Los decanos y las faces
En cierto modo los decanos, decanatos o faces son la dignidad más
misteriosa de la astrología helenística. Los textos griegos hablan casi
siempre de faces (prosopa), término cuyo sentido explicaré en seguida.
Según el sistema clásico, se divide cada signo en tres sectores de diez
grados, llamados decanatos, de modo que obtemenos en total 36 sectores.
Los regentes planetarios de estos decanatos o faces se reparten
siguiendo la secuencia caldea – es decir, la secuencia según la
velocidad media de los planetas - empezando por la faz de Marte en el
primer decanato de Aries.
Cada secuencia de planetas termina con la Luna, el planeta más
rápido, para luego dar comienzo la siguiente a partir de Saturno. El
último decanato de Piscis es la faz de Marte, de modo que a ambos lados
de 0°Aries se repite Marte como regente.
El origen de las faces parece ser egipcio, porque ya en el tercer
milenio antes de Cristo encontramos referencias a un sistema de
decanatos o decanos. Según supone Neugebauer, en su origen se trataba de
un sistema sidéreo que servía para marcar grupos de diez días, según
qué estrellas hacían su orto helíaco. El año egipcio comenzaba con el
orto helíaco de Sirio, de modo que el primer decanato, en el tercer
milenio, transcurría al final de la primavera. Al cabo de 36 decanatos
de diez días, los egipcios contarían 5 días epagómenos (para completar
los 365 días del año egipcio).
Tenemos pues un sistema que en un principio podría haber sido
calendárico, aunque al mismo tiempo haría referencia a las estrellas. La
conversión a 36 sectores de la eclíptica debió de realizarse desde
luego más tarde.
Ahora bien, no debemos descartar la teoría que postula Cyril Fagan en
“Los orígenes astrológicos”, con argumentos bastante convincentes: la
relación de “decanatos” que se encuentra en diagramas celestes en tumbas
egipcias del segundo milenio, serían en realidad péntadas asociadas con
la mitad “positiva” del año, y convertidas “mágicamente” en decanatos
de un año idealizado de 360 días. Las restantes 36 péntadas portadoras
de dolor para los muertos se habrían eliminado del diagrama. Es decir,
los decanatos habrían sido en su origen un esquema idealizado
representativo del mundo divino, y por otro lado reflejarían solo la
mitad de una secuencia de 72 péntadas del mundo real. De hecho, se sabe
que los egipcios hacían uso de una semana de cinco días.
En el “Discurso de Hermes a Tat” del Corpus Hermeticum (siglo II a IV
d.C.) encontramos una doctrina de origen egipcio, según la cual los
decanos “influyen sobre los astros”, siendo “impasibles en todo lo que
afecta a los demás astros”. Son “centinelas de todo lo que hay en el
cosmos, influyendo sobre todas las cosas…”. Antes describe el texto que
“los 36 decanos están ordenadamente dispuestos debajo del círculo de
este cuerpo (que abarca todas las cosas), es decir, entre el círculo del
Todo y el del Zodiaco”. Esta descripción un tanto enigmática podría
aludir a una novena esfera (en donde se ubicaría más tarde el zodiaco
tropical) por encima de la esfera sideral del Zodiaco y las demás
estrellas. Entonces la transposición al zodiaco sidéreo no
correspondería a la idea original. En cualquier caso los decanos tienen
aquí la función de guardianes del Universo, que se van alternando en el
transcurso del día y del año, y de los que procede la energía que
produce todos los acontecimientos universales.
Estos decanos, aunque se asociaran más tarde a los siete planetas, se
identificaban en principio con 36 deidades o genios que custodian el
devenir de los acontecimientos. De hecho, la palabra latina decano, que
aparece por primera vez en Manilio, alude a alguien que preside a diez
soldados o a diez monjes. Tres o cuatro siglos más tarde, la versión
latina del Liber Hermetis (cuya redacción original podría ser incluso
anterior a nuestra era) comienza precisamente con la descripción de los
decanos.
La descripción del Liber Hermetis sugiere que los siete planetas
forman la máscara o faz de los antiguos genios decanos. La descipción de
cada uno comienza con la misma fórmula que el primero de la serie: “el
primer decano de Aries tiene la faz de Marte”, para continuar con el
nombre del decano, la dominación sobre un órgano del cuerpo, y la
descripción de la figura. Estas figuras tienen claramente su origen en
deidades egipcias, siendo la mayoría cuerpos humanos con cabeza animal,
algunas de ellas coronadas o portando otras insignias de poder. Terminan
las descripciones del Liber Hermetis con la región del mundo dominada
por el decano.
