martes, 25 de noviembre de 2014

Quién fue Alfonso X , el sabio ?. Por Vicente Cassanya.








 

ALFONSO X "EL SABIO"


Alfonso X El Sabio, rey de Castilla y León de 1252 a 1284, destacó por su constante y profundo apoyo al desarrollo de las artes y las ciencias y, en especial, a la Astrología.
ALFONSO X "EL SABIO"
Hijo del rey Fernando III El Santo y Beatriz de Suabia, Alfonso nació el 23 de noviembre de 1221 en Toledo y se casó en Valladolid, el 26 de noviembre de 1246, con Yolanda de Aragón (Violante de Hungría), hija de Jaime I El Conquistador. Murió el 4 de abril de 1284 en Sevilla.

Algunos le acusan de centrarse más en ampliar el saber que en las tareas propias de reinar. Pero fue un rey humanista y tolerante, bajo cuyo reino convivieron las tres culturas: judíos, árabes y cristianos. A él mismo le gustaba llamarse "rey de las tres religiones". Le cabe el mérito de haber sido el impulsor para que la Astrología, traída a España por la invasión árabe, se difundiera por Europa.

Fundó la Escuela de Traductores de Toledo, en la que reunió a un grupo de selectos astrólogos, matemáticos y eruditos para traducir, del árabe al latín y al romance, algunas de las mejores obras astrológicas. Junto a algunos libros originales, estas traducciones recibieron el título genérico de Libros del saber de Astrología. Algunos de los más importantes títulos astrológicos que debemos a Alfonso X son éstos:
El Libro de las Cruces (1259), traducido directamente al castellano, con lo que se convirtió en el primer libro de Astrología en este idioma. Este trabajo se basa en cómo la Astrología puede afectar a un rey y su reinado. Además, a la traducción del libro original se añadió, por indicación del rey, el capítulo 59, referente a España y de contenido totalmente astrológico. Tablas Alfonsíes (1272), efemérides planetarias destinadas a mejorar los cálculos y a corregir los defectos de las efemérides que se usaban hasta entonces. A tal efecto el monarca creó un observatorio en el Castillo de San Servando (Toledo), desde el que trabajaron los sabios para componer las tablas. Este libro de posiciones planetarias estaría vigente durante varios siglos, aproximadamente hasta el siglo XVII.

El Lapidario (1279), que trata de las influencias mágicas de las gemas y su relación con los diferentes grados del Zodíaco.

El libro conplido de los iudizios de las estrellas, también traducido al castellano de la época. El momento apropiado para empezar la traducción de este libro fue elegido astrológicamente (12 de marzo de 1254 a las seis de la mañana), lo que demuestra que tanto el rey como sus colaboradores regían sus vidas en función de los astros.

Todos estos libros se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid o en la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

Claramente partidario de la Astrología, el rey intervenía personalmente en los trabajos de investigación y traducción, además de elegir las obras que debían ser traducidas. Seguramente el rey estaba muy preocupado por saber con antelación cuantos años iba a vivir, como se deduce de que muchos de los trabajos se centran en el atazir, un término técnico que se usaba sobre todo para conocer la probable duración de la vida de una persona.

La Escuela de Traductores de Toledo era un grupo pequeño, pero selecto e internacional, algunos de cuyos componentes fueron: Juan Hispalense (Juan de Sevilla o Juan de Luna), Juan de Cremona, Dominico Gundisalvi, Hugo de Santalla, Hermann el Dálmata, Roberto Anglicus, Rodolfo de Brujas y Platón Tiburtino.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 24 de noviembre de 2014

Escuela de traductores de Toledo.








 

Escuela de Traductores de Toledo

 

Miniatura de «Las Siete Partidas» que muestra a Alfonso X el Sabio dictando.
 
 
El nombre de Escuela de traductores de Toledo designa en la historiografía, desde el siglo XIII, a los distintos procesos de traducción e interpretación de textos clásicos greco-latinos alejandrinos, que habían sido vertidos del árabe o del hebreo a la lengua latina sirviéndose del romance castellano o español como lengua intermedia, o directamente a las emergentes «lenguas vulgares», principalmente al castellano. La conquista en 1085 de Toledo y la tolerancia que los reyes castellanos cristianos dictaron para con musulmanes y judíos facilitaron este comercio cultural que permitió el renacimiento filosófico, teológico y científico primero de España y luego de todo el occidente cristiano. Hoy, la prestigiosa y antigua Escuela de Traductores de Toledo es uno de los institutos culturales e investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha y tiene su sede en el antiguo Palacio del Rey Don Pedro en la toledana Plaza de Santa Isabel. En el siglo XII la «Escuela de traductores de Toledo» vertió principalmente textos filosóficos y teológicos (Domingo Gundisalvo interpretaba y escribía en latín los comentarios de Aristóteles, escritos en árabe y que el judío converso Juan Hispano le traducía al castellano, idioma en el que se entendían). En la primera mitad del siglo XIII esta actividad se mantuvo. Por ejemplo, reinando Fernando III, rey de Castilla y de León, se compuso el «Libro de los Doce Sabios» (1237), resumen de sabiduría política y moral clásica pasada por manos «orientales». En la segunda mitad del siglo XIII el Sabio rey Alfonso X (rey de Castilla y de León, en cuya corte se compuso la primera «Crónica General de España») institucionalizó en cierta manera en Toledo esta «Escuela de traductores», centrada sobre todo en verter textos astronómicos, médicos y científicos.

