martes, 16 de diciembre de 2014

Bebe Buell






 
http://www.elmundo.es/cronica/2001/CR303/CR303-14.html


Bebe Buell fue una famosa groupie.

Nace en Portsmouth, el día 14.07.1953, a las 12.22 ( Fuente Astrodienst )

Siempre he sentido curiosidad por las groupies que yo asocio a Venus en Acuario, aunque algunas  lo tienen, no es así en todos los casos.

Vamos a ver el ejemplo de Bebe, una de las más famosas.










Tenemos un Ascendente en Libra conjunto a Saturno y Neptuno y en cuadratura al Sol, Medio cielo, Marte y la Parte del infortunio.

Saturno dominante por estar angular y además en exaltación, y conjunto a Neptuno. El control junto al descontrol.

Saturno, regente de casa V, los amores y las fiestas en casa I.

En trígono a Venus que está conjunto a Júpiter ( en exilio ), en Géminis , signo dual y casa VIII.

Sexo e infidelidad a raudales.

Y el Sol brillando en la cúspide del Medio cielo.

No entraremos en cuestiones morales, no se debe....pero a que la carta la describe bien ?








Astrología horaria. De Derek Appleby

















lunes, 15 de diciembre de 2014

Astrología vs Ciencia. Por Walter Anliker










 

Astrología vs Ciencia. 1 : 0

Por Walter Anliker

El viernes 18 de diciembre de 2009 a las 3 de la tarde en la ciudad de México, participé en un programa de televisión en el canal 40: Pensar México. El tema del día era Astrología versus Ciencia. La Luna estaba “fuera de curso” como se ve en la carta 1, y aunque no pasó nada nuevo la experiencia me condujo a reflexionar con más profundidad sobre lo acontecido y aclarar algunos puntos específicos.





Frecuentemente los astrólogos tenemos que defender nuestra disciplina frente a escépticos o, como en el caso del programa mencionado, contra dos científicos de la UNAM, eminencias cargados de títulos académicos, uno era incluso doctor en física nuclear, pero lamentablemente, según mi punto de vista, estaban demasiado encerrados en una imagen del mundo materialista. Según ellos, no es posible explicar cómo funciona la astrología y por lo tanto tacharon nuestra disciplina de charlatanería. Según ellos no se puede comprobar la astrología científicamente y no hubo forma de lograr su aceptación.
Antes del programa pensé, como buen acuariano, que podríamos hablar, por ejemplo, de las leyes de la sincronicidad que propone el psicólogo Jung, del modelo platónico “Anima Mundi”, de la evidente relación entre Macrocosmos y Microcosmos, incluso de la teoría del caos y de la física cuántica como modelos para explicar cómo funciona la astrología. Estoy seguro de que hubiera sido interesante para los televidentes. Lamentablemente no fue posible y quedaron muchos temas significativos sin haberlos tratado.
Presenté en su momento gráficas del “Efecto de Marte” (Fig. 1), un estudio estadístico del astrólogo y científico francés Michel Gauqueline sobre profesiones y ciertas áreas del horóscopo, dónde aparecen con mayor frecuencia ascendiendo o culminando ciertos planetas:


Marte, en caso de deportistas y militares;
Luna, para escritores;
Júpiter, para actores y políticos;
Saturno, para científicos.


El experimento fue realizado hace 50 años, resistió a todo tipo de críticas y varias veces científicos hostiles a la astrología repitieron el experimento obteniendo los mismos resultados, por lo que en diferentes partes del mundo tuvieron que aceptar las conclusiones de Gauquelin. 




