miércoles, 22 de abril de 2015

Astrología de las relaciones. Por Jacinto Hermoso.









ASTROLOGIA DE LAS RELACIONES 

(Como los astros influyen en nuestra elección de  pareja)
El encuentro entre dos personalidades es como el contacto entre dos sustancias químicas. Si hay alguna reacción, ambas serán transformadas...” C.G.Jung.

¿Que mecánica nos mueve a relacionarnos con determinados tipos de persona? ¿Que esperamos de una relación de pareja? ¿por que se degradan las relaciones y sentimos insatisfacción respecto al ser amado? ¿por que muere el amor? ¿como pasa el ser más querido a ser el más odiado? ¿Quién no se ha hecho estas preguntas en alguna ocasión?
 La respuesta, en la inmensa mayoría de los casos, es la misma.
¿Que mecánica oculta... La inconsciente.
¿Quien es ese sujeto que... Un inconsciente.
¿Que esperamos de... Que no sea tan inconsciente.
Incluso la cuestión de: ¿Quién no se ha hecho estas preguntas? también tiene esa respuesta: alguien inconsciente.. La visión astrológica nos permite profundizar en ese "inconsciente", identificarlo,  llevarnos bien con él- integrarlo-  y que deje de gobernar nuestras conductas o  la totalidad de nuestras vidas.
El pensamiento astrológico contempla entre otros, tres elementos básicos en el área de pareja. Estos motivos o dinámicas de relación !que como no! son organizados por el inconsciente, nos hacen danzar con su música en las relaciones.
En primer lugar, las relaciones lunares, influenciadas por las pulsiones de la luna. Están marcadas por la necesidad. En segundo lugar, las relaciones propiciadas por la casa siete o el descendente. Estas, vienen marcadas por la proyección. Y por último, las relaciones  enmarcadas por la descripción psicológica de nuestro Venus. Estas últimas deberían ser nuestra meta, es el tipo de relación más sano que podemos establecer en el ámbito de la pareja. Son relaciones por las cuales queremos al otro, no le necesitamos, tan sólo lo queremos.
 ¿Qué tipo de relaciones se identifican regidas por la luna? Depende del signo y casa donde el sujeto tiene la luna en su carta natal. La principal característica se resume en: necesidad.
 La luna indica nuestras necesidades emocionales y nuestro primer estadio de relaciones, viene marcado por ella. Esta fase es un punto de transición para dejar el mundo lunar, la familia de origen, soltar la protección de la madre y su universo matriarcal que nos cubre todas las  necesidades. Este reino debe ser abandonado para poder individualizarnos. Si no somos capaces de superar las necesidades, no podemos crecer. Nos embarcaremos en relaciones marcadas por nuestras historias personales. Estas condicionan siempre nuestra libertad para elegir: Busco lo que no recibí de niño. Doy lo que recibí de niño. Si no recibí nada, pido todo del otro. Si el niño no quedó satisfecho en su infancia su pulsión será "Demando todo y no doy nada." Así embarcado en esta relación lunar busco un "padre o madre" sustituto. ¿Funciona? Puede, pero mal.. Son relaciones "pan y circo". Relaciones cuando menos, incompletas. Cuanto más, frustrantes.

El segundo estadio, marcado por la casa siete,es de proyección. La casa séptima nos explica quien es el personaje que atraemos, pero también nos habla de la aparición del primer otro significativo, papa. Esta aparición del padre, en la mayoría de las ocasiones la trasladamos a la pareja.
En la casa siete, la relación de pareja se convierte en un espejo. "Mi pareja es el reflejo de esa parte que yo no puedo ver de mí mismo" Proyecto sobre el /ella. Le atribuyo todas mis carencias psicológicas no resueltas, mis bloqueos, mis miedos. Si no puedo darme cuenta, interrelacionarse con el otro se convierte en una batalla que termina en incomunicación, fracaso, aislamiento, se vuelve un infierno. Esta es la gran paradoja del amor, porque esas cualidades que tanto admiro en el otro, suponen nuestras propias carencias emocionales. Son relaciones de aprendizaje desde el vehículo de experiencia que es el otro.
Evolucionamos desde el reflejo. El otro no es más que un espejo en el que si soy honesto puedo ver mis grandezas y mis miserias.
Si todo sale bien, si se aprende de las vivencias, el tercer estadio en la experiencia de las relaciones viene auspiciado por Venus.
Venus por signo y casa hace visible lo que me gusta, donde reside el placer. La concreción de lo que deseo. Cuando identificamos y hacemos conscientes las diferencias que generan tensión en la  pareja, la razón por la que nos sentimos defraudados, insatisfechos, celosos... comenzamos a comprender cómo se generan las conductas que llevan al fracaso y la separación. Comprenderlo nos dará la oportunidad de abordar y cambiar estas situaciones.
Ahora bien, si no establecí una clara diferencia entre quiero y necesito, en vez de actuar desde Venus actuó desde la luna. de este modo, la elección de pareja es, inconsciente, sentimos que nuestro objeto de deseo va a satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades y carencias emocionales. Las mismas que no fueron complacidas en la infancia. Si esto es así volvemos a relacionarnos con el legado emocional que nuestros padres nos entregan. Por desgracia, lo seguimos repitiendo, si la relación fue tortuosa, las respuestas que establecimos en el triángulo papa-mama-hijo, siguen presentes de adultos. Por su parte, nuestra pareja, suma sus propios complejos y carencias a la relación.
¿podremos establecer alguna relación de pareja sana?  ¡por supuesto!. ¿la receta? hacer conscientes nuestras heridas infantiles, recuperar al niño interior, abrazarle y decirle, ya no estas solo, te quiero, nunca te abandonaré. Este es el primer paso hacia la resolución de los conflictos, no solo de pareja, no solo con los demás, sino con uno mismo.

La clave es expresar lo que sentimos, no lo que necesitamos, y menos aun de modo criptico.Esperamos que el otro adivine nuestras necesidades y no las mostramos por temor,Simulamos que no necesitamos nada,cuando en realidad somos niños desvalidos.
Cuando nos damos a una relación, se magnifican nuestros anhelos.  La necesidad de abordar cuestiones básicas de como somos y por que actuamos “así” nos obliga a explorar con más profundidad dentro de nosotros mismos. Se hace imprescindible ahondar en nuestra historia personal. Esta es la única vía para Ser. Comprender al otro y comprendernos a nosotros en función del otro. En función del espejo que el otro representa.
La pareja es la situación vital en la que cada uno pone en escena sus dinámicas personales mas profundas. Abriéndose el alma de forma descarnada. En pareja sale a la luz lo que somos y lo que negamos que somos, lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Nuestras carencias y valores. Nuestras debilidades y fortalezas. Las luces y las sombras.
Todo lo representamos en el escenario de la pareja. Y es aquí donde la astrología explica, orienta, ilumina y sana desde el autoconocimiento.

En palabras de Jung:la astrología representa la suma de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad.

  Jacinto Hermoso.Marzo 2015


 http://www.hemisferioderecho.info/blogs/articulos-de-salud/7478-astrologia-de-las-relaciones-jacinto-hermoso.html

martes, 21 de abril de 2015

Introducción a la Astrocartografía. Por José Royo.









 

Introducción a la Astrocartografía

POR José Royo

(Puedes ver una versión actualizada de este artículo en la página web del autor)

La astrocartografía es una especialidad que analiza la influencia de los planetas en diferentes puntos de la Tierra en base al mapa astrocartográfico, una proyección de la carta astral sobre un plano terráqueo.
Cuando obtuve mi mapa astrocartográfico pude observar cómo algunas de las líneas de dicho mapa pasaban por lugares que eran o habían sido significativos en mi vida. Ello me incitó a averiguar cuales eran los principios básicos de esta técnica, que plantea interesantes interrogantes y reflexiones acerca de las ubicaciones geográficas que elegimos a lo largo de nuestra vida y sobre cómo estas ubicaciones influyen en nuestro desarrollo.
En la actualidad no existe bibliografía en español y la información en este idioma se limita a algunos artículos diseminados, es por ello que me parece adecuado compartir algunos conceptos básicos de esta especialidad astrológica. A modo ilustrativo también comentaré mi propio mapa astrocartográfico refiriéndome a las experiencias personales que tuvieron lugar en diferentes coordenadas. Aunque la astrocartografía no es mi especialidad, mi intención es que este artículo pueda ser de utilidad para el astrólogo profesional o el estudiante avanzado que desconoce esta técnica y desea realizar sus primeras observaciones al respecto.

