jueves, 19 de febrero de 2015
Los sabios rigen sus estrellas y los necios las siguen ?
El título de este post es un antiguo axioma astrologíco si le quitamos el signo de interrogación, y es tan famoso como aquel otro que reza : " Los astros inclinan, pero no obligan ".
Voy a intentar reflexionar un poco sobre estos axiomas :
Los sabios......quienes son los sabios ?. Imagino que aquellas personas lo suficientemente humildes como para pensar que estamos regidos por determinadas leyes, .......llamemosle Destino , si quereis.
Por cierto , que hay otro axioma, no se si coetaneo de los otros dos que dice : " Carácter, es igual a Destino "
Lo cual nos lleva a pensar que modificar el carácter , implicaría modificar el Destino.......concedamosle pues esa pequeña parcela de movimiento a nuestro Libre Albedrio.
Pero no nos vayamos por las ramas.
Los axiomas vienen a decir que si somos conscientes de que la vida se rige por determinados ciclos que nos afectan, podemos estar preparados para cuando nos vengan las vacas flacas.
Tras esos axiomas discurre el discurso filosófico y también el metafísico.
Pensar en lo que nos trasciende seguramente nos engrandece y nos hace más sabios......y también nos acerca a los demás como seres sufrientes que somos todos.
Hasta aquí mi reflexión, cualquier comentario al respecto será muy bien recibido.
Regiomontanus y la reforma del calendario.
A los 11 años ingresó a la Universidad de Leipzig y a los 16 se marchó a Viena en donde estudió con Georg von Peurbach. En 1461 fue nombrado profesor de astronomía en la Universidad de Viena, ocupando el puesto de su profesor y, en 1468, trabajó como astrónomo real del rey Matthias Corvinus de Hungría.
Regiomontanus realizó importantes contribuciones a la trigonometría y la astronomía. De hecho, se le considera como el iniciador de la trigonometría moderna. Su libro De Triangulis Omnimodis (1464) es un resumen sistemático de los métodos para estudiar los triángulos.
Gran conocedor de los textos griegos, y estudioso de Euclides y Ptolomeo, realizó una rigurosa traducción latina del Almagesto, iniciada por su maestro Peuerbach. Además, expuso el sistema de Claudio Tolomeo en una obra titulada "Epitome in Almagestum", publicada en 1496.
Regiomontanus construyó un observatorio en Nuremberg en 1471, patrocinado por Bernard Walther. Fundó una imprenta en la que publicó uno de los primeros calendarios completos, con datos astronómicos, sobre las posiciones del Sol y de la Luna, eclipses y fiestas móviles. También construyó muchos instrumentos.
En Enero de 1472 realizó observaciones de un cometa el cual, 270 años después, fue descrito por Halley y acabó llevando su nombre, el cometa Halley. Regiomontanus observó eclipses de Luna, eclipses totales de Sol. como el de 3 Septiembre 1457, 3 de Julio de 1460 y 22 de Junio de 1461.
Escribió sobre la reforma del calendario en "Kalendarium and De Reformatione Kalendarii". Fue llamado por el Papa a Roma en 1475 para participar en la reforma del calendario y fue nombrado Obispo de Ratisbona. Pero murió antes de emprender el trabajo, aún no se sabe si a causa de un envenenamiento por parte de sus enemigos o si fue víctima de una plaga.
Murió el 8 Junio de1476 en Roma, Italia.
http://www.astromia.com/biografias/regiomontanus.htm
miércoles, 18 de febrero de 2015
Que es la carta natal?
QUE ES LA CARTA NATAL O ASTRAL??
Una pregunta que me han hecho muchas veces, es:
¿ que es lo que se puede saber a través de una carta natal?. La respuesta es la siguiente: Imaginemos que cada ser viene al mundo con el propósito de realizar ciertos aprendizajes, y que para llevarlos a cabo, su vida se va a basar en un plan. En dicho plan estarán incluidas las capacidades potenciales que va a intentar desarrollar y los conflictos con los cuales deberá enfrentarse. En el caso que tomáramos esta hipótesis como valida, nos seria muy útil tener información acerca de cual es nuestro propio plan para esta vida, para poder cooperar con él conscientemente. Esta información es la que aporta la carta natal.La carta natal (o carta astral) es, desde un punto de vista astronómico, una representación gráfica de la posición del sol, la luna y los planetas (básicamente) en los signos zodiacales, vistos desde el punto de la superficie de la tierra en que se produce el nacimiento, en el momento del mismo. De esta manera, la carta natal de una persona es única e irrepetible, porque es su marca de ingreso a este espacio-tiempo.
