saturno, obviamente que no.

Sin embargo, el Sol en Leo en casa V, o en casa X, brillará en todo su esplendor.

También teniendo en cuenta los aspectos que reciba, claro.

Pero cuando el Sol brilla con mucha intensidad, puede deslumbrar, pero también anular a los demás.

O sea que las curas de humildad para aplacar el Ego, serán fundamentales.



lunes, 18 de febrero de 2019

¿ La Astrología contemporánea es Astrología ?. Por David Bustamante.















Las declaraciones de respetados astrólogos ponen en entredicho la información de los horóscopos. Usted podría estar siendo engañado, particularmente, por un mal ejercicio de la profesión astrológica; un ejercicio sensacionalista, propagandista y, a menudo, lucrativo.Este reportaje lo ayudará a orientarse para distinguir la patraña de la realidad.



 http://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/17930/Trabajo%20de%20Grado%20-%20Final%20RV2.pdf?sequence=1


domingo, 17 de febrero de 2019

Hola, como son los Géminis ?













He leido infinidad de veces preguntas de este tipo en los foros de Astrología.

Teneis los libros de Linda Goodman, que afinan bastante en la descripción de los signos solares.

Pero es todo mucho más complejo :

Cada Géminis es diferente, porque cada carta natal es diferente, hay muchos factores que observar.

Si después le añadimos predicción con la carta en movimiento, la cosa aún se complica más.

 ¿ Porque a ver ?

 ¿ A todos los Géminis les ocurre lo mismo  en las fechas indicadas, tal como indican los horóscopos de las revistas rosas ?

Parece que más bien no, por cierto, que daño hacen a la Astrología esas publicaciones infumables.

Si quereis aprender Astrología, hay que esforzarse un poco más.

Yo llevo 35 años aprendiendo y estoy encantado.



La adivinación en la antigua Roma.





sibila cumana










 

 

 

 

 

 

 

La adivinación en la antigua Roma

Los augures, los libros sibilinos y el extispicio

En la antigua Roma, la adivinación era una actividad que socialmente incumbía tanto a la esfera privada como a la pública, pero de maneras diferentes. En la vida privada los métodos de adivinación fueron numerosos, y eran practicados por adivinos itinerantes, profetas, magos, arúspices, augures, etc. La religión pública, en cambio, sólo reconocía tres formas de adivinación: la de los augures, la consulta de libros sibilinos y el extispicio.
El augur era un sacerdote que practicaba oficialmente la adivinación; existían desde la fundación de Roma, ejerciendo una práctica tomada de los griegos y los etruscos. Su corporación constituía uno de los cuatro prestigiosos (colegios sacerdotales de la antigua Roma (Los pontífices, los augures, quindecemviri y los epulones). Los augures descifraban la voluntad de los dioses a través del vuelo de las aves y el apetito de las gallinas sagradas.

Los libros sibilinos

Los libros sibilinos eran colección de oráculos reunidos en tres libros considerados como propiedad del pueblo romano, y conservados en el templo de Júpiter, el señor de los signos. Contenían una serie de hexámeros griegos cuyo número no habría superado los tres mil. Estos libros habrían sido comprados a sibila cumana por el rey Tarquino el soberbio (535-509 a. JC), séptimo y último rey etrusco que fue sucedido por el advenimiento de la República romana. Tarquino, como otros reyes de la antigüedad, estaba interesado por los oráculos que le permitían una cierta prospección del futuro avenir. En general, los libros sibilinos eran consultados por los quindecemviri.

El extispicio

Los arúspices practicaban el extispicio (extispicium), que es una forma de adivinación que sucedía al sacrificio de un animal. Esta técnica propia del arte augural etrusco también se llama la aruspicina (del latín haruspicium) y consiste en el examen de las entrañas de un animal sacrificado para obtener presagios del futuro. Este tipo de consulta servía básicamente para comprobar si los dioses aceptan o no a la víctima que se les ofrece (litatio). Si los órganos internos (exta) estaban bien dispuestos en el cuerpo del animal, significaba que nada perturbaba la comunicación entre hombres y dioses, y que éstos no tenían ningún resentimiento hacia los seres humanos. Si, por el contrario, los órganos tenían ciertas anomalías, entonces los dioses rechazaban la donación. Los hombres, en este caso, intentaban hacerles cambiar de opinión, ofreciéndoles otras víctimas (institutatio).
Aunque a veces en la literatura latina, aparecen rituales de adivinación practicados para prevenir y anunciar la adversidad y la desgracia, en la vida cotidiana de Roma la adivinación no tenía una función de predicción o profecía. Los tres métodos de adivinación existentes tenían un rol de regulación de la relación entre los dioses y los hombres. Los auspicios de los augures eran utilizados para comprobar si los dioses daban su aprobación a una acción particular a realizar. La consulta de los libros sibilinos pretendía llenar una cesura en la armonía de las relaciones con los dioses. El extispicium era una especie de control continuo para corroborar si los dioses estaban siempre del lado de los romanos.
En la Roma antigua y hasta el siglo IV de nuestra era, los arúspices eran famosos por leer el avenir en el comportamiento de ciertos pájaros y a veces escrutando las entrañas de algún animal sacrificado a tal efecto. Este método de predicción era particularmente usado para juzgar los crímenes.