La palabra griega prosopa para “faz” significa rostro, o bien alude a
la máscara que representa al personaje de una obra teatral. En
cualquier caso vemos aquí expresada la idea de que los planetas forman
el rostro o máscara con que se presentan – o detrás de los cuales se
esconden – los verdaderos decanos. Cabe especular hasta qué punto estas
faces planetarias realmente traducen o más bien velan el significado
original.
Que los decanos y sus figuras se refieren más bien a noúmenos que a
fenómenos astrales, nos lo confirma por cierto Albumasar, que los
describe – en perfecta concordancia con las doctrinas herméticas – como
puras potencias astrales no visibles en el cielo y de carácter
espiritual.
Por otro lado muchas de las figuras descritas por el Liber Hermetis y
otras fuentes, claramente se orientan en constelaciones del cielo.
Encontramos p.e. a Isis rigiendo el último decanato de Géminis, clara
alusión a Sirio, varias figuras serpentiformes repartidas por Leo y
Virgo, que se explican por la constelación de la Hydra, al decano
central de Escorpio representando claramente a Ofiucho, y la figura con
cabeza de perro y flechas el principio de Sagitario se corresponde muy
bien con las antiguas representaciones de este signo. Estas
constelaciones a su vez parecen pertenecer más bien a la zona del
ecuador celeste, lo cual apunta a que el sistema original posiblemente
se refiriera a una división del ecuador celeste.
Otra prueba de que los decanos en su origen estaban relacionados con
genios o potencias divinas es el hecho de que en la tradición posterior
sobreviven sobre todo en el ámbito de la magia astral. Así, las figuras
decánicas se utilizaban para confeccionar amuletos.
Ptolomeo por cierto no menciona para nada los decanos o faces,
quedándose solo con las cuatro dignidades restantes. Este hecho tal vez
haya contribuido a que las faces se consideraran como la dignidad de
menor valor en la astrología árabe y europea. Tampoco encontramos
descripción alguna de las faces en los autores anteriores Vettius Valens
y Doroteo de Sidón, aunque sí en Manilio. Valens las menciona, pero
solo de pasada. No deja de ser curioso que es más bien en autores de los
últimos siglos de la era romana que encontramos referencia más profusa a
las faces.
La descripción más detallada de los decanatos para la interpretación
del tema natal nos la suministra Hefesto de Tebas (siglo IV d.C.),
incluyéndola en los capítulos sobre los signos zodiacales. El mismo
esquema lo encontramos más tarde en Abraham ben Ezra (siglo XII), que
reproduce en parte las indicaciones de Hefesto. Es curioso que Hefesto –
que habla de decanos, no de faces – no menciona los regentes
planetarios, sino que únicamente cita los nombres mágicos de los decanos
(similares a los del Liber Hermetis), pero sin describir las
correspondientes figuras.
Hefesto de Tebas (como ben Ezra) nos describe aquí los efectos de los
decanos cuando se hallan “marcando la hora”, es decir en el Ascendente,
aunque este término también se usaba para el signo de la Parte de la
Fortuna. Esta parece ser la función prioritaria de las faces, el influir
en el carácter y sobre todo en el destino del individuo, a través del
Ascendente o de Fortuna. Hefesto también nos describe ciertas
características de la fisionomía del nativo, y marcas características en
su cuerpo, otra constante en la tradición de esta peculiar dignidad
planetaria. Tal vez uno de los significados del término “faz” tenga que
ver con que describan especialmente el rostro y otros signos distintivos
del nativo. Si tenemos en cuenta que es en el rostro de un individuo
donde mejor se refleja su idiosincrasia, tal vez nos esté dando una de
las claves para entender las faces.
A pesar de esta función prioritaria, no cabe duda de que los autores
griegos tenían en cuenta las faces como lugares en que se refuerza su
regente. Así, Paulus nos introduce en las faces con las palabras: “En lo
que respecta a las faces de los siete astros de la formación (en el
sentido de dar forma a algo) decánica por signo, en las cuales se
regocijan tal como lo hacen en sus propios domicilios…”. Esto sugiere
que las faces son una dignidad fuerte para los planetas. Pero no
olvidemos que los antiguos no diferenciaban entre dignidades más fuertes
y más débiles.
