miércoles, 10 de junio de 2015

Saturno en Escorpio, S.O.S. Por Mila Domingo.










Saturno en Escorpio, S.O.S.





Saturno (esqueleto, muerte) en Escorpio (la “poda”).
Ya va quedando menos para que Saturno abandone Escorpio. Entró en el signo en octubre de 2012 y saldrá de allí para entrar en Sagitario el próximo 23 de diciembre, aunque volverá a recorrer los últimos grados de Escorpio entre el 15 de junio y el 18 de septiembre de 2015, cuando saldrá definitivamente. Como veremos a continuación, parece que hay fuerzas oscuras que han estado aprovechando al máximo este tránsito de Saturno en Escorpio así como el tiempo que le resta. Como Saturno rige con Júpiter los grandes ciclos socio económicos, los inquietantes efectos de este paso por Escorpio podrían ser duraderos.
Saturno es el maléfico mayor porque está compuesto de las cualidades primitivas de frío y sequedad, las dos que se oponen a la vida. Además, la ‘malignidad’ de Saturno se apoya en que esas dos cualidades están descompensadas, siendo el frío la cualidad extrema de este planeta.
El frío es ausencia de calor y de luz, que es lo que origina el calor. Representa el movimiento centrípeto (de fuera hacia dentro: adquisición, absorción), la oscuridad, el secreto. La actividad no es aparente sino latente o interiorizada. Por su parte, la sequedad simboliza organización, rigidez y falta de empatía. Así como las cualidades que conforman Saturno se oponen a la vida, los dos domicilios del planeta, Capricornio y Acuario, se oponen en la rueda zodiacal a los de las luminarias de la carta, que son Cáncer (‘casa’ de la Luna) y Leo (la ‘casa’ del Sol), cuando resulta que la Luna y el Sol, el par primordial, originan la vida material y simbólica.
Saturno es es el último planeta del septenario clásico y significador del límite, la restricción, la cristalización, el tiempo, el envejecimiento y la muerte, el límite más radical de todos. Como planeta mayor, aspira a influir en su entorno social. Representa altas jerarquías, patronal; la autoridad, pero exigente, severa, estricta, implacable. En su mejor versión representa lo que no es agradable pero sí absolutamente necesario: estructura, responsabilidad, moderación, límites. Saturno sólo otorga su recompensa al paciente, al perseverante y a quien siembra a tiempo.
Si Saturno se “encarna”, lo hace en un tipo físico bastante concreto: lo primero que nos viene a la mente es un hombre delgado, huesudo. Aunque es moreno, está algo pálido puesto que no suele estar al aire libre o expuesto a la luz del día, porque no acostumbra a socializar; prefiere su estudio, la soledad de su taller, su lugar de trabajo o retiro. De aire distante, algo hay en su aspecto que denota falta de armonía: puede ser feo o solamente inquietante. No parece alegre o amigable ni la mejor compañía para quedar atrapado en un ascensor, porque además, según se decía antiguamente, Saturno “hiede”. Pero hasta ahora hemos hablado solamente del planeta. Veamos el “ropaje” zodiacal que envuelve el planeta en la actualidad y que puede alterar o reforzar sus atributos naturales.
Escorpio, signo frío (elemento Agua), análogo a los procesos otoñales de deterioro y muerte, empeora la malignidad de Saturno porque refuerza el frío: aumenta en el planeta la oscuridad, el secreto, el misterio, la capacidad para la intriga y el daño. Al ser Escorpio la casa de Marte, es un signo predispuesto a la agresividad, la coacción. Escorpio es uno de los signos enfocados hacia la dominación, pero no directa y evidente (cualidad de frío) sino del tipo persuasivo (en positivo) o manipulador (en negativo). Aquí, Saturno, que ya está predispuesto a la autoridad, quiere controlar, someter… castigar.
La recepción se revela fundamental para entender el alcance y efectos de Saturno porque en Escorpio es, además, el mayor enemigo de los dos planetas que en general suelen representar a las mujeres y mucho más: la Luna (cuidados, seres dependientes, nutrición, empatía, público) y Venus (valores, afectividad, dinero), a las que daña enormemente durante este tránsito, porque a su propia naturaleza de planeta maléfico se añade que se halla en el signo de caída de la Luna y exilio de Venus. En clave personal, las relaciones personales y afectivas se ven muy perjudicadas si se llega a sufrir un tránsito tenso de Saturno en Escorpio a estos planetas.
Podemos también buscar y encontrar analogías constructivas para Saturno en Escorpio, claro que sí, aunque nunca serán “simpáticas”: como ejemplos, la consideración de la eutanasia como muerte (Escorpio) controlada o regulada (Saturno); la investigación (Saturno) sobre todo tipo de residuos o cadáveres (Escorpio) o incluso la aproximación científica a la inmortalidad, son ejemplos de aplicación constructiva -esperemos, ejem- de Saturno en Escorpio.
Pero recordemos que tanto Marte como Saturno son ‘maléficos': si Marte “roba”, Saturno “expolia”. La humedad de Escorpio aporta a Saturno un resquicio de vida (humedad) ajena (Escorpio: recursos de los demás) que el planeta del tiempo, conforme a su naturaleza esencial, absorbe (frío) con codicia (frío extremo), para sí (sequedad). Así, Saturno toma (frío) desposeyendo (sequedad). La absorción es extrema, puesto que también es extremo el frío de Saturno, aumentado en Escorpio. A estas alturas de la descripción, seguro que hay algo que nos va resultando familiar…