Como mis opositores en el debate no conocían el estudio y no encontraron forma de criticarlo, lo ignoraron simplemente, igual que los gráficos del “Índice cíclico” del astrólogo francés André Barbault para el siglo XX, http://www.astrowalter.com.mx/articulo.php?id=19.
Quienes hemos estudiado y practicado la astrología en su profundidad sabemos que funciona, pero no necesariamente la podemos explicar a partir de la ley de causa y efecto. La astrología, en mi opinión, describe y narra una especie de guión celeste, muestra un sistema dinámico y simbólico, con un lenguaje codificado para la vida en la tierra.
La Astrología es una ayuda de vida, un lenguaje simbólico y a la vez es el estudio de las posibilidades.
Como dijo el astrónomo y astrólogo Johannes Kepler:
“Las estrellas inclinan, pero no obligan”.


Asistí al programa junto con la astróloga Kitty Bracho, quien ha editado en los últimos años su exitoso anuario astrológico. Ella mencionó que la astrología solar, la que casi todos conocen a través de los distintos medios de comunicación, representa únicamente la punta del Iceberg de esta maravillosa y sorprendente disciplina. Comentó que es obvio que toda la complejidad de la astrología no se expresa en un sistema dónde la humanidad está dividida en 12 personalidades.
Tuve que aclarar que la astrología solar es una práctica relativamente joven, comenzó al principio del siglo pasado en Inglaterra, cuando a un astrólogo que tenia una columna semanal en una revista prestigiosa se le ocurrió dividir sus mensajes para los 12 signos solares. Su intento tuvo tanto éxito que aumentaron notablemente las ventas de la revista y ahora, más de un siglo después, los horóscopos están presentes en muchos periódicos, revistas, radio, tele e Internet. Este tipo de astrología, aunque no es la más seria, para mucha gente es el primer contacto con esta disciplina y sin lugar a dudas tiene su valor comercial y como forma de entretenimiento. A la vez, es una excelente oportunidad para los astrólogos de difundir más nuestra disciplina a un gran público. Sin embargo, el éxito de este tipo de trabajo radica en gran parte en el carisma del astrólogo y en su talento de saber redactar y comunicar bien sus mensajes, no tanto en su conocimiento astrológico.


Creer versus investigar y estudiar
 
En otro momento del programa uno de los científicos dijo que él no puede creer que un planeta tan alejado del nuestro como, por ejemplo, Urano, pueda provocar algo en la vida de un ser humano. Le dije que no debe solamente creer, especialmente porque es un científico, sino investigar. Después le pregunté si ha estudiado la astrología y me contestó que no, yo respondí que justamente por eso mismo no tiene los criterios para poder opinar sobre la validez de la astrología.
Para poder opinar sobre la astrología se necesita primero muchos años de estudio, de observación y comprobación que sólo lo dan la experiencia, elaborando y desarrollando cientos de estudios personalizados. A continuación, la conductora del programa, Carolina Rocha, dijo que el debate queda 1:0 a favor de la astrología.
Aunque salimos del “Ring” como ganadores, me pregunté cual era realmente el sentido de lo ocurrido. ¿Sirve esto a la astrología o solo al “rating” de la televisora? Para defender mi profesión, tuve que mostrar mi lado escorpiónico, (lo tengo en el Ascendente). La falta de respeto a la astrología, al llamarla una forma de charlatanería, más la escasa o mejor dicho nula información y preparación por parte de los científicos, a la que se sumó su prepotencia esnobista, hicieron que se rebasara el nivel de mi tolerancia, generándose un debate bastante marcial, en vez de un intercambio de información objetivo y mercurial, como yo hubiera querido.