También encontramos interpretaciones de los planetas en los
decanatos, pero no se trata de interpretaciones específicas para éstos,
sino más bien de combinaciones según la fórmula: “si tal planeta se
encuentra en el signo, término o faz de tal otro, tendrá tales efectos”.
De nuevo, las faces se usan aquí de modo similar a los signos o
términos.
La única noticia que tenemos de una interpretación específica de los
planetas en los decanatos, proviene de Teucro de Babilonia. El texto
comienza explicando qué determinaciones recibe cada planeta, para luego
interpretar las posiciones en los decanos (como dice). De nuevo, más que
descripciones de carácter se trata sobre todo del destino que acaecerá
respecto a las mencionadas determinaciones planetarias.
En definitiva, el uso astrológico de las faces es similar al de los
signos y los términos, pero con un matiz especial de destino o
fatalidad. Asume un papel especial la faz del ascendente y de la Parte
de Fortuna como indicador del destino, y particularmente del ascendente
como indicador de la fisionomía y de ciertas dolencias del nativo. Más
allá de esto, el regente de la faz no parece tener una función técnica
especial, como la tienen los regentes de las demás dignidades que hemos
visto.
Con todo, resulta difícil aplicar el conocimiento que nos transmiten
los antiguos sobre las faces. Da la impresión de estar tratando con un
conocimiento muy antiguo, que en su día tuvo mucha importancia, pero que
nos ha llegado muy adulterado, después de haber sufrido diversas
transformaciones – una de ellas su asociación con los siete planetas
según la secuencia caldea.
Según mi experiencia, las descripciones que dan los textos clásicos
para las faces, no se corresponden bien con la realidad. Siempre
encontraremos concordancias, pero en general resultan poco fiables,
tanto si aplicamos el zodiaco sidéreo como el tropical. Desde luego es
un campo a explorar más detenidamente.
http://www.astrologia-tradicional.net/la-funcion-de-las-dignidades-en-la-astrologia-helenistica/
El regente del término
Los términos – horia (sing. horion) en griego – forman una división
peculiar de los signos zodiacales, de suma importancia en la astrología
helenística (ver cuadro adjunto). La lógica subyacente a la distribución
de los términos es la siguiente:
Para empezar, hay que saber que son asignados a los planetas ciertos
periodos de años, llamados años mayores, medios y menores. Los que aquí
nos interesan son los años mayores de los cinco planetas (quitando al
Sol y a la Luna), que son los siguientes:
Pues bien, cada signo es dividido en cinco sectores desiguales, uno
para cada uno de los cinco planetas, de tal manera que el número total
de grados que suman los doce términos de un planeta, equivale a sus años
mayores. Si sumamos por ejemplo los grados que abarcan todos los 12
términos de Mercurio, obtendremos 76 grados, que son sus años mayores.
Tengamos en cuenta que un grado es una unidad básica del círculo, y
que como tal es equiparable a una unidad de tiempo, principalmente a un
año. Esta analogía grado = año es de suma importancia en el cálculo de
las direcciones. Como veremos en seguida, la función prioritaria de los
términos radica precisamente en el cálculo de los años de vida, así como
de diferentes periodos en la vida del nativo.
Los regentes están repartidos en cada signo siguiendo básicamente las siguientes reglas:
a) El primer término es regido por uno de los regentes principales de
la triplicidad, dando preferencia al regente del domicilio o de la
exaltación, si se trata de un planeta de la misma secta que el signo
(excepción: Acuario, donde prende la regla c).
b) en los primeros términos se da preferencia a los planetas
benéficos, mientras los maléficos rigen los últimos dos términos, a no
ser que tengan fuerte dignidad en este signo (regla a). la única
escepción es Cáncer, cuyo primer término es regido por Marte (regente
triplicidad).
c) El segundo término es regido o bien por el segundo regente de la
triplicidad, o bien por el planeta regente del domicilio o de la
triplicidad del signo siguiente, siempre que sea planeta benéfico. Los
demas términos son regidos por los planetas asociados a los signos
subsiguientes (3er término = 3er signo, etc).