Un símbolo, una personificación para Saturno en Escorpio



Drácula emergiendo de las sombras nocturnas
El 26 de mayo de 1897, con Saturno transitando también -como ahora- por el signo de Escorpio, salía publicada la más célebre novela de Bram Stoker y Drácula entraba por todo lo alto en el imaginario colectivo del horror. Lejanamente basado en un personaje histórico, Drácula no fue el primer relato sobre vampiros, pero sí el más importante, hasta el punto de que su protagonista es el chupa sangre no muerto más famoso de la cultura occidental. Stoker, el atormentado progenitor, un nativo solar de Escorpio con la Luna también en ese signo, alumbró un personaje que sin duda habitaba sus pesadillas. El autor tenía además su Sol en 15º de Escorpio, grado Avatar, señalando una aportación significativa de marca escorpiana (miedo, muerte) al gran público: su creación personal correspondía en realidad a una demanda del inconsciente colectivo y de ahí el alcance del personaje.
Este nuevo arquetipo fue llevado al cine (el gran medio de difusión colectiva de la imagen) en muchas ocasiones, siendo de las más relevantes Nosferatu (1922), Drácula (1931), Drácula (1958) y Drácula de Bram Stoker (1992). De estos cuatro estrenos, sólo el de 1931, con Bela Lugosi de protagonista, no tiene ningún planeta en Escorpio, pero se reestrenó en 1947, esta vez con la Luna y Júpiter en Escorpio. Otra película, también muy célebre, es Entrevista con el vampiro (1994), estrenada el 11 de noviembre, con Mercurio, Venus, Nodo Norte, Sol, Júpiter y Plutón en Escorpio. En 2008, con el Sol y Marte en Escorpio se estrenó una de mis películas favoritas: Déjame entrar, bellísima historia de horror y amor vampírico con un guión de los que ya no se hacen. También en noviembre de 2008 dio comienzo la saga Crepúsculo, estrenada con Sol y Mercurio (adolescentes) en Escorpio. En la actualidad, con Saturno transitando por Escorpio, tenemos de nuevo a Drácula en danza, tanto en formato serie como en film. Drácula, la leyenda jamás contada, se estrenó en España el viernes 24 de octubre. Y vampiros aparte, parece que el descenso a los infiernos que implica Saturno en Escorpio ha fomentado el auge y éxito de público de lo macabro en la ficción televisiva: The Walking Dead, American Horror Story, Penny Dreadful… una forma inofensiva de exorcizar la maldad y la angustia que nos provoca.