Conceptos tradicionales y situación actual 

La astrología tradicional atribuye regencias zodiacales a diferentes regiones, países o ciudades, en base a factores socio-culturales, orográficos, u otros. La tradición también hace referencia a ciertos principios relativos a la ubicación más aconsejable para vivir, o las direcciones más propicias para viajar. Una muestra la tenemos en el Manual Práctico de Astrología de Georges Antarès donde puede leerse:
"Según la tradición, los viajes más provechosos serían los emprendidos en la dirección de los benéficos o del planeta más importante del tema, sobre todo si se trata de Júpiter, Venus, Sol y Luna (indicados en el orden de importancia). Para determinar esta dirección, se considera que el Ascendente indica el Este, el M.C. el Sur, el Nadir el Norte, el Descendente el Oeste."
El resto de las direcciones se deducen de los cuatro puntos cardinales, tal y como puede verse a continuación:


CASAS ANGULARES
  • Asc.y Casa 1.............. Este
  • DS. y Casa 7.............. Oeste
  • FC y Casa 4............... Norte
  • MC y Casa 10............. Sur

CASAS SUCEDENTES
  • Casa 2....................... NE
  • Casa 5....................... NO
  • Casa 8....................... SO
  • Casa 11..................... SE

CASAS CADENTES
  • Casa 3...................... NNE
  • Casa 6...................... ONO
  • Casa 9...................... SSO
  • Casa 12.................... ESE
 
Algunas fuentes también añaden que la posición por casa del regente del Ascendente, señala hacia donde la persona va a dirigirse inconscientemente. Por ejemplo, si en un tema natal el regente del Ascendente es Júpiter y se encuentra en la Casa 4, el nativo tendría tendencia a desplazarse hacia el Norte.
Más adelante, en la misma obra citada, Antarès dice: 
"La naturaleza del signo en la cúspide de IV puede servir de indicación para la elección de una residencia adecuada y en lo referente a su situación y orientación si, evidentemente, en este signo hay benéficos o está gobernado por ellos. Si un signo cardinal está en la cúspide hay que escoger una vivienda en una esquina, o aislada pero alta y muy visible (Aries, fachada orientada hacia el Este; Libra, Oeste; Cáncer, Norte y Capricornio, Sur). Si es un signo fijo, escoger una casa en un terreno llano o situado en medio de una calle (orientación de la fachada: Tauro, NE; Leo, NO; Escorpio, SO y Acuario, SE). Si un signo mutable está en la cúspide es mejor escoger una casa de arriba abajo, o en una calle al lado de una esquina, o en las últimas casas (Géminis, fachada al NNE; Virgo, ONO; Sagitario SSO y Piscis, ESE)."
Para mayor claridad, podemos ver resumidas en la tabla siguiente estas asignaciones tradicionales referidas a ubicaciones y direcciones. Las variables topográficas de cada lugar pueden deducirse del elemento y atributos de cada signo. Por ejemplo, un espacio ribereño (ver signos mutables) relacionado con Sagitario podría ser abierto y soleado, mientras que Piscis nos podría sugerir un espacio ribereño húmedo y misterioso:

SIGNOS CARDINALES: Lugares elevados. Espacios con horizontes amplios.

  • Aries............................ Este
  • Libra............................ Oeste
  • Cáncer......................... Norte
  • Capricornio................... Sur

SIGNOS FIJOS: Lugares llanos. Valles y espacios resguardados.

  • Tauro........................... NE
  • Leo.............................. NO
  • Escorpio...................... SO
  • Acuario........................ SE

SIGNOS MUTABLES: Lugares ribereños. Espacios cambiantes y con contrastes.

  • Géminis...................... NNE
  • Virgo.......................... ONO
  • Sagitario..................... SSO
  • Piscis......................... ESE

En la década de los 70 del siglo XX el astrólogo Jim Lewis, junto con Ariel Guttman, desarrollaron una variedad del tradicional método de relocalización al que denominaron Astrocartografía (abreviadamente A*C*G). Poco después, a principios de los 80, Michael Erlewine basándose en los trabajos de Johndro actualizó el antiguo sistema del acimut, también denominado Espacio Local. Ambos métodos se complementan pues, mientras la A*C*G trabaja con las posiciones planetarias en la carta astral, el Espacio Local utiliza las direcciones geográficas.
Hay que decir que con respecto a la palabra Astrocartografía existen opiniones contradictorias, pues mientras algunos la asocian al método desarrollado por Jim Lewis (A*C*G), otros defienden que el término Astrocartografía integraría todas las técnicas aplicadas al estudio de las influencias planetarias en diferentes puntos de la Tierra. Para evitar confusiones, esta segunda opción nos parece más adecuada pues además de las dos técnicas mencionadas (A*C*G y Espacio Local), existen otros parámetros -como los recogidos por Antarès- que pueden matizar factores orográficos o ambientales relativos a una determinada ubicación.

El mapa A*C*G 

La A*C*G (abreviadamente ACG) estudia cuales son las ubicaciones en la Tierra, en donde un planeta se vería fortalecido astrológicamente. Esas ubicaciones corresponden a los lugares en que un planeta hace conjunción con un ángulo de la carta astral, en un determinado momento. Las posiciones más potentes son las correspondientes a los planetas en el Medio Cielo, seguidas de las del Ascendente, Descendente y Fondo del Cielo.
En relación con el tema natal, un mapa astrocartográfico señala los lugares en donde los planetas eran angulares en el momento del nacimiento, lo que significa que indicará las ubicaciones geográficas en que cada planeta manifestará su influencia de forma más intensa. Así, a cada carta astral corresponden lugares en el mundo donde la persona puede potenciar ciertos planetas a fin de realizar sus proyectos de vida. Las influencias se notarán cuando la persona vaya a vivir a esos lugares, los visite o establezca relaciones con ellos, aunque sea a distancia o a través de otras personas.
Es evidente que al cambiar de coordenadas geográficas también cambian los planetas con respecto a los ángulos. Por ejemplo una persona nacida en Florencia puede tener Neptuno en conjunción con el Medio Cielo, mientras que otra persona nacida el mismo día y a la misma hora en Manila puede tener a la Luna en conjunción con el Medio Cielo. Pero si la persona nacida en Florencia se traslada a vivir a Manila, tendrá la Luna en conjunción con el Medio Cielo en su carta astral relocalizada.
El mapa ACG se presenta como un planisferio cruzado por líneas verticales y por otras líneas curvas. Las líneas verticales (Meridianas y Contra-meridianas) corresponden a los lugares de la Tierra en donde los planetas estarían en conjunción con el Medio Cielo o el Fondo Cielo, mientras que las líneas curvas señalan en qué sitios los planetas harían conjunción con el Ascendente (Rising lines) o el Descendente (Setting lines). En el mapa ACG las líneas meridianas, correspondientes a las conjunciones con el MC, están representadas por una línea continua, mientras que las líneas contra-meridianas, relacionadas con las conjunciones al FC, se presentan con trazos discontinuos. En cuanto a las líneas Rising y Setting son reconocibles por las amplias curvas que describen en torno al globo terráqueo.


Mapa astrocartográfico
Mapa astrocartográfico

Algunos astrólogos consideran que el orbe de influencia para las líneas planetarias que aparecen en un mapa ACG es de unos 4º, que equivalen a unos 450 kilómetros a cada lado de la línea, sin embargo otros astrólogos lo consideran excesivo y tienden a estimar un margen de unos 2º (alrededor de 220 kilómetros a cada lado).
Obviamente, cuanto más cerca se esté de la línea planetaria más intensa será la influencia del planeta correspondiente, pero aquí también habría que valorar la fuerza objetiva que tiene un determinado planeta en la carta astral, pues si está dignificado en la carta astral es evidente que podemos aplicarle un orbe mayor. Con respecto a las zonas del mundo que no están cruzadas por líneas, se considera que señalan lugares donde el tema natal se expresa sin influencias adicionales que potencien los planetas natales.
Adicionalmente también se tienen en cuenta los cruces de latitud, denominados parans, correspondientes a los puntos en donde se cruzan dos líneas planetarias, cualesquiera que sean. La latitud geográfica en donde tiene lugar el cruce, tendrá influencia en toda esa latitud terrestre, sin importar donde ocurra concretamente. En este caso se considera un orbe de 1º al Norte y 1º al Sur de la latitud del cruce, que equivale a unos 111 kilómetros a cada lado.
Una vez que tenemos construido el mapa ACG, se selecciona el planeta que se desea fortalecer en la carta astral a fin de identificar cuales son las ciudades y zonas de la Tierra en donde el planeta hace conjunción con el ángulo elegido (MC, Asc., DS, FC). Es evidente que aunque la persona vaya a vivir definitiva o temporalmente a otro lugar, los emplazamientos natales no cambiarán. Sin embargo en la nueva ubicación existirá una influencia adicional vinculada al planeta potenciado.
El argumento de la astrolocalización es que la carta astral puede ser activada a través de técnicas basadas en el tiempo (como son los tránsitos, progresiones y direcciones), o a través de técnicas basadas en el espacio (relacionadas con los métodos de relocalización). Por ejemplo, podemos esperar a que nuestro Venus progresado haga conjunción con el Descendente, o bien dirigirnos al lugar de la Tierra en donde Venus está en el Descendente. El matiz importante es que, mientras un tránsito o una progresión activan temporalmente puntos del tema natal, la relocalización geográfica implicará una activación permanente mientras permanezcamos en esa nueva ubicación.
La relocalización es una labor delicada y es recomendable evaluar cuidadosamente qué nos conviene desarrollar en cada momento de nuestra vida, pues una elección poco meditada podría traer resultados no deseables. Además, al reubicar favorablemente el planeta elegido, también cambiarán los emplazamientos por casa del resto de planetas, así como los aspectos a los nuevos ángulos, por lo que deberemos estudiar cómo queda el resto de la carta astral. Lo que no cambiará será los emplazamientos por signo, ni los aspectos natales entre planetas pues, al trabajar únicamente con coordenadas geográficas, sólo se ven afectadas las ubicaciones planetarias por casa.

