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El Septenario en los griegos y después con Kepler
"El significado fundamental de un astro se deriva de la lógica
de su posición
en relación con la Tierra y de sus propiedades astronómicas."
(Dane Rudhyar)
La astrología griega elaboró
una sistemática de los planetas a través de 3 criterios más
o menos independientes: el valor diurno o nocturno del planeta, su género
masculino o femenino, y su virtud benéfica o maléfica. Así,
Júpiter, el Sol y Saturno serían diurnos, la Luna, Marte
y Venus nocturnos, Mercurio neutro. [5]
Todos los planetas serían masculinos, con excepción de la
Luna y de Venus que serían femeninos, y de Mercurio que sería
neutro [6] , sabiendo
que el Calor es la cualidad de lo masculino y que lo Húmedo es la
cualidad de lo femenino. Además, los planetas se masculinizan o
se feminizan si se elevan antes o después del sol. Del mismo modo,
todos los planetas serían benéficos en diversos grados, con
excepción de Saturno y de Marte, los maléficos, del Sol y
de Mercurio que son neutros. [7]
Esta taxonomía de los planetas del Septenario
no me parece que sea de origen babilonio. En efecto, es en la mitología
griega donde Ares y Cronos tienen connotaciones negativas. Si el dios acadio
Nergal (del sumerio NE.ERI.GAL), asociado a Marte, era un dios funesto
y temido, su hermano Ninurta, garante del orden y de la estabilidad, era
un dios benéfico y muy venerado en el III milenio.
Los astrólogos no se han preguntado
nunca, que yo sepa, en torno a la razón de ser y sobre el origen
de esta triple característica planetaria. En el siglo III a. de
C., tanto los estoicos como los epicúreos dividen la filosofía
en tres ramas: la canónica, que es el estudio de los principios,
de las reglas y de los criterios que permiten al espíritu acceder
a un juicio de valor sobre lo real; la física, que es el estudio
del mundo cercano (teoría de los átomos con Epicuro, teoría
de la armonía cósmica con Zenón de Cittium); y la
ética que es el estudio de las consecuencias que resultan de la
conducta a adoptar en sociedad.
Podemos pensar, respecto a los lazos estrechos
que unen la astrología a la filosofía estoica, que esta división
planetaria, según una triple modalidad, pudo ser elaborada en los
medios estoicos de finales del siglo III a. de C., y por qué no,
por Cleante de Assos (cuya obra no se conserva) o por su predecesor Crisipo
de Soloi. En efecto, el valor diurno o nocturno de los planetas es una
suerte de canónica aplicada al Septenario, la determinación
de su género en función de valores elementales es una aplicación
física, y su naturaleza benéfica o maléfica corresponde
a la rama ética. La triple calificación de los planetas sería
la aplicación astrológica de una práctica corriente
en vigor en los medios filosóficos estoicos, la de dividir la filosofía
en tres campos de reflexión. Dicho de otro modo, esta sistematización
planetaria, "tradicional", que los astrólogos han utilizado durante
2000 años sin hacer una sola pregunta, sólo sería
un esquema relativamente artificial copiado de las tres ramas de la filosofía
estoica.
El examen de la estructura del reparto planetario
según los tres criterios establecidos, deja entrever que entre los
9 [= (2 x 2 x 2) + 1] posibilidades ofrecidas, solamente 5 están
representadas, y 4 abandonadas: por ejemplo, para los griegos no hay un
planeta diurno y femenino a la vez. En la tabla que aparece a continuación,
hay que añadir el planeta Mercurio, considerado como neutro en todas
sus relaciones.
El Septenario en los Griegos (250 a. C.?)
|
Planetas DIURNOS |
Planetas NOCTURNOS |
|
Masculinos |
Femeninos |
Masculinos |
Femeninos |
Benéficos |
JÚPITER, (SOL) |
|
|
LUNA, VENUS |
Maléficos |
SATURNO, (SOL) |
|
MARTE |
|
Kepler, en 1601, quiso sistematizar el
sistema planetario aún limitado a los "7 planetas" por una característica
de naturaleza neo-meteorológica. Después de Cardan, éste
sólo se queda con dos cualidades activas, el calor y la humedad,
respectivamente las de la luz incidente del Sol y de la luz reflexiva de
la Luna. [8] El
Frío es una privación de calor y lo Seco, una privación
de la humedad. [9]
El Sol calienta y la Luna humedece. El conjunto de los planetas se reparte
en un recuadro 3 x 3 siguiendo su relación a estas dos cualidades.
La hipótesis de Kepler es que cada cualidad tiene 3 grados: el exceso,
la moderación y la privación. [10]
Entre los planetas moderadamente cálidos,
Júpiter sería templano, Venus sería muy húmedo
y el Sol no lo sería lo suficiente. Entre los planetas excesivamente
cálidos, Mercurio sería moderadamente húmedo y Marte
sería demasiado seco. En fin, entre los planetas fríos (no
bastante cálidos), la Luna sería moderadamente húmeda
y Saturno lo sería demasiado. Hay que señalar que esta calificación
de Saturno, planeta frío y húmedo, está en contradicción
con sus cualidades generalmente admitidas (frío y seco) por los
astrólogos, diga lo que diga Kepler. [11]
Los planetas pueden estar dispuestos en un
recuadro de 3 x 3, incluso si Kepler organiza su tabla de forma un poco
diferente. [12]
El examen del reparto planetario según las 2 cualidades y sus 3
grados, muestra que entre las 9 posibilidades ofrecidas, 2 son dejadas
en blanco: para Kepler no hay un planeta excesivamente cálido y
húmedo, como no hay uno excesivamente frío y seco.
El Septenario según Kepler (1601)
|
Exceso de Calor |
Calor moderado |
Defecto de Calor |
Exceso de Humedad |
|
VENUS |
SATURNO |
Humedad moderada |
MERCURIO |
JÚPITER |
LUNA |
Defecto de Humedad |
MARTE |
SOL |
|