Desde el punto de vista astrológico, la carta natal es la graficación de las pautas energéticas reinantes en el momento del nacimiento, simbolizadas por la posición de los distintos cuerpos celestes. Estas pautas van a quedar impresas de por vida en el campo energético de la persona, condicionando su relación consigo misma y con el mundo. Cada factor astrológico, ya sea el sol, el ascendente, etc., tiene un significado simbólico concreto, lo cual permite sacar conclusiones muy precisas acerca del mundo interno y externo de una persona, estudiando la relación entre dichos factores en cada caso particular.
Existen distintas opiniones dentro de la astrología acerca de la relación entre determinismo y libre albedrío, pero todas ellas coinciden en que el individuo tiene un rol decisivo en el desenvolvimiento de su vida. Existe una frase proverbial que dice que "los astros inclinan pero no obligan", con lo cual se quiere trasmitir que cada hombre es dueño de su propio destino. El punto clave consiste en saber cómo hace un hombre para ser dueño de su destino y crear así su propia realidad. Por cierto que no es por simple voluntarismo.
El tratar de alcanzar un ideal de perfección externo a nosotros mismos sobre la base de la voluntad hacer el bien y rechazar el mal, nos genera el deseo de ser distintos de lo que somos, con lo cual imposibilitamos la autoaceptación, y por lo tanto, el crecimiento. El hecho de identificarnos con nuestras mejores cualidades y rechazar todo lo que percibimos de negativo y oscuro en nosotros mismos hace que vivamos un desgarramiento interno, que nos sumerge más y más en una angustia existencial.
El camino del crecimiento espiritual es, entonces, el camino del autoconocimiento, basado en la observación y aceptación de lo que verdaderamente pasa en nuestro interior. Solamente después que logramos ver y aceptar como propias, y sin culpa, nuestras emociones más sombrías, se abre la posibilidad de un cambio real y logramos ser dueños de nuestra propia vida. Este trabajo interno tiene un doble efecto; por una parte nos hace sentir más íntegros y felices, y por otra parte, posibilita una mayor realización personal en todos los terrenos. El mundo externo es un reflejo de nuestro mundo interno, y en la medida que resolvemos los conflictos en nuestro interior, nuestra vida se torna más feliz y plena, más llena de realización personal y de satisfacciones. Llegan a cambiar, incluso, las circunstancias que no están bajo nuestro control. Este proceso es paulatino y lleva tiempo pero, una vez que se comienza, se siente la necesidad de seguir adelante. Como afirmaba Jung : "Lo que el hombre no conoce de si mismo, le acontece como destino".
La astrología es una herramienta poderosa para el autoconocimiento y la autotransformación, ya que toda la información acerca de nuestro mundo interno, se lee en la carta natal por medio de símbolos. Brinda un apoyo muy valioso a toda persona que esté llevando a cabo un proceso terapéutico, o que simplemente quiera conocerse más a sí mismo.
http://sirio.webs.com/queeslacartaastral.htm
martes, 17 de febrero de 2015
Lo que puede y no puede hacer la Astrología. Por Arístides Molina.
La falta de una visión clara acerca de lo que la astrología puede ofrecer, sigue generando controversias. Hay fanáticos y detractores del tema, pero ninguna de esas posiciones extremas permite ver con objetividad las bondades y limitaciones de esta disciplina.
Para entender la naturaleza de las interpretaciones astrológicas veamos este ejemplo: Si transitas por un barrio peligroso, hay altas posibilidades de que seas agredido y si es de noche, las probabilidades aumentan notablemente. Pero no por eso se puede decir con certeza que vas a ser atacado. Asimismo, la astrología tampoco puede determinar los resultados, pero permite orientarnos acerca de las inclinaciones, tendencias y potenciales en diferentes áreas de la vida.
Cosas que puede hacer la astrología
- Descubrir rasgos de nuestra personalidad y comportamiento: ¿Eres líder o seguidor? ¿Te gusta la acción o prefieres soñar despierto? ¿Te sientes diferente porque prefieres pasar más tiempo con tu familia que con tus amigos? Tal vez sea parte de tu naturaleza y no tienes de que preocuparte. Estas y muchas otras características de la personalidad pueden ser reveladas a través de la astrología.
- Identificar nuestras habilidades: Tu papá es médico y tu abuelo también lo fue. Se supone que sigas la tradición pero algo te hace vacilar. La astrología puede ayudarte a reconocer tus aptitudes para una profesión, un deporte o un arte y a descartar otras actividades que no son muy afines contigo.