En el camino de regreso de la TV muchas ideas y preguntas cruzaron por mi mente. Al llegar a casa, me alegró mucho encontrar en el buzón la revista astrológica suiza Astrologie-Heute. En ese número había justamente un artículo de una de mis primeras maestras de astrología, Mónica Kissling*, que trata sobre cómo enfrentar la crítica y los prejuicios en contra de la astrología en eventos públicos: ¡un ejemplo perfecto de sincronicidad!
Al leerla, llegaron a mi mente las respuestas que buscaba minutos atrás. Cada vez que sucede una sincronía de este tipo, percibo que estoy en lo correcto. Por eso escribo estas líneas, que pueden ser útiles a otros colegas.
En la maravillosa y milagrosa realidad astrológica, lo ocurrido se explica de la siguiente manera: el grado del ASC del horóscopo para el inicio del programa (carta 1) esta en 11° de Tauro y en exacta conjunción con mi Marte natal; fue esto lo que me hizo competitivo, firme y seguro. Júpiter en tránsito estuvo a pocos grados de hacer conjunción con mi Sol natal, aparte el Sol en tránsito estaba en un sextil partil a mi Sol natal durante el tiempo del programa de televisión.
En su artículo, Monica Kissling afirma que, desde hace muchos años, en este tipo de debates sobre la astrología los astrólogos se tienen que defender contra los mismos prejuicios, sin que exista un diálogo ni un intercambio abierto de información. De lo que se trata generalmente es de rechazar la legitimidad de la astrología o de ridiculizarla, al etiquetarla sólo como una forma de entretenimiento.


A continuación siguen algunos fragmentos del artículo, sin que se trate de una traducción textual: “Los astrólogos que se presentan en discusiones públicas tienen que tener un caparazón muy duro, porque están expuestos frecuentemente a una polémica ciega y a fuertes descargas emocionales por parte de sus adversarios. En general, los astrólogos se preparan con argumentos bien fundamentados para poder responder de manera imparcial a ciertas controversias cuando participan en una discusión o mesa redonda. Pero los oponentes nos tratan normalmente con una mezcla de lástima, desprecio y agresión, por lo tanto las discusiones entran rápidamente a un nivel muy emotivo. Esto significa que el astrólogo, al prepararse para la discusión, tiene que reflexionar muy bien sobre cómo va reaccionar cuando lo ataquen de manera provocativa e injusta.


Críticos o adversarios
 
En vez de un dialogo abierto, acontece frecuentemente una pelea entre diferentes filosofías e imágenes del mundo. Lo que es un hecho es que los adversarios casi siempre no cuentan con mínimos conocimientos serios de la astrología. M. K. dice a propósito adversarios, porque un crítico serio conoce la materia que ataca y al conocerla se gana el respeto de aquel con quien dialoga.
Los adversarios de la astrología no se toman el tiempo de estudiarla seriamente, porque de entrada están convencidos que no tiene ninguna validez. Se llaman críticos o escépticos sin tener la menor idea de las bases elementales de la astrología. Por lo tanto, la imagen de la astrología que exponen es muy pobre, incompleta e ridícula. En realidad ellos no argumentan en contra de la astrología, sino -y aquí Monica Kissling cita a Dieter Koch “en contra de su limitada imagen de la astrología”.


Es muy frecuente que científicos o periodistas se expresen en contra de la astrología sin que sus argumentos estén bien fundamentados, muchas veces son dogmáticos o polarizan sus puntos de vista sustentándolos en la autoridad científica y académica. En este contexto hay que cuestionar realmente la competencia de los adversarios, porque nosotros tampoco opinamos y juzgamos sobre temas que no tenemos conocimiento básico ni experiencia. Por otro lado no debemos dejar que los grados o títulos académicos nos deslumbren, aunque aceptamos que sean reconocidos profesionales en sus especialidades, no hay ninguna garantía que lo sean también en astrología y en caso de que sí, son raras excepciones.