Una de las técnicas relacionadas con el cálculo de la longevidad se
basa en el Alcocoden, como se denominaba en la astrología árabe. Los
griegos llamaban a este planeta el regente de la vida. No es éste el
lugar para dar detalles sobre esta teoría. Lo que aquí nos interesa es
que este planeta era definido por astrólogos de primera fila como
Doroteo de Sidón y Vettius Valens, como el regente del término de la
luminaria vigente, si esta se encuentra en lugar afético (en principio,
las casas que forman aspecto con el ascendente). En caso de no estar ahí
situadas las luminarias, se tomará el Ascendente, la Parte de la
Fortuna o el grado de la lunación anterior. Esto no es otra cosa que el
Hyleg de los árabes, que los griegos llamaban Afetes.
El regente del término del Hyleg era considerado el planeta que
indicaba el tiempo de vida del nativo (tiempo que podía ser acortado por
una serie de circunstancias en que no voy a entrar aquí). En segundo
lugar, Doroteo utiliza también el regente del signo, y otros autores
prefieren usar al regente del término como corregente, al lado del
regente del domicilio. En cualquier caso, el regente del término se
consideraba un factor importante en relación con la longevidad.
Autores posteriores, empezando por Ptolomeo, extendieron la
determinación del regente de la vida a las demás dignidades,
especialmente el regente de la triplicidad y el de la exaltación. Pero
muy probablemente esto no correspondiera a la doctrina original. Sin
embargo, la enseñanza de Ptolomeo fue muy tenida en cuenta en tiempos
posteriores, y llevó a la teoría del Almuten a que aludí al principio.
Teoría que tiende precisamente a diluir las diferentes funciones que
tienen las dignidades, y que a la vista de lo que nos enseñan las
autoridades más antiguas, habría que someter a una revisión crítica.
Por extensión, el regente del término puede considerarse corregente –
al lado del regente del domicilio – de cualquier factor vital de la
carta. Así, vale la pena considerar siempre al regente del término del
Ascendente, para analizar más de cerca la índole y disposición del
nativo. Si este planeta es más dominante que el regente del domicilio, y
además aspecta al ascendente, puede llegar a ser el factor predominante
en el carácter y disposición del nativo.
Por ejemplo, en la carta de Joan Baez tenemos al regente del
ascendente – Júpiter – en casa 2, es decir sin relación de aspecto con
el ascendente. Sin embargo Venus, regente del término del ascendente, se
halla en casa angular, cerca del Medio Cielo, y en relación de aspecto
con el Ascendente. Firmico Materno interpreta: “El Horóscopo
(Ascendente) en término de Venus indica músicos o nativos que tienen a
tales como amigos. Además personas buenas, bondadosas, bienhechoras y
simpáticas, que tienen el deseo de ayudar a los demás”. De hecho, Venus
en Sagitario – dispositor además de la Luna exaltada en casa 3 – es el
planeta que mejor describe el talento, la disposición y la actividad que
caracteriza a esta mujer.
Otra aplicación de los regentes del término, importantísima, se
relaciona con la dirección del ascendente (u otros factores hylegíacos).
El tiempo que dura el paso del ascendente dirigido por un término
determinado, es regido por el regente de dicho término. Los árabes
llamaban a este planeta el “divisor” o “partidor”, ya que se le
adjudicaba una parte o un periodo de vida.
Por razones profesionales la familia de Joan Baez cambió de domicilio
varias veces, lo cual, entre otras cosas, viene indicado por el regente
de casa 4 en signo dual, y debilitado por la combustión. Otro indicador
es Marte domiciliado en casa 9 y aspectando a la Luna. Cuando el
ascendente dirigido pasaba el término de este planeta, la familia se
trasladó a Paris, y en el año 51, cuando pasa por el término de Saturno,
se establece por un tiempo en Bagdad. Saturno es regente de casa 12 –
relacionada con los exilios y los sufrimientos – y la miseria de la que
fue testigo en el Irak causó gran impresión en la joven Joan Baez.
Después el ascendente cambia al signo de Aries. La familia se instala
en California, y durante el paso del ascendente por el término de
Júpiter se despierta su concienca social y política, especialmente
después de escuchar una charla de Martin Luther King. Al hacer el
trígono a Venus, a sus doce años, comienza a tocar la guitarra. Durante
el paso por el término siguiente de Venus desarrolla su talento musical,
y al final de ese término Joan Baez inicia su carrera como cantante,
causando gan impacto en el festival de música folk.
Cuando alcanza su primer gran éxito con el LP “Joan Baez”, el
ascendente acaba de entrar en el término de Mercurio, y ha entrado en
orbe de un grado con Júpiter, regente de casa 10 y dispositor de Venus,
el Sol y Mercurio. Mercurio es regente de casa 7, y es en esta fase que
conoce a Bob Dylan, con el que tuvo una relación corta, pero marcante.