- Identificar el rol de las personas de nuestra vida: Podemos conocer el aporte e influencia que tienen en nosotros las personas con que nos relacionamos. Así seremos capaces de modelar conscientemente dicha relación y maximizar el beneficio para ambas partes.
- Mejorar la comunicación con los demás: Cada persona tiene diferentes formas de razonamiento y expresión. Los conflictos interpersonales se deben, en gran medida, a problemas de comunicación. Reconocer los estilos comunicacionales de tus interlocutores y perfeccionar el tuyo, va a mejorar notablemente tus relaciones.
- Entender las motivaciones propias y de los demás:
Dice la sabiduría popular que no se le puede pedir peras al olmo y
ciertamente es así. Hay quienes se centran mayormente en su familia,
otros en pertenecer a un grupo social, otros se centran en sí mismos. Si
conoces las motivaciones de las personas te resultará más fácil crear
relaciones ganar-ganar.
- Escoger tus relaciones: La astrología te puede indicar niveles de compatibilidad y complementaridad entre las personas. Esto puede ayudarte a elegir tu pareja, tus socios de negocio, tus empleados, tus compañeros de hobbies y mucho más. En India se arreglan muchos matrimonios por compatibilidad astrológica.
- Conocer las áreas fuertes y débiles en mi vida: La astrología, a través del sistema de casas, puede orientarte para maximizar tu desempeño en temas como las finanzas, el matrimonio, el trabajo y mucho más.
- Apoyo en la toma de decisiones: Muchas veces nos encontramos ante una disyuntiva y necesitamos recomendaciones o una visión más clara, para tomar decisiones. La astrología puede ser un buen referente para esclarecer los escenarios y estimar las consecuencias de cada uno de ellos.
- Anticipar situaciones potenciales: La astrología puede mostrar las tendencias energéticas a futuro. Pueden ser oportunidades para desarrollar nuevos emprendimientos, o bien pueden ser alertas con relación a posibles complicaciones u obstáculos que podrían presentarse. También se puede utilizar para elegir el mejor momento de celebrar un acontecimiento determinado: una boda, la apertura de un local comercial, etc.
Cosas que no puede hacer la astrología
- Predecir el futuro: Hay muchas técnicas astrológicas que, con precisión variable, realizan estimaciones del futuro, pero no hay certeza de que ese futuro ocurra en realidad, aunque tenga una probabilidad muy alta. El simple hecho de conocer el futuro, conlleva la posibilidad de alterarlo.
- Hacer mi vida por mí: La astrología no puede hacer las cosas por ti. Si un astrólogo identifica que tienes grandes posibilidades de ser un gran músico, aún así debes estudiar y practicar para hacerlo realidad.
- Sustituir mi libre albedrío: Muchos astrólogos dicen que los astros inclinan pero no obligan, pero a veces el consultante se toma las cosas literalmente. Siempre puedes intentar lo que quieras en tu vida, independientemente de que tengas o no, el visto bueno de la astrología. Tú eres el artífice de tu realidad.
- Determinar mi evolución espiritual: La astrología se mueve en un plano regido por la causa-efecto. La evolución espiritual de un ser humano está más allá de esa determinación mecánica. El alma se rige por criterios y energías que no se subordinan a los movimientos planetarios.
La videncia, la canalización y otras técnicas similares de entrega de información, no son parte integral de la disciplina astrológica. A los efectos de este análisis, los resultados obtenidos por esos medios no son tomados en cuenta.
http://astrologia.about.com/od/alcance/a/Lo-Que-Puede-Y-No-Puede-Hacer-La-Astrolog-Ia.htm
Astrología mundana. Por Jorge Morales.
CASAS ASTROLÓGICAS EN TEMAS NACIONALES
Jorge Morales
CASA I
El
país en sí y sus características geográficas, la población
(condición general de existencia, carácter, consciencia, hábitos,
fisiología, ambientes, etc.).
.
CASA II
CASA II
Las
finanzas publicas (tesorería nacional, monedas, presupuesto público,
recursos financieros, impuestos, bancos nacionales, negocios
gubernamentales), evolución material del país, afectividades
públicas.
.
CASA III
CASA III
La
mente concreta nacional, educación básica (preescolar, media o
diversificada), medios de comunicación y transmisión (televisión,
radio, cable, etc.), sistemas de transporte y comunicaciones interno
(idioma, dialectos, trenes, automóviles, terminales de pasajeros,
autopistas, carreteras, medios de navegación, correo, telégrafo,
telefonía alambica, etc.), turismo e emigración interna,
publicaciones (periódicos, revistas, movimientos literarios, etc.),
comercio interior, relaciones con países fronterizos, racional
intelectual evolución de la población.