El vampirismo literario o cinematográfico como metáfora

Así, desde 1897, el vampiro comparte espacio con otros mitos y arquetipos fundamentales de nuestra cultura y de nuestros sueños. Pero, ¿qué relevancia puede tener un personaje de ficción? Mucha. Por un lado, el cerebro no distingue entre los estímulos reales o los imaginarios a la hora de crear respuestas emocionales y efectos físicos, somatizaciones. Por otro, l@s -verdader@s- artistas actúan como canales para las demandas colectivas y alumbran de vez en cuando iconos, arquetipos, es decir, personajes con significación universal, que por eso mismo tienen tanto impacto. De manera simbólica, estos personajes “encarnan” una información significativa que en el “mundo real” puede cobrar otras formas, perfiles, diseños, identidades, pero cuyo fondo es idéntico. Dicho de otro modo, podemos decir que los “vampiros” son reales porque en este mundo hay personas o grupos de personas que despliegan un dominio taimado y perverso sobre los demás con el objetivo de “succionar” sus recursos vitales, emocionales, materiales… y tras dejar “exangües” a sus víctimas, salen inmediatamente en busca de las siguientes. Este proceso es tan antiguo como la humanidad, que es tan antigua como sus mitos y se produce tanto en el plano personal como colectivo. Pero conforme avanzan los tiempos se está desarrollando en una escala cada vez mayor y con más alcance, como en el argumento de los muertos ‘caminantes’ de Walking Dead. Es el tiempo de los depredadores nocturnos invadiendo el ámbito diurno. La pesadilla hecha realidad.



Los vampiros suelen atacar a víctimas sumisas…

Con Plutón colaborando en Capricornio, domicilio de Saturno y signo íntimamente relacionado con el capitalismo, el mundo empresarial y su estructura vertical, para el que el tránsito de Plutón parece haber desatado una crisis desde su entrada en 2008, Saturno en Escorpio puede haber favorecido que los cargos públicos, responsables del bienestar de la ciudadanía, adopten medidas que expulsan a las personas de su zona de seguridad, resguardo, supervivencia (Escorpio y Capricornio son los signos de perjucio para la Luna: público, nutrición, cuidados). Los grandes organismos internacionales ganan terreno mientras las naciones pierden soberanía, decretando (Saturno) progresivos recortes (Escorpio) con la excusa de atajar la deuda (Escorpio) o el deterioro (Saturno) de la economía, en todas las áreas que hasta hace poco eran ámbito de derecho consolidado, al menos en lo que se conoce como primer mundo. Las medidas, por supuesto, consisten en el trasvase de recursos -vitales para el país y su población- desde lo público a lo privado, hasta que el Estado quede finalmente exangüe. Crece alarmantemente la pobreza en la base de la población mientras aumentan con constancia el número de nuevos millonarios y las grandes fortunas de ‘toda la vida’. Según los últimos informes, parece que España se aplica y progresa adecuadamente, empleando el lenguaje que entienden l@s niñ@s formales y obedientes. De hecho, estas mismas dentelladas que ahora se aplican al cuerpo social occidental ya fueron aplicadas en África y América Latina en otras décadas con los resultados conocidos.
Los símbolos astrológicos se materializan frecuentemente de manera muy literal y estos organismos envían a sus emisarios, los “hombres de negro” (el color de Saturno), unos señores muy serios y muy discretos que acuden a tutelar que las medidas se implementen según lo previsto. Otra gran manifestación del símbolo: los grandes fondos multinacionales, que unos llaman de riesgo y otros directamente “buitres” (más Saturno en Escorpio: el animal carroñero acechando pacientemente un futuro cadáver), acuden a los países cuyas economías están en fase de “reestructuración” (Escorpio) o más bien de demolición controlada para adquirir (succionar) los recursos públicos a precio de saldo. Edificios centenarios, recursos y zonas naturales, empresas públicas, viviendas… gangas que los



