El texto está en inglés.
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En este trabajo analizamos el modo de argumentar de Benito Jerónimo Feijoo en su breve ensayo «Astronomía judiciaria, y almanaques», publicado como Discurso octavo del Tomo primero del Teatro crítico universal.
El discurso del Padre Feijoo consta de diez secciones y cuarenta y cuatro parágrafos, y abarca veintiséis páginas. En ellas desarrolla una crítica demoledora de la astrología, a la que niega toda capacidad para hacer predicciones sobre sucesos particulares, sobre el temperamento de los hombres o el clima de las regiones. Muestra con una importante batería de razones y ejemplos su falta de fundamentación científica. Pero lo hace sin emplear un aparato técnico; ello es lo que nos lleva a catalogar el discurso como «ensayo» y no como «tratado», tal como veremos en la Conclusión.
El análisis que presentamos versará sobre el contenido de los argumentos de Feijoo y sobre los recursos utilizados para presentarlos, recursos que clasificaremos en lógicos, retóricos y dialécticos, tal como distingue la tradición clásica.
https://nodulo.org/ec/2013/n139p10.htm
No pretendo desterrar del mundo los almanaques, sino la vana estimación de sus
predicciones, pues sin ellas tienen sus utilidades, que valen por lo menos aquello poco
que cuestan. La devoción y el culto se interesan en la asignación de fiestas y santos en
sus propios días; el comercio, en la noticia de las ferias francas; la agricultura y acaso
también la medicina, en la determinación de las lunaciones: esto es cuanto pueden servir
los almanaques; pero la parte judiciaria que hay en ellos, sin embargo, de hacer su
principal fondo en la aprensión común, es una apariencia ostentosa, sin substancia
alguna, y esto no sólo en cuanto predice los sucesos humanos que dependen del libre
albedrío, más aún en cuanto señala las mudanzas del tiempo o varias impresiones del
aire.
https://biblioteca.org.ar/libros/153164.pdf
Dante Alighieri, bautizado Durante di Alighiero degli Alighieri, fue un poeta y escritor italiano, conocido por escribir la Divina comedia, una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista y una de las cumbres de la literatura universal.
Los pronósticos astrológicos anuales publicados por Carlos de Sigüenza y Góngora
(México, 1645-1700) durante treinta años (1671-1701) no han sido estudiados de
manera exhaustiva por la crítica. Esto se debe a dos motivos principales: la pérdida
casi completa de estos escritos y la preferencia por retratar a Sigüenza como un
científico “moderno”. En este trabajo, proponemos invertir esta tendencia y estudiar
la obra científica de Sigüenza desde la lectura de los escritos astrológicos. Para
ello, recurrimos al libro publicado en 1969 por José Miguel Quintana donde reúne
todos los informes disponibles en el Ramo de la Inquisición del Archivo General
de la Nación (AGN) de México que los oficiales del Santo Oficio realizaron sobre
los calendarios de Sigüenza. Esto nos permitirá conocer cómo fue la relación entre
Sigüenza, la astrología y la Inquisición a lo largo de toda su carrera y aproximarnos a
una respuesta acerca de los motivos por los cuales él nunca abandonó la confección
de los almanaques.
Se pondera la importancia del pensamiento astrológico en los fundamentos del humanismo medie-
val y renacentista, y la dificultad posterior para entender su legado, al perder su lugar natural de estudio dentro del mundo académico.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3846541
Se estudian las reacciones de los primeros pensadores cristianos frente a la astrología, los antece-
dentes clásicos en que se basaron, y el posterior aprovechamiento de los símbolos y arquetipos astroló-
gicos por la filosofia y literatura del humanismo cristiano.
Desde hace tiempo llama mi atención la cantidad de personas que se sienten atraídas
por propuestas que tienen un carácter marcadamente oriental. Entre familiares,
amigos y conocidos, me encuentro con muchos que emplean su tiempo en asistir a
actividades como el yoga, la meditación o el mindfulness. Además, es llamativo que la
mayoría que realiza estas prácticas haya recibido una formación cristiana, en concreto,
católica, y muchas de ellas son practicantes.