Historia

A partir de 1085, año en que Alfonso VI conquistó Toledo, la ciudad se constituyó en un importante centro de intercambio cultural. El arzobispo don Raimundo de Sauvetat quiso aprovechar la coyuntura que hacía convivir en armonía a cristianos, musulmanes y judíos auspiciando diferentes proyectos de traducción cultural demandados en realidad por todas las cortes de la Europa cristiana. Por otra parte, con la fundación de los studii de Palencia (1208) y de Salamanca (1218) por Alfonso VIII y Alfonso IX, respectivamente, se había propiciado ya una relativa autonomía de los maestros y escolares respecto a las scholae catedralicias y en consecuencia fue estableciéndose una mínima diferenciación profana de conocimientos de tipo preuniversitario, que ya en tiempo de Fernando III va acercándose a la Corte y no espera sino la protección y apoyo decidido de un monarca para consolidarse por entero. Alfonso X el Sabio alentó el centro traductor que existía en Toledo desde la época de Raimundo de Sauvetat que se había especializado en obras de astronomía y de leyes. Por otra parte, fundará en Sevilla unos Studii o Escuelas generales de latín y de arábigo que nacen ya con una vinculación claramente cortesana. Igualmente, fundará en 1269 la Escuela de Murcia, dirigida por el matemático Al-Ricotí. Es así, pues, que no cabe hablar de una Escuela de traductores propiamente dicha, y ni siquiera exclusivamente en Toledo, sino de varias y en distintos lugares. La tarea de todas estas escuelas fue continua y nutrida por los proyectos de iniciativa regia que las mantuvieron activas al menos entre 1250 y la muerte del monarca en 1284, aunque la actividad de traducción no se ciñera exclusivamente a ese paréntesis.
Conocemos algunos nombres de traductores: el segoviano Domingo Gundisalvo, que traducía al latín desde la versión en lengua vulgar del judío converso sevillano Juan Hispalense, por ejemplo. Gracias a sus traducciones de obras de astronomía y astrología y de otros opúsculos de Avicena, Algazel, Avicebrón y otros, llegaron a Toledo desde toda Europa sabios deseosos de aprender in situ de esos maravillosos libros árabes. Estos empleaban generalmente como intérprete a algún mozárabe o judío (como Yehuda ben Moshe) que vertía en lengua vulgar o en latín bajomedieval las obras de Avicena o Averroes. Entre los ingleses que estuvieron en Toledo se citan los nombres de Roberto de Retines, Adelardo de Bath, Alfredo y Daniel de Morlay y Miguel Escoto, a quienes sirvió de intérprete Andrés el judío; italiano fue Gerardo de Cremona, y alemanes Hermann el Dálmata y Herman el Alemán. Gracias a este grupo de autores los conocimientos árabes y algo de la sabiduría griega a través de estos penetró en el corazón de las universidades extranjeras de Europa. Como fruto secundario de esa tarea, la lengua castellana incorporó un nutrido léxico científico y técnico, frecuentemente acuñado como arabismos, se civilizó, agilizó su sintaxis y se hizo apto para la expresión del pensamiento, alcanzándose la norma del castellano derecho alfonsí.

Controversia

En un libro reciente, el catedrático de Traducción e Interpretación de la Universidad de León, Julio César Santoyo, pone en duda la existencia de una escuela de traductores como tal (también niega la de la escuela de traductores de Bagdad). Sus argumentos son dos: por un lado, la aparición muy tardía del nombre de Escuela de traductores de Toledo en Francia a comienzos del siglo XIX (Jourdain, Renan) y la aún más tardía introducción de la palabra en España (Menéndez Pelayo, 1881); por otra parte, la propia cronología de los traductores que no coinciden en el tiempo:
La opinión de Santoyo es que en Toledo hubo una activa producción de traducciones individuales y sucesivas en el tiempo de muy pocos traductores, pero no se puede denominar "escuela", ni siquiera "grupo".

Véase también

Referencias

  1. Santoyo
  2. Grupo de Investigación Traducción, literatura y sociedad (Universidad de Málaga) (2004). Etica y política de la traducción November 2012. Miguel Gómez Ediciones. pp. 12 –. ISBN 978-84-88326-23-2.
  3. Gil Bardají, Anna. Entrevista a Julio César Santoyo . Cuadernos, Reviste de Traducción. Volumen 17 (2010). Página 276.

Bibliografía

  • Gómez Redondo, Fernando. Historia de la prosa medieval castellana . Madrid, Cátedra, 1998, 2 vols.
  • González Palencia, Ángel. Don Ramón y los traductores de Toledo , Madrid, 1942.
  • Santoyo, Julio César. La traducción medieval en la Península Ibérica, Siglos III-XV . Universidad de León. León, 2009. ISBN 978-84-9773-469-1.