Complementemos este dato con las profecciones mencionadas al tratar
al regente del domicilio. El año en que sale su LP con el que alcanzaría
fama mundial (Octubre 1960) el signo activado por profección es Libra,
siendo por tanto Venus regente del año. Si hacemos la profección desde
Sagitario, donde se encuentra la luminaria del tiempo y Venus misma,
llegamos a Cáncer, casa 5 (creatividad) y signo en que se halla la Parte
de Fortuna. Este es también el signo activado en la profección mensual
(9 de Octubre a 9 de Noviembre). La Luna creciente y en su luz, exaltada
en casa 3 en la carta de Joan Baez, es indicadora de su creatividad
artística y su capacidad para transmitir sus ideas (casa 3). En la
revolución solar veremos a Venus conjunta (por signo) a Júpiter, y a la
Luna de nuevo en Tauro, transmitiendo la luz de Venus a Júpiter. Si
hacemos por fín la profección desde Júpiter, su regente del ascendente,
llegamos a Escorpio, en que se encuentra Marte natal. Este es el signo
en que transitan Venus y Júpiter en la revolución solar. Poco después de
su cumpleaños Júpiter entrará en Sagitario, su casa 10, y transitará
varias veces a Venus, regente del año. La profección desde la Luna, en
fin, cae directamente en Sagitario, casa 10 de Joan Baez, y que da
cobijo a Venus, Mercurio y Sol.
La tercera función de las triplicidades, que en cierto modo se deriva
de lo dicho, era caracterizar la expresión de los planetas que los
ocupan. Ya en la astrología helenística encontramos interpretaciones de
los planetas “en los términos” de otro, y a veces se equiparan con las
posiciones “en el domicilio” del mismo planeta. De nuevo vemos que el
término viene a ser una dignidad o un sector con funciones parecidas a
los domicilios.
http://www.astrologia-tradicional.net/la-funcion-de-las-dignidades-en-la-astrologia-helenistica/
|
Rafael Gil Brand |
Los regentes de la triplicidad
Los regentes de la triplicidad o del trígono tienen mucha importancia
en la astrología helenística. Se trata de tres planetas que comparten
la regencia sobre cada uno de los cuatro trígonos zodiacales, compuestos
por tres signos de la misma naturaleza: fogosa, térrea, aérea y acuosa.
Es de notar que los griegos solían hablar del primer, segundo, tercer y
cuarto trígono, para a lo sumo – y no siempre – añadir la naturaleza
que los caracteriza. Sería pues inexacto decir que los planetas
asignados tienen regencia sobre el elemento de fuego, tierra, aire o
agua.
Para entender las regencias de triplicidad es necesario conocer antes
otro concepto fundamental de la astrología antigua: las sectas. Existen
dos sectas, el día – secta del Sol – y la noche – secta de la Luna.
Cada planeta pertenece a una de estas dos sectas, hablándose entonces de
planetas diurnos o nocturnos. Las dos luminarias encabezan estas sectas
o partidos.
Los planetas diurnos son el Sol y los dos planetas superiores,
Júpiter y Saturno. Curiosamente son los planetas gigantes del sistema
que, como sabemos hoy, tienen más parecido con el Sol.
Los planetas nocturnos son la Luna y los dos planetas vecinos a la
Tierra, cuya consistencia es precisamente parecida a la Tierra y la
Luna. Se trata de Venus y de Marte.
Mercurio podría considerarse planeta nocturno, al pertenecer a la
misma familia que los demás planetas interiores del sistema. Sin embargo
la tradición asigna Mercurio a ambas sectas, según su posición relativa
al Sol: si sale antes del Sol es diurno, y si se pone después del Sol
es planeta noturno.
Los cuatro elementos que describen la naturaleza de los trígonos, son
considerados también diurnos y nocturnos: Los elementos Fuego y Aire
son masculinos y diurnos, y los elementos Agua y Tierra son femeninos y
nocturnos.