Comprobar la astrología
 
Casi siempre, los científicos rechazan la astrología porque no se deja comprobar con sus métodos mecanicistas. Especialmente con el método estadístico es difícil comprobarla, porque los símbolos astrológicos son ambivalentes y tienen -como corresponde a los símbolos-, una amplia variedad de significados en cual se expresan y que incluso van cambiando con el tiempo. Además, cada símbolo es parte de un conjunto difícil de aislar. Por ello, cada vez que se usa un símbolo, hay que tomar en cuenta su contexto específico.
El que sea difícil de mostrar con el método estadístico la validez de la astrología no significa que no funcione, sino que es el método equivocado para comprobar su validez. Quien afirma que la astrología no tiene legitimidad científica, ignora el último estado de la ciencia. La física cuántica expresa que las leyes en la naturaleza no son predeterminadas por causalidades. Se ha comprobado que hay una interrelación de sistemas con intercambio de información sin necesidad energética. Se sabe que lo que pasa en un lugar puede influir inmediatamente en otro, sin intercambio de información o de energía. La nueva imagen del mundo cuántico es muy compleja y para muchos todavía intangible, pero amplía enormemente las declaraciones científicas que se limitan solamente a un nivel físico clásico”.
Aquí quiero mencionar un libro que puede ser interesante para todos los astrólogos, estudiantes, críticos y científicos, escrito por la astróloga australiana Bernadette Brady: Astrology, a place in chaos, Edit. Wessex Astrologer, UK 2006, sobre astrología y la teoría del caos.


Seguimos a M. K. en su artículo: “En vez de comprobar la astrología científicamente, nos convencemos de su validez por la experiencia y la aceptamos porque nos funciona. Por lo tanto, para la mayoría que practicamos la astrología no es tan importante que se pueda comprobar científicamente, porque su validez la vemos cada día en nuestra práctica diaria. La exactitud en la superposición entre los símbolos astrológicos y las circunstancias reales en la vida son frecuentemente tan exactas y acertadas que no se necesita la opinión científica para aceptarlos.
Aquí no estamos hablando de cualidades de carácter en las que a todos nos gusta identificarnos, sino de las asombrosas coincidencias de constelaciones astrológicas y profundas experiencias emotivas en consultas astrológicas, cuando se trata de comprender la esencia del ser humano en toda su complejidad. No sólo en la carta natal experimentamos y comprobamos la validez de la astrología, sino también en relación con el trabajo temporal, dónde se analizan periodos en el pasado de un ser humano o se trata de conocer simbólicamente tendencias hacía el futuro, temas que el astrólogo experimentado logra describir de manera muy diferenciada.


Experiencias astrológicas colectivas
 
Si a nivel personal la experiencia astrológica es impactante, también lo es a nivel colectivo, al describir los tránsitos planetarios importantes procesos y eventos históricos. Claro ejemplo es la conjunción de Júpiter y Urano que aconteció el 20 de julio de 1969, justamente el día en que el hombre pisó por primera vez la Luna. Recordemos que el significado de esta combinación planetaria es: “expansión de consciencia y descubrir mundos nuevos”.
En 1989, cuando cayó el muro de Berlin, Saturno estaba en conjunción a Neptuno. Como sabemos, astrológicamente Saturno es el símbolo de las fronteras y Neptuno representa la disolución.


En el pasado reciente encontramos a Saturno en oposición a Urano justamente el día que fue elegido Barack Obama como presidente de los Estados Unidos. La oposición representa cambios estructurales y reformas muy profundos, es simbólicamente una quiebra (Urano) de viejas estructuras (Saturno).
Con la astrología no solamente se perciben eventos aislados, sino también procesos colectivos a partir de los cuales los valores de una sociedad se transforman. Por ejemplo, el tránsito de Plutón del signo de Sagitario a Capricornio en 2008 describe el fin de una época de excesos y expansión (Sagitario), seguido por un repensar de valores como humildad, responsabilidad y autenticidad (Capricornio).


Astrología no es religión
 
Lo que está muy claro es que la Astrología no es una religión. Frecuentemente al principio de una discusión se nos pide que definamos si la astrología es ciencia o religión. También se pregunta al astrólogo si cree en la astrología, lo que en sí es una rara pregunta, porque a ningún médico se le pregunta si cree en la medicina, pues su oficio se basa en conocimiento y experiencia. Con la astrología pasa lo mismo, no por no dejarse comprobar científicamente es sólo una creencia.
La astrología es un estudio que se basa en los hechos, en las experiencias de observar por miles de años la relación de los astros en el cielo y su manifestación en la tierra. La astrología se puede comparar con la homeopatía, la cual hasta hoy día no se deja comprobar científicamente y es justamente por eso que muchos científicos niegan su validez. También en este caso el rechazo científico está en contra lo que perciben los pacientes, a quienes no les importa la opinión científica si la homeopatía los cura. Aquí se aplica la frase: “quien ayuda tiene la razón”. En relación con la astrología se puede decir sin duda que logra hacer una descripción acertada, diferenciada y exacta sobre un ser humano y su desarrollo, por lo que merece ser escuchada y estimada. ¿Por qué entonces negar este nivel de información, si es posible llegar a conclusiones satisfactorias, profundas y fructíferas?