Enlaces externos




Fuente : Wikipedia.




Que sabemos de los comienzos de la traducción científica en la Península ?. Por José Chabás.








 

¿Qué sabemos de los comienzos de la traducción científica en la Península?


Todos, o casi todos, coinciden en decir que para conocer una disciplina hay que conocer su historia. Hoy por hoy sólo se tienen conocimientos parciales sobre el trabajo de traducción científica en la Península a partir del siglo X, pero no se dispone de una visión de conjunto en la que insertarlos: la historia de la traducción científica en España no se ha escrito todavía. Algunos aspectos parciales han concentrado hasta el momento casi toda la atención de los estudiosos; si se limita el estudio a esos aspectos, la imagen que se proyectará de la traducción científica perderá indefectiblemente riqueza y no reflejará toda su complejidad. Es un riesgo que hay que evitar.
Nos falta, por tanto, una historia equilibrada de la traducción de los textos científicos. Y no es porque en España haya sido escasa la actividad de traducción, antes al contrario. Incluso ha habido épocas en que la mayoría de las traducciones científicas de Occidente se hacían en nuestro territorio. Para elaborar esa visión global de la que hoy carecemos forzosamente habrá que recurrir a la historia de la ciencia.
Aquí vamos a restringirnos a uno de los períodos más fecundos de la actividad científica en España, los siglos XI, XII y XIII. Es una época en la que la ciencia se escribe fundamentalmente en árabe, y en mucha menor medida en hebreo y en latín. En la Península, por tanto, las traducciones se hacen a partir del árabe, primero hacia el latín y, en la segunda mitad del siglo XIII, empiezan a hacerse también hacia el castellano. Es claro que la traducción de obras científicas del árabe sólo tiene sentido en los territorios cristianos, que están por lo demás muy bien situados estratégicamente, muy cerca de al-Andalus, es decir, cerca de donde se está produciendo la ciencia y cerca de donde se dispone de las obras de la rica tradición científica árabe. En los territorios cristianos, prácticamente toda la actividad científica se reduce a la traducción y casi no hay producción propia. El panorama en al-Andalus es muy otro: el nivel de producción científica es muy elevado, especialmente en medicina y ciencias exactas; la comunidad científica cuenta con sus propias obras, escritas en su lengua, y con las adaptaciones o traducciones al árabe de los tratados científicos clásicos. Esas traducciones ya habían sido hechas unos siglos antes en el Próximo Oriente, sobre todo a finales del siglo VIII y a lo largo del s. IX, bajo el patronazgo de los gobernantes de Bagdad, en especial del califa al-Ma´mun.
Toda historia de esos primeros siglos de la traducción científica en la Península deberá tener en cuenta varios momentos y varios colectivos.
  1. A mediados del siglo X comienzan a traducirse obras del árabe al latín en los cenobios fronterizos. Diversos monasterios benedictinos, a los que acudieron monjes mozárabes, desempeñan un papel importante como vehículos de transmisión cultural de la ciencia árabe hacia el Occidente cristiano.
  2. En el siglo XII tiene lugar en la Península un verdadero movimiento de traducciones científicas. La actividad de traducción se concentra en unos pocos focos, en torno a sabios o al amparo de mecenas. Así, Hugo de Santalla trabaja en Tarazona y Platón de Tivoli en Barcelona. Pero es en Toledo donde se forma un grupo importante de traductores, bastantes de ellos procedentes de otros países. No parece que estuviesen agrupados en una escuela de traductores, en el sentido de docencia organizada, sino que únicamente mantenían lazos de dependencia personal con un mecenas, Don Raimundo, arzobispo de Toledo (1126-1152). De ese grupo destacan los nombres de Juan de Sevilla, Domingo González y, sobre todo, Gerardo de Cremona, traductor al latín de las versiones árabes de obras de Euclides, Arquímedes, Menelao, Ptolomeo, entre otras. A ellos corresponde el inmenso mérito de haber transmitido a Occidente lo esencial de la ciencia clásica, y también de la ciencia oriental, varios siglos antes de que se tradujeran directamente del griego al latín los tratados clásicos.
  3. La traducción arabigohebraica cuenta en la Península con profesionales de gran renombre, como Abraham Ibn Ezra (s. XII) o los miembros de familia Tibbon, constituida por cuatro generaciones de traductores científicos, afincados en Cataluña y el Languedoc, y cuyo personaje más conocido, como traductor y astrónomo, es Jacob ben Mahir (finales del s. XIII).
  4. En torno a Alfonso X, que reinó en Castilla de 1252 a 1284, se creó en Toledo un grupo de traductores que escribieron, adaptaron o tradujeron obras literarias, jurídicas, históricas, religiosas y científicas para el rey. Todas las obras científicas alfonsíes versan sobre astronomía y astrología (disciplinas claramente diferenciadas hoy, pero no entonces). De los quince colaboradores del rey Sabio que participaron en esas obras, cinco fueron judíos y diez no judíos. Los traductores judíos fueron los más activos, y entre ellos Yehuda ben Mošé e Ishaq ben Sid, pues intervinieron en la redacción o la traducción de 23 obras. Los traductores no judíos Juan d'Aspa, Egidio de Tebaldis y Bernardo el arábigo, entre otros, se ocuparon de otras 12 obras científicas. La actividad de estos traductores, revisores, retraductores y autores al servicio de Alfonso X no tuvo tanta trascendencia, desde el punto de vista de la transmisión de saberes científicos, como la de sus colegas toledanos un siglo antes. Su aportación principal consiste en la elaboración de un lenguaje astronómico en castellano a partir del árabe, cuyos ecos siguen presentes en la actualidad.
José Chabás


 http://ec.europa.eu/translation/bulletins/puntoycoma/36/pyc365.htm


Quién fue David Pingree ?








