Si eres gay en Uganda te queman, pero si eres gay en España ahora no.
Pero en 1936 te fusilaban.
La pregunta :
Eso son criterios estéticos ?
A mi modo de ver no, yo opino que hay " morales locales " y una ética general.
Y es más, también opino que existe la ética personal de cada un@ a la cual me gusta llamarle conciencia.
Esas éticas personales muchas veces chocan con la ética general o las morales locales. Y como no quiero cansaros dejo aquí mi reflexión por si os apetece opinar.
Tengo 42 años. Barcelonés. Soy doctor en Humanidades. Adjunto a la
cátedra de Ética del IQS. Estoy casado y tengo tres hijos. Soy
socialista: tenemos el deber de crear un mundo en el que a nadie le
falte lo necesario. Soy católico practicante. Publico ‘Filosofía para
una vida peor’ (Punto de Vista
"Sólo aceptando el sinsentido uno puede ser libre y alegre”
Reflexiones de calado
Fue siete años jesuita, doce profesor de
filosofía de secundaria y ahora lo es de ética en el IQS. Pese al título
de su ensayo, Filosofía para una vida peor, en el que sirviéndose de
autores como Cioran, George Orwell, Simone Weil, el existencialismo de
Heidegger y Sartre o las reflexiones de los supervivientes de Auschwitz
Primo Levi y Viktor Frankl, refuta el optimismo facilón y la promesa del
éxito tras el esfuerzo de la mayoría de libros de autoayuda. Nos
adentra en el pesimismo existencial que entiende las limitaciones
humanas y no quiere olvidar que somos seres desvalidos. No niega la
ansiedad que nos producen los otros ni cierto sinsentido de la vida, y, a
pesar de todo, conviene decir sí a la vida.
Yo fui jesuita de los 20 a los 27 años, pero me enamoré y lo dejé.
Quería llevar una vida normal, ya sabe: trabajo, matrimonio, hijos... Y lo consiguió. Sí.
Doce años después decidí escribir un libro sobre lo dura que es la vida
normal, uno se enfrenta a una crisis de sentido muy fuerte. Frente a
ello existe la literatura de autoayuda. Que usted hace trizas... Porque
propone un optimismo facilón. Su premisa es que uno siempre puede
mejorar, que el esfuerzo es recompensado, que en realidad no existen las
dificultades, existen los retos. Y si no consigues tus objetivos es porque tu empeño no ha sido suficiente. Así
es. Esa ideología dominante del triunfo es muy peligrosa, agresiva y
poco compasiva: ante el hecho habitual de que las cosas no salgan como
quieres, tendemos a culparnos a nosotros mismos, y la angustia vital se
ensancha. Para los pesimistas, ¿la vida es un fraude?
Entre
los pensadores pesimistas existe la conciencia de que poseemos una
capacidad para vivir en plenitud que la vida cotidiana no llena. Todos
tenemos, aunque sea fugazmente, la experiencia de que lo que amamos, en
realidad, no es ni puede ser tan valioso. Pero casi luchamos contra ese
tipo de lucidez.
Lo archivamos en un rincón de la mente. Tenemos modelos
de felicidad grabados en la mente: la feliz comida de Navidad con toda
la familia..., pero que nunca es como debería ser, no responde al
estereotipo de las películas. Yo creo que la plenitud es posible, pero
no de la forma que se nos propone. No es lo que postulan los pesimistas. Su objeción hacia esta vida es la incompatibilidad entre ser, consciencia y alegría. ¿Y la posibilidad de aislarse? En
1984, de George Orwell, el protagonista pretende a través de su diario
crearse un mundo propio y aislarse, pero el sistema le alcanza y llega a
transformar su interior. Un pesimista considera la posibilidad de que las cosas vayan a peor. Sí,
que se imponga el mal. Verdades que tenemos delante pero que preferimos
no ver. La escala de destrucción y crueldad del siglo XX fue tan enorme
que debería haber convertido al XXI en un siglo más humilde. Esa barbarie no la tenemos presente. Los
pensadores pesimistas son conscientes de esa realidad: de la guerra, la
tortura, el hambre y el horror, y lo son por tanto del desamparo en el
que vivimos. Un pesimista es alguien que ha alcanzado un grado de
lucidez sobre la falta de valor y lo absurdo de la existencia, y no ha
querido expulsar esa idea de la conciencia, sino explorarla a fondo. Pero vivir con ese peso... Los
pensadores pesimistas no desesperan. En realidad, son los que defienden
las cosas buenas que hay porque saben que son improbables. Frente a la
manifestación de la vida como algo carente de sentido, ellos defienden
que no hay que huir y refugiarse en falsos consuelos. Uno no debe mentirse. Sólo