Lo que está claro es que la astrología no se basa en el principio de causa y efecto. Lo que los astrólogos sabemos y los adversarios normalmente no, es que la astrología no funciona con leyes causales. No afirmamos que los astros en el cielo provocan algo físicamente concreto y científicamente aceptado en la tierra. Tampoco creemos que los planetas se interesen por nuestras parejas, vida sexual, dietas, salud, carrera y finanzas o que los astros distribuyan la suerte por signos. Para ser astrólogo no hay que creer en fuerzas milagrosas ni en los obscuros poderes del destino; tampoco hay que ser un “elegido”. Lo que sí es necesario es estudiar mucho. Ya sabemos que los críticos usan estos argumentos por desconocimiento o justamente a propósito para ridiculizar la astrología.


Anima Mundi


Con la astrología percibimos un universo inteligente y con alma, que parte de una unidad entre el cielo, la naturaleza y los seres humanos, quienes juntos evolucionan bajo las mismas leyes. Esta descripción se puede reconocer en el antiguo concepto platónico de “Anima Mundi”, dónde se parte de una unidad del universo con los seres vivientes. El universo como Macrocosmos es estructurado en analogía al Microcosmos que es el ser humano. El vehículo de movimiento para los dos es el alma, lo que significa que el cosmos es un organismo vivo y sagrado. Todo lo que existe fuera del ser humano tiene su analogía adentro de él. “Como arriba de lo mismo es abajo” es la ley hermética, según la cual los movimientos de los astros en el cielo se reflejan en la vida en la tierra. El horóscopo es un mapa celeste que nos guía y nos orienta. El horóscopo por sí mismo no provoca nada, pero describe la dinámica de las leyes cósmicas que valen para la vida en la tierra. Finalmente seremos nosotros quienes las aceptamos o no”.


Cita Monica Kissling a Hans Dieter Leuenberger: “La astrología y el esoterismo es el conocimiento de una energía que se encuentra en todo y que se puede expresar a través de todo. En un contexto superior contiene todas las áreas de la vida, las que se pueden percibir con nuestros sentidos, más otras que no se perciben. A través de esta energía se mantiene vivo nuestro universo y al mismo tiempo todo se encuentra bajo un orden superior”.
Concluyendo quiero agregar la siguiente definición, producto de mi experiencia de varias décadas: El firmamento, la bóveda celeste, con sus astros en movimiento, es una fuente muy precisa de inspiración para la evolución de la conciencia humana y tiene sus raíces en la mitología universal. Comprobar su valor es una experiencia personal y subjetiva, nunca se ha afirmado que se puede comprobarla científicamente, aunque algunos pocos experimentos lo han logrado. Creo también que dedicarse al estudio de esa relación entre el Macrocosmos y el Microcosmos que se describe en la astrología es un privilegio y una gran responsabilidad. 


 http://www.astrotranspersonal.com.ar/astrologiavsciencia.htm





domingo, 14 de diciembre de 2014

El libro Conplido.