David Pingree

David Edwin Pingree (2 de enero de 1933, New Haven, Connecticut - 11 de noviembre de 2005, Providence, Rhode Island) fue un profesor de la Universidad, y el profesor de Historia de las Matemáticas y de las obras clásicas de la Universidad de Brown, y uno de los principales historiadores de la exacta de América Ciencias (principalmente matemáticas) en la antigüedad.

Vida

Se graduó en la Phillips Academy en Andover, Massachusetts en 1950 y asistió a partir de entonces la Universidad de Harvard, donde obtuvo su doctorado en 1960 con una tesis sobre la supuesta transmisión de la astrología helenística a la India.
Se unió a la Historia del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Brown en 1971, con el tiempo la celebración de la silla hasta su muerte. [2] Como sucesor de Otto Neugebauer (1899-1990) en la historia de Brown del Departamento de Matemáticas (que Neugebauer fundada en 1947), Pingree numerada entre sus colegas hombres de aprendizaje extraordinaria, especialmente Abraham Sachs y Gerald Toomer.
 
Carrera

Jon McGinnis de la Universidad de Missouri, St. Louis, describe la vida de trabajo de Pingree así:

     ... Pingree se dedicó al estudio de las ciencias exactas, como las matemáticas, la astronomía matemática y augurios astrales. También fue sumamente interesado en la transmisión de las ciencias a través de fronteras culturales y lingüísticas. Su interés en la transmisión de las ciencias exactas vino de dos frentes o, quizás más correctamente, su interés representa las dos caras de la misma moneda. Por un lado, estaba preocupado por cómo una cultura puede apropiarse, y así alterar, la ciencia de la otra (antes) la cultura con el fin de hacer que el conocimiento científico a principios de accesibilidad a la cultura receptora. Por otro lado, Pingree también estaba interesado en cómo se podrían utilizar los textos científicos que sobreviven de una cultura más tarde para reconstruir o arrojar luz sobre nuestros registros fragmentarios de ciencias anteriores. En esta búsqueda, Pingree sería, con la misma facilidad utilizar griego antiguo funciona para aclarar los textos babilónicos en la adivinación, gire a tratados árabes para iluminar los textos astronómicos y astrológicos griegos antiguos, buscar textos sánscritos para explicar la astronomía árabe, o rastrear la aparición de la astronomía india en Europa medieval.

En junio de 2007 la Biblioteca de la Universidad de Brown adquirió la colección personal de Pingree de materiales académicos. La colección se centra en el estudio de las matemáticas y las ciencias exactas en el mundo antiguo, especialmente la India, y la relación de las matemáticas orientales para el desarrollo de las matemáticas y otras disciplinas relacionadas en Occidente. La colección contiene unos 22.000 volúmenes, 700 fascículos, y un número de manuscritos. Las tenencias consisten tanto en materiales de anticuario y recientes publicados en sánscrito, árabe, hindi, persa y lenguas occidentales.
 
Premios

Beneficiario de una beca Guggenheim en 1975 y una beca MacArthur en 1981, fue miembro de la Society of Fellows en Harvard, la Sociedad Filosófica Americana, y el Instituto de Estudios Avanzados; también era AD Blanca profesor-en-Grande de la Universidad de Cornell de 1995. 
 
Los trabajos seleccionados
 

     Babilonia Planetaria Presagios (con Erica Reiner: Brill, Leiden 2005)
     Censo de las ciencias exactas en sánscrito (5 vols., American Philosophical Society, Filadelfia 1970 y ss.)
     Árabe Astronomía en sánscrito: Al-Birjandi en Tadhkira II, Capítulo 11 y su traducción en sánscrito (con Takanori Kusuba: Brill, Leiden, 2002).
     El Yavanajātaka de Sphujidhvaja (2 vols., Harvard Oriental Series 48, 1978).
     Dorothei Sidonii carmen Astrologicum (Teubner, Leipzig, 1976).
     Vettii Valentis Antiocheni Anthologiarum Libri noviem (Teubner, Leipzig, 1986).
     El Liber Aristotilis de Hugo de Santalla (editado con encuestas Charles Burnett Instituto Warburg y Textos 26, Londres, 1997).
     Vea el listado Worldcat para más títulos.