Sentí curiosidad por esta especie de “moda” y me informé para ver si estaba relacionada con
otro fenómeno que ha tenido un enorme éxito en los últimos años: los centros de terapias de
salud y bienestar y las terapias alternativas a la medicina tradicional.
Enseguida me di cuenta de que, en torno a estas dos realidades, había cierta curiosidad por lo
misterioso y lo espiritual. Se realizaban Congresos y ferias de esoterismo a las que acudían
todo tipo de personas atraídas por la lectura de las cartas, la astrología y los amuletos que
prometen trabajo, salud o, simplemente, energías positivas. Al final, me pregunté si “esas
ofertas” eran también una moda, una extravagancia o si, por el contrario, había algo más
detrás de toda esa parafernalia.
https://www.academia.edu/45435551/Nueva_Era_el_silencio_de_Dios
En los intentos de análisis de la realidad actual son
relativamente comunes las referencias a la New
Age. Es un tema del que se habla con frecuencia y
con preocupación. Sin embargo, debido a las
peculiares características de este fenómeno, su
análisis suele topar con la dificultad de integrar
sistemáticamente sus diversas ideas y múltiples
manifestaciones; y por lo mismo, resulta cuando
menos complejo advertir la variedad y la gravedad
de los desafíos que presenta.
Desde su aparición en los años sesenta y
principios de los setenta, el fenómeno de la New
Age se fue introduciendo rápidamente en los países
del primer mundo occidental. Se consolidó en la
década de los ochenta ampliando sus redes. Y a
partir de entonces ha desplegado una influencia
decisiva. En nuestros días ha adquirido un rostro
actualizado (que algunos llaman Next Age), de
perfil más individualista. Tal vez su presencia
cultural podría resultarnos hoy día más sutil;
aunque no por ello menos peligrosa
La influencia que las ideas ptolemaicas ejercieron en la cosmografía renacentista europea también afectaron al imaginario geográfico de la Península Ibérica. En España los geógrafos humanistas adaptaron la herencia clásica, en general, y las técnicas antiguas de representar el ‘mundo conocido’ (oikoumene), en particular, a los nuevos descubrimientos geográficos, de acuerdo a las inferencias teóricas de la Geographia de Ptolomeo. La recepción del redescubrimiento florentino del canon ptolemaico coincidió con los viajes ultramarinos realizados por los navegantes españoles y portugueses más allá de las columnas de Hércules. En términos cartográficos este paralelismo provocó algunos interrogantes difíciles de resolver entre aquellos que se disponían a dibujar los contornos de un mundo cada vez más amplio ¿Cómo trazar sobre una carta plana cuyo punto más occidental eran las Islas Afortunadas una gran masa terrestre bañada por dos océanos hasta ahora desconocidos?
https://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-354.htm
Se estudia en este trabajo el pensamiento de los santos padres mas contrarios a la astrología (san Agus-
tin, san Gregorio y san Isidoro) como fuente primordial de inspiración en el debate medieval cristiano sobre
la validez de la astrología hasta Ia llegada de las traducciones astrológicas del árabe.
En 1586 Sixto V prohibía el ejercicio de la astrología judiciaria y de otras formas de
adivinación. En 1631, Urbano VIII repite la condena de las artes divinatorias en la
bula Inscrutabilis iudiciorum Dei. La renovada necesidad de actuar en contra de las
prácticas adivinatorias y mágicas por esas fechas es ilustrada también por la bula
Omnipotentis Dei, expedida en 1623 por el papa Gregorio XV. En El astrólogo
fingido, redactado entre 1623 y 1625, Calderón se burla abiertamente de la ciencia
del cielo. Hubo numerosas reescrituras de esta temprana comedia de capa y espada
en Francia, Inglaterra e Italia. En mi comunicación, me propongo, por una parte,
analizar una de ellas, Le feint astrologue (1648) de Thomas Corneille haciendo
particular hincapié en el estatus epistemológico de las ciencias adivinatorias.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7328443
La Astrología, presente en el ámbito cultural de los griegos desde
el siglo III a.C., tomó de ellos una serie de elementos que le iban a dar
esa configuración extraria, entre religión y filosofía, entre ciencia y
mitología que sería la clave de su pervivencia a lo largo de tantos
siglos. Identificadas las constelaciones y grupos de estrellas que hay en
ellas con seres mitológicos, de acuerdo con la sistematización literaria
que hicieron en la época alejandrina Eratóstenes y Arato y muchos
otros autores que los imitaron o comentaron , el cielo se convirtió en
un campo fértil donde sembrar la semilla de los mitos, que tanto habían
sufrido con la crítica de los filósofos a partir del siglo VI a.C.