 

 

El libro conplido

 

astrologia-juicio-estrellas


El Libro complido en los judizios de las estrellas es una traducción del tratado de Abenragel hecha por Yehuda ben Moshe. Es un tratado de astronomía que además incluye temas de astrología, como el Zodiaco y la influencia de los planetas en la vida de las personas.
Es una obra bastante avanzada para su tiempo, pues recurre a los exempla y es pionera en el uso de aforismos.
De acuerdo a algunas figuras astronómicas, la traducción, impulsada por el rey Alfonso X el Sabio, se inició la mañana del 12 de marzo de 1254. No se conoce con certeza si Yehuda ben Moshe tuvo colaboradores, aunque se infiere que sí. Solo uno de ellos es mencionado como enmendador.
Como se señala en el prólogo, la obra comprende ocho libros:
E en el primero libro e en el .IIº e en el tercero fabla en las cuestiones e en las cosas que á omne menester en ellas. E en el cuarto e en el quinto libro fabla en las nacencias. E en el sexto libro fabla en las revoluciones de las nacencias. E en el séptimo libro fabla de las electiones. E en el ochavo libro fabla de las revoluciones de los años del mundo. E aquí.s´acaba el Libro conplido en los judizios de las estrella.


 https://astrologiaclasica.wordpress.com/el-libro-conplido/



Astrología horaria, de William Lilly.









William Lilly, el astrólogo inglés más famoso de todos los tiempos, que predijo el incendio de Londres de 1666, nos ha legado en este libro las bases de la Astrología horaria o Predictiva. Con más de treinta ejemplos, Lilly nos enseña cómo levantar un tema y cómo interpretarlo correcta y rápidamente. La Astrología Horaria no sólo es ideal para realizar predicciones o tomar decisiones rápidas, es un verdadero oráculo, facilísimo de consultar en todo momento, que nos señalará infaliblemente, si lo interpretamos de acuerdo con los datos que nos proporciona este libro, qué pautas hemos de seguir, qué debemos evitar o cómo debemos de proceder frente a una situación conflictiva. Astrología Horaria es la primera obra que se publica en castellano del padre de la Astrología europea moderna.


Estudiar Astrología. Por Rafael Barrio.











 