Los discretos ‘hombres de negro’ de la Troika.
Gobiernos, con argumentos cortoplacistas, venden medio regaladas a los dichosos fondos, cuya principal virtud, como los buitres, es la capacidad de espera (Saturno, señor del tiempo) porque a largo plazo es previsible que estas gangas recuperen su valor y entonces puedan ser revendidas con un margen considerable de beneficio. Los efectos de esta devastación se pretende que sean permanentes, que supongan un cambio de modelo para la actual y siguientes generaciones. Vampirismo institucionalizado como único plan de acción gubernamental.
Yendo a ámbitos más modestos, muy de actualidad en España son las “tarjetas black” de Caja Madrid (de nuevo el color negro de Saturno, porque simboliza ocultación, opacidad, engaño), dinero ajeno para la fiesta incesante de los caraduras que hundieron la entidad, entre la apropiación indebida del dinero de los clientes, la incompetencia y la desfachatez. Y qué decir de la estafa de las ‘preferentes‘. La corrupción, tan generalizada y extendida, análoga a la muerte y a Saturno (se corrompe lo que está muerto). Las ramificaciones con otros ‘tinglados’, financiación ilegal de partidos incluida, son extensas y la inmundicia en este país ya es cuestión de desborde, aunque al menos está saliendo a la luz, casi siempre gracias a filtraciones y denuncias de particulares o algún implicado. Día a día llega el enésimo escándalo para una ciudadanía con una paciencia finita, simultaneado estas pasadas semanas con el de la pésima gestión del primer contagio del Ébola fuera de África, en este país tan cerca de África. Sangre y recursos materiales encuentran en todos estos casos su paralelo, tanto en lo personal como en lo mundano, porque en el modelo actual el dinero es la sangre que mantiene vivo el cuerpo social.
Qué ‘coincidencia’ que el presidente del Gobierno español de esta etapa digna de recordarse, Mariano Rajoy, tenga a Saturno en Escorpio en su propia carta natal. Recordemos que las cartas natales de los dirigentes públicos pasan a ser juicio general; esto quiere decir que son cartas de significación natal e individual pero también colectiva, mientras dure el mandato. La solemne toma de posesión, tanto de Mariano Rajoy como de todos sus ministros, se produjo entre los días 21 y 22 de diciembre de 2011, con la Luna (pueblo, empatía) esos días en Escorpio, signo de su caída y uno de los peores para la Luna y los asuntos públicos.
Otras recientes materializaciones del siniestro Saturno en Escorpio son, por ejemplo, la Operación Margen Protector, entendiendo ‘margen’ como frontera (Saturno), operación militar que ha desplegado Israel este verano con gran violencia contra los palestinos de Gaza, con la escorpiana excusa de la ‘autodefensa’. También la gran expansión del Ébola en África, para la que el primer mundo apenas está destinando recursos y su llegada a Occidente, que he mencionado más arriba, como si se tratara de la amenaza de una peste moderna que desafía las fronteras, porque el agua de Escorpio destruye los límites. Precisamente una de las medidas ‘defensivas’ implementadas por los países africanos afectados por la epidemia -también por la escasez de recursos- ha sido el cierre de fronteras, otro ‘margen protector’. Ah, y las dañinas e indignas vallas (más fronteras en versión maligna) en Melilla…
Terminando de escribir este largo post me encuentro con información sobre otra siniestra amenaza para la ciudadanía, mayor si cabe que las descritas, que ha tratado de pasar lo más desapercibida posible, porque ya sabemos que los vampiros encuentran protección en las sombras, que es lo mismo que decir la ignorancia del gran público. Se trata de la discreta fase final de la preparación del tratado transatlántico de libre comercio (TTIP) entre EEUU y Europa a lo largo de esta estancia de Saturno en Escorpio, que si llega a su completa aprobación por parte de la Comisión Europea (el rechazo de un solo Estado miembro