a partir de la aceptación del sinsentido y el sufrimiento uno consigue
cierta libertad y cierta alegría verdadera, y también la capacidad de
ser compasivo y útil a los demás. Todo es muy aleatorio, incluso tu suerte... La
solidaridad viene de saber que tú has caído en el lado bueno del mundo
por suerte. Sólo entendiendo que somos seres desvalidos podemos vivir
con cierta alegría. Entonces, ¿conciencia y felicidad no son incompatibles? A
menudo entendemos la felicidad como una especie de olvido. Emil Cioran
decía que tendría que haber una felicidad que integrara esa falta de
sentido, y esa es la más difícil de alcanzar. La lucidez nos lleva a la
aceptación de las propias limitaciones. Fíjese en el matrimonio. … Uno
se casa con una ilusión que el día a día va desgastando, la aceptación
te otorga una alegría más gris, pero ir enamorándote continuamente y
cambiando de pareja es vacuo. El pesimismo no es motor. El
ideal del pesimista es Orwell, extremadamente lúcido sobre la situación
social y política que le tocó vivir, pero que jamás dejó de actuar. ¿Cómo conseguir que esa lucidez del pesimista no se convierta en parálisis? Una
de las maneras de ser un hombre o una mujer de acción es estar
convencido de tus ideas, pero eso no le puede hacer bien a nadie. Yo
creo que la clave está en construir cierta humildad en nuestro interior
que implica la admisión de las propias limitaciones. No reconocerlas es locura... Orwell
lo expresaba diciendo que uno tiene que estar dispuesto a estar
derrotado por la vida. Saber que tus proyectos no saldrán exactamente
como quieres o que la ayuda que intentas dar a los demás puede que sea
insuficiente. ¿Qué te puede activar si sabes que al final serás derrotado? La
decencia común, es decir: a pesar de todo hay ciertas cosas que son
correctas. Si uno ha hecho un proceso de lucidez, tiene mayor libertad
de actuar decentemente. Igual no transformarás el mundo, pero no
responder a la altura de lo que te piden las situaciones es mezquino. Siempre nos quedará el ejemplo de Viktor Frankl. Estoy de acuerdo: a pesar de todo, conviene decir sí a la vida.
Uno de los grandes ámbitos de la psicología es el estudio de la personalidad. Sin
embargo, a la hora de buscar maneras de clasificar y describir el
estilo de comportamiento y pensamiento de los seres humanos, no solo se
ha hablado sobre la personalidad, sino que hay otro concepto que a lo
largo de la historia, también se ha utilizado para intentar captar las
particularidades de cada persona. Este concepto se llama temperamento, e intenta dar cuenta de esas inclinaciones y tendencias de cada uno que son más fijas, invariables y difíciles de cambiar.
¿Qué son los tipos de temperamento?
El
tipo de temperamento de cada persona acostumbra a ser entendida como la
estructura básica encima de la cual se construye la personalidad de
cada uno, con todos sus detalles y particularidades. En
las últimas décadas esto significa que el término temperamento se ha
usado para hacer referencia a la genética de cada uno, la parte
heredable de la personalidad, lo cual significa que el temperamento de
cada cual permanecería más o menos inalterado independientemente de las
cosas que nos sucedan, el modo en el que aprendamos a gestionar
nuestras emociones, etc. Pero... ¿cómo nace la idea de que los
seres humanos disponemos de diferentes tipos de temperamentos que nos
diferencian los unos de los otros? La respuesta está en la teoría de los 4 temperamentos básicos,
que parte de la idea de que nuestra manera de ser depende de varios
tipos de sustancias, o "humores", que circulan por nuestro cuerpo.
La teoría de los cuatro humores
Una
de las primeras personalidades históricas en desarrollar la teoría de
los 4 humores que más tarde daría paso a la de los temperamentos fue el
médico griego Hipócrates. Alrededor de los
siglos V y IV a. C., en la antigua Grecia que habitó Hipócrates, tenía
mucha importancia la creencia de que todo lo que existe en el mundo
estaba compuesto por unos pocos elementos combinados entre sí.
Hipócrates adoptó este punto de vista al defender la idea de que el
cuerpo humano está formado por 4 sustancias básicas, también llamadas
humores. Para Hipócrates, estos humores son los siguientes:
Sangre, cuyo elemento asociado es el aire.
Flema, el elemento del cual es el agua.
Bilis amarilla, que corresponde al elemento fuego.
Bilis negra, asociada a la tierra.