Estudiar Astrología





Todo estudioso de la astrología, en cierto momento de su curso por esta preciosa ciencia simbólica, se va a ver tensado entro dos polos superficialmente opuestos, aunque fuertemente opuestos para el “movimiento mental” habitual. Es así que se presentan dos caminos en donde la astrología corre el riesgo de convertirse en un libro de recetas y fórmulas o en un confuso e inconcluso océano de símbolos, en dónde nos podemos perder, e incluso ahogar.
El astrólogo debe cuidarse de dos tendencias mortales para su profesión:
1. Mirar la carta provocando despertar en él la síntesis que le permitirá “decir”, una síntesis a la cual no sabe cómo llego, ni cómo volver.
2. Caer en el conocido movimiento mental que pretende “calcular” y derivar lógicamente una conclusión, la llamada astrología científica, que usando el modelo de la ciencia moderna intenta traducir horóscopos.
Hasta acá parecen dos tendencias fatales. Pero debemos darnos cuenta que aquí se nos ha escapado algo que puede salvar a todo astrólogo de la fatalidad. Estoy hablando del pensar, de un pensar que intenta encontrar respuesta en el mismo mapa astrológico, un pensar que busca la lógica profunda de aquello que se nos muestra enfrente, un pensar que no proyecta esquemas sobre una práctica tan antigua, sino que desprende de está los modos que nos permitirán acercarnos a la misma.
Y esto es lo más difícil de la astrología, pero no por el esfuerzo neuronal que esto implica sino, sencillamente, porque no estamos acostumbrados. La astrología hace diferencias en dónde nosotros muchas veces no las hacemos y mantiene unido lo que nosotros tenemos bien separado. Toda nuestra vida nos impone subrepticiamente la tendencia a ver una técnica que nada tiene que ver con su uso y objeto al que se adecua, herramientas que no nos hablan de la cosa a “arreglar”, libros que nos “dan” la mirada justa de los hechos de nuestro propio entorno, profesores y maestros que nos cuentan sobre la mente y sobre la vida.
Sí, nos hemos especializado en técnicas y medios, para gobernar la cosa y que, luego, está nos conteste. A cada cosa un especialista, y cada vez más rápido nos aventuramos a un mundo lleno de especializaciones. Cada año la guía del estudiante tiene veinte páginas más. Lo que antes era el médico de cabecera, ahora es el psicólogo, el neurólogo, el gastroenterólogo, cardiólogo, etc..
Mayor especialización, mayor gobierno sobre lo pequeño. ¿Qué hay de malo en esto?, absolutamente nada si todo esto se mantendría en su “lugar” adecuado. Dime qué te circunda y te diré qué eres. Sin duda para lo astrológico esto es un vicio enorme, puesto que en vez de preguntarle a la carta, vamos corriendo al especialista más cercano de nuestro cerebro, y le preguntamos al aspectólogo, al elementólogo, al venusóloso, al saturnólogo, al signólogo, etc. a ver qué nos dicen.
Nos pasa que cuando vamos al psicólogo freudiano y después al junguiano, y después al lacaniano, y después al conductista nos terminamos preguntando: ¿entonces, cómo es? No piensen que voy a caer en: “lo que falta es una visión holística de la vida”, pero por holístico terminamos haciendo sumas de discursos, luego el resultado lo dividimos por la cantidad de discursos y tenemos la conclusión holística. Terminamos siendo holístas especializados en “cuentas”.
La pregunta es: ¿Somos capaces de confiar en la cosa antes que en su elemento de interpretación, si somos capaces de darle la última palabra a la lógica propia e intrínseca que configura el objeto al que contemplamos, si somos capaces de otorgar la flexibilidad a la mente que necesita para ella ajustarse a la visión de lo diferente y enigmático. Cuántas veces por nuestra cabeza llena de datos útiles, desfilan etiquetas, rúbricas, taxonomías, experiencias personales que “saben” por el hecho de ser recordadas cuando escuchamos al amigo que nos cuenta sus problemas?
Claro, si hay una especialización para todo, y cada especialización “domina” a su objeto: ¿Cuál master, qué curso, qué libro de mi mundo interno interpretará mejor a mi consultante? ¿Por qué no dejar eso a los especialistas y brindar un discurso de base diferente, por qué no dejarnos “penetrar” por el otro hasta descubrir su lógica profunda, luego preguntarle a un especialista del mundo interno que opina?
¿Por qué no, permitirse no saber, no descubrir, no desentrañar, no entender? Me pregunto si depende de las circunstancias externas lo novedoso en nuestras vidas, y a mi respuesta llega un sencillo No cuando me veo ajustando todo acontecimiento a mi medida interior. Miró la biblioteca que tengo frente mío y cuando me digo en silencio biblioteca me olvido a la vez de ella. Veo la mirada siempre furtiva de mi mujer y no me doy cuenta que es furtiva cuando me digo a mi mismo “mi mujer”.
Observemos seriamente estos sencillos hechos, y luego preguntémonos cómo estamos abordando una ciencia que es anterior a toda especialización. E investiguemos cómo tenemos que mirarla, y permitámonos desentrañar el logos (orden) de la astrología. Y si no lo encontramos, si no lo vemos, si nos damos cuenta que no nos transforma, si advertimos que proyectamos nuestras lógicas prestadas de la cultura, no nos desanimemos.
Si en nosotros mismos generamos un espacio abierto, siempre abierto a la transformación, de esta manera dejamos que la astrología nos transforme. Ella nos va a regalar a cambio una visión diferente, un orden diferente de las cosas que nos va a permitir ver (y por vez primera) el orden de las cosas en que vivimos, pudiendo recién ahí poder cambiarlo y ajustarlo al propio si mismo, a la totalidad de nosotros mismos. 