.
CASA IV
CASA IV
El
comienzo y final de la nación, situación geográfica, características
(local, regional o nacionales costumbres o tradiciones, clima,
etc.), propiedades y patrimonios del país (tierras, minas, ciudades,
pueblos, construcciones, instalaciones, edificios, equipos,
monumentos y parques públicos, etc.), administración (urbana,
municipal, estatal o nacional, etc.), la sensualidad instintiva y
evolución experimental vegetativa de la población.
.
CASA V
CASA V
La
natalidad (bebés, niños, familia, etc.), asuntos nacionales, moda o
actualidades nacionales, arte (teatros, museos, cines, etc.),
recreaciones (deportes; fiestas o jobies nacionales, etc.), países
rivales, presupuesto anual, bolsa de valores.
.
CASA VI
CASA VI
Servicio
de administración pública (hospitales, bomberos, policías,
defensa civil, ejército, servicios de gas; agua; electricidad y
telefónico, doctores, enfermeras, ingenieros, etc.), condición
interior (salud nacional, epidemias y públicas enfermedades,
nutrición, etc.), la clase trabajadora, obreros o servidumbre,
habilidades o experiencias natas de la población, compañías químicas,
animales pequeños nacionales.
.
CASA VII
CASA VII
Las
relaciones internacionales (diplomacia, política exterior, etc.),
convenios (acuerdos, alianzas, etc.), conflictos y guerras, procesos
de arbitraje, matrimonios y divorcios, las cosas mundanas, evolución
nacional por complementación con otros países o emigraciones.
.
CASA VIII
Actividades de ocultismo (brujería, exorcismos, magia, evolución etérica nacional, etc.), la mortalidad nacional (muertes naturales; por enfermedades, accidentales o crímenes, funerales, etc.), la deuda pública, acuerdos financieros con otros países, cambios (transformaciones físicas del país, reformaciones, comienzo y fin del ciclo psíquico nacional, evolución etérica, etc.), compañías de riesgos (bolsa de valores, aseguradoras, etc.), tragedias (tempestades, terremotos, inundaciones, deslaves, incendios, explosiones, etc.), impulsos sexuales y sentimientos compartidos de la población, peligros nacionales.
.
CASA IX
Ambiente espiritual (religión nacional, iglesias, sitios sagrados, filosofía; moral; educación superior; consciencia y evolución espiritual de la población, etc.), sistema público (democracia, socialismo, comunismo, monarquía, etc.), legislación (constitución, leyes, reglamentos, sistema de justicia, etc.), institutos científicos y universitarios, comercio; transporte y sistema de comunicaciones con el exterior (aeropuertos, aviones, puertos, barcos, etc.), representaciones exteriores (consulados, embajadas, colonias, etc.), personalidades importantes nacionales, parques nacionales o centros de recreación extensos, emigración al exterior.
.
CASA X
El poder supremo (presidente, primer ministro, gobernador estatal, alcalde, senadores, políticos, líderes sociales, etc.), reputación o prestigio nacional a nivel mundial, principal actividad nacional, archivos nacionales, evolución general.
.
CASA XI
Países amigos (aliados, benefactores, protectores, organizaciones o asociaciones de ayuda o beneficencia, sindicatos, asociaciones públicas, cámara de representantes, parlamento, organizaciones internacionales, etc.), presupuesto nacional a largo plazo, avances tecnológicos (satélites, sistemas de comunicación inalámbricos, laboratorios científicos o tecnológicos, etc.), fracasos nacionales, cambios inesperados.
.
CASA XII
Evolución poblacional (trabajos y servicios humanitarios, trabajos personales, privacidad, inexperiencias nacionales, ignorancia, incultura, actos inconscientes populares, liquidación del fatum personal y final psíquico, etc.), obstáculos del país (fatalidades, miseria nacional, sacrificios, inconvenientes, pobreza, crímenes, suicidios, malos hábitos y adiciones, peligros, limitaciones, enemigos ocultos, intrigas, espionaje, actos ocultos o ilegales, karma, etc.), sitios de hospedaje o reclusión (hoteles, pensiones, cárceles, hospitales, sanatorios, conventos, etc.), inexperiencia o ignorancia nacional, animales grandes nacionales.