El sigiloso TTIP trae las uñas y los dientes muy afilados. ¿Nos pillará durmiendo?
lo imposibilitaría), supondrá la preeminencia absoluta de los grandes lobbies empresariales multinacionales sobre la soberanía nacional y derechos de la población (sanidad, derechos laborales, medio ambiente, patentes agrícolas, propiedad intelectual, regulación de Internet, regulación bancaria, etc). En definitiva, quedan afectados principalmente los ámbitos mencionados antes de la Luna y Venus, así como los de Cáncer y Leo por su conexión con la solidaridad de las comunidades y soberanía, autonomía y dignidad de los pueblos de Europa.
“El TIPP es el acuerdo económico y comercial más importante del mundo que, si entra en vigor, abarcará más del 40 por ciento del PIB mundial.” El acuerdo incluirá una cláusula que permitirá a las multinacionales demandar a los estados cuyos gobiernos aprueben leyes que afecten a sus beneficios económicos presentes o futuros, lo que ya ha sucedido en otros países que han suscrito acuerdos de esta índole. En lo que respecta a nuestro propio país, el Gobierno ha estado negociando este acuerdo a espaldas de la ciudadanía. Es, más, el pasado 6 de mayo, los grupos políticos PP, PSOE, CiU, UPyD y PNV rechazaron en el Congreso español la propuesta de Izquierda Unida (IU) de celebrar un referéndum sobre este asunto, lo que como poco habría dado a conocer el tratado al público de este país, rechazo que consta en el diario de sesiones para cualquiera que quiera consultarlo. Al mismo tiempo, este tratado y su elaboración permanecen ausentes de los principales medios de comunicación así como de todo debate político. Sólo medios y formaciones alternativas están tratando de darlo a conocer, que se nutren de nuevo de filtraciones y denuncias de activistas. Es la gran sombra que se cierne sobre nuestro futuro y el de las siguientes generaciones como ciudadanos europeos, convenientemente escondido detrás de los ‘entremeses’ de los entretenidos debates sobre los escándalos que brotan cada dos días, últimamente sobre las ‘tarjetas black’ y la reciente Operación Púnica, bastante graves de por sí, pero que tienen solución.
Si había alguna duda respecto a la identificación del TTIP con Saturno en Escorpio, resulta que el tratado, que se pretende firmar a finales de este año, tendrá una vigencia de 30 años (!!!), que es prácticamente el ciclo de Saturno. Pero es más, exactamente dentro de 30 años, a finales de 2044, Saturno estará finalizando el próximo retorno a Escorpio. De nosotros depende -todavía- el significado de ese retorno.
Si finalmente gana Drácula y se establecen el tratado y sus cadenas, casi dará igual quién salga elegido en las próximas y sucesivas elecciones.

El antídoto

Estaca, ajos y crucifijo aparte, el archienemigo de los succionadores de sangre es la Luz. La fuente física y simbólica de la luz es el Sol y su mayor reflejo, la Luna. Como he dicho al principio, la Luna y el Sol son el par primordial generador de vida, los reyes del septenario y están al mismo nivel en la jerarquía simbólica. ¿Qué simboliza esta Luz? Tanto las luminarias como sus domicilios (Cáncer y Leo) nos dan la respuesta, el antídoto para Saturno en Escorpio.
La Luz es la vida, el día, la consciencia, el conocimiento y también la fe. La Luz se opone al secreto, al disimulo, la mentira y a la manipulación. Contra la oscuridad y la opacidad, luz y exigencia de transparencia. Conocer y difundir la información es pues, el principal antídoto, pero para ello hay que sortear la censura vigente, la manipulación y la mentira desde los medios oficiales, a sueldo de las grandes corporaciones y la banca. Hagámoslo a nuestro nivel, aunque nuestra esfera de influencia sea pequeña, porque no hay que subestimar la acción en red solidaria y la inteligencia colectiva.
Como he dicho antes, llevo algún tiempo elaborando este post sobre vampiros y antídotos, pero precisamente hoy sábado que lo estoy terminando, leo que Susan George, conocida figura del activismo internacional, ha expresado la principal estrategia contra el TTIP con estas mismas palabras: “Para conseguir la victoria debemos utilizar la estrategia del vampiro: sacar a la luz lo que se está negociando, para matar su plan.” Creo que tenemos el bicho perfectamente identificado.
En sus versiones más luminosas (*), Cáncer (Luna) y Leo (Sol) nos explican algo más.
Cáncer simboliza la solidaridad afectiva y activa (signo cardinal), la compasión, cuidados, nutrición, el sentido de clan (familia) y de pertenencia; el respeto a los orígenes, al pasado familiar y social, la idiosincrasia colectiva. Mirando hacia el pasado, Cáncer observa lo que nos es común a todos y construye comunidad. La humanidad sobrevivió sus primeras y durísimas etapas prehistóricas y hemos llegado hasta aquí precisamente por la solidaridad y la compasión, porque desde el inicio de los tiempos ha habido comunidades, clanes, en los que se cuidaba y protegía incluso a los miembros del grupo que no podían hacer una contribución efectiva, según ha demostrado el hallazgo de esqueletos prehistóricos de personas necesariamente dependientes. ¿En qué iglesia o doctrina aprendieron el desinterés aquellos humanos primitivos? A lo mejor es que forma parte de nuestra naturaleza. La seguridad de un grupo protector defiende la vida, disipa el miedo y contribuye a que aflore lo mejor de sus integrantes; esto es válido para cualquier época, cultura y rincón del mundo. La gran familia humana.
Leo, por su parte, simboliza principalmente la generosidad y un estándar de dignidad al que no se puede renunciar porque de lo contrario no puede haber autoestima, ni individual ni colectiva. Los grupos humanos que trabajan solidariamente con compasión elevan (Fuego) el espíritu grupal y nos dignifican a todos.
Descorramos las cortinas para que entre la LUZ y tod@s los vampir@s queden reducid@s a cenizas.