El mapa del Espacio Local

El mapa del Espacio Local, también llamado mapa del Acimut, se basa en la proyección de una carta astral sobre el horizonte visible. Dicho de forma simple, se trata de un método en el que se coloca la carta astral plana a ras de tierra, y partir de allí se traza la dirección de cada planeta (según su ángulo) sobre la superficie terrestre. Así, desde el punto central del mapa del Espacio Local (abreviadamente LS) vemos que irradian las diversas líneas acimutales o rutas de los planetas, en direcciones que van de los 0º a los 360º. Se considera que las líneas acimutales son efectivas en ambas direcciones. Por ejemplo, si el acimut de un planeta está a 10º también funcionará su dirección opuesta a 190º. Es decir, cualquier ruta planetaria tendrá su réplica energética a 180º, en la dirección contraria.
Las direcciones geográficas de esas rutas planetarias señalan el rumbo a tomar, independientemente de la distancia, para ir al encuentro de cada planeta a fin de poder sintonizar con su energía. En este sentido es interesante observar como, sin saberlo, muchas personas tienen tendencia a dirigirse instintivamente hacia aquellas direcciones que son favorables para una determinada actividad de su interés.
La técnica del Espacio Local es muy adecuada para determinar la dirección de un viaje, reubicarnos en una ciudad o practicar una especie de Feng Shui astrológico en el propio domicilio. Así, hay quienes utilizan el mapa del Espacio Local para buscar los lugares de la ciudad que les son más propicios para hacer deporte, estudiar o relacionarse, y también hay quienes proponen distribuir los espacios de la casa a partir de las rutas planetarias. Las posibilidades son prácticamente ilimitadas.
Para aplicar lo que algunos llaman Feng Shui astrológico, se coloca el mapa del Espacio Local en el centro de la casa, o individualizadamente en el centro de cada habitación. Este método, también denominado compás geomántico, muestra las líneas en un radio corto de acción, y permite detectar los puntos de intersección armónica o inarmónica de las direcciones planetarias, respecto a objetos o áreas del lugar. El simbolismo de cada planeta describirá la energía vinculada a esa dirección, de manera que si, por ejemplo, observamos que la ruta de Neptuno señala hacia nuestra zona de estudio, podemos plantearnos la conveniencia de desplazar dicha zona hacia otro lugar próximo a la línea de Mercurio.
En todos los casos deberemos orientar el mapa de Espacio Local y colocar su centro en el lugar de referencia elegido. Para mayor facilidad podemos imprimir el mapa del Espacio Local en un soporte transparente (como papel vegetal u otros), y a continuación colocarlo encima del plano de la ciudad, de un mapa geográfico, del plano de nuestra casa, o de cualquier otra zona que sea de nuestro interés. Este tipo de estudio puede completarse aplicando los principios y direcciones de la astrología tradicional relativas a elementos, modalidades, signos, casas y otros factores. 

Complementación de A*C*G y LS

Al trabajar con diferentes técnicas surgen interrogantes sobre cual de ellas debe priorizarse. En general se considera que la ACG es el método principal para elegir una nueva ubicación, pues da lugar a una carta relocalizada que se superpone e incide en la natal. Mientras que las líneas acimutales del Espacio Local (LS) señalarían direcciones adecuadas para visitas o viajes puntuales, preferentemente en los momentos que haya tránsitos favorables al planeta que interese desarrollar.
Como técnicas complementarias vemos que, una vez elegida la zona o ciudad según el mapa ACG, el mapa de Espacio Local servirá para determinar cual es la proyección de las rutas planetarias para ubicarse dentro de la ciudad. Una vez definida la ubicación, se puede ampliar el mapa para aplicar el Espacio Local y buscar determinadas actividades o experiencias, tomando como centro el domicilio de residencia. Por ejemplo, la dirección de Marte sería adecuada para buscar un gimnasio, la de Mercurio para buscar una biblioteca o un centro de estudio, y así sucesivamente.
De la interacción de la ACG con el LS surge el Punto de Destino que corresponde al lugar de cruce de una línea planetaria de ACG con una línea de dirección de LS. Ese punto, también llamado bi-paran, muestra un lugar que puede ser significativo para la vida de la persona. 

Un ejemplo práctico

Tal y como comentaba al principio de este artículo, aportaré un ejemplo práctico en base a las observaciones que he podido realizar en mi propio mapa astrocartográfico, construido según los datos natales habituales (en este caso: 22-03-1952 a las 00 h. 52m. 51s.  GMT en Zaragoza, España).


Mapa ACG y Espacio Local superpuestos

Como veremos enseguida, en este mapa hay conexiones muy llamativas, no obstante debo decir que en otros mapas observados los resultados han sido variables. En algunos casos las coincidencias eran también espectaculares, pero en otros casos las líneas de la ACG parecían no tener relación con lugares significativos para la persona. Por supuesto siempre quedaba la duda de saber cómo se sentiría la persona viajando o residiendo en tal o cual lugar.
Por otro lado, algunos autores comentan que cuando alguien vive lejos de sus líneas, simplemente se encuentra en un terreno neutro respecto a las influencias facilitadoras o tensionales de los planetas. Esto parece tener cierta lógica, pero son pocos los trabajos rigurosos sobre el tema y personalmente opto por la prudencia, pues queda mucho por investigar en esta apasionante especialidad astrológica.
Pasando ya al ejemplo, empezaré con una breve reseña biográfica con referencia a las localidades de Melilla, París, Barcelona, Aineto y Girona, en donde fijé mi residencia por mayor o menor tiempo. Con respecto al lugar de nacimiento -en mi caso Zaragoza- el mapa ACG señala las influencias correspondientes a esas coordenadas; sin embargo en lo que se refiere a la técnica de Espacio Local, el lugar de nacimiento siempre es el punto del que irradian todos los planetas. Ello no impide que dicha técnica pueda ser utilizada para buscar direcciones en la propia ciudad o también como compás geomántico.
Para evitar el abrumar con un sinfín de coordenadas y datos, aquí no haré mención a lugares en donde solamente pasé periodos de dos o tres meses y que no pueden considerarse lugares de asentamiento. Esto no quiere decir que los lugares en los que pasamos más tiempo sean más importantes pues, a veces, una breve estancia en un lugar puede cambiarnos la vida.


LOCALIDADLATITUDLONGITUDTIEMPO
Zaragoza41º39'N 0º52'W 21 años
Melilla35º18'N 2º56'W 1 año y 3 meses
París 48º52'N 2º20´ E 4 años y 5 meses
Barcelona41º23'N 2º11'E 3 años
Aineto42º24'N 0º11'W 1 año
Girona41º59'N 2º49'E 23 años (en 2008) 

Utilizando la técnica de Espacio Local lo primero que llama la atención es la línea acimutal del Sol que pasa por Melilla -en el norte de Marruecos- (orbe 0º 06' ), por Aineto -en los Pirineos españoles- (orbe 0º 20'), y por París (orbe 0º 03'). Sería muy exhaustivo explicar los procesos personales vividos en estos lugares, pero puedo asegurar que estuvieron directamente vinculados con mi identidad solar.
Es igualmente relevante la línea acimutal de la Luna próxima a Barcelona (orbe 0º 27') y casi exacta con respecto a la ciudad de Girona (orbe 0º 03'). En esta ciudad me establecí, tuve una larga relación, construí una casa y fui padre de dos hijos. No cabe decir que los acontecimientos vinculados con el hogar y la familia, en astrología están claramente representados por la simbología lunar.
Con respecto a las líneas de la ACG, no tengo en mi caso elementos suficientes para poder pronunciarme. Si bien es cierto que me llama la atención un Punto de Destino correspondiente la meridiana de Neptuno y contra-meridiana de Júpiter en cruce con el acimut de Venus (bi-paran a 45º 46'N. y 007º 07' E.). Estas coordenadas corresponden a las proximidades del Mont Blanc en los Alpes, área en la que nunca residí pero donde curiosamente tuvieron lugar experiencias significativas en tres momentos y circunstancias diferentes de mi vida.


Las técnicas de ACG y LS, junto con los conocimientos transmitidos por la astrología tradicional acerca de los viajes y ubicaciones, abre un camino apasionante en el que queda mucho por investigar. Algo que ahora es mucho más sencillo que antaño, gracias a los modernos softwares astrológicos, y también a las posibilidades de viajar fácilmente -si la economía lo permite- a diferentes lugares del planeta.
En los últimos años algunos astrólogos han utilizado la A*C*G en estudios de astrología mundial, combinándola con los ciclos de Saros de los eclipses, con interesantes resultados. Bien sea aplicada a la astrología natal o a la mundial, la especialidad astrocartográfica puede contribuir a una conexión más consciente con nuestra Tierra.
José Royo
Autores consultados para la elaboración de este artículo:
Ariel Guttman, Christiane Nastri, David Meadows, Eric Guille, Erin Sullivan, Jim Lewis, Julian Lee, Michael Erlewine, Vicente Gigli-Claudia Ena Lamata.



 https://carta-natal.es/articulos/astrocartografia.php


lunes, 20 de abril de 2015

Vídeo de divulgación astrológica. Por Josep Lluesma.








Hola :

Hoy cuelgo un vídeo de presentación realizado por mi, sobre los distintos tipos de Astrología y el modo en que creo adecuado enseñarla.

Espero que os guste.









Astrología y astrólogos. Por Carlos Dum.