Los regentes de una triplicidad son siempre tres planetas que
pertenecen a la secta asociada al elemento o naturaleza del trígono en
cuestión. De estos tres planetas, uno de ellos es considerado regente
diurno del trígono o triplicidad, otro es considerado regente nocturno, y
un tercer planeta se denomina regente participante, o común a ambos
tiempos. El esquema es el siguiente:
Como regente diurno de la triplicidad de Tierra se considera
tradicionalmente a Venus. Sin embargo, Doroteo de Sidón en el Carmen
astrologicum (citado por Hefesto de Tebas) escribe:
De Tauro, Virgo, Capricornio son soberanos
de día la nacida de la espuma (Venus), de noche la celestial Selene (Luna),
y como tercero les sigue el dios que rige las guerras (Marte),
y en el presente (trígono?) obtuvo también al hijo de Maia (Mercurio)
El último verso es ambiguo, y Pingree en su traducción de la versión
árabe del Carmen astrologicum dice “y en Virgo hay también una
participación de Mercurio”. En cualquier caso, Doroteo parece jugar con
una corregencia de Mercurio en esta triplicidad.
Lo cierto es que tal regencia de Mercurio tiene mucho sentido, y por
mi parte tengo la impresión de que funciona bastante bien. La lógica
subyacente a los regentes de triplicidad además sugiere una regencia de
Mercurio en el trígono de Tierra, en vez de Venus:
Observamos que los regentes diurnos de una triplicidad son aquellos
planetas que tienen su exaltación en uno de los signos de ese trígono.
Al menos esto sería así si tomaramos a Mercurio como regente diurno de
la triplicidad térrea. Los regentes nocturnos son siempre los regentes
de un domicilio en ese trígono. La única excepción es la Luna en la
triplicidad de Tierra, pero es de notar que este es el único trígono en
el que se exaltan tres planetas de la secta correspondiente (incluyendo a
Mercurio). En los otros trígonos no se da el caso.
El regente participante, por fin, es meramente el miembro sobrante de
la secta, independientemente de su familiaridad con los signos de la
triplicidad (o del signo que queda). Se obtiene así el cuadro adjunto.
Pero veamos para qué sirven los regentes de triplicidad.
Una de las funciones específicas de los regentes de la triplicidad es
determinar la fortuna, calidad de vida y el grado de encumbramiento del
nativo. Para ello, se averiguará cual es la luminaria correspondiente a
la secta vigente – día o noche – y se examinará como están situados los
regentes de la triplicidad en que se encuentra tal luminaria, “si están
en ese momento en un ángulo, o en (casa) sucedente o cadente, en orto u
ocaso (helíaco) o en su propio signo, y si son aspectados por benéficos
o maléficos” (Vettius Valens, Antología II.2). Como se deduce de Valens
y de Doroteo, sobre todo, se le daba particular importancia a la
posición en casas angulares, sucedentes o cadentes.
En la tradición astrológica hay discrepancia sobre la cuestión de si
se han de considerar siempre los tres regentes, dando preeminencia al
primero, o si bien solo ha de considerarse al regente que corresponde a
la secta vigente, secundado por el participante. Los textos griegos no
carecen de cierta ambigüedad, pero en definitiva el esquema parece ser
el siguiente: El regente que corresponde a la secta vigente es el
principal, e indicará la pauta preponderante en la vida de nativo. Le
seguirá en importancia el regente de la secta contraria, o segundo
regente, y no el participante (tercer regente). Pero además, el primer
regente se hará notar más en la primera fase de la vida, el segundo en
la segunda, y el tercer regente hacia el final de la vida del nativo.
Valens y Doroteo nos indican también como calcular el periodo que
abarcan estas fases, al menos a modo orientativo. Este periodo viene
determinado en primer lugar por el tiempo de ascensión del signo en que
se encuentra, o bien por los años menores asignados al regente de la
triplicidad, o al planeta regente del signo.
Tomemos como ejemplo la carta de Joan Baez (9.1.41; 10h48m; Staten
Island, NY). Al ser un nacimiento diurno, analizaremos los regentes de
triplicidad del Sol. Este se halla en Sagitario, por tanto los regentes
de triplicidad serán Sol, Júpiter y Saturno, en este orden tanto de
importancia como temporal.
El Sol se encuentra an casa angular y en su hayz, y sin aspectos
maléficos. Promete pues fortuna y encumbramiento. El signo de Sagitario
esciende en algo más de dos horas, lo cual equivale a un periodo de unos
31 años. De hecho Joan Baez obtuvo su primer gran éxito a comienzos de
los sesenta, cuando tenía apenas 19 años (los años menores del Sol), y
fue una de las figuras más influyentes en la música pop de la década de
los sesenta.