CASA VIII
Actividades de ocultismo (brujería, exorcismos, magia, evolución etérica nacional, etc.), la mortalidad nacional (muertes naturales; por enfermedades, accidentales o crímenes, funerales, etc.), la deuda pública, acuerdos financieros con otros países, cambios (transformaciones físicas del país, reformaciones, comienzo y fin del ciclo psíquico nacional, evolución etérica, etc.), compañías de riesgos (bolsa de valores, aseguradoras, etc.), tragedias (tempestades, terremotos, inundaciones, deslaves, incendios, explosiones, etc.), impulsos sexuales y sentimientos compartidos de la población, peligros nacionales.
.
CASA IX
Ambiente espiritual (religión nacional, iglesias, sitios sagrados, filosofía; moral; educación superior; consciencia y evolución espiritual de la población, etc.), sistema público (democracia, socialismo, comunismo, monarquía, etc.), legislación (constitución, leyes, reglamentos, sistema de justicia, etc.), institutos científicos y universitarios, comercio; transporte y sistema de comunicaciones con el exterior (aeropuertos, aviones, puertos, barcos, etc.), representaciones exteriores (consulados, embajadas, colonias, etc.), personalidades importantes nacionales, parques nacionales o centros de recreación extensos, emigración al exterior.
.
CASA X
El poder supremo (presidente, primer ministro, gobernador estatal, alcalde, senadores, políticos, líderes sociales, etc.), reputación o prestigio nacional a nivel mundial, principal actividad nacional, archivos nacionales, evolución general.
.
CASA XI
Países amigos (aliados, benefactores, protectores, organizaciones o asociaciones de ayuda o beneficencia, sindicatos, asociaciones públicas, cámara de representantes, parlamento, organizaciones internacionales, etc.), presupuesto nacional a largo plazo, avances tecnológicos (satélites, sistemas de comunicación inalámbricos, laboratorios científicos o tecnológicos, etc.), fracasos nacionales, cambios inesperados.
.
CASA XII
Evolución poblacional (trabajos y servicios humanitarios, trabajos personales, privacidad, inexperiencias nacionales, ignorancia, incultura, actos inconscientes populares, liquidación del fatum personal y final psíquico, etc.), obstáculos del país (fatalidades, miseria nacional, sacrificios, inconvenientes, pobreza, crímenes, suicidios, malos hábitos y adiciones, peligros, limitaciones, enemigos ocultos, intrigas, espionaje, actos ocultos o ilegales, karma, etc.), sitios de hospedaje o reclusión (hoteles, pensiones, cárceles, hospitales, sanatorios, conventos, etc.), inexperiencia o ignorancia nacional, animales grandes nacionales.
lunes, 16 de febrero de 2015
La carta de Mark Zuckerberg.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mark_Zuckerberg
Los datos para levantar su tema natal los he sacado de este enlace :
http://www.astrotheme.com/astrology/Mark_Zuckerberg
Regente de casa II es Venus y lo tiene exaltado en Tauro y cúspide de la casa IX, indicador de fortuna.
Parte del infortunio en casa I y regente de casa I, Mercurio en casa VIII, no parece augurar una larga vida.
En estos momentos Júpiter es el grado del divisor y hace cuadratura a Júpiter del rádix, parece estar indicando una época de excesos que le van a pasar factura a su patrimonio y a su dinero.
Júpiter rige las casas IV y VII, en esos escenarios se verán reflejados los excesos de Júpiter.
Referente a su vida , habrá que estar pendiente de la estrella maléfica Algol, que se encuentra en conjunción al Sol de su rádix.
En estos momentos Plutón en direcciones primarias hace oposición al Sol y a Algol, aunque con eso solo no es suficiente para temer por su vida.
La confrontación de paradigmas. Por Jesús Navarro.
La confrontación de paradigmas.
Dígase lo que se diga, fue la ruptura del racionalismo positivista con el viejo paradigma de la armonía y la sintonía universales (ilustrando tal hecho, paradigmáticamente por lo demás, las concepciones kuhnianas (Kuh 96) la raíz de la enemiga, y el consiguiente anatema, de la ciencia moderna hacia la astrología.
En verdad, poco podía preocupar a los científicos de los últimos siglos un determinismo más o menos que añadir a la nómina de los establecidos por la propia física sobre la realidad humana.
Bien mirado, y dicho sea sin cargar las tintas, resulta un tanto farisaico arremeter contra la astrología por su pretendido determinismo ciego, negador en consecuencia del libre albedrío humano (acusación que, como ha quedado ya claro en lo precedente, no hace justicia al posicionamiento astrológico tradicional de mayor raigambre), cuando la filosofía materialista de la ciencia contemporánea, llevada a sus últimas consecuencias, como una gran mayoría de científicos ha hecho durante los siglos más recientes, acaba reduciendo directamente todo comportamiento humano a los determinismos inapelables de la física.