ASTROLOGÍA y  ASTRÓLOGOS…

Por  astr. Carlos Dum - Caracas, Venezuela





Dicen que la memoria siempre será  más vieja que nosotros, por lo que podemos inclinarnos a pensar que la astrología verdaderamente pertenece al acervo cultural de la humanidad, ya qué, consciente o inconscientemente está en nuestra mente desde hace más tiempo del que sospechamos. La fascinación que hemos tenido desde siempre por la bóveda celeste data de tiempos remotos, qué como alma colectiva se mantiene en la psiquis de la humanidad a través de los siglos. Sí es cierto que somos una “especie de semidioses anclados en éste planeta con los pies en el barro y las manos hacia las estrellas” como en cierta oportunidad  lo describió algún anónimo, siempre intentaremos constatar  la verdad de nosotros mismos a través los astros, como sí estos hermanos rocosos, gaseosos y de contrastantes temperaturas, constantemente nos estarían mandando mensajes en forma colectiva e individual. Quizás los antiguos percibieron de alguna forma estos mensajes y los guardaron en un inconsciente colectivo heredado hasta hoy a través de generaciones.

Es indudable que la conexión con el Universo que nos rodea sea terrestre o celeste ejerce una influencia interdependiente en todos los elementos que lo componen sea éste anímico o no. Fundamentalmente para el hombre, que ha sido dotado de una intuición y percepción suprasensible ha contado con la capacidad de interpretar las configuraciones planetarias del sistema solar y relacionarlas con nuestras actividades cotidianas, estados de ánimo,  condiciones físicas, mentales, emocionales y espirituales, mediante el estudio de los cielos o ciencia astrológica que no es más que un conjunto de enseñanzas milenarias procedentes de los antiguos caldeos y babilonios. Estas personas que vivieron, amaron, lucharon y que seguramente pasaron por las mismas incertidumbres que nosotros, nos legaron las características de una psicología espiritual y  mundana a través de símbolos que hoy por hoy no han perdido vigencia en su esencia. No obstante, la correspondencia interpretativa ha variado según la época y cultura en que se viva.

La recopilación de datos y experiencias manifiestas en la historia de la astrología y muy especialmente con los aportes de Claudio Ptolomeo (160 d.C.) en sus escritos denominados “Tetrabiblos”; en el que hace una amplia exposición del influjo de los astros sobre los seres humanos. No deja de asombrarnos de cómo la praxis de esta disciplina ha perdurado a través del tiempo en forma casi intacta, la pregunta es: ¿por qué?, ¿qué es lo que nos une como seres humanos a estos conocimientos filosóficos, mitológicos, astrománticos, científicos o seudo científicos  que desde siempre nos han cautivado?. Acaso podría alguien explicar ¿por qué? la gran mayoría de las  personas sean astrólogos o no, siempre hablan de los signos, los horóscopos, las extrañas influencias que nos causa el contemplar las noches estrelladas, la imponente presencia del Sol, motivo de incalculables rituales arcaicos, y el sutil encanto y sentimentalismo en el que se envuelve nuestro espíritu de solo vislumbrar por un instante nuestra  Luna. Quizás de alguna forma la astrología intenta contestar estas interrogantes a través de un concepto filosófico o espiritual de unión con el cosmos basándose en que: “lo que sucede arriba se siente abajo”.  Idea que ya el celebre sicoanalista del siglo pasado Carl Jung había intuido en su teoría de los arquetipos, el cual definió como: “componentes psíquicos arcaicos que han penetrado en la psique individual sin ninguna línea de tradición directa”, cuando él mismo  separa la teoría de la “causalidad” por la “sincronicidad”. Evidentemente trata de adecuar los conocimientos de una psicología moderna con la sabiduría antigua manifiesta en la astrología, dándole un nuevo enfoque futurista al psicoanálisis que quizás muchas personas no entiendan todavía por la carencia de un conocimiento serio en materia astrológica. 

Hasta los tiempos del renacimiento la Astronomía y la Astrología eran ciencias que estaban ligadas entre sí, quizás la segunda más teocrática y filosófica que la primera, por lo que no pudo con el imponente avance evolutivo de la ciencia comprobatoria y básicamente materialista que impone nuevos conceptos de pensamientos más racionalistas,  propias de un estilo impuesto  por las ideas de  Copérnico. No obstante, los seguidores de la astrología tradicional se defienden con el principio de una  influencia astral sutil a un nivel espiritual y no tangible, dónde se contempla al Universo como una unidad completa en la que se le une el ser humano como parte integral y a su vez microcósmica  de la misma.A pleno comienzo del siglo XXI ¿cuál es el rol que les toca jugar a estos estudiosos de la influencias astrales?. Evidentemente que la coincidente entrada hacía  la “nueva era” o “era de acuario” y tomando en cuenta de qué, éste signo tradicionalmente los representa e ellos mismos será determinante para los astrólogos modernos en vista de las múltiples revelaciones que trae consigo. Pues se sospecha que la Tierra comenzó su entrada a la nueva era a comienzos de siglo. Predisponiendo a la humanidad hacia un nuevo campo evolutivo de conciencia espiritual donde ciencia y religión tienden a compenetrarse entre sí, originando un pensamiento Universal de unidad cósmica esencial. Los cambios políticos y sociales que experimentamos hoy a nivel mundial no escapan de las influencias de un planeta que es importante por su capacidad de transformación  y cambios radicales como lo hace actualmente Plutón  transitando el signo de Sagitario, que induce  a influenciar a los ciudadanos del mundo, en el sentido de que la humanidad se consigue en una especie de evaluación de la libertad y la independencia asignándola al propio individualismo y a su capacidad de desarrollo. Por otro lado Urano regente de Acuario, se consigue ahora bajo el signo de Piscis aupando libertades para emprender las visiones y caminos propios.

Todo esto emplaza a que los astrólogos de hoy  debatan entre: sí seguir emulando a aquellos ancestrales personajes con capacidad para predecir ciertos eventos cósmicos de carácter repetitivo tales como visitas de cometas, eclipses lunares y solares, fases representativas de la luna, arriesgadas predicciones personales y generacionales en base a los tránsitos planetarios o progresiones, o la de comprometerse responsablemente con una nueva generación más capacitada y menos impresionable que la de nuestros predecesores, y el cual exige una correcta o más coherente interpretación de las configuraciones astrales que modelan sus pensamientos y acciones en la vida. Lo que me hace recordar una cita del astrólogo y psicólogo norteamericano, Dr. Stephen Arroyo, que dice lo siguiente:

“En esta época nació un nuevo género de la práctica astrológica que más bien carece de forma aún, no está coordinada del todo, ni se adapta plenamente a las necesidades sociales  y necesita mucho estímulo y apoyo de sus padres.”

Quizás sea esto así,  por el enfoque distorsionado que le han dado algunas personas debido a una falta de profundidad y al desconocimiento fundamental del tema. Por lo que estas palabras deben hacernos reflexionar sobre las formas tradicionales de la práctica astrológica, en donde el astrólogo pareciera servir  como especie de un adivino moderno con posición determinista, ya que se cree que todos los designios de una persona o de un acontecimiento, se encuentran inequívocamente proyectados en un Mapa Natal, y que estos son predecibles e inalterables. Los que todavía creen en ésta idea, no han tomado en cuenta que los seres humanos son protagonistas principales de sus propias vidas, y que también están sometidos a distintas variables de conducta por disposiciones innatas, biológicas y ambientales, así como las aprendidas a lo largo de su existencia. Contando con la capacidad de  raciocinio, la voluntad y la independencia para moldear su propio destino como lo afirma el Dr. Stephen. Así mismo, también  cabe destacar una vez más la famosa frase donde se afirma que: “Los astros influyen, pero no determinan” del reconocido astrólogo y escritor inglés Robert Burton (1577-1640).  Lo que nos hace pensar de qué una vida no sea necesariamente predecible e inalterable acusado por ningún método hasta ahora conocido.  No obstante, el análisis atento del Mapa Natal pareciera sugerir al interesado, toda una gama de posibilidades influenciadas por las pautas energéticas positivas o negativas implícitas en una configuración planetaria, que nos podrían dar conciencia de las predisposiciones y potencialidades en el transcurso de nuestra vida o en un momento dado donde también es influenciado el biorritmo.

Tomando en cuenta lo antes expuesto, y pensando que ahora la praxis astrológica obedece a una tendencia vinculada con las distintas escuelas de la materia, o en muchos casos al carácter intrínseco del astrólogo consultado. La astrología de hoy se ha visto en la necesidad de ramificarse en distintas especialidades para una mejor aplicación. Por lo que es común encontrar en nuestros tiempos especialistas de la astrología en materia Kármica, filosófica, tradicional, psicológica, medico preventiva y hasta esotérica entre otras. Esto nos lleva a tener que exigirnos más de nosotros mismos, tratando de capacitarnos o especializarnos mejor en cualquier rama escogida que se adapte mejor a nuestra propia definición en el área de interpretación, dando origen a una nueva generación de profesionales de la astrología más evolucionados, preparados y adaptados para los nuevos tiempos que redundará tanto en el prestigio del consultado como en las necesidades demandadas por el consultante.

