lunes, 25 de julio de 2022

Profesor JULIO SAMSÓ. ASTROMETEOROLOGÍA Y ASTROLOGÍA MEDIEVALES

 


 

 

 PRÓLOGO

 
No recuerdo bien cuándo conocí a Julio Samsó Moya. Probablemente
sería en el primer día de clase. Pero sí sé muy bien la primera vez que
hablamos en serio, en el año 1962: él, puesto de pie, al lado derecho de
mi mesa de trabajo, en el altillo que servía de despacho y biblioteca de
árabe y donde me expuso que la carrera que cursaba era para ejercerla.
Hablaba maravillosamente el inglés, pues su padre, médico pediatra,
habría deseado que fuera diplomático y, para facilitarle el ingreso en ese
cuerpo, le había “catapultado” largas temporadas en Gran Bretaña, donde,
y para entrenarse, creo que había llegado a ser camarero en un “pub”.
Especialmente dotado para las lenguas, había sido traductor del obispo
Monseñor Fulton Sheen, cuando éste pasó por Barcelona.
Sé que fue alumno brillantísimo. Recién terminada la carrera, le
nombré “encargado” de primer curso, es decir, que debía encargarse de
la enseñanza del árabe de los alumnos matriculados aquel año. El día que
daba su primera clase, y antes de entrar en el aula, le gasté la “broma” de
preguntarle si podía sentarme entre sus alumnos. Dio una clase excelente
en la que yo –lo digo ahora, cuarenta años después– aprendí cosas
nuevas. El paso de los años me ha enseñado que incluso los alumnos de
los primeros años pueden, a veces, pocas, darnos lecciones. Y es que los
profesores, cuando hablamos entre nosotros, sabemos aproximadamente
sobre qué temas vamos a discutir, pero no es lo mismo en clase con los
discentes. ¡Cuántas veces ha tenido que decirle a alguno que le contesta-
ría en la clase del próximo día!
Por otra parte, la enseñanza del árabe en España había cambiado en la
segunda mitad del siglo XX y, si en la primera se distinguía mucho entre
arabófonos, que hablaban árabe dialectal marroquí, y arabistas, que no
hablábamos ningún dialecto del árabe, ni el que llamábamos entonces
literal o clásico, la lengua en que está escrito el Alcorán. Ahora, con los
nuevos medios de comunicación, teníamos que entendernos con las

 clases cultas de los países que empezábamos a visitar en árabe literal o
clásico en que se expresaban los escritores. Por tanto, cuando llegó al
quinto curso, pasó el año en Rabat. Al regresar obtuvo matrícula de
honor en “Historia del Islam” y se empeñó en escribir su “tesina” sobre
las causas sociales y económicas de la revolución argelina. Es evidente
que en aquella época estaba influido por los hechos estudiantiles
iniciados en París. Yo me oponía, pues imaginaba –habiendo vivido una
temporada en territorios administrados por el “Consejo de Aragón”
(1937)– lo que podía salir. Y salió un excelente trabajo que permitía
comparar el funcionamiento de la administración en ambos lugares. Por
otra parte, la Universidad de Barcelona, desde los años 1920 y bajo la
égida de mi maestro Millás, se había especializado en el estudio de las
ciencias árabe y hebrea, y ya era una de las primeras del mundo en estas
materias. Y yo continuaba con la tradición. Cuando Samsó hizo el
examen de licenciatura obtuvo, cómo no, el Premio Extraordinario.
Para rematar su dominio del árabe hablado marchó al Centro Cultural
de España en Alejandría, del cual fue evacuado al iniciarse la Guerra del
1967 entre Israel y los países árabes. Para aprovechar el tiempo, fue
nombrado de nuevo Encargado de Curso y presentó su tesis, que fue de
Historia de la Ciencia y sobre un astrónomo oriental. En la discusión con
el tribunal me enseñó una expresión árabe, para mí hasta entonces
desconocida. Poco después (1974) ganaba por oposición –una oposición
como las de antes, muy dura– la plaza de Profesor Agregado de árabe de
la Universidad de La Laguna (Canarias). Hombre de sorpresas, me dejó
parado cuando en uno de los ejercicios comunicó al tribunal que se
pasaba al cultivo de las Ciencias en el mundo árabe para seguir la
tradición de la Universidad de Barcelona, a la que volvió, tras nuevas
oposiciones, esta vez a la plaza de Profesor Agregado de su Universidad
Autónoma, que se había fundado en Bellaterra en 1968, pero que tenía el
inconveniente de no tener la especialidad de los tres últimos cursos de
árabe.
Desde ese momento se dedicó de lleno a la investigación y a la
docencia. Por mi parte yo meditaba qué mangas y capirotes habría que
hacer para traerle a mi lado y... no me fue nada fácil. No creo que ni él
mismo sepa los detalles. Pero a la postre lo conseguí y llegó el momento
de retirarme progresivamente y, como descubrió por sí mismo en el
Congreso de Edimburgo, muchos viejos que asistíamos a estos actos era
para reencontrarnos, recordar hechos antiguos, intercambiar ideas y
ponernos al corriente de los trabajos científicos de unos y otros, muchas
veces sin presentar ni ponencias ni comunicaciones. Desde entonces
Samsó ya era mi sucesor, como yo lo había sido de Millás cuando éste,