Una contradicción, no resuelta, que alberga nuestra cultura, por lo demás, desde sus mismas raíces presocráticas (Gav 01), estipulándose simultáneamente en ellas el inalterable orden determinista del cosmos, de la naturaleza, del hombre en su seno, y la responsabilidad ética, librearbitrista, del propio ser humano.
Esa escisión, de suyo irreconciliable, como la del sujeto-objeto que sustenta el pensamiento científico de la modernidad histórica, necesita ser superada, y está clamando un radical cambio de paradigma, en el cual pueda darse una reconciliación, ajena a la subordinación, pero también a la prepotencia dominadora, del hombre frente al cosmos.
Un reposicionamiento del hombre en su universo basado en una concepción integradora, evolutiva, situada en ese difícil lindero entre el azar y la necesidad que parece ser condición, a la vez que garantía, de dicha posibilidad evolutiva (Duv 95, Kau 95), lo cual nos reorienta acerca del potencial interés de las aportaciones astrológicas consideradas y comprendidas desde esa perspectiva.
Tanto más cuanto ese interés era ya planteado por el mismo Ptolomeo (Pto 80), aunque haya sido gracias a las modernas escuelas psicológicas cuando se ha visto más ostensiblemente puesto de relieve, desde Jung en adelante, debido a la interacción y convergencia de tales líneas de pensamiento con la dinámica propia de algunas escuelas astrológicas del siglo XX, particularmente la humanista y su entorno más o menos próximo.
Pero la sinergia psicología-astrología no sólo se verifica a nivel simbólico o terapéutico, sino que cuenta asimismo con el aval de resultados experimentales, tal como los recogidos en (Cla 61, Cla 70, May 78, Gau 79a, Gau 79b, Fuz 92, Fuz 96), por citar unos pocos.
De hecho, aunque nunca se lograse confirmar (a pesar de los indicios favorables suministrados por los trabajos recién mencionados) la objetividad positivista de un nexo entre los procesos terrestres en general, o/y los humanos en particular, y el universo astronómico, y más concreta y específicamente el sistema solar, las posibilidades explicativas de lo astrológico en el ámbito psicológico, como recurso simbólico o proyectivo, seguirían perfectamente en pie (Eys 82, Fuz 96), reclamando para lo astrológico un lugar entre las ciencias humanas.
Al respecto, se dice taxativamente en (Eys 82), que la astrología, en lo concerniente a dichas posibilidades, “no es peor que técnicas psicológicas como la de las mancha s de tinta, ampliamente empleada, aunque nadie pretende que tales manchas contengan significado real. De hecho la astrología puede superarlas, porque sus conceptos tienen una belleza y un atractivo innegables, y porque, tomados de uno en uno, son sugestivamente sencillos”, para continuar afirmando, unas pocas líneas más adelante, que los terapeutas “están comprobando que los conceptos astrológicos pueden suministrar un marco útil para explorar y describir personas y situaciones en términos muy humanos y comprensibles”, añadiendo enseguida frase tan significativa como la siguiente: “tales beneficios se mantendrían, desde luego, sea o no objetivamente cierta la astrología”.
Claro que, en un capítulo precedente de su obra, Eysenck y Nias critican (Eys 82), aun valorándolo como “extremandamente significativo”, el nivel de confiabilidad de las posibilidades de descripción caracterológica basadas en el simbolismo astrológico, considerándolas “marginalmente útiles – por alcanzar, en media, sólo el 65% de acierto –”, a pesar de superar, los índices así cuestionados, los niveles de éxito alcanzados por los tests psicológicos convencionales, que son típicamente del 60%, e incluso inferiores (Pin 76), por no hablar de las cautelas publicadas sobre la fiabilidad de los tests proyectivos (Lil 01).
Desde luego, a mayor radicalidad de la divergencia entre los hechos e ideas discordantes y el conocimiento establecido, el grado de exigencia sobre las pruebas a suministrar, el peso que han de presentar, crece exponencialmente, de ahí las grandes reticencias y resistencias a validar los resultados siquiera levemente favorables a lo astrológico, por no hacer referencia al “conservadurismo natural” (New 00) de los científicos.