A propósito de lo anterior, no podemos pasar por alto, un breve comentario sobre la relación del astrólogo y consultante en lo referente a la interpretación  del Mapa Natal. En mi experiencia como asesor, instructor, expositor y organizador de eventos en materia astrológica dentro y fuera de mi país, he podido constatar con mucha preocupación cómo algunos colegas orientan su consulta.  Por lo cual expongo a manera de crítica, esencialmente constructiva, algunos casos:
  • Astrólogos que orientan su consulta en forma OCULTISTA O MISTERIOSA.-  Estas personas en muchos casos en forma teatral, tratan de impresionar al consultante haciendo que la interpretación parezca algo muy misterioso, alardean de su terminología netamente astrológica, para confundir y dar por sentada sus apreciaciones basadas casi siempre en la parte negativa del Mapa. Esto origina como consecuencia; un consultante confundido, decepcionado y con una  sensación de miedo, que seguramente buscará otras alternativas.
  • Astrólogos que orientan su consulta en forma de un EXAGERADO ANÁLISIS PSICOLOGICO.-  Son del tipo que se especializa en detectar las debilidades del consultante mediante el Mapa, y las utiliza, para lograr una especie de dependencia psicológica a través de exacerbar  los complejos, traumas o culpas que pudiese conseguir. El mismo por lo general, intenta vender otras series de consultas “terapéuticas”, y en muchos casos sin tener la preparación suficiente o adecuada para dichas terapias. Esto da como resultado a un consultante que termina en estado de ansiedad y dudas.
  • Astrólogos que orientan su consulta tomando atribuciones del ANGEL GUARDÍAN.- Por el contrario a los dos comentarios antes expuestos, este tipo de consultor se torna un protector, y sólo se concentra en las cosas benéficas del Mapa, con la firme creencia de que si el consultante sale muy contento de la cita, el mismo asegurará otras futuras consultas. Quizás es un plan que ayude un poco en lo económico, pero que priva al consultante de la parte del equilibrio Kármico, y deja  entredicho la responsabilidad profesional del astrólogo.  Se debería mostrar tanto el lado positivo como el negativo en todo Mapa Astrológico, Horóscopo o Carta Astral, ya que esto ayudaría constructivamente al interesado.
  • Astrólogos que orientan su consulta SOBRE LA BASE DE LA ADIVINANZA.- Probablemente este tipo de astrólogo se crea la propia  reencarnación de algún “iluminado” del pueblo Gitano, otras se autodenominan “sacerdotisas”. Lo cierto es  que se aprovechan de la incertidumbre natural que sentimos todas las personas por nuestro futuro. Usualmente, primero nos impresionan con datos de nuestro pasado, para luego evocar una serie de predicciones generalizadas que en la mayoría de los casos no se cumplen. Pero que podrían sugestionarnos de tal manera, obedeciendo al fenómeno conocido de la profecía que se cumple por sí sola.
Por lo tanto, debemos estar atentos de no caer en estas series de errores que si bien muchos no lo hacen conscientemente, ciertamente están en detrimento a la ética profesional de esta maravillosa disciplina. El verdadero astrólogo es heredero de un conocimiento milenario que funge fundamentalmente como herramienta que promueve el autoconocimiento inherente a nuestra vida individual y colectiva, y que a través de los siglos no ha perdido su esencia, por lo que también cabe destacar que  la responsabilidad de que siga siendo así, hoy descansa en las manos de los maestros, estudiosos  y practicantes de esta milenaria disciplina. En Venezuela está recién creada la Federación Venezolana de Astrólogos (FEVA), que podrá contribuir en mucho al mejoramiento profesional de sus miembros, apoyando, promocionando y organizando; talleres, cursos y convenciones. Todo esto, con el fin de tratar de reivindicar en alguna forma el profesionalismo del asesor, el docente, y el investigador de esta apasionante materia como lo es la Astrología.






http://www.universo.com.ve/web/articulos/astrologia_y_astrologos.html




domingo, 19 de abril de 2015

Las pruebas científicas de la Astrología. Por Aleister Cromby.







 

Las pruebas científicas de la astrología 

 

Un estudio científico reciente parece indicar que el momento en el que se nace afecta la personalidad, ¿es la astrología una ciencia arcana o solamente el resultado de un conclave de charlatanería y superstición?

Por: Aleister Cromby and Witch

“Tal vez existe un patrón en la bóveda celeste para quien desea verlo, y una vez visto, para encontrarse a sí mismo”, Platón.

La influencia de las estrellas en nuestra vida ha sido despreciada por la ciencia, probablemente también influida por sus propias estrellas escépticas (y dogmáticas) y por la industria de la charlatanería -el horóscopo de bolsillo- que se ha generado en torno de la astrología, una ‘ciencia’ (que es también un arte) que en sus inicios esotéricos era solamente practicada por los iniciados. Grandes personalidades han utilizado y creído en esta disciplina -que podríamos llamar una de las ciencias más viejas y a la vez menos conocidas-: el presidente Ronald Reagan consultó un astrólogo toda su presidencia para tomar decisiones (John Dee, el astrólogo de la Reina Isabel, era parte fundamental de la estrategia del imperio); uno de los padres del método científico, Francis Bacon, reconocía la influencia de los planetas; al igual que Bacon, Isaac Newton también estudió alquimia, la ciencia hermana de la astrología, y defendió a la astrología ante el escéptico Edwar Halley;  el psicólogo Carl G. Jung, sin creer  necesariamente en la influencia magnética de las estrellas, veía en la astrología una disciplina intuitiva que a través de la sincronicidad y los arquetipos reflejados en las constelaciones, permite al hombre comunicarse con lo más profundo de su ser, y obtener respuestas adivinatorias de su inconsciente (en el espejo del cosmos).
Aunque existen algunos otros estudios que refererimos más adelante, esta semana se dio a conocer un estudio de la Universidad de Vanderbilt que de forma inadvertida apunta a que la astrología tiene una base científica, es decir que el momento en el que se nace influye en el comportamiento y en la fisiología de los seres vivos. En este caso se estudio a difrentes grupos de ratones genéticamente modificados los cuales fueron expuestos a inviernos o veranos artificiales al momento de su nacimiento. Los científicos notaron que no obstante que estos ratones fueran cambiados de grupo después de nacidos seguían exhibiendo características propias de la temporada en la que nacieron, es decir los ratones que nacieron en invierno artificial al ser colocados en condiciones de luz de verano, sigieron manteniendo características como un disminución de su ritmo de actividad durante el día. Esta es la primera vez que se ha observado un efecto de impronta o impresión de las condiciones en las que un animal nace. Algo que los científicos llaman “biología estacional” (o seasonal biology).
El estudio está encaminado a investigar porque las personas que nacen en los meses de invierno tienen una mayor propensión a desarrollar trastrornos neurológicos, como el trastorno afectivo estacional.
“Lo que es particularemente notable de estos resultados es el hecho de que los efectos de impronta afectan tanto el comportamiento de los animales como el ciclo neuronal del reloj biológico maestro de su cerebro”, dijo de la Universidad de Vanderbilt.
En el caso de ratones nacidos en los equinoccios se observaron efectos correspondientes intermedios que van acorde a lo observado.
Ahora bien, este estudio ha generado versiones encontradas; aclamado por los astrólogos como la prueba de que ésta disciplina tiene bases científicas, y por el mainstream como sólo una prueba de que las condiciones de luz afectan la biología y la personalidad de los mamíferos. Analizando el estudio vemos que por una parte indica que el momento de nacimiento -no necesariamente la posición de los planetas (pero si la posición de nuestro planeta)- afecta la personalidad y la biología de un bebé de tal forma que genera una impronta que lo acompaña durante su vida (los ratones en su maduración mantenían características impresas en su nacimiento). Los científicos creen que la impronta se da ya que la luz afecta el desarrollo de algunas partes del cerebro en su estapa de gestación, lo que puede tener efectos duraderos.
Ahora bien, de existir un efecto de los planetas ¿cómo se daría desde la física? El Dr. Percy Seymour, miembro de la Royal Astronomical Societey, cree que sí existe un efecto físico ocasionado por la posición de los planetas en el nacimiento de una persona, esto es una influencia del campo magnético del Sol y de algunos planetas en el de la Tierra, en realidad una red de interacción entre los diversos planetas afectando los campos magnéticos de cada uno. Seymour en este artículo cita una serie de pruebas de cómo los campos magnéticos, de Jupiter y Saturno, por ejemplo, afectan los ciclos solares, o el campo magnético de la Luna afecta el de la Tierra (algo que resulta evidente si observamos las mareas, los ciclos menstruales y de agricultura).Las variaciones en el campo magnético de la Tierra, se ha demostrado, tienen efectos tan diversos como en la intensidad de los sueños o hasta en las fluctuaciones del mercado de valores. Lo que plantea Seymour es una versión sofisticada de la música de las esferas de Pitágoras, donde la armonía -la gravedad, la posición, la masa, y campo magnético- de cada cuerpo celeste forman parte de la gran sinfonía del universo.
Seymour cree que el feto en el vientre materno recibe señales magnéticas a través de las células de su sistema nervioso, las cuales actúan como antena, e incluso el momento de nacimiento es detonado por esta influencia magnética. A lo largo de su vida una persona mantendría sus bioritmos y ciclos celulares conforme a esta impronta regulada por la la influencia de ciertos planetas.
La astrología tradicionalmente explica los efectos de los cuerpos celestes en el cuerpo humano bajo un concepto de espejo: “como arriba, es abajo” ( urbi et orbi) reza la máxima hermética. Esto sugiere que el diseño del universo obedece a ciclos fractales, en el microcosmos y en el macrocosmos, el hombre es semejanza del universo. En este sentido el zodiaco sería un código matemático animado de forma  intuitiva y simbólica para reflejar estos procesos que lleva el universo y nuestro sistema solar con sus características particulares.Clave a este entendimiento es la concepción holística de un sistema, en el que cada parte influye a todas las demás con diferencias de magnitud, como puede ser la cercanía de un planeta o su tamaño e intensidad electromagnética. ¿Las estrellas: un collar de Indra donde cada perla no sólo refleja a cada otra perla sino cada uno de los reflejos que se intersectan en la madeja?
Es curioso que las personas que nacen en los meses de invierno tienen más riesgo de tener la llamada depresión invernal, esto corresponde a Capricornio, el temperamento melancólico saturnino, un hecho que, aunque aislado, parece mostrar cierta sabiduría intrínseca en los planos zodiacales.
Por otra parte es interesante considerar que existen diversos sistemas astrológicos, como el chino y el maya, además del babilónico, lo cual parece indicar que esta es una ciencia complicada, que requiere un profundo entendimiento y una maestría más allá del horóscopo en la caja del cereal: que en un futuro tal vez requeriría aliarse de nuevo con la astronomía -como la alquimia con la química para transmutar el cuerpo- para obtener mayor precisión, para conocer las verdaderas interacciones entre los campos magnéticos (por ejemplo, detalles que podrían no ser insignificantes, como el hecho de que cada 8 minutos se abre un portal magnético entre la Tierra y el Sol, a través del cual penetran toneladas de partículas energéticas a través de la magnetósefra  ¿Podría esto afectar la impronta de una persona según el minuto en el que nace? Y ¿qué tanto sabemos de los efectos físicos de las partículas de alta energía del Sol, las cuales causan auroras boreales, pero que en ciertos casos perturban los sistemas eléctricos de nuestro planeta (y nosotros también somos sistemas eléctricos)?
Entre otros estudios realizados sobre la validez científica de la astrología está el famoso “efecto de Marte”. Michel Gauqelin documentó una correlación estadística altamente significativa en la posición de Marte, el vigoroso planeta de la guerra y de hierro como elemento, en el nacimiento de los atletas profesionales. Algo que fue luego corroborado por estudios independientes.
El Dr. Mitchell E. Gibson encontró un método efectivo de predecir la depresión en una persona observando su carta astral. Un método similar parece ocurrir observando la carta astral de los asesinos en serie. En este artículo se pueden investigar 10 supuestas pruebas de que los planetas afectan la personalidad de los seres humanos.
Y quizás más allá de las pruebas de un paradigma de conocimiento como la ciencia (un cambio de enfoque: “I would rather learn from one bird how to sing than to teach 10000 stars how not to dance” e.e. cummings), está la intuición cotidiana de cada persona. En ese sentido, la mejor opinión sobre la validez de la astrología la tiene el lector. ¿Encuentras en tu vida que ciertas personas de ciertos signos, con ciertos planetas en su casas, se comportan conforme a un patrón? ¿Notas una diferencia en tu personalidad  o en la naturaleza según la fase de la Luna?  Pero ¿hasta que punto puedes distinguir tus mecanismos de proyección psicológica de los patrones que observas en la naturaleza? ¿Hasta que punto la sugestión de esta narrativa proviene del mundo material, objetivo y no de la narrativa de la cultura y de la conciencia colectiva? Pero, y sobre todo, ¿hasta que punto puedes separar estas narrativas, la física y el mundo supuestamente objetivo de tu mente y el mundo subjetivo? ¿Acaso no es posible que sean una misma cosa y esta sea la clave de la astrología: que los planetas en el cielo están tambien adentro de tu cerebro y el mismo universo tiene una especie de mente y una pauta psicológica, como tu tienes un cuerpo hecho de la misma sustancia que las estrellas en su constitución básica?
“The unveiling of the company of heaven./ Every man and every woman is a star”. Aleister Crowley