El segundo regente es Júpiter, que se encuentra en Aries en la
segunda casa. Se halla en el signo de su triplicidad y en casa
sucedente, lo cual es una posición media. La conjunción con Saturno
evidentemente creará obstáculos o frustraciones, y en esta fase
disminuye claramente la popularidad de Joan Baez. La ascensión de Aries
corresponde a un periodo de 20 años, que termina en el 1992. En esa
época la cantante comienza a rehacer su carrera, hace una psicoterapia y
procura profesionalizarse, p.e. contratando a un manager y entrenando
su voz. Saturno como tercer regente de triplicidad, aunque se halla en
caída, es favorecido por la conjunción de Júpiter y la buena situación
de su dispositor, Marte.
No en todos los casos vemos funcionar a los regentes de la
triplicidad de un modo tan nítido. Pero si observo que una posición
dominante y afortunada de estos planetas, especialmente del primer
regente, favorecen el éxito y la fama en la vida del nativo. Ahora bien,
estas indicaciones tendrán que ser corroboradas sobre todo por el
Ascendente y por la Parte de la Fortuna y sus regentes.
Los regentes de triplicidad se utilizan de manera similar para
analizar el destino en base a otros significadores naturales. Así por
ejemplo, Paulus Alejandrinus nos aconseja, para analizar el tema de los
hijos, “mirar la estrella de Zeus y el regente de su trígono”, aparte de
las casas y partes pertinentes. Parece ser que los regentes de la
triplicidad – especialmente el primero – se consideraban como
dispositores eminentes de significadores naturales (p.e. Júpiter de los
hijos, o las luminarias de la vida del nativo), reservándose los
regentes de domicilio más bien para el análisis de las casas.
No quiero terminar con los regentes de triplicidad sin mencionar una
técnica proveniente de la astrología árabe: los tres regentes de
triplicidad de una casa se consideraban aquí como significadores de tres
ámbitos particulares relacionados con la casa. Por ejemplo, Ben Ezra
(Libro de los Juicios de las Estrellas, Libro Introductorio) nos dice
con respecto a la casa 5, que “el primer regente de la triplicidad es el
significador de los hijos; el segundo, del placer; el tercero, de las
mensajerías”. Esta idea podría derivar de la división helenística en
tiempos de vida, como sugieren algunas significaciones, por ejemplo
esta: “El primer señor de la triplicidad (de la casa 3) es el
significador de los hermanos mayores; el segundo, de los medianos; el
tercero, de los pequeños” (Ben Ezra, Libro Introductorio).
http://www.astrologia-tradicional.net/la-funcion-de-las-dignidades-en-la-astrologia-helenistica/
Pedro Sánchez ha salido elegido nuevo Secretario General del PSOE.
Nace en Madrid el día 29.02.1972 a las 6.02 a.m. según mis cálculos.
He contrastado con el c-360 su cielo para el día de ayer, 13.07.2014
Con tan pocos datos es arriesgado aventurarse a rectificar un tema y la cuestión debe quedarse en hipótesis, pero el día de ayer era una fecha importante y contrastando con las Direcciones primarias conversas también sale un gráfico interesante.
Sale un Ascendente en el último grado de Capricornio.
El atacir del Medio cielo está sobre Júpiter, con un orbe de un grado.
El atacir del Ascendente está sobre el Sol, con un orbe de dos grados.
Y el atacir del Sol está exacto sobre Venus.
Si lo miramos por Direcciones primarias conversas.
El Sol está sobre el Ascendente y en Capricornio.
Ahí dejo el dato......por supuesto que no es definitivo.
Hace dias que me viene ese título a la cabeza y no se demasiado bien como elaborar un discurso al respecto.
Me dejaré llevar por las musas a ver si me inspiran, al menos mi actitud es la adecuada y estoy delante del teclado.
Ese discurso de , .....oooooh que bien, el astrólogo me ha acertado !!, creo que ya está fuera de lugar.
Ni somos adivinos, ni se persigue la gloria del astrólogo......al menos así lo veo yo.
La Astrología puede ocupar un lugar de servicio en la sociedad y ser respetada.....y de eso nos tenemos que encargar los que nos dedicamos a esta disciplina.
También la gente que ha sido correctamente atendida debería manifestarlo publicamente y no avergonzarse de haber acudido a un astrólogo.
Porque a veces, tanto astrólogos, como consultantes, parece que estemos haciendo algo clandestino.