Pero Hipócrates no dejaba de ser un médico, y por eso hizo que esta teoría humoral entrase más en el campo de la medicina que en el de la psicología y la personalidad.
Según él, el hecho de que en nuestro cuerpo se encuentren todas estas
sustancias en equilibrio hace que estemos sanos, mientras que una
descompensación en los niveles de los humores produciría enfermedades. Fue Galeno de Pérgamo
quien, en el siglo II a. C. realizó mayores esfuerzos para transformar
la teoría de los humores en una teoría de los temperamentos básicos.
La teoría de los temperamentos básicos
Galeno
partió de la idea de que todo está constituido por la mezcla de 4
elementos y que cada uno de ellos corresponde a uno de los humores del
cuerpo humano para terminar aplicando esta visión a la primitiva
psicología de aquella época. Para este médico griego, los niveles en los que están presentes cada uno de los humores en un cuerpo humano explican los estilos de personalidad
y temperamento de este, lo cual significa que observando las cantidades
de estas sustancias se podría saber el estilo de comportamiento de una
persona, cómo expresa sus emociones, etc.
Los 4 temperamentos básicos propuestos por Galeno fueron los siguientes.
1. Temperamento sanguíneo
Las personas sanguíneas se caracterizan según Galeno por ser alegres, optimistas y buscar siempre la compañía de los demás. Muestran
calidez a la hora de tratar con otras personas, su modo de actuar
obedece más a los sentimientos que a las conclusiones generadas por el
análisis racional. Además, cambian de parecer con facilidad y son poco
dadas al comportamiento disciplinado, porque se guían por la búsqueda
del placer inmediato. Por eso frecuentemente dejan cosas sin
terminar. Su elemento asociado es el aire.
2. Temperamento flemático
El temperamento flemático expresa una propensión a un modo de comportarse sereno y tranquilo y un modo de acercarse a las metas perseverante y basado en la racionalidad. Según
la teoría de galeno, las personas que destacan por este tipo de
temperamento valoran mucho la exactitud a la hora de pensar y de hacer
las cosas, raramente se enfadan y no muestran demasiado sus emociones,
llegando a parecer algo frías. Además, suelen mostrarse algo tímidas y evitar ser el centro de atención o sostener un rol de liderazgo. Según la teoría de los 4 temperamentos, a estas personas les correspondía el elemento agua.
3. Temperamento colérico
Las personas que destacan por su temperamento colérico son especialmente enérgicas, proactivas e independientes.
Muestran una tendencia a estar siempre dedicándose a una actividad o
emprendiendo proyectos y defienden con ahínco sus opiniones y posturas
ante las diferentes situaciones que viven. Además, confían en su
propio criterio y no temen entrar en confrontación con los demás, por lo
que son asertivas y no rehúyen las posiciones de liderazgo. Sin
embargo, si este tipo de temperamento es muy extremado puede dar pie a
la aparición de muchos conflictos y hostilidades. El elemento con el que
se las relacionó era el fuego.
4. Temperamento melancólico
Las personas con temperamento melancólico se caracterizan, según Galeno, por ser emocionalmente sensibles, creativas, introvertidas, abnegadas y perfeccionistas. Aunque
encuentran placer en las tareas que requieran esfuerzo y sacrificio
personal, les cuesta decidirse a la hora de iniciar proyectos justamente
por ese espíritu perfeccionista
y por la preocupación que produce la inseguridad de no saber lo que va a
pasar. Su humor varía con facilidad y muestran una propensión a la
tristeza. Su elemento es la tierra.
La teoría de los 4 temperamentos y la psicología
La obra de Galeno ha sido un referente durante muchos siglos de historia, pero hoy en día no se considera válida ni en la medicina ni en la psicología. Los
motivos son que, por un lado, no se formuló sobre ideas y posturas
filosóficas aceptadas hoy en día (la teoría humoral) y por otro lado,
que el modo en el que se describen los diferentes temperamentos es muy
ambigua. Eso significa que aunque pueda ser inspirador ver reflejada la
propia personalidad en alguno de estos tipos temperamentales, es muy
posible que parte del interés que nos produzca este sencillo sistema de
clasificación se deba al efecto Forer, tal y como ocurre por ejemplo con el eneagrama de la personalidad. Sin
embargo, que la teoría de los cuatro temperamentos ya no tenga validez
científica no significa que no haya servido como inspiración para varias
teorías de la personalidad en la psicología moderna. Muchos estudiosos de la personalidad se han basado en el concepto de temperamento para desarrollar sus test
y herramientas de medición de la personalidad, y hoy en día se
considera que la herencia genética tiene un papel importante en nuestra
manera de ser.