Referencias
 

     "In Memoriam" Asociación Matemática de América
     "Una breve historia del Departamento", Wilbour Salón
     "Recordando a David E. Pingree", Jon McGinnis
     http://www.insidehighered.com/news/2005/11/15/histmath
     "Memorial", Boletín de la Sociedad Canadiense de Historia y Filosofía de la Matemática, Toke Lindegaard Knudsen, pp. 5-6
     Jon McGinnis (Universidad de Missouri, St. Louis), Recordando a David E. Pingree. La Sociedad Internacional de Historia de la lengua árabe / islámico Ciencia y Filosofía sitio web. Consultado el 26 de octubre 2011.
     "Brown University Library adquiere colección de David E. Pingree"
     "David E. Pingree: Un inédito Autobiografía", William M. Calder III y Stephan Heilen
     Dhavale, D. G. (1984). "El Yavanajataka de Sphujidhvaja por David Pingree". Anales del Instituto de Investigación Bhandarkar Oriental 65 (1/4): 266-267. JSTOR 41693124.
     Rocher, Ludo (marzo de 1980). "El Yavanajataka de Sphujidhvaja por David Pingree". Isis 71 (1): 173-174. doi: 10.1086 / 352443. JSTOR 230.349.
 
 
Fuente : Wikipedia
 Traductor de Google. 
 
 

Goethe y la Astrología.










http://es.wikipedia.org/wiki/Johann_Wolfgang_von_Goethe




GOETHE: “Yo vine al mundo en Francfort-sur-le-Main, el 28 de agosto de 1749, durante la 12ª campanada del mediodía. La constelación era propicia, el Sol se encontraba en el signo de Virgo; Júpiter y Venus estaban en buen aspecto con él; Mercurio no era desfavorable, Saturno y Marte eran neutros; únicamente la Luna, llena aquel día, desplegaba la fuerza de su reverberación tanto más poderosamente cuanto que su hora planetaria había empezado. Ella se opuso, pues, a mi nacimiento hasta que esta hora hubo pasado. Estos buenos aspectos, altamente apreciados más tarde por los astrólogos, fueron sin duda la razón por la que permanecí en vida, ya que por torpeza de la partera, creyeron que había venido muerto al mundo, y sólo tras numerosos esfuerzos vi la luz”. (Poesía y Verdad, cap.I)


 Veamos la carta de Goethe, a partir de sus datos autobiográficos.

Nació en Frankfurt del Meno, el día 28.08.1749, al finalizar las campanadas del mediodía.

Le añadiré un minuto a las 12 y lo dejo en 12.01 GMT






En este gráfico he calculado los atacires en el ciclo del 96, para contrastar la fecha de su muerte , que se produce el día 22.03.1832.

Como vemos tiene el atacir de Marte conjunto a la Parte del infortunio sobre su Ascendente en Escorpio, y Marte es el pequeño maléfico y regente de Escorpio.


Veamos ahora su gráfico medieval.






Obsérvese la posición de Saturno, que está conjunto al Ascendente y en trígono a la Luna.....estuvo a punto de morir en el parto.

Sol y Luna en oposición, como bien dice en su autobiografía.

O Nodo norte en la cúspide de la casa III, muy apropiado para la producción literaria.

El Sol y Mercurio cerca del Medio cielo, le dan una gran proyección social.

Regente de casa X, el Sol ubicado fisicamente en casa X, y co rregente de casa X, Mercurio, ubicado en la cúspide de la casa X.




domingo, 23 de noviembre de 2014

Que es la Astrología clásica ?. Por Giuseppe Bezza.












Giuseppe Bezza

¿Qué es la astrología clásica.



¿Qué significa la astrología clásica? Es un nombre tan adecuado para cualquier período de la astrología? En este caso una respuesta afirmativa es muy difícil de ser dada. Por el contrario, surgen otras cuestiones. ¿Dónde y cuándo nació la astrología? ¿Existía una astrología preclásica? ¿Tuvo un período de oro y una decadencia, y ha astrología en el pasado nunca se ha considerado una ciencia? ¿Puede nuestro conocimiento aceptar la creación, la decadencia y la muerte de una ciencia? ¿Cómo podríamos dar el nombre de la "ciencia" para una semiótica de las apariencias, que parece ser la creación de un pectus animosum, más que de un mens et ratio. Justicia de largo se ha hecho, citando Terencio: mens Mala, animus malus. Pero si queremos seguir adelante y llamar nuestra atención a los textos de los antiguos astrólogos, estaríamos asombrados ante un exceso tal o cual variedad extrema de los procedimientos. Estos procedimientos, todavía disponibles en varias lenguas, griego, latín y textos árabes, legado presumiblemente de un corpus doctrinal egipcio y mesopotámico, pero los antiguos tienen opiniones diferentes.