Otra cosa a tener en cuenta, ....yo creo que un astrólogo lo que hace en realidad es predicción y su discurso debe ser muy respetuoso con el consultante.
Para ello, lo más importante me parece que es trabajar con cartas bien rectificadas y escuchando muy bien las necesidades de la persona que tenemos delante.
El protagonista es el consultante, no nosotros.
Dada la oleada de violencia que se está produciendo en la franja de Gaza por el ejercito israelí, me he ido a mirar su carta de independencia como país.
En Astrodatas da los siguientes datos :
Tel Aviv, el 14.05.1948 a las 16 h.
Este sería el gráfico.
Sol en Tauro y casa VIII.
Su dispositor, que es Venus, también es el regente del Ascendente, haciendo cuadratura a Neptuno y oposición a Júpiter.
A destacar la conjunción en casa X de Saturno y Plutón en Leo, para mi el núcleo duro del sionismo y también del poder militar y de represión.
Esa conjunción es focal de una T cuadrada, y característica principal de lo que se percibe desde el exterior, de su política expansionista y de anexión del territorio palestino.
A partir de esta carta he calculado la R. Solar de Israel para 2014.
Aqui podemos ver el duro dibujo que presenta la R.Solar, con un cuadrado cósmico, donde Marte es planeta dominante y está en oposición y recepción mutua negativa con Venus, que está conjunto a Urano.
Tenemos a Marte, Júpiter, Venus, Urano y Plutón angulares y todos cuadrados entre si sucesivamente.
Visto este dibujo se puede entender el año nefasto que están viviendo los palestinos a consecuencia de esto.
Para reforzar esto he levantado también la carta de Ingreso del Sol en Aries para Tel Aviv en 2014
En esta carta también podemos apreciar la tensión entre el eje 1/ 7, donde Marte y Urano están en oposición, aunque el aspecto no queda recogido a causa del orbe del programa.
Júpiter es dominante en este ingreso, pero Marte, como dispositor del Sol, está en caida y mal estado cósmico,.... aunque también hay que decir que está conjunto al Nodo norte, lo cual le quita un poco de hierro a lo anteriormente dicho.
Plutón co dominante en el Fondo del cielo......el sionismo que se quiere implantar de raiz.
Para finalizar os muestro otro gráfico con las estrellas fijas de la carta de Israel.
Algol, que es la estrella maléfica por excelencia, está conjunta al Sol, que representa al máximo mandatario del país.
Antes Ariel Sharon, y ahora Benjamín Netanyahu......carniceros ambos.
Ahí dejo el dato.
http://es.wikipedia.org/wiki/Marie_Curie
Hoy vamos a mirar la carta de Marie Curie y a intentar rectificar su hora de nacimiento, ya que Astrodatas da las 8 a.m. y Astrodienst da las 12 p.m.
Marie Curie nace en Varsovia , el día 7.11.1867 a las 10.50 GMT, según mis observaciones.
Para ello me he basado en varios hechos de su biografía :
El día 26.07.1895 contrae matrimonio.
El día 19.04.1906 fallece su marido.
El día 15.11.1906 da su primera clase magistral en la Sorbona.
El día 4.11.1934, Marie Curie muere.
Veamos su cielo el día que contrae matrimonio, lo contrasto con el c-84.
En este gráfico tenemos al atacir de la cúspide de la casa VII, o Descendente, sobre su Sol.
También el atacir de la Luna está entrando en la casa VII.
Veamos ahora el gráfico del fallecimiento del marido, contrastando con el c-156.
Como se puede observar hay cuatro cuadraturas donde están implicados el Sol y Plutón.
El Sol es el regente de Leo, que está interceptado en casa VII, la casa de la pareja......y está en Escorpio, el signo de las muertes.
Veamos ahora por Direcciones primarias conversas como está en gráfico cuando después de la muerte de su marido toma la cátedra de la Sorbona y da su primera clase ( Acto trascendente, ya que fue la primera mujer en impartir clase en la Sorbona ).
Por Direcciones primarias conversas vemos como el Ascendente, en conjunción a la Luna negra, está en la cúspide de la casa X y en Sagitario, las enseñanzas superiores.
Para finalizar vamos a ver el gráfico de la muerte de Marie Curie, también por Direcciones primarias conversas.
Aquí podemos observar como el Ascendente en conjunción a la Luna negra se coloca sobre el Sol en Escorpio.