(*) En sí, no hay unos signos mejores que otros, sino unas ‘versiones’ o expresiones de los signos mejores o más constructivas que otras. Todos los signos son valiosos y expresan funciones fundamentales.



 http://www.astroglifos.com/about/






martes, 9 de junio de 2015

Revolución solar 2015, Juan Carlos I.









Hoy vamos a mirar la R. Solar del ex rey de España.


Para empezar miraremos las Direcciones primarias en sinastría al rádix.







Curiosamente el Ascendente de primarias ha entrado hace poco en el Término de Venus, y Venus rige su Ascendente y es co regente de su casa V, además que por analogía también está señalando el amor y el goce de la vida,... no es de extrañar pues que los rumores que circulan esten bien fundamentados.

Pero la oposición a Júpiter enfrentará esa tendencia " amorosa ", con la legalidad y no pasará desapercibido, ya que está en conjunción al Medio cielo.

Veamos como está su RS para 2015.






La RS señala un año netamente " amoroso ", la casa V de RS se pone sobre su casa VII y casa VIII, lo que hace presuponer intentos de matrimoniar, y posiblemente también problemas con el dinero del  ex conyugue.

Venus sobre Júpiter y el Medio cielo, o Marte sobre la Luna, son aspectos que corroboran este año especialmente " amoroso ", aunque por supuesto habrá impedimentos, como indica el Fondo del cielo sobre Saturno.


Para finalizar miraremos las Profecciones.




Curiosamente el Señor del año, también es Venus y la casa VII , la de unión o matrimonio , va a profectar sobre su Ascendente.

Tendremos nueva boda ?......ahí lo dejo.





lunes, 8 de junio de 2015

Mercurio retrógrado y el misterio de como funciona la Astrología. Por Alejandro Martínez Gallardo.








Mercurio retrógrado y el misterio de cómo funciona la Astrología.

 

Una interpretación poética, hermética y platónica de la oscura influencia de Mercurio retrógrado, la simbología del dios y el planeta y una teoría del modus operandi de la astrología

Por: Alejandro Martinez Gallardo

 


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Ya que si no hubiéramos visto las estrellas, el Sol y el cielo, ninguna de las palabras con las que hemos descrito el universo habrían sido dichas. La visión del día y la noche, los meses y las revoluciones de los años, han creado el número, y nos han dado un concepto del tiempo y el poder de investigar la naturaleza del universo; y de esta fuente hemos derivado la filosofía…

Platón, Timeo



But if a man would be alone, let him look at the stars.

Ralph Waldo Emerson



En las estrellas recordamos; en los planetas olvidamos.