¿Dónde había nacido esta ciencia sideral  - una ciencia que quería unir la contemplación de la belleza suprema del cielo a las severas leyes de la física basada en las apariencias visuales, casi negar dicotomía dramática de Shelley entre la poesía y la ciencia? A pesar de que podemos discutir el decaimiento de la astrología durante horas, ya que es evidente, no podemos hablar de sus orígenes, porque nosotros no los conocemos. Estamos perplejos cuando escuchamos las declaraciones ingenuas de los antiguos referentes a los inventores de la astrología. Cuando San Agustín llama Atlas magnus astrologus que se remonta a la doctrina euhemeristic que convierte en héroes sabios (La ciudad de Dios XVIII, 39;. Cfr Plinio Nat.Hist II, 31;. VII, 203; Vitruvio VI, 10, 6; Diodoro S. III, 60, 2, IV, 27, 17). Y no sólo Atlas: Urano, Belo, Thoth, Prometeus, Atraeus, Chiro el Centauro también reveló la astrología para el hombre (cfr Jo Chr Heilbronner, Historia Matheseos universae un Mundo condito ad saeculum puesto Chr n XVI, Lipsiae 1742,..... PAGG. 54ff.). San Agustín nos dice que Atlas vivió en la misma época que Moisés, que era, según un Philo, un matemático, astrónomo, geómetra, un músico y un excelente filósofo y aprendió la ciencia del cielo desde los asirios (vita Mosis I, 23). Antes de que Moisés, Abraham enseñó matemáticas y la astronomía a los egipcios, que no sabían nada al respecto (Berossos ap Josefo, Ant jud I, 8, 2;.... Cfr Eusebio, Praep ev IX, 16..). Esos hombres habían recibido la ciencia del cielo a través de una revelación.

Por otra parte, existe una tradición según la cual tanto la astrología y la astronomía son impartidos por los ángeles rebeldes (cfr. Libro de Enoc VIII, 4), pero los griegos creen que esas dos ciencias habían sido revelados por los dioses a "los reyes amaban por la divinidad" (Luciano de astr 1;.. cfr Aquiles Tacio ISAG 1), es decir, por don divino, caelestum munere, como dice Manilio (I, 26).. Revelación de las leyes naturales que produce las estaciones y los cambios de la vegetación, la revelación de la emanación que se extiende de forma natural desde el cielo a cada uno la física y la ley terrenal moral, sea mutua o individual. No podemos dudar de que el hombre percibe una relación tan estrecha entre el cielo y la tierra en épocas remotas. El emperador de China, como el hijo del cielo, fue responsable de los errores de sus ministros ante el cielo. Del mismo modo, cada soberano, en cada momento histórico, siempre ha sentido la necesidad de basar su derecho divino en la observación meticulosa del rito sagrado. Pero de qué manera fue revelado el conocimiento astronómico? Ineludiblemente primitivo, pero también más complejo de lo que podríamos pensar. Si hoy en día todo el mundo sabe que la Tierra gira alrededor del Sol, esta misma noción daña la plena comprensión de los fenómenos aparentes. Astronomía y astrología fue en el pasado un vínculo indisoluble, por lo que se utilizó un término para referirse a la otra sin distinción. Las leyes de la astronomía antigua, desde las esferas excéntricas a la trepidación de la esfera ochenta, eran  leyes físicas , sellos (episema) de una ley celestial, las raíces de la sentencia y la previsión, que eran el objetivo del astrónomo, las Philalethes, el que busca la verdad. Los hombres antiguos, dice Aristóteles, transmitan tales conceptos a sus descendientes, diciendo que estos cuerpos celestes son divinidades, y que la naturaleza es envolvente divinidad. El resto se añadió después, como un mito, con el fin de convencerles de tantas personas como sea posible para imponer obediencia. Si tuviéramos que considerar sólo el contenido de tales creencias, a saber, que las divinidades eran seres superiores, entonces debemos aceptar el hecho de que se habló por Dios ... (1074b metaphysica). ¿Quiénes son estos antiguos hombres, palaitatoi anthropoi? Son, como se lee en Homerus, los habitantes de Troy (Ilias XI, 166) o los contemporáneos de Servio Tulio (Plutarco, de fortuna Rom. 323E)? Creemos que son los anthropoi palaioi, de la que Platón nos dice, los que inventaron los nombres de las cosas (Cratilo 441b), palaioi porque pertenecen a la época de mitos y no se pueden colocar en cualquier dimensión temporal.

Si queremos preguntarnos si, en la tradición occidental, se utilizó un método de predicción completa basada en fenómenos astronómicos primero, podemos decir que Beroso, Epígenes y Critodemos son los astrólogos primero conocidos. Hoy creemos que Critodemos llegó poco antes de que el legendario Petosiris, cuya vida fue transportado desde los historiadores de la ciencia desde la VII a II siglo aC, mientras que, por el contrario, creemos que Critodemos vivió en el siglo III antes de Cristo Por lo tanto, Antíoco, Prassidicos, Timeo, Serapio desde Alejandría, Teukros serían contemporáneos del sacerdote egipcio.