El almuten de casa I es Mercurio, y este se encuentra en el signo de Capricornio, así que me voy a decantar por ese signo para determinar su Ascendente, aunque la Luna está en Sagitario. Una vez decidido que ese es su Ascendente, voy a intentar rectificar su hora de nacimiento a partir de la fecha de su deceso, el 14.09.1977. He calculado que hació a las 12.16 p.m., veamos su carta en Sinastría a las Primarias.
Según esta hora el Ascendente de Primarias estaría en Término de Saturno, y el Sol hace una cuadratura desde la cúspide del MC.
Un Sol en caida, que por analogía puede representar al rey, que magnifica su imagen social y que además es regente de la casa VIII.
Saturno que se encuentra en casa XII, que acaba de pasar en Primarias sobre el Ascendente y que rige su casa I, la casa de la vida.
Recordar que estuvo 22 dias en coma antes de morir, se tiró por el balcón.....o la tiraron.
Saturno en XII, escenifica muy bien esa situación.
Veamos su gráfico triple para la RS de 1976.
El señor del año por Profección es la Luna y se ubica sobre su casa VII natal, la de la pareja. Se dijo que estaba embarazada y astrologicamente se presentan indicios; Júpiter de RS sobre Marte en V, eso si, un Júpiter en exilio. Luna de RS en Domicilio y sobre la casa VII. Observamos la casa VIII de RS sobre la I natal, y la posición de Saturno de RS ( en exilio ), sobre Urano natal......buena representación de un suicidio. Bueno, es una hipótesis y además encaja todo muy bien. Sirva como ejemplo de una de las múltiples aplicaciones de la Astrología.
Mediante no pocos ejemplos ilustrativos, el
lector encontrará aquí un acercamiento diferente a la lectura de la
carta natal, basada en la incorporación de antiguos elementos que se han
perdido en el transcurso de la historia. Asimismo, tendrá oportunidad
de experimentar con nuevas técnicas de pronóstico, algunas de las cuales
nunca antes fueron editadas en lengua española.
Anteriores a las casas, los partes constituyen una de las herramientas
más antiguas de la astrología clásica occidental. La Fortuna y el
Espíritu, los partes de la Luna y del Sol, se destacaron con relación a
los demás partes, hasta el punto de alcanzar la misma relevancia que el
Ascendente, el Sol y la Luna. Pero el Parte de la Fortuna incluso tenía
una pequeña prioridad respecto del Parte del Espíritu.
Este libro presenta los diversos significados de estos partes destacados
y un método para la interpretación en la carta natal no sólo de éstos,
sino de cualquier parte.
Además de en la carta natal, el Parte de la Fortuna también es abordado
en las técnicas que lo desarrollan en el tiempo: revoluciones solares,
progresiones, tránsitos y carta diaria.
El libro incluye diversos ejemplos que le permitirán al lector constatar
las amplias posibilidades del Parte de la Fortuna y su importancia en
la carta natal y en el desarrollo de la vida.
Vamos a ver el ingreso del Sol en Aries 2017 para México y después lo contrastaremos con la carta de Enrique Peña Nieto para el 20.03.2017.
Veamos la carta del ingreso.
El regente del Ascendente, Saturno, en conjunción a la Luna y en cuadratura al Sol, cabe pensar que el Presidente del país quedará tocado, aunque yo creo que aguanta hasta Enero de 2019. Marte como dispositor del Sol de ingreso, de Venus , de Mercurio y de Urano, se encuentra en exilio y solo recibe un sextil de Neptuno en casa I. Neptuno en casa I y co regente de casa I hace pensar en que será un año a la deriva y lleno de tristeza para el pueblo. La oposición de Júpiter Urano en el eje II / VIII sugiere pérdidas de dinero imprevistas para el Estado, que quedarán en manos privadas. Plutón en la cúpide de la XII tampoco indica nada bueno, la plutocracia como enemigo oculto. Plutón es planeta focal de una T cuadrada. El terrorismo de Estado parece ser que pagará la factura de sus desmanes. Veamos la carta del Presidente, Enrique Peña Nieto, para la fecha del ingreso del Sol en Aries.
Vemos su carta en Sinastría a las Primarias.
Hay un par de Primarias complicadas, pero el Grado del Divisor está en Término de Venus y el planeta participante también es Venus.
Las Secundarias para él son muy buenas en este período.
Habrá que ver que ocurre cuando el grado del Divisor se coloque sobre Plutón, en Agosto de 2018, donde parece que acaba su periplo en el poder. Y en Enero de 2019 que entra Urano como planeta participante, y regente de casa VIII, ya veremos que pasa.