Uno de los principales defectos de algunos historiadores y de la mayoría de
los lectores es el presentismo: analizar con los conocimientos culturales actuales
cuestiones del pasado. Se incrementa, en el caso de la Historia de la Ciencia,
con el positivismo iniciado por Augusto Comte (1798-1857), quien creía posible
alcanzar un grado de desarrollo absoluto en la Ciencia y, por tanto, en su Historia
sólo buscaba antecedentes y prioridades, jamás la comprensión de la misma en su
contexto y diacronía.
Distinto fue el Servet de Calvino (1509-1564) en su Defensio orthodoxae
fidei de sacra Trinitate1, al de Sebastián Castellio (1515-1563)2 o de Casiodoro
de la Reina (c. 1520-1594), de quien se dice lloraba cada vez que pasaba delante
del lugar en donde quemaron a su compatriota y, muy diferente, la repercusión
de su obra y muerte en el mundo protestante o en España.
En nuestro suelo se debió de tener noticia de su terrible suerte ginebrina, pues
en la iglesia de su villa natal su hermano y madre hicieron levantar un retablo3,
muy probablemente para hacerse perdonar la familiaridad con sus heréticas cul-
pas. No se volvió a hablar de él, entre otras circunstancias porque todas sus obras
entraron en el Índice de libros prohibidos desde 1559.
Durante el Renacimiento, la recuperación de los principales textos de la astrología antigua,
en particular de Tolomeo, posibilitó un movimiento de reforma de la pseudociencia que
pretendía eliminar todos los elementos de origen medieval, vinculados con la astrología
árabe, algo que no se logró por las limitaciones de la doctrina tolemaica. En este trabajo
analizaremos algunas de las fuentes principales de que se nutrió la práctica astrológica durante
los siglos XV y XVI, principalmente, y de qué manera contribuyeron a modelar el arte astroló-
gico de entonces.
La adivinación es una práctica integrada plenamente en la vida pri-
vada y pública de las sociedades tradicionales, de tal manera que en ellas
juega un papel central tanto en las decisiones de los individuos como en las
que afectan a la comunidad en su conjunto. En este sentido se documentan
extensamente en las fuentes de conocimiento prácticas adivinatorias en bue-
na parte de las culturas del Próximo Oriente antiguo, la Antigüedad Clásica,
de amplias regiones de Asia, África y América a lo largo de su historia, así
como también de la Europa medieval y moderna
https://www.academia.edu/29745965/Adivinaci%C3%B3n_y_Astrolog%C3%ADa_en_el_Mundo_Antiguo_2014_
El siglo IV d.C., con el progreso político del Cristianismo, tiene un papel
fundamental en la transformación del antiguo mundo greco-romano. El paganismo,
duramente combatido en los siglos anteriores por cristianos cultos y conocedores de
la cultura griega, como Taciano, Clemente de Alejandría, Hipólito u Orígenes, cede
ante el empuje de la nueva religión. Una religión providencialista, como el
platonismo, y que hace bandera en su ética del libre albedrío. De ahí su radical
enfrentamiento con la astrología que había cobrado autoridad tras ocho siglos de
experimentación en el helenismo y que había logrado penetrar en la alta sociedad del
Imperio. El siglo IV, anticipado en esto por los edictos de Diocleciano a finales del
III contra magos, idólatras y astrólogos, va a suponer la criminalización jurídica
(favorecida a partir de la conversión de Constantino) de la astrología. Pese a todo, se
sigue consultando a los astrólogos y magos, se hacen horóscopos y se escriben
tratados de astrología. Ésta se refugia en el gnosticismo y determinadas herejías del
Cristianismo, que toman de ella parte de su escatología y, sobre todo en los templos
de las divinidades astrales (Mitra, Isis, Osiris, Serapis) que irán perdiendo terreno
hasta que la destrucción del Serapeo de Alejandría, con su excelente biblioteca,
significa simbólicamente el triunfo definitivo de una nueva cultura, asentada en la
anterior, pero que guía Roma hacia la Edad Media. En este contexto, Pablo de
Alejandría escribe el último manual con cierta originalidad del mundo antiguo; un
manual que, aunque participa de algunos principios formulados por Tolomeo en el
Tetrabiblos significa una vuelta a la astrología tradicional, basada en los egipcios y
en el hermetismo; una astrología con la que tal vez Paulo se posiciona contra los
ataques a los dioses paganos alejandrinos.