sábado, 18 de abril de 2015

Que es la Tradición en Astrología ?









Esto es la traducción (amateur) de un artículo de John Frawley publicado originalmente en inglés AQUÍ.
Más artículos de John Frawley traducidos en Papus & Olivets aquí.
Escrito para The Carter Memorial Lecture, dada en la Astrological Association Conference y la Astrological Lodge of London, Septiembre de 2009.
¿Qué es la tradición en astrología?
Hay un libro de Miljiana Mitrovic y Alexsandar Imsiragic que es una colección de cartas natales de astrólogos notables, desde los días más lejanos hasta el presente. Está en Serbio, pero como es una colección de cartas natales, el idioma no importa demasiado. Lo que me impactó cuando lo estaba mirando es que todos los astrólogos vivos asociados con la astrología tradicional cuyas cartas publica tienen oposiciones Sol/Saturno cercanas. Mientras todas esas pequeñas y suaves criaturas que retozan en los soleados campos de la astrología moderna tienen… ¡Cosas como planetas en Libra! Y la mayoría de ellos no tienen Saturno en su carta en absoluto.
¿Qué nos dice esto – aparte del hecho de que los astrólogos tradicionales no están a la cabeza de la lista de invitados de ninguna fiesta? Podríamos pensar “Ajá, tienen esa obsesión con el pasado – con cosas que deberían por derecho estar muertas y dejadas atrás hace tiempo”. Pero entonces miramos los nacimientos de Lilly, Culpeper, y encontramos exactamente las mismas oposiciones Sol/Saturno cercanas. Nunca cruzó las mentes de Lilly ni de Culpeper que estaban haciendo astrología “tradicional”, o que había algo anacrónico en lo que hacían. Practicaban astrología tal como es – no había ninguna otra variedad en oferta.
Lejos de ser el tradicionalista radical de la leyenda moderna, Lilly era de hecho un modernista radical. Para las innovaciones que Kepler estaba preparando – el sinsentido autocontradictorio que son los aspectos menores – Lilly era el primero en la cola. Estoy bastante seguro de que si le hubieras abordado y dicho “Ey, Bill, has oído hablar de Sedna?” no habría dudado ni un segundo. “Wow, mira – ¡Está justo en mi Quirón!” Repasaré la razón de esto más adelante.
He oído a gente referirse a la línea principal de la astrología del siglo XX como “astrología tradicional” en un alegre desconocimiento de si existe o ha existido nunca otra forma de astrología. Pero parece existir una comprensión creciente de que hubo vida antes de Alan Leo. Podemos discutir sobre qué virtudes posee la astrología principal del siglo XX, pero no creo que pueda haber un argumento serio reivindicándola como tradicional.
Volviendo a la pregunta: ¿Qué es la astrología tradicional? Dentro del mundo de estas criaturas miserables y afligidas por saturno, que podrían ser descritas, por ellas mismas o por otros, como “astrólogos tradicionales” hay varias facciones conocidas por varios nombres – esto no es diferente del mundo de la política revolucionaria. La gente se disgusta terriblemente si la sitúas en la facción equivocada, justo como si confundieras a Trotskistas con Maoistas.
Están los que practican “astrología medieval”. Me desconcierta por qué alguien querría hacer esto. Vivo en el siglo XXI. Mis clientes viven en el siglo XXI. ¿Por qué debería practicar astrología medieval? “¿Él me quiere?” “Bueno, realmente no importa: los dos moriréis mañana por la Peste Negra”.
Debo insistir aquí que cuando uso el término “astrología moderna” como contraste con la astrología tradicional, lo hago de una forma muy laxa, como una abreviatura para algo como “astrología como se practica más habitualmente en el mundo moderno”. Mantengo firmemente que la astrología que yo practico es punto por punto tan moderna como cualquier cosa que involucre grandes números de asteroides. Es exactamente igual de moderna – sólo que tiene raíces mucho más profundas.
Escuchamos acerca de la “astrología clásica”. Clásica – ¿En contraste con qué? Si tenemos algunas cosas etiquetadas como “astrología clásica”, probablemente tenemos muchas otras cosas etiquetadas como “astrología ligera”*. Por supuesto, la mayoría de la astrología practicada en el mundo moderno es exactamente eso: astrología ligera.
*[N. del T.] El autor contrasta la “astrología clásica” con la “astrología ligera” en el sentido de “easy-listening”, de la misma forma que la música considerada “de fácil escucha” o “música ligera” como la música para vestíbulo, ambiental, de ascensor…. Así, la “astrología ligera” es una astrología fácil de realizar, explicar y practicar; limitándose así a ofrecer lo que el público desea más superficialmente.
Pero esto no es en absoluto un fenómeno moderno. La mayoría de la astrología practicada durante la mayoría de la historia de la astrología ha sido astrología ligera, porque casi siempre es eso lo que quiere la audiencia del astrólogo. “¿Cuándo le conoceré?” “Oh, muy pronto – y de una forma bastante inesperada”. O, en un nivel un poco más sofisticado, lo que solemos leer en los almanaques: “Hay un eclipse en – bueno, en el signo que quieras – así que alguien noble morirá”. Y, adivinad: Aquí o allí acaba muriendo alguien noble, probando así que hay orden en el universo. Dios está en su cielo y todo está bien en el mundo.
Esta demanda de astrología ligera es una de las razones principales de por qué hay tanta paja en los libros de texto, tanto antiguos como modernos. Porque eso es lo que el astrólogo ligero necesita: algunas pizcas de abracadabra plausible que mascullar antes de decir al cliente lo que el cliente quiere oír.
Medieval y Clásico son términos empleados por los propios astrólogos tradicionales. Uno también escucha, de vez en cuando, el término “fundamentalista” aplicado a sí mismo por otros. En el clima actual, por supuesto, llamar a alguien fundamentalista te permite descartar su argumento sin necesidad de molestarte en pensar en él. En la medida en que “fundamentalista” tiene otro significado aparte de este, parece ser de exclusivismo y rígido dogmatismo.
Muchas veces he sido criticado por escribir en mis libros que las cosas cosas son ciertas, más que “ciertas para mí”. No soy lo bastante arrogante para ver por qué lo que es verdad para mí debería ser del menor interés para otros que mis más allegados. Lo que es cierto para mí es que los Grateful Dead son muchísimo mejores que Celine Dion, pero no voy a escribir un libro para argumentar eso.
Hay un término que me gusta, de todos modos. En nuestra conferencia Real Astrology y el intensivo de seis días sobre astrología natal, que celebramos casi todos los años, estaba discutiendo la astrología helenística cuando un desliz de nuestro traductor alemán dió nacimiento al maravilloso concepto de astrología hedonística. Esto es algo a lo que he consagrado muchos años de dedicada investigación.
Observemos un poco más a William Lilly. Hay una extraña aflicción de la vista que afecta a la gente cuando abordan a Lilly. Hace invisible el 50% del título de su gran libro de texto. ¿Cómo se llamaba? “¿Astrología?” “¿Astrología horaria?” “¿Astrología gruñona?” Bien, pues no: “Astrología cristiana” (Christian Astrology). Cuando este otro 50% del título es discernido, se excusa por una concesión de boquilla a poderes que podrían acabar persiguiéndolo – algún tipo de ofrenda en sus altares. ¿Por qué otro motivo querría alguien llamar a lo que hace astrología cristiana, excepto como una forma de cruzar los dedos y gritar “¡Barrera!”.
Lejos de ser algún tipo de concesión política de boquilla, este 50% del título era, para Lilly, probablemente la palabra más importante de todo el libro. Por eso es la primera que se lee. Esta haciendo una referencia directa a Tertuliano. Se ríe de Tertuliano. Si habéis leído a Lilly y pensáis que es un cascarrabias de vez en cuando – intentad leer a Tertuliano. Es el Liam Gallagher de los Padres de la Iglesia.
En una parte de su tratado “Sobre la Idolatría” Tertuliano dirige su atención específicamente a la astrología. A la astrología como idolatría, porque implica investir de poder a los planetas. Podríamos pensar que hoy en día no lo hacemos, pero ¡Oh, lo hacemos! Cualquiera que haya dicho alguna vez “Saturno está transitando mi Ascendente, así que es un mal momento para mí” o “No puedo hacer eso hoy, porque Mercurio está retrógrado” está invistiendo de poder a los planetas. Mis colegas están en el campo preparando un fuego, así que los que hayáis hecho esto, por favor formad una fila ordenada cuando termine la conferencia y os quemaremos en la hoguera.