aún en plenas facultades, fue abatido trágicamente por una trombosis
cerebral hacia el año 1962. Pudo rehacerse algo y llegar hasta su
jubilación administrativa, pero nunca más volvió a ser el de antes.
Juntos, y ya con sus discípulos, acudimos en 1985 al Congreso de
Berkeley. Él desde mediados de los setenta se había especializado en el
cultivo de la Historia de la Astronomía, entendiendo esta ciencia en el
sentido medieval, es decir, incluyendo la astrología que tanta importan-
cia tuvo en el medioevo (y hoy en día para quien en ella crea). Demostró
en una serie de estudios cómo la astrología podía ser un auxiliar de la
historia y publicó varios textos que lo demostraban y, a veces, servían
para fechar con exactitud hechos recogidos en las crónicas.
Por otra parte ha fundado la revista “Suhayl” y colaborado en las
principales Enciclopedias Científicas publicadas en los últimos treinta o
cuarenta años, dando a conocer, en inglés, sus propios trabajos y los de
sus discípulos que, por las edades que ahora tienen, alargarán la
existencia de la Escuela medio siglo más, mostrando así que en nuestra
Península se pueden mantener vivas y ampliarse las investigaciones
contemporáneas, muy lejos de la afirmación de Unamuno “¡Qué inven-
ten ellos!”.

 
Juan Vernet
Barcelona 2007

 https://www.academia.edu/33478820/Astrometeorolog%C3%ADa_y_astrolog%C3%ADa_medievales_Universitat_de_Barcelona_Barcelona_2008_XXIX_335_pp_ISBN_978_84_475_3258_2?auto=download&email_work_card=download-paper

 

 

jueves, 21 de julio de 2022

Astrología y Astronomía en el Renacimiento : La Revolución Copernicana (Investigación) Audiolibro. JOAN VERNET

 


 

 

 Durante el Renacimiento, cuando la astronomía y la astrología pretendían dar una aclaración acorde del universo, Copérnico (uno de los geniales científicos de la historia de la humanidad) supo llegar hasta los últimos resultados. Las observaciones hechas por los fundamentales astrónomos de la Antigüedad y de la Edad Media, anidadas a las suyas propias, le demostraron de que el Sol se hallaba en el centro de nuestro sistema planetario. Aunque era una evidencia que ya había sido entrevista por muchos de sus precursores, él tuvo el valor de proclamarlo públicamente. El autor investiga en el presente estudio (publicado por primera vez en 1974) la obra capital de Copérnico, poniendo además de relieve, su prestigio hasta bien entrado el siglo XVIII. El resultado es una obra que interesará tanto al especialista en historia de la ciencia, como al no estudioso, por el fulgor expositivo e ingenio argumental reconocidas a su autor, que ya recolectó una gran gloria con la reaparición de su obra. Lo que Europa debe al Islam de España.