No es mi ánimo el escribir la historia de la In-
quisición de España: mi tarea es más modesta. Nues-
tra Inquisición ha sido rudamente combatida en todo
lo que va de siglo, en su origen, en su organización
intrínseca, en la licitud de su instalación y en la
naturaleza de sus actos externos, judiciales y religio-
sos. Se la ha presentado como mero instrumento poli-
tico de los monarcas, como coartadora de los más
justos y razonables fueros de la libertad del hombre,
como tribunal que detuvo con mano incivil y bárbara
el vuelo de los ingenios nacionales, como elemento,
en fin, que saturó del cárdeno color de sus hogueras
tres bien cumplidos siglos de nuestra historia patria.
Gran parte del pueblo español ha abrazado estas
doctrinas como ciertas é inconcusas, merced á los
libelos, á las narraciones exageradas, y, sobre todo,
al haber sido suprimida la Inquisición por unas Cor-
tes que, como las de 1812, á su augusto carácter de
tales, reunían el de muro y baluarte de la independen-
cia y libertad de España.
Una de las causas de la
decadencia de la Astronomía
castellana en la primera mitad del
siglo X V es la condena que de ella
hace el cristianismo. Pero la
creación de la cátedra de Astro-
logía de Salamanca y la navegación
portuguesa hacen que se retome de
nuevo esta ciencia. Otro hecho
relevante, y no menos importante,
es la aparición en escena del judío
Abraham Zacut. Su obra Hibbur ha-
gadol se puede considerar puente
entre las tablas alfonsinas y las
rudolfinas. En este trabajo presenta-
mos a un Zacut astrólogo que como
otros escribe una obra, por
encargo, que pensamos repugnaba
al científico.
La Astrología y con ella la Astronomía, en el Occidente Medieval, pasaron por dos
momentos clave y radicalmente contrapuestos: el primero, que coincidió con los
primeros siglos tras la caída del Imperio Romano de Occidente, de declive y abierta
decadencia, y el segundo, a partir de los ss. X y XI, de recuperación y esplendor.
En el primer caso, hay que advertir que esa decadencia, que afectó sobre todo a las
élites intelectuales –hemos de suponer que debieron seguir existiendo prácticas
populares cercanas a la superchería y a la magia–1, fue debida no sólo a la inestabilidad
política motivada por las invasiones germánicas y a la desaparición de la cultura y de la
enseñanza de tipo clásico practicada hasta entonces2, sino sobre todo a la actitud
represiva e intolerante de la Iglesia occidental frente a la astrología, mientras que en
Oriente la actitud general fue mucho más tolerante.
A comienzos del Renacimiento la superstición era considerada un
pecado severo que debía ser reprobado y combatido, por lo que
tanto teólogos como clérigos e inquisidores se centraron en extirpar
cualquier costumbre o idolatría que tuviera indicios leves de ser vana1. Se
trataba pues de un tipo de creencia, al margen de la cultura dominante, que
era difícil de identificar en la práctica, ya que no se podía precisar con
certeza que un determinado efecto se produjera por un motivo natural o
sobrenatural.
Mi amigo Francisco C. Valero, me pasa algunos datos autobiográficos.
Vamos a ver el asesinato de sus hijos, en su carta natal.