“Pero”, dice Tertuliano, en su discusión de la astrología, levantando un argumento contra sí mismo, “¿Y qué pasa con los Reyes Magos? Eran astrólogos”. Le da mucha importancia a la enunciación del evangelio de que “volvieron a casa por una ruta distinta”. Su encuentro con Cristo les cambió. Dejaron la astrología y acabaron… no especifica cómo – abrieron una tienda de regalos, quizá. Pero el punto exacto al que Lilly se refiere es a la sentencia de que “La astrología de hoy en día trata de Cristo. Es la ciencia de las estrellas de Cristo” Así que cuando Lilly llama a su libro Christian Astrology, es una declaración radical. No lo dice de boquilla, sino que iza su bandera.
Lilly fue un milenarista. No sabemos exactamente a qué secta se adhirió, pero está claro que creía que estaba viviendo en los últimos días. En el tiempo de su vida, o la segunda venida de Cristo en la tierra o el reino de los santos que prepararía esta segunda venida iban a ocurrir indudablemente. Así que dirige su astrología en vistas al gran evento.
Tertuliano no abogaba, por supuesto, por una nueva astrología – “¡Ey, así es como se hace la astrología cristiana!” Decía que la astrología es ahora redundante. Es bastante improbable que Lilly haya leído a Tertuliano. Pero es igualmente improbable que no hubiera oído el razonamiento de Tertuliano recitado muchas veces por algún predicador del fuego infernal arremetiendo contra los astrólogos. Arremetiendo contra gente como William Lilly. Recordemos que Lilly habría escuchado dos o tres sermones cualquier domingo dado, y la idolatría, especialmente la cuestión de qué constituye idolatría y qué no, era el gran problema religioso del momento. Estos predicadores se hubieran referido a algo muy distinto diciendo que “La astrología de hoy trata de Cristo”. Estaban siguiendo a Tertuliano y rechazando la astrología. Pero Lilly coge esta declaración y se la queda para él: “Vale,” dice “esto es una astrología cristiana”.
Así que el título Christian Astrology es una ambiciosa declaración de intenciones: es su manifiesto para el libro. Todos sabemos que las ambiciosas declaraciones de intenciones son fáciles de hacer; realizarlas es más complicado. Muchos entre mi audiencia han escrito libros: debéis de conocer bien la diferencia entre la visión ambiciosa y hasta dónde puede uno llegar. ¿Está Christian Astrology a la altura de la ambiciosa visión de Lilly? No tanto. Hay una terrible cantidad de astrología ligera en él: el engañoso hocus-pocus (Como una digresión completamente irrelevante, pero quizá interesante, señalaré que el término “hocus-pocus” deriva exactamente de los alegatos sobre idolatría que se desarrollaban en los días de Lilly. Hocus-pocus es una parodia de “hoc est corpus”: este es el cuerpo. La caja sorpresa, “Jack-in-the-box”, viene de la misma idea).
Lilly recoge lo que había expuesto antes en los manuales astrológicos. Hace una cierta trilla – “los antiguos decían esto, pero no funciona” – pero no es gran cosa. Pero hay lugares en los que se propone algo más. Esto es en sus juicios políticos: tanto en sus ejemplos horarios de asuntos políticos como en aquellos pasajes en el volumen de astrología natal que reflejan el estudio que hizo de la carta del Rey Carlos, donde las delineaciones son por supuesto ajustadas a su propia y menos que imparcial visión de los eventos.
Por ejemplo, hay una carta horaria sobre qué forma de ejecución sufriría el Arzobispo de Canterbury. El juicio de Lilly sobre esta carta no obedece en absoluto a los principios astrológicos. Lo que está escribiendo es pura propaganda. Su cometido es mostrar que el Arzobispo de Canterbury – quien estaba de parte del Rey, así que desde el punto de vista de Lilly era un gran Malvado – ciertamente es un malvado, porque lo dice en las estrellas; y que se merece su destino; y ese Parlamento está siendo misericordioso con él dándole una muerte más digna – cortándole la cabeza en lugar de ahorcarlo. Lilly ofrece este addendum cutre, que “pensaba que era un tío bastante decente”. Pero es bastante obvio por todo el juicio de Lilly que no lo pensaba en absoluto. “¡De eso nada, Bill!” Esto es simplemente él diciendo “No penséis que estoy retorciendo las cosas porque él no me gusta. Mirad: ¡Estos son los hechos astrológicos!”
Que no lo son. Aquí encontramos la astrología cristiana radical de Lilly, mientras demuestra que los eventos políticos de su tiempo están prescritos por Dios, como es evidente porque están escritos en las estrellas. “Está todo bien, gente – el Gran Tipo está de nuestro lado”. Lo cual es, por supuesto, exactamente lo que nosotros hacemos cuando miramos una carta astral y decimos “Tu Luna está en mi Sol: oh, querida, ¡Estamos hechos el uno para el otro!” Lilly no fue de ninguna manera la primera persona que utilizó la astrología de este modo: este tipo de propaganda astrológica ya rondaba por ahí desde los primeros días. Pero es su creencia en que su astrología está ayudando a preparar el reino de Cristo en la tierra lo que explica el 50% invisible del título de su libro.
Así que en Christian Astrology tenemos un montón de astrología ligera; tenemos un montón de propaganda – George Orwell dice que, usando la palabra política en su sentido más amplio, el “deseo de empujar al mundo en una cierta dirección”, “ningún libro está verdaderamente libre de carga política”. Lo cual es muy cierto: si escribes una lista de la compra tiene una agenda política. Y entonces, como con cualquier libro sobre cualquier cosa más compleja que las tablas de multiplicar, tenemos lagunas en el conocimiento del autor.
Por eso Lilly es tan entusiasta con las innovaciones: para llenar las lagunas en su conocimiento.
Siempre habrá lagunas, a menos quizá que los autores esperen a que estén muertos antes de escribir – lo cual es en muchos casos, creo, una idea excelente. La lógica de un libro exige que no podemos dejar lagunas. Sabemos A, sabemos B; pero tenemos que decir algo sobre C, y – “Vaya, C es algo de lo que no estoy realmente seguro”. A menudo, el esfuerzo que esta necesidad exige produce inspiración, un salto adelante en nuestro conocimiento. A veces lo que produce es más como El Coyote percatándose de que ha saltado por un acantilado. Lilly tiene su justa parte de momentos El Coyote.
Estoy hablando sobre Lilly aquí, porque están los que consideran su obra como una revelación infalible, y retuercen todo lo necesario para justificar su visión. Exactamente lo mismo puede decirse de Bonatti – otro candidato popular para la infalibilidad – o cualquier otra autoridad. He comentado sólo tres razones de por qué los libros están sesgados. Hay otras muchas. Los libros no están para confiar en ellos, e investirlos de autoridad no es aconsejable.
Así que el popular juego entre los astrólogos tradicionales de golpearse unos a otros en la cabeza con pesados volúmenes es bastante desatinado. Están a los que les gusta jugar a “Mi autoridad es más vieja que la tuya”. Otros prefieren la variante “Mi autoridad es más oscura que la tuya” – si puedes basar la totalidad de tu astrología en la obra de alguien de quien nadie más ha oído hablar, ¡Has conseguido algo!
Ibn Ezra es instructivo aquí. Ibn Ezra poseía lo que es indudablemente una de las mentes más sutiles que se han dedicado a la astrología. Pero la astrología no era el trabajo diario. Él era un rabino. No cualquier viejo rabino, sino el hombre a quién Maimónides reconoció como el mayor de todos los comentaristas rabínicos de la Biblia. ¿Qué hacen los rabinos? Razonan. Así que sabe un par de cosas sobre razonamiento – qué es un razonamiento sólido y qué no.
Su Libro de las Natividades no contiene nada particularmente estremecedor en términos de técnica. Lo que es interesante es el modo en que trata a las autoridades. He dicho que Lilly realiza cierta cantidad de trillado en Christian Astrology. Ibn Ezra cita autoridad tras autoridad, y aparece casi como un refrán a lo largo de su libro “Esto no tiene ningún sentido”, “Esto es imposible que funcione”, “¿Este tío ha mirado alguna vez una carta astral?” Puedes sentirlo arrancándose el pelo presa de la desesperación por lo que la gente ha escrito. Una lección para todos nosotros. Como dijo Culpeper, permítenos mantener nuestra inteligencia en nuestras cabezas, pues ese es el lugar indicado para ella, y no en nuestros libros.