Tan es así que, existiendo algún experimento, planteado de acuerdo con la metodología científica convencional, cuyos resultados garantizan la posibilidad de salvar vidas humanas (de neonatos en concreto) recurriendo a la astrología, sin existir alternativa válida alguna, ni científica ni no-científica, sustitutoria (Eys 82), no se procede a su réplica para la oportuna verificación o falsación, prefiriéndose desatender tales recursos potencialmente salvadores ante la probable alternativa de tener que declarar validez científica a algún elemento astrológico, … ¡y todo ello en nombre de la ciencia!.
De hecho, ha sido, y sigue siendo, este tipo de prejuicios de la corporación científica, respecto a las posibles interacciones tierra-cosmos, hombre-cosmos, lo que viene retrasando la investigación de hechos insoslayables, pero soslayados al tener implicaciones que chocan con el paradigma científico dominante.
Una ciencia que, sin embargo, es capaz de dar cobijo no sólo a paradojas más o menos previsibles, más o menos inevitables (Kle 96), sino a contradicciones flagrantes en su seno (Pri 97, Tal 95), como tampoco se ruboriza cuando abandona su territorio de actuación para adentrarse en el de las concepciones de carácter singular, universalizante o globalizador (Pri 98), dando lugar a concepciones calificables por ello (Atl 91) de míticas, o de mitificantes, y que la ciencia tanto condena, por otra parte, cuando las reconoce en territorio ajeno a su anuencia conceptual, a su específica manera de “ver el mundo”.
Las resistencias a que me estoy refiriendo son tan enconadas como permite reconocer la tardanza, ¡cercana a dos siglos!, en valorar como correctas las apreciaciones (planteadas en 1801) del mismísimo Herschel, astrónomo de contrastada reputación donde los hubiera, sobre la correlación existente entre las variaciones del clima, los precios del trigo y las manchas solares y sus ciclos (Nes 96).
Y, cerca ya de 1890, cuando Spörer y Maunder publicaron que la fuerte anomalía solar del siglo XVII, hoy conocida como mínimo de Maunder (o de Spörer y Maunder), había coincidido con um periodo particularmente frío en Europa, “esta asombrosa observación pasó inadvertida durante casi un siglo” (Nes 96).
Del mismo modo, hace poco más de ¡una década!, cuando tres satélites artificiales, especializados en mediciones científicas, detectaron simultáneamente que la luminosidad de nuestra estrella más próxima disminuía, los científicos prefirieron pensar que, ¡los tres!, estaban fallando a la vez (cosa un tanto improbable, por cierto) y entregaban datos erróneos, antes que aceptar la validez e implicaciones de semejantes mediciones (Nes 96).
Por no hablar del pertinaz rechazo de los científicos prenewtonianos a la “supersticiosa idea” astrológica de considerar la Luna como causante de las mareas, o el de los científicos ilustrados y decimonónicos (y posteriores) al, también “supersticioso”, postulado de que los cometas pudieran tener incidencia alguna en la epidemiología humana.
Claro que, con el tiempo, la primera de ellas ha acabado siendo, no sólo de sentido común, sino extendida también, científicamente eso sí, tanto a cuestiones de tipo climático (Wun 00) como a otras de tipo evolutivo-biológico, especie humana incluida (Las 94), habiéndose constatado la incidencia lunar tanto en las respuestas de los circuitos integrados como en las humanas.
Por su parte, la segunda de las ideas mencionadas ha llegado a ser patrocinada por representantes de la ciencia del siglo XX tan destacados como Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe (Hoy 78), que además la extendieron hacia posibles implicaciones morfoevolutivas en la especie humana, sin arredrarse ante una posible acusación de connivencia con lo astrológico. También en este caso los avances experimentales han permitido corroborar la verosimilitud de tales planteamientos (Ber 99, Myo 01).
En contradependencia, buen número de astrólogos contemporáneos (Fuz 96) huyen de la ciencia, bien desde la enemiga a los supuestos meta-teóricos que la subyacen, bien rechazando sus métodos y contenidos como reacción autodefensiva frente a los prejuicios descalificatorios de “los científicos”.
Como ejemplo ilustrativo de dichos prejuicios, hoy todavía se insite en las conexiones “imaginadas por las mentes de los pseudocientíficos” entre, por ejemplo, las manchas solares y los ciclos económicos, tal como puede leerse en (Der 99).
Si bien la tendencia está comenzando a invertirse, gracias a que un creciente número de datos experimentales (Lan 90) muestran cómo la dinámica planetaria y sus ciclos inciden en el magnetismo solar (Sey 90), éste en las características del viento solar, uno y otro en el magnetismo y el clima terrestres (Ker 00, Lyo 00), a través de los parámetros orbitales de nuestro planeta, sensibles a su vez a la presencia de otros cuerpos del sistema solar (Gra 00), pudiendo afirmarse, pero ya científicamente, que “el vínculo entre clima y manchas solares parece bastante persistente” (Nes 96).