Pero nos gustaría señalar que los astrólogos de la época helenística  subrayan que sus predecesores fueron el archaioi y palaioi. Los primeros son los que primero se ocuparon con la astrología, los últimos son los que lo inventaron  y lo nombraron primero. De los primeros los que conocemos sus nombres y sus vidas, pero de estos últimos que no sabemos nada, que están rodeados por el mito, ellos están en una dimensión "atemporal", como Hermes con mil caras, a la que "nuestros antepasados dedicados las invenciones de su sabiduría "(Jámblico de mysteriis I, 1;. cfr VIII, 4). Se estableció por primera vez los nombres de campo, tales como el nombre de Agathodaimon (bonus genio) al undécimo lugar (V. Valens; Kroll 135,2), es decir, los nombres y las características atribuidas a Hermes Trismegisto (Rhetorius, Catalogus codicum Astrologorum Graecorum VIII / 4 PAGG. 162-174). Tenemos un ejemplo en Hephaestio de Tebas: Pancharius es ni entre los archaioi, ni entre la palaioi, por ser su contemporáneo, pero Porfirio (I, 157,1 Pingree), Antígono de Nikaea (I, 162-163), Doroteo (I, 263,10-11), los sabios egipcios que vinieron antes que él (I, 258,19) se encuentran entre los archaioi. El palaioi son, por el contrario, los primeros que observaron las figuras de las estrellas (Ptolomeo, quadr I, 2;. Boll-Boer 8,9), la naturaleza de los planetas (ibíd .; I, 4; 17, 8; I, 5; 19,24) y las estrellas infalibles (ibid I, 10;. 30,7); palaios es el manuscrito que Ptolomeo tiene en sus manos (ibid I, 21;. 49,14).

Según los astrólogos griegos de la Antigüedad tardía, que vivieron después del siglo II, archaioi son sus predecesores históricos. Aquellos que, a su vez, fundaron su doctrina refiriéndose a palaioi (Hephaestio I, 120,25). Entre los que no hay una figura, la de Petosiris, lo anterior todos palaios (cfr. Escolios en Cl. Ptolemaei Quadripartitum, Wolf pag. 111). Por lo tanto, nos enfrentamos a tres diferentes edades de la astrología: la Antiqui, los Veteres y la novi. Entre la novi hay una figura destacada, no sólo por la integridad de su doctrina o su conocimiento preciso de los movimientos , sino también por su nueva concepción y un nuevo método de predicciones astrológicas. Ptolomeo, en el segundo capítulo del tercer libro de la Quadripartitum Fives los antiguos (archaios) método de predicción consistió en "la calidad mixta de todos o de la mayor parte de los cuerpos celestial, y si alguien quería completarlo con exactitud, sería casi infinita "(BB 109,5-7). Este método de predicción fue el de los egipcios, que "siguió un método rico en configuraciones, por lo que eran infinitos y difíciles de entender" (en Cl. Pto. Enarrator ignoti nominis ..., Wolf pag. 89).

Estos procedimientos diferentes y difíciles de entender (agôgai) de la antigua, como afirma V. Valens (Kroll pag. 242,20) constituyen la tradición de la novi. Muchos astrólogos, como Valens, trataron de explicarlo. Pero mantener su totalidad al antiguo patrón significa mantener su riqueza, sino que también significa hablar su lenguaje, que no es el lenguaje de los filósofos, la de los naturalistas, los científicos. Ptolomeo tiene una actitud diferente: no expresa denegación total hacia la tradición, los términos técnicos que utiliza son los mismos que los utilizados por Veters, y el objetivo de Porfirio es explicar a los contemporáneos (ISAG Lobo pag 181..). Pero, ya que él es un filósofo y científico, prefiere seguir un camino natural, mediante la interpretación de las configuraciones y los movimientos de las estrellas que el conocimiento de la astronomía pone a nuestra disposición "con un método perteneciente a la filosofía" (quadr. I, 1 BB: 3,6-7), a pesar de que podría significar un abandono parcial de la tradición.

Por lo tanto, Ptolomeo es para nosotros la astrologus novissimus. Afirmó que la predicción incluye matemáticas y la física, que son las piezas demostrativas de arte, y de la filosofía, que es su parte conclusiva. Más adelante, la astrología griega que siguió a Ptolomeo continuó teniendo antiguos y nuevos elementos mezclados entre sí. En el siglo IV Paulus de Alejandría siguió a

  Ptolomeo y recompuso su Isagoge, pero no podía olvidar los "sabios egipcios". Hephaestio de Tebas parafraseando la Quadripartitum  ha añadido métodos, opiniones y aforismos de archaioi en cada capítulo. A finales del siglo VI, Rhetorius, quien mostró su conocimiento sobre la pureza del método ptolemaico de predicción, en su Instrucción para la interpretación de belenes (CCAG VIII / 1 PAGG. 243-248), da diferentes autoridades de cada juicio.

