https://www.youtube.com/watch?v=Sc95KfhPo9o
Cuando los árabes entran en la historia de las ciencias y de las creencias,
se encuentran con una larga tradición que, en el ámbito de los astros,
remonta sus orígenes sobre todo a Mesopotamia y Egipto. Con respecto a la
región asiática, aunque el hecho astronómico que determinó su religión
astral fue la marcha (oblicua en relación con el horizonte celeste) del sol por
el centro de una franja de estrellas de 12º de ancho que dividieron en
distintos sectores o constelaciones (el Zodíaco) su astro principal era la
Luna (Sim) que constituye con Shamash (el Sol) y con Isthar (Venus) la
tríada sagrada de los pueblos del Tigris y el Éufrates (fig. 1). El paso de la
luna por los signos tuvo ya gran importancia para las predicciones
astrológicas y hay indicios de que, hacia el siglo VI a.C. los babilonios
tenían una lista de diecisiete “constelaciones que están en el camino de la
Luna”, así como un Zodíaco de dieciocho signos relacionado también con
la Luna1. En cuanto a la división en veintiocho casas, que está en la base de
nuestra doctrina, estudios como los de Weinstock y Chatley las ligan a los
días propicios y adversos de los egipcios2.
En
definitiva, hemos vivido una epidemia estacional cuyo tratamiento
político y mediático ha reducido nuestros derechos fundamentales, ha
trastocado todos los puntos de referencia anteriores y ha establecido
nuevas normas, totalmente ajenas a la realidad, ineficaces cuando no
contraproducentes, y que nos han sumido en el sometimiento y la
indignidad de un modo que amenaza con ser irreversible.
La potencia de fuego de la díada político-mediática ha fabricado el consentimiento.
Frédéric Badel
(Fuente: https://anthropo-logiques.org/; visto en https://ejercitoremanente.com/
https://astillasderealidad.blogspot.com/2021/03/control-mental-y-manipulacion-de-masas.html
https://enelamordelavida.blogspot.com/2021/03/feliz-semana-santa.html
"El erudito es un conocedor a fondo de todos los pormenores, de todos los nombres de todas las clases, casos y excepciones, del tema que se trate. El erudito es un mantenedor de inventarios, un taxónomo
El sabio, de otra parte, no necesita conocer la totalidad de una materia, ni siquiera la lista completa de nombres y tipos, para establecer un juicio.
Un sabio no necesita clasificar a todas las estrellas, para asegurar que mañana saldrá el Sol y que se pondrá.
El erudito atestigua, da fe, es el notario.
El sabio interpreta los hechos y en base a sus experiencias establece pautas, relaciones y emite juicios, es el juez.
Es común que un sabio pueda desarrollar erudición.
Un erudito no tiene tan garantizada la sabiduría".
Este estudio clásico de Julio Caro Baroja acerca de las brujas y su mundo cubre un amplio ámbito histórico y cultural: las ...