Sin olvidar, por lo demás, el cómo los cambios en la magnetosfera son detectables por animales y seres humanos gracias a la magnetita presente en algunas células o/y áreas de su cuerpo (Bak 83, Fuz 96, Kir 97).
Por no mencionar los estudios cronobiológicos y el conocimiento de cómo los marcadores externos sirven para “poner en hora” nuestros “relojes biológicos” internos (Str 94, Bin 97, Cop 99), que pueden estar presentes en una gran diversidad de tejidos corporales (You 00).
Va también emergiendo la constatación de la existencia de PLLs biológicos sintonizados a los ciclos planetarios (los de nuestro planeta o los de otros), permitiendo aproximaciones científicas a lo astrológico que empiezan a parecer de sentido común a determinados investigadores (Grn 00), quienes, por lo mismo, no sólo se abren a, sino pronostican, demandándolo, un cambio de paradigma (Grn 00).
Por no mencionar los resultados experimentales obtenidos por Gauquelin en sus trabajos sobre la herencia astrológica, que apuntan la posibilidad de que los planetas actúen de algún modo como parteras celestiales (Gau 78, Eys 82), convergiendo con el posicionamiento del propio Ptolomeo (Pto 80, Libro III, capítulo 1) a propósito de la interacción ambiente-neonato: “que su nacimiento y aparición concuerde con el estado apropiado del ambiente que lo rodea. Porque la naturaleza, después de su creación, lo hace moverse a su salida del cuerpo materno cuando la cualidad del ambiente se asemeja a las cualidades en que se formó”.
También se ha empezado a reconocer que ciertas conclusiones cosmobiológicas no llegan a distinguirse de lo históricamente contemplado como astrológico (Eys 82), si bien no faltan autores cronobiológicos que insisten en la ausencia de relación entre lo uno y lo otro (Bin 97), a pesar de reconocer que “todos los organismos terrestres se hallan sometidos a los ciclos asociados a la rotación lunar en torno a la tierra” y avalar la evidencia experimental de cómo los relojes biológicos humanos pueden ver modificado su comportamiento si son sometidos a débiles campos eléctricos ELF.
Siendo que en el rango de la ELF tienen lugar alteraciones electromagnéticas asociadas a los cambios geomagnéticos inducidos desde el exterior de nuestro planeta (Eys 82, Sey 90), existiendo asimismo evidencia experimental de que, exponiendo células durante cortos periodos a campos ELF, queda alterada la cantidad de RNA transcrito (Cog 90).
Todo ese panorama, escuetamente comentado aquí, permite reconocer la emergencia de una nueva ciencia (Eys 82, Fuz 96), … siempre que los científicos practiquemos las virtudes de objetividad, curiosidad y búsqueda de la verdad, tan inherentes a la genuina actitud científica (New 00), dejando a un lado los trasnochados argumentos (Wes 92, Fuz 96, Gui 01) con que suelen negarse los indicios de la evidencia, para ejercer un escepticismo científico cabal (New 00), es decir investigador (Pop 00), que no prejuiciado ni incrédulo.
Desentrañar la desconocida “caja negra” de “interconexión” cielo-tierra, he ahí el reto (Fuz 96) que nos lanzan las correlaciones hombre-sistema solar detectadas hasta la fecha, innegables, si bien todavía poco numerosas, pero no por ello descartables ni escasamente significativas, que se hallan a la espera de una necesaria aclaración científica.
Descalificar “científicamente”, entre tanto, lo astrológico, argumentando la ausencia de pruebas determinantes a su favor, viene a ser como no construir la casa porque ésta no existe.
http://espacoastrologico.org/astrologia-y-ciencia-una-perspectiva-critica-2/
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Elizabeth Montgomery.
Elizabeth Victoria Montgomery ( Hollywood , California , 15 de abril de 1933- Beverly Hills , California, 18 de mayo de 1995) f...
-
Si os apetece contrastar las estrellas fijas con vuestro horóscopo aquí os dejo algunas tablas de referencia. No las suele utili...
-
https://www.youtube.com/watch?v=U3w0Nrj1KWI Gráficos triples a tenor de las últimas noticias, y Carta de Sinastría.
-
Vamos a ver la carta de Amancio Ortega, el fundador de Zara. Yo he calculado que nació a la 01.00 a.m. Pongo el ...