Si seguimos el consejo de Culpeper, no necesitamos que nuestras autoridades sean infalibles. El gran valor de Lilly – otra vez, tomo a Lilly sólo como un ejemplo, porque su trabajo me es más familiar que el de los demás – no es que sea infalible, sino la forma tan obvia en que se equivoca tan a menudo. Por ejemplo, deduce laboriosamente el temperamento de alguien, y depués dice, “Pero conozco a este tío, y no es así para nada”. O se queja de que una clienta de astrología horaria no se muestra agradecida después de decirle cómo podría persuadir a cierto hombre para que se case con ella. Miramos la carta, y lo vemos: “Por supuesto no se muestra agradecida, Bill – ¡La has casado con el hombre equivocado!”
Si no lo hubiera hecho tan obviamente mal, podríamos pensar que sus métodos eran perfectos. Están lejos de serlo. Como por supuesto lo estarán todos nuestros métodos. – pero podemos aspirar a mejorarlos. Lo que nos devuelve a Lilly el modernista radical. Hay lagunas en su conocimiento. Por supuesto que las hay. ¿Cómo las llenamos? Hay dos respuestas comunes. Está la respuesta de la modernidad, que es alcanzar el futuro, adquirir las suficientes cosas nuevas para poder dejar atrás las cosas viejas. Estoy hablando ahora de la modernidad no sólo en términos astrológicos, sino de la actitud prevaleciente del mundo occidental en los últimos cientos de años.
Luego está la respuesta que a menudo se reivindica – pienso que incorrectamente – como el método tradicional, que es volver al pasado.
La distinción entre lo que es tradicional y lo que no suele verse como una división temporal. Lo viejo es tradicional; lo nuevo no. Esto es un error – algo que veo más claramente ahora que cuando estaba escribiendo La Verdadera astrología (The Real Astrology). La astrología tradicional no terminó en algún punto del siglo XVIII. Hoy sigue viva y coleando. Un libro como The Horary Textbook, por ejemplo, no es literatura secundaria, un libro sobre la tradición. Es una parte viva de la tradición tanto como cualquier cosa escrita por uno de los muertos ilustres.
Tampoco es verdad que cualquier cosa escrita hace mucho tiempo sea parte de la tradición. La tradición astrológica occidental es una tradición monoteísta. Es la astrología de los judíos, los cristianos y los musulmanes. Como tal, desafía y se opone a la astrología enraizada en el relativismo. Astrología egipcia; astrología helénica; astrología védica; la astrología generalmente practicada hoy: esas no son parte de la tradición astrológica occidental, y, por las filosofías en que están enmarcadas, tienen bastante más en común entre ellas que con esta tradición.
Esto tiene mucho que ver con por qué la astrología helenística es para tantos la cara aceptable de la tradición. Sí, los Griegos escribieron muchos libros, y tuvieron la decencia de poner “Astrología” en letras grandes en la portada, en lugar de hacernos leer entre líneas para encontrar la astrología, como en muchas otras obras. Pero sospecho también que el entusiasmo por los Helenos tiene mucho que ver con una imagen de su sociedad que de muchas formas no parece tan distinta de la nuestra – ciertos autores modernos que bien gozarían de un trabajo en la Biblioteca de Alejandría. Esto ha llevado a una sobrevaloración del lugar de los Helenos en la historia.
Es también muy importante tener en cuenta que la tradición no es un anhelo por una era pasada en la que las cosas eran mejores de lo que son hoy. Hay literatura tradicionalista fuera del mundo de la astrología – autores como Huston Smith, Coomaraswamy, Schuon – que mantiene esta perspectiva, y los astrólogos tradicionales son acusados a menudo de adherirse a ella, no importa lo pocos que sean los que lo hacen. “Hubo una Edad Dorada, y la vida se ha ido volviendo despiadadamente peor desde entonces”. No importa con qué solemnidad intelectual se exprese esta perspectiva, siempre me recuerda a la firme creencia de mi abuela de que la civilización tocó a su fin cuando los carteros dejaron de llevar sombrero. Esta visión es profundamente intradicional. Debe mucho a la nostalgia de una juventud perdida; mucho al Romanticismo, con su idealización de la infancia: nada en absoluto al entendimiento de lo que es la tradición.
La tradición es algo vivo. Vive y respira, se mueve y cambia. Una tradición que no cambia está muerta – ¿Y qué interés reviste esto para nosotros, a parte de como muestra de estéril arqueología intelectual? Este cambio es a lo que la Iglesia Católica se refiere como “la operación del Espíritu Santo”. Esto no es una abstracción teológica, sino el reconocimiento de que la tradición, como un individuo, puede crecer en sabiduría. Se aprenden cosas, se realizan cosas. Crecemos.
Viniendo de una dirección diferente que esta literatura tradicionalista, el teólogo Josef Pieper escribe que la tradición debe ser transmitida exactamente como es recibida. Esto también es un error. Si la tradición fuera un artefacto material podría, por supuesto, ser verdad: Si heredo la Mona Lisa de mi padre, es mi deber transmitirla a mi hijo sin añadir adornos de mi cosecha. La tradición no es un artefacto material. Debe cambiar, debe ser cambiada. El signo vital es que estos cambios siempre deben preservar su esencia pura. Mientras esta esencia permanezca – mientras su verdad filosófica no quede corrompida, no se deslice hacia un relativismo fácil para ajustarse a modas contemporáneas – la forma externa de la tradición debe adaptarse a las exigencias del tiempo, de otra forma se convierte en un mero anacronismo. ¡La astrología tradicional no es una película de época! La idea de que deberíamos adherirnos estrictamente a una u otra autoridad del pasado es tan ridícula como las películas de romanos, en las que Mr. Collegiate America se envuelve en una sábana y finge ser un antiguo romano.
La idea que busca perfección en el pasado – hubo una vez perfección y hemos caído desde entonces – no es más que la imagen reflejada de la idea de que habrá perfección en el futuro, si pudiéramos reunir suficientes cosas nuevas: descubrir suficientes planetas nuevos, por ejemplo. La historia de la Torre de Babel debería disuadirnos de la idea de una perfección manufacturada en el futuro. Pero cuando vemos a aquellos que buscan la autoridad en el pasado golpeándose entre ellos en la cabeza con sus pesados volúmenes, vemos que alcanzar el pasado nos lleva igualmente a Babel.
Sugiero que nuestra actitud hacia la tradición no debería ser intentar revertirla a su pasado, ni intentar reconstruirla en el futuro, sino entenderla en el presente. Este entendimiento incrementado no vendrá de leer muchos libros, sino de cambiar gradualmente las percepciones para ver lo que hay ante nosotros, y no meramente manifestaciones de nuestro propio sí-mismo. Esto exige una voluntad de cambiarnos a nosotros mismos para poder entender, no una disposición a cambiar la astrología para que pueda ser entendida. Es por esta razón que las palabras con las que Ibn Ezra empezó su libro de texto son las más importantes jamás escritas sobre la astrología: El principio del conocimiento es el temor del Señor. Es esto lo que es el corazón de la tradición astrológica occidental.
Porque esta es la alineación geográfica básica: allí arriba está el Creador; nosotros somos sus criaturas – y hay por tanto una relación necesaria entre nosotros. Este es el “Usted está aquí” fundamental en el mapa astrológico. No importa lo elaborado que hagamos este mapa, cuántos nuevos planetas le añadamos, o cuántas viejas técnicas desenterremos: si no tenemos el “Usted está aquí”, el mapa es inútil. Es evidente cuántas de estas innovaciones – ya sean importadas del futuro o del pasado – son un intento de suplir la ausencia de exactamente este “Usted está aquí”.
La verdad no está en algún lugar ahí detrás, ni en algún lugar ahí delante, sino sólo, siempre, y para siempre, ahí arriba.
Por eso ésta es la imagen del astrólogo tradicional.


http://papusolivets.com/que-es-la-tradicion-en-astrologia/







San Juan Bautista