La palabra divinatio en el antiguo derecho romano

La palabra divinatio también fue utilizada de una manera especial por los romanos para designar un procedimiento en la aplicación de la ley, que requiere una explicación. Si, en el juicio de un caso, dos o más acusadores se presentaban contra un mismo individuo, el acusador principal era decidido por divinatio, y a él se unían el resto de los acusadores en tanto que suscriptores, formando así la accusatio que era presentada al infractor. A esta transacción (1), mediante la cual se seleccionaba a uno de varios acusadores para llevar a cabo la acusación se le llamaba “divinatio”. Allí la cuestión no trataba sobre los hechos en sí, sino sobre algo que se debía hacer para lo cual no había ni testimonios ni pruebas. Los judices que decidían esta cuestión, debían, por decirlo de alguna manera, adivinar el procedimiento o curso que debían tomar.
Notas:
1. Este juicio preliminar del magistrado se fundaba sobre todo en la dignidad y legitimidad para respaldar la acusación que presentaban tanto el acusador elegido como los suscriptores admitidos.



https://www.adivinario.com/philo_03_Roma_adivinacion.php


sábado, 16 de febrero de 2019

Teosofía.












La teosofía (del griego: θεός, theós, ‘Dios’, y σοφία, sophía, ‘sabiduría’) es un conjunto de enseñanzas y doctrinas difundidas bajo ese nombre por Helena Petrovna Blavatsky a fines del siglo XIX. En su obra La clave de la teosofía, ella explica que el nombre teosofía es uno de los tantos que se utiliza para designar a una sabiduría sin edad, eterna, que no es otra que el conocimiento de la verdadera realidad. Del mismo modo que la ciencia no crea las leyes que rigen la naturaleza sino que las descubre, la teosofía es la realidad, y los seres humanos vamos aprendiendo progresivamente porciones del conocimiento de esta realidad. A partir de 1875 se crea la Sociedad Teosófica, que tiene como uno de sus objetivos el estudio comparativo de Religión, Ciencia y Filosofía, con el objeto de descubrir la enseñanza fundamental en cada una de ellas.
La teosofía propone que todas las religiones surgieron a partir de una enseñanza o tronco común, que ha quedado oculta bajo el velo de las doctrinas que se fueron elaborando con el correr de los siglos siguientes, llevando muchas veces a contradecir la enseñanza original. El estudio comparativo de la Ciencia y la Filosofía son otra forma de acercamiento a esta enseñanza original, que no es otra cosa que la realidad permanente que subyace por detrás del mundo sensible sujeto al constante devenir. El movimiento teosófico moderno fue creado por Helena Blavatsky, Henry Steel Olcott y William Quan Judge, quienes fundaron la Sociedad Teosófica en Nueva York en 1875. Constituye un movimiento ecléctico occidental que funde religiones como el cristianismo, el budismo, el hinduismo y está directamente relacionado con movimientos esotéricos espiritistas de finales del siglo XVIII como gnósticos, rosacruces y masónicos.1​ La influencia de la teosofía es claramente visible en buena parte de otros movimientos de nuestra época, como por ejemplo la “metafísica cristiana” de Conny Méndez, la Escuela Arcana de Alice Bailey, la Sociedad Antroposófica de Rudolf Steiner, la Fundación Krishnamurti y corrientes relacionadas con las doctrinas orientalistas sobre "niveles de ascensión" (Maestros Ascendidos).
Una definición más formal del Concise Oxford Dictionary la describe como:
Una de las varias filosofías que profesan alcanzar el conocimiento de Dios a través del auto-desarrollo espiritual, la intuición directa, o las relaciones individuales especiales. En particular un movimiento moderno que sigue las enseñanzas cristianas, hindúes y budistas y que busca la fraternidad universal.[cita requerida]


 https://es.wikipedia.org/wiki/Teosof%C3%ADa


Cristianismo y Astrología en los siglos lV-V d.C.. Por Santiago Montero.