Eliphas Levi









Pese a que en nuestra sociedad científica creer en la astrología garantiza el desprecio intelectual y esta disciplina hoy en día es sinónimo de superstición, los astros siguen ejerciendo una innegable atracción en la imaginación popular que no parece estar por apagarse. De alguna manera la astrología es uno de los últimos rescoldos de esa cosmovisión mágica, hoy para muchos primitiva, a la cual nos seguimos sujetando en medio del desencantamiento mecanicista y la pérdida de las grandes narrativas que caracterizan a la sociedad moderna. Y es que, aunque ya ni siquiera podemos ver la estrellas en nuestros cielos y no solo hayamos declarado muerto a Dios sino también a la naturaleza, los planetas y las estrellas son el símbolo primordial de la belleza, el misterio y lo espiritual (en ellos creemos atisbar la cara visible de lo divino). Si bien tenemos las imágenes del Hubble y las teorías astrofísicas, no nos es suficiente ver estas maravillosas imágenes y leer sobre estas extrañas teorías; no tardamos en proyectar cualidades psíquicas a los cuerpos celestes y a ver en el ritmo de sus movimientos y en la belleza de sus formas los signos de nuestra propia existencia. Podríamos decir, con Pascal, que no soportamos el silencio del espacio infinito, y queremos que el cosmos hable, esté habitado y se haga presente en nuestras vidas. En este sentido la astrología, que postula un cosmos lleno de significado (un logos o una razón en los astros), es una de las más conspicuas alternativas al materialismo que predomina en la ciencia moderna hoy en día.

Tal vez despreciamos o simplemente desconocemos la astrología, pero a la mayoría de nosotros nos sigue picando la curiosidad conocer aspectos de nuestros signos solares, de los de nuestras parejas y tal vez también nos llama la atención el fenómeno de lo que los astrólogos llaman “Mercurio retrógrado”. Pareciera que el modelo de realidad de la ciencia, tan efectivo para producir tecnología y extraer los secretos de la naturaleza no tiene la misma efectividad para saciar nuestras inquietudes y responder a nuestras preguntas más profundas.

En los márgenes y en los huecos que deja la ciencia, en nuestra necesidad de encontrar sentido no solo al mundo sino a nuestra propia existencia en conexión al mundo, florece la astrología. Como un hongo, o como una flor que es imagen siempre de una estrella. Depende desde donde miremos. Una las formas más comunes con las que entramos en contacto con la astrología es a través de lo que se conoce como Mercurio retrógrado, un fenómeno un tanto espectral que se ha vuelto parte del lenguaje cotidiano, como una explicación que casi todos hemos oído para momentos de poca fluidez en la comunicación y en el transporte. “Debe de ser Mercurio retrógrado”, se dice cuando nada conecta, con intuición o fácil pretexto. Aunque tenía una cierta noción de lo que este movimiento aparente de Mercurio simbolizaba para la astrología, principalmente por estar familiarizado con los atributos del dios Mercurio (Hermes), hace unos días me dí cuenta de que realmente no sabía cómo explicar este fenómeno astrológico. Después de algunas lecturas y un poco de investigación, sigo sin estar seguro de poder entender con suficiencia los posibles mecanismos de acción de este fenómeno y sus significados, que son múltiples. Pero de esto no me avergüenzo, ya que Hermes (como el Loki nórdico) es un dios que gusta de ponernos en predicamentos, de hacer (o resolver) líos, de mistificarnos, de la perplejidad y el enigma que conducen al descubrimiento (o al dolor de cabeza). Su terreno natural es la aporía y la paradoja, como el arquetipo del trickster que tan bien encarna. Reconociendo que me he metido en el centro de un laberinto, en este artículo intentaré explicar lo que significa para la astrología Mercurio retrógrado, a partir de qué fenómeno astronómico se deriva este significado y, por último, explorar un poco cómo es que el movimiento de Mercurio puede producir un efecto en nosotros o, mejor dicho, cómo es que podemos ver en el movimiento de Mercurio y en la simbología del planeta (y el dios) un mensaje relevante para nuestras vidas, lo cual irremediablemente remite a una tentativa explicación de cómo funciona la astrología. En este sentido intentaré hacer de Mercurio, de vicario de Hermes, que es esencialmente el traductor (el hermeneuta), puenteando la astrología con la filosofía y la psicología. Al final del artículo, para no profanar de manera tan irreverente y dejar algo de ofrenda traduzco aquí un himno a Thoth, el