Apenas un día después del asesinato, el 3 de marzo de 2006, Gonzalo Peña Tamez, padre de las víctimas, redactó una carta en inglés que compartió con un grupo de sus amigos astrólogos en un foro en Internet.
https://www.mural.com.mx/a-sangre-fria-el-asesino-de-cumbres-ii/ar2015065
Carta Rectificada, con las Direcciones Primarias para la fecha del evento.
Las progresiones y los tránsitos son técnicas astrológicas de
predicción, que partiendo del horóscopo radical lo dinamizan y
permiten adelantarnos a los acontecimientos por venir en la vida de
los sujetos.
Mientras que los tránsitos señalan acontecimientos externos en los
que los individuos no tienen , aparentemente, un protagonismo
activo, las progresiones señalan inclinaciones y actitudes de las
personas y son por tanto más subjetivas e internas.
https://www.escuela-estudios-astrologicos-mjm.es/conferencias/2012/pmanso_p_nobel.pdf
La psicología como ciencia se erige sobre un concepto tan poco científico como el “alma”, un concepto fundamental en el pensamiento occidental y que, desde su categoría de mito, se inserta en la filosofía, recorriéndola a lo largo de toda su historia. En sus orígenes prefilosóficos y homéricos, el mito del alma es aún un concepto emergente y disperso que, antes de pasar a convertirse en el principio de inmortalidad atrapado en la cárcel mortal del cuerpo, propio de la corriente órfica y de la escuela pitagórica, carece de una denominación clara. En los filósofos milesios el alma es un principio vital extensivo a la materia en su totalidad, que terminará desarrollándose como principio de movimiento y de sensibilidad, de conocimiento, por tanto. La asociación del alma con el conocimiento dará lugar a una teoría selectiva y aristocrática, en la que sólo alcanzarán la inmortalidad las almas que logren un conocimiento racional, que encontrará su máximo nivel de exposición en la teoría platónica. En oposición a esta concepción y asociada al materialismo, el atomismo ofrece una teoría subjetivista de las sensaciones en una línea empírica más próxima a lo experimental. En esta misma línea, Aristóteles insistirá en el tratado de las sensaciones sin abandonar tampoco la concepción tripartita platónica del alma. El hedonismo esbozará, por último, una teoría homeostática de la sensación como búsqueda del placer.
https://www.um.es/tonosdigital/znum12/secciones/Estudios%20J-Alma.htm
El artículo presenta una visión
general de los astrólogos que sirvieron en
la corte de Carlos II, Carlos III y Blanca I
de Navarra. Un cargo cortesano que unía
la adivinación de hechos futuros con la
práctica médica del momento. Pese al
prestigio que parecen alcanzar, no resulta
una ocupación con cierta continuidad,
salvo en casos muy concretos.
William Lilly (11 de mayo [ OS 1 de mayo] 1602 - 9 de junio de 1681) fue un astrólogo inglés del siglo XVII. Se le describe como un genio en algo "que la opinión dominante moderna ha decidido que no se puede hacer en absoluto", habiendo desarrollado su estatura como el astrólogo más importante de Inglaterra a través de sus conexiones sociales y políticas, además de haber tenido una influencia indeleble. Impacto en el curso futuro de la tradición astrológica occidental .
Carta Rectificada + Direcciones Primarias para la fecha de su muerte.
El astrólogo estadounidense-inglés Howard Sasportas nació el 12 de abril de 1948 a las 1:46 en Hartford, Connecticut, EE. UU.
Murió el 16 de mayo de 1992 a las 17:12 horas en Londres, GB.
Fue una de las principales figuras astrológicas del siglo XX.
En
los últimos años de su vida, Sasportas luchó contra la mala salud
provocada por una deformidad congénita de la columna. Su grave
enfermedad no afectó aún su productividad y, aunque estaba en silla de
ruedas, asistió a numerosos congresos y seminarios hasta poco antes de
su muerte. Murió en presencia de sus amigos más cercanos, como describió
la astróloga Erin Sullivan, "en paz y lleno de coraje y conciencia".
Era homosexual y murió de SIDA .
Carta Rectificada + Direcciones Primarias para la fecha de su muerte.
Nathaniel Adams Coles ( Montgomery , Alabama ; 17 de marzo de 1919- Santa Mónica , California ; 15 de febrero de 1965), más conocido...