© 2007- Rafael Barrio.



http://www.astrotranspersonal.com.ar/estudiarastrologia.htm



sábado, 13 de diciembre de 2014

Astrología Gallica.





http://www.vkol.cz/~petros/astrol/morin.htm




ASTROLOGÍA GALLICA Jean Baptiste-MORIN

El reto de la traducción

  ¿Hablas latín? O conoce a alguien que conoce lo suficiente como para aventurarse a la traducción de una obra maestra? ¿Quién lanza el reto es el astrólogo y São Paulo investigador Raúl V. Martínez, y la obra maestra en cuestión es nada menos que la Astrología Gallica, Jean-Baptiste Morin, que comparte con su Astrología cristiana, William Lilly, la gloria de ser el tratado astrológico más importante escrito entre el Renacimiento y el siglo XIX. A continuación, conocer los detalles de cómo el Gallica Astrología terminó en Brasil.

  La Gallica Astrología y su autor


Jean Baptiste Morin, más astrólogo del siglo XVII, nació en una familia modesta en Villefranche, en la región francesa de Beaujolais, el 23 de febrero de 1583 a las 8:33 am de la mañana hora local. Fue un Piscis con Ascendente en Aries ajustado a Plutón y stellium en la casa 12, donde aparecen Sol, Júpiter, Saturno, la Luna y Neptuno (todo en Piscis).

Morin ascendió socialmente manera muy dolorosa y su único esfuerzo. Fue un matemático y filósofo. Se licenció en Medicina por la Universidad de Aviñón en 1613, y ejerció la profesión durante doce años, siempre en condiciones subordinadas. De todos modos, era un verdadero sabio. Se caracterizó por una objetividad que puede considerarse científica y una franqueza que le valió una serie de enemigos. Astrología llegó a su vida en 1614, influenciado por el escocés William Davidson. Asombrosamente predicciones correctas le valieron la fama con la nobleza progresiva, incluida la protección de la reina María de Médicis. Morin fue este astrólogo para la entrega del futuro rey Luis XIV, cuyo mapa fue el primero en plantear con precisión.
Así fue el gran Jean-Baptiste Morin, o Morinus, que proporcionó la base teórica de la lógica de la astrología, orgánico y coherente.

Por otro lado, Morin tuvo que enfrentar también la persecución y problemas, como amenazas de arresto, emboscadas y odio feroz de los ex empleadores, y las enfermedades graves, la pobreza, los prejuicios y los riesgos de todo tipo. Muchas de estas dificultades fueron causadas por su temperamento, se describe a sí mismo como "lujurioso, vengativo." Morin participó en por lo menos un centenar de asuntos y, en 1605, dio dos puñaladas de un rival que casi lo mata.

Morin muere el 6 de noviembre 1656, rodeado de gloria y respeto. Por supuesto, fue capaz de predecir su propia muerte, con la misma precisión de otras predicciones impresionantes. Su obra más importante, Astrología Gallica, se publicaría póstumamente, cinco años más tarde.

Astrología entonces practicaba era una mezcla confusa de antiguas tradiciones griegas y orientales más las contribuciones árabes y distorsiones de todo tipo, que fueron acumulando durante la Edad Media. La gran aportación de Morin a la Astrología era conceder un método coherente, basado en las definiciones, axiomas y postulados y procedimientos de análisis sistemáticos.

Acerca de Astrología Gallica refirió así a Spicasc astrólogo, escribiendo en la revista La astrología, la astrología Centro Buenos Aires:

Esta obra colosal en contenido y alcance, escrita en latín un corrupto tanto, ya que la mayoría de los textos eruditos de la época, salió a la luz en 1661 en La Haya, Países Bajos, cinco años después de la muerte de Morin.

Según lo indicado por el profesor W. Knappich, autor de erudita Geschichte der Astrologie trabajo (historia de la astrología), la obra de Morin se convierte, desde el momento de su aparición, la verdadera astrológico Summa, obligatoria enciclopedia de astrólogos educados y capacitados. Según informes, el Gallica Astrología veintiséis volúmenes en tamaño folio, con un total de 820 páginas, que incluye 39 mesas y 80 horóscopos de muestra.




Con el Traductor de Google.