
 
También llamada Astronomicón, el sistema astrológico de las doce casas aparece por primera vez en el poema de Manilio.
 Comienza por hacer una reseña de las principales constelaciones, 
remontándose a sus orígenes y nombres mitológicos. Luego trata del 
principio del mundo, de las diversas opiniones de los filósofos sobre el
 particular, de los elementos y de la redondez o esfericidad de la 
tierra. Trata del cielo, de los astros, de los signos del zodiaco, de 
las constelaciones extrazodiacales y, finalmente, de la existencia de 
Dios, a quien confunde con el universo. Refiere también las opiniones de
 los antiguos acerca del engrandecimiento y naturaleza de los cometas, y
 considera su aparición como un signo precursor de grandes calamidades. 
El segundo y tercer libro los llama Julio César Escalígero isagógicos, 
esto es, libros preparatorios y preliminares, porque no contienen más 
que definiciones sin sentar doctrinas ni teorías. En ellos Manilio habla
 del mucho influjo que ejercen, a su entender, los astros en los cuerpos
 terrestres; distingue los signos del zodiaco en masculinos, femeninos, 
diurnos, nocturnos, anfibios y otros por el mismo estilo, reproducidos 
mucho más tarde por Cornelio Agripa y Jerónimo Cardano.
Habla también del signo de la fortuna, y
 del modo de encontrarlo para echar el horóscopo: estos dos libros están
 atestados, con preferencia a todos los demás, de astrología más que de 
astronomía. En el cuarto libro trata de la acción y del influjo muy 
directo que ejercen los astros sobre los destinos humanos. En el quinto 
habla de las inclinaciones qne inspiran los astros a los mortales para 
dedicarse más bien a una profesión que a otra, y de la fuerza que 
ejercen en sus costumbres y caracteres; este libro es más curioso que 
los anteriores y contiene descripciones y episodios que, según afirman 
algunos críticos, son dignos de Virgilio.
http://www.libroesoterico.com/biblioteca/Astrologia/Manilio%20Astrologia%20Gredos.pdf