 

 https://www.youtube.com/watch?v=4PLhLroeGyQ

 

miércoles, 20 de julio de 2022

Las Estrellas Fijas. Cálculo e interpretación. SPICA

 


 

 


  https://qdoc.tips/download/spica-las-estrellas-fijas-pdf-free.html

 

 

ESTRELLA-CORAZÓN, ESTRELLA-CORTADOR: UNA INTERPRETACIÓN NUEVA DEL CONCEPTO DE ESTRELLA-BĀBANĪ. MONTSE DÍAZ-FAJARDO

 

 


 

 

 Algunos textos astrológicos medievales escritos en lengua árabe aluden a las “estrellas-
corazones” en referencia a tres estrellas de gran luminosidad pertenecientes a constelaciones del
círculo del zodíaco: Qalb al-awr (El Corazón de Tauro, situada en el ojo de la figura del toro), Qalb
al-Asad (El Corazón de Leo, en el pecho del león) y Qalb al-‘Aqrab (El Corazón de Escorpio, en el
tórax del escorpión); en la constelación boreal de Andrómeda, hay una cuarta estrella-corazón, Qalb
al-Ḥūt (El Corazón del Pez) que, sin embargo, no tuvo una significación astrológica tan importante.
Este artículo ilustra las características astrológicas de una estrella-corazón, su asociación con el con-
cepto astrológico «cortador» que las convertía en especialmente dañinas en los horóscopos, así como
su relación con bābanī, un término de origen persa.

 

 https://www.academia.edu/40709724/Estrella_coraz%C3%B3n_estrella_cortador_una_interpretaci%C3%B3n_nueva_del_concepto_de_estrella_b%C4%81ban%C4%AB?auto=download&email_work_card=download-paper

 

 

martes, 19 de julio de 2022

Júpiter. Stephen Arroyo.

 

 


 

 

 El origen, bastante súbito, de este libro se remonta al momento en que un amigo me recordó que Plutón no tardaría en entrar en Sa gitario, razón por la cual pronto se manifestaría, tanto a nivel mun dial como individual, un poderoso brote de energías de este signo (y de Júpiter). Al principio no pude concretar la razón de mi reacción tan positiva ante esta idea, y mucho menos dado que si me dedicaba a un nuevo proyecto editorial, necesariamente habría de interrumpir un libro en el que ya estaba trabajando. Y sin embargo, cada vez que hablaba de esta idea con alguna persona familiarizada con la astro logía, me encontraba un poco más entusiasmado con la perspectiva de trabajar en un libro sobre Júpiter. Y me sentía especialmente mo tivado por el hecho de que este planeta, el mayor de todos, y a pesar de ser tradicionalmente conocido como «el gran benéfico», había tenido siempre un tratamiento bastante breve y a menudo simplista en la bibliografía astrológica. 


 https://www.academia.edu/47772477/Arroyo_Stephen_Jupiter?auto=download&email_work_card=download-paper

 

 

sábado, 16 de julio de 2022

Los Signos de los Países.

 




ITALIA ME CUADRA MÁS CON LIBRA












Estas relaciones son cuestionables, no son verdades empíricas.

Espero vuestros comentarios al respecto.



LEER EN EL CIELO: ASTRÓLOGOS LITERARIOS DE IMPERIAL A CERVANTES. Luis Miguel Vicente García

  

 


 

 

 La concepción de la ciencia en el humanismo renacentista puede perfecta-
mente ser estudiada en relación con la literatura, porque la idea que se tenía
entonces del mundo como una unidad viva con todos sus miembros interco-
nectados afecta también a la relación de los saberes entre sí. El positivismo
trajo como efecto secundario un tipo de delimitación de las ciencias que, si
bien facilitó avances en lo que se nombra como especialidades, borró los nexos
que unen los distintos conocimientos y se olvidó de la analogía universal, que
veía en todo una red de nexos universales que posibilitaba ver una cosa en
otra, abajo como arriba.
Un título tan general como el propuesto para esta contribución conlleva una
mirada panorámica. La organización de este Seminario me encargó esa visión de
preferencia sobre el estudio de un autor concreto y he tratado, pues, de escribir
una introducción sobre cómo se crea y evoluciona la imagen del sabio astrólogo,
poeta y guía casi siempre, en la literatura castellana desde el primer humanismo
hasta el final del Barroco e investigar en cómo se emplea una poética de imágenes
celestes nutrida y desgajada de un sistema de pensamiento hermético, que fue
especialmente fecundo desde el Renacimiento italiano hasta el Racionalismo.

 

 https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/670658/leer_vicente_edo_2008.pdf?sequence=1&isAllowed=y