Dejemos a los diferentes períodos en que se enseñaba la técnica de predicción astronómica. Entre esos períodos no hay coherencia, el desarrollo histórico es algo contra el desarrollo coherente del pensamiento humano. Durante los fines de la antigüedad, la astrología era considerada la "ciencia matemática que revela la concatenación de destino" (Salustio, de DIIS et Mundo IX, 4) y este concepto sigue siendo el mismo durante muchos siglos: una mezcla de arte y ciencia matemática, no una opinión empírica de que no se tiene constancia de que el contrario es falso. "Cuando millones de hombres han compartido por miles de años la misma opinión, podemos suponer que tal opinión aceptada se basa en hechos positivos, en una larga teoría observaciones  justificadas por los acontecimientos". De una manera similar al conde de Altavilla quería Alicia superior creen en encanto, y por lo que se trató de defender y salvar al creen en las estrellas. Sin embargo, unos dioses de ciencia no necesitan una excusa. Después de la revolución copernicana, entre los siglos XVI y XVII, además de una astrología natural que todavía legítimamente explica figuras y movimientos aparentes de las estrellas y los planetas y reclama para pronosticar los condistions del tiempo, otro tipo de astrología, junto con sus expertos y estudiantes , está fuertemente desacreditada: "lo llaman astrología judiciaria, porque parece que este es un título perjudicial", Neverthless "el objetivo de unas técnicas científicas es conocer sus objetos por el camino de su causa, como dijo el filósofo: est scire rem por cognoscere causam, etc., y tal conocimiento no es más que un silogismo, donde uno puede deduce la conclusión y de la sentencia desconocido de las preposiciones antecedentes ya saben "(Plácido Titi, Tocco di paragone ..., PAGG 19-. 20).

Antes de Newton había divulgado la ley de la gravitación universal, el pensamiento científico sabía y aceptó otra ley universal de la naturaleza. Esta ley universal era de tipo astrológico (L. Thorndike, del verdadero lugar de la astrología en la Historia de la Ciencia, Isis 1954 p.273). Esta ley se basa en la suposición de que la naturaleza está gobernada y dirigida por los movimientos de los cuerpos celestes y el hombre, como animal directamente genera en el mundo natural, y que vive en ella, se somete por naturaleza bajo esta ley. Desde este punto de vista espectacular de la astrología es una ciencia verdadera y natural exactamente como filosofía. "Es una ciencia natural porque indaga en los efectos naturales Es demostrativo, ya que avisa sobre los movimientos y fenómenos de los cuerpos celestes, como eclipses o la salida o la puesta del sol;. Pero si se trata de los efectos que los cuerpos celestiales tienen sobre nosotros, entonces es una ciencia conjetural, como Santo Tomás lo llama ... "(Plácido Titi, op.cit., 1-3).

No queremos hablar de los siglos más recientes. Cuando la dimensión proteica de una cultura subalterna comenzó a sí mismo legítimo, se han colocado los restos desordenados de una astrología en vuelo. Pero eso no nos interesa ahora. Hasta toda época del Renacimiento, la astrología es parte de la cultura científica y toma parte en las vicisitudes del pensamiento humano. Después que la escuela de Atenas estaba cerrada, el Rhetorius egipcia fundada, sobre la autoridad de archaioi y del método ptolemaico, una actitud sincretista que parece anticipar el enciclopedismo aprendido de Bizancio.
Si Rhetorius representa la última figura importante de la astrología griega, el nacimiento de la astrología árabe será más interesado en la tradición archaioi y se expandirá, gracias al conocimiento de las culturas de los pueblos sometidos al Islam. La historiografía moderna, antes de las grandes guerras, afirmó que la llegada de la filosofía aristotélica en la cultura islámica, en torno a los siglos VIII-IX, representado un freno a la especulación astrológica (cfr. CA Nallino, Raccolta di scritti editi e inediti, Roma 1944, V, pag. 20). En realidad, es exactamente lo contrario: al igual que en los casos de griegos y latinos, también en la cultura árabe una división entre la astronomía y la astrología nunca existió: ambos constituyen una sola ciencia, al-Nujum. Abu Ma, shar justifica el aspecto científico de la astrología sobre la base de la filosofía natural de Aristóteles, y afirma que la astrología es una ciencia completa y perfecta en el sentido aristotélico. Las principales autoridades, de Introductorium en astronomiam de Abu Ma, shar son Aristóteles, Ptolomeo y Hermes (cfr. RJ Lemay, Abu Ma, shar y América aristotelismo ..., Beirut 1962, pag. 41ss.). Estas son las figuras emblemáticas de la ciencia astrológica en la Edad Media.

Hasta fines del siglo XVI, el astrólogo es principalmente un filósofo que interpreta los movimientos de los cuerpos celestes y las leyes de la naturaleza. Él es tanto un astrónomo y físico, a veces también es médico, y él se considera un seguidor de Ptolomeo, Galeno y Aristóteles. Después de todo, el propio Ptolomeo fue considerado aristotélico, tanto por los astrólogos árabes y por los astrólogos medievales y renacentistas. Los principios de Abu Ma, shar y al-Kindi también se consideraron aristotélicos, así como la cultura físico-filosófico de los astrólogos de la Edad Media y el Renacimiento. Pero más tarde, en torno a la primera mitad del siglo XVII, la física aristotélica pasó por una crisis profunda e imparable que presagiaba la Ilustración; a pesar de que una de las interpretaciones más significativas de la astrología clásica, basada en la lectura aristotélica de quadriparitum de Ptolomeo (Plácido Titi) se remonta a la época. Cuando el rey Luis XVIII escapó el Águila Imperial, el Príncipe de Condé pensó que debía preguntar si el Rey pretende llevar a cabo la purificación de los pies en el pobre refugio del pueblo, donde los tiempos infelices lo llevaron en el día del aniversario de la ceremonia .




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