miércoles, 25 de septiembre de 2019

Los judíos y la ciencia de las estrellas. Por Alejandro García Avilés.













http://libroesoterico.com/biblioteca/autores/abraham_ibn_ezra/Los%20Judios%20y%20la%20ciencia%20de%20las%20estrellas.pdf


La obra astrológica de Abraham Ibn Ezra en dos códices castellanos













En el presente artículo ofrecemos un estudio y comentario de las obras astrológicas de Abraham
Ibn Ezra que han sido preservadas en dos manuscritos en castellano traducidos del hebreo en
un entorno converso a finales de la Baja Edad Media.


Abraham Ibn Ezra (ca.1089–ca.1167), el prolífico escritor hispano judío,
compuso su obra científica y literaria casi exclusivamente en hebreo. Debe su
fama principalmente a la exégesis bíblica, aunque también compuso poesía sacra
y profana, una serie de monografías teológicas, tratados gramaticales, y especialmente
un voluminoso corpus científico en el cual se destaca la astrología


https://www.researchgate.net/publication/270070377_La_obra_astrologica_de_Abraham_Ibn_Ezra_en_dos_codices_castellanos

 

Alfonso X y los orígenes de la Astrología hispánica. Por Julio Samsó.













Obviamente la astrología es un tema infortunado cuyo interés para la historia de la astronomía no ha sido puesto de relieve hasta hace relativamente pocos años. Y si lo que acabo de mencionar puede aplicarse a cualquier texto astrológico, ¿qué podremos decir cuándo un gran maestro como el prof. Otto Neugebauer juzga de una manera particularmente lapidaria el Libro de las Cruzes alfonsí del que afirma que contiene «una enumeración interminable de combinaciones triviales de influencias astrológicas lo que revela [por parte de su autor] una torpeza de mente poco usual»?  El punto de partida no puede ser más descorazonador y, sin embargo, una buena dosis de paciencia puede, como veremos, resultar rentable. Partamos de la base de que Astronomía y Astrología son términos habitualmente sinónimos a lo largo de toda la Edad Media y resulta obvio que Alfonso X creía en la Astrología: este monarca aprueba, en las Partidas, la adivinación del futuro mediante las estrellas realizada por los que tienen buenos conocimientos de astronomía, mientras prohíbe otras formas de adivinación, así como castiga con la pena de muerte a los que conjuren a los espíritus malignos o hagan figuras de cera, metal o de otro material, con el fin de dañar a otra persona.


https://www.biblioteca.org.ar/libros/134458.pdf


 

La estructura de las revoluciones científicas. De T.S. Kuhn










La estructura de las revoluciones científicas (Thomas Kuhn, 1962) es un análisis sobre la historia de la ciencia. Su publicación marca un hito en la sociología del conocimiento y epistemología, y significó la popularización de los términos paradigma y cambio de paradigma.
Se publicó primero como monografía en la Enciclopedia internacional de la ciencia unificada (International Encyclopedia of Unified Science) y luego como libro por la editorial de la Universidad de Chicago en 1962. En 1969, Kuhn agregó un apéndice a modo de réplica a las críticas que había suscitado la primera edición.
Kuhn declaraba que la génesis de las ideas del libro ocurrió en 1947, cuando le fue encomendado dar una clase de ciencia para estudiantes de Humanidades, enfocándose en casos de estudio históricos. Más tarde declararía que hasta el momento nunca había leído ningún documento antiguo sobre temas científicos. La Física de Aristóteles era notablemente diferente a la obra de Newton en lo referido a conceptos de materia y movimiento. Llegó a la conclusión de que los conceptos de Aristóteles no eran «más limitados» o «peores» que los de Newton, solo diferentes.

https://es.wikipedia.org/wiki/La_estructura_de_las_revoluciones_cient%C3%ADficas

https://materiainvestigacion.files.wordpress.com/2016/05/kuhn1971.pdf


 

Las revoluciones de las esferas celestes













En su obra De revolutionibus orbium coelestium (Las revoluciones de las esferas celestes), publicada justo antes de su muerte, el astrónomo polaco Nicolás Copérnico (1473-1543), sostenía que el sol era el centro del universo y que la Tierra se movía en el cielo como un planeta más. Copérnico anticipó que sus ideas serían controvertidas y esperó más de 30 años para publicar su libro. De Revolutionibus comienza con un breve argumento a favor del universo heliocéntrico y sigue con una extensa serie de pruebas matemáticas y tablas astronómicas. Copérnico no intentaba cuestionar la reconocida sabiduría de astrónomos y pensadores religiosos; sino más bien buscaba descubrir un orden más elegante en el universo. Aunque sus ideas fueron revolucionarias, se basaban en una línea de pensamiento que ya existía. Filósofos y astrónomos estaban perplejos desde hacía tiempo por el movimiento de Mercurio y Venus. Platón y Eudoxo habían notado que esos planetas nunca se desviaban muy lejos del sol: era casi como si estuvieran atados al sol, ya que solo podían moverse un poco hacia delante o un poco hacia detrás de él. En el siglo V, Marciano Capella había argumentado que Mercurio y Venus orbitaban alrededor del sol, que, a su vez, giraba alrededor de la Tierra. Aristarco de Samos había propuesto un sistema heliocéntrico, y los pitagóricos anteriores sostenían que el sol era el «fuego central». Si bien no formaban parte de la corriente de pensamiento dominante, todas estas fueron ideas sobre las que Copérnico basó su obra. Aunque hizo contribuciones revolucionarias a la astronomía, su concepción del sistema solar era fundamentalmente diferente de la que tiene la ciencia actual. Su modelo todavía suponía un movimiento circular perfecto en los cielos. Esto significaba que, como Ptolomeo, tenía que utilizar círculos concéntricos, o epiciclos, para explicar el movimiento de los planetas. Los círculos de Copérnico eran mucho más pequeños que los del sistema ptolemaico, pero de todas maneras eran necesarios para que su modelo funcionara. Astrónomos posteriores, como Johannes Kepler (1571-1630), Galileo (1564-1642) e Isaac Newton (1642-1727), tomaron como base la obra de Copérnico para avanzar en la comprensión humana del sistema solar.


https://dl.wdl.org/3164/service/3164.pdf



 

La Medicina en un manuscrito de Astrología del siglo XV. Por José María Cobos Bueno
















https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=62247



Hipócrates. Aforismos y sentencias.










EL JURAMENTO

 Por Apolo médico y Esculapio juro: por Higias, Panacea y todos los dioses y diosas a quien pongo por testigo de la observancia de este voto, que me obligo a cumplir lo que ofrezco con todas mis fuerzas y voluntad. Tributaré a mi maestro de Medicina igual respeto que a los autores de mis días, partiendo con ellos mi fortuna y socorriéndoles en caso necesario; trataré a sus hijos como a mis hermanos y, si quisieren aprender la ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin otro género de recompensa. Instruiré con preceptos, lecciones habladas y demás métodos de enseñanza a mis hijos, a los de mis maestros y a los discípulos que me sigan bajo el convenio y juramento que determina la ley médica y a nadie más. Fijaré el régimen de los enfermos del modo
que les sea más provechoso según mis facultades y mi conocimiento, evitando todo mal e injusticia. No me avendré a pretensiones que afecten a la administración de venenos, ni persuadiré a persona alguna con sugestiones de esta especie; me abstendré igualmente de administrar a las mujeres embarazadas pesarios abortivos. Mi vida la pasaré y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No practicaré la talla dejando esa operación y otras a los especialistas que se dedican a practicarla ordinariamente. Cuando entre en una casa, no llevaré otro propósito que el bien y la salud de los enfermos, cuidando mucho de no cometer intencionadamente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitando principalmente la seducción de las mujeres jóvenes, libres o esclavas. Guardaré reserva acerca de lo que oiga o vea en la sociedad y no sea preciso que se divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser discreto como un deber en semejantes casos. Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres: si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte adversa.

http://www.dominiopublico.es/libros/H/Hipocrates/Hip%C3%B3crates%20-%20Aforismos%20Y%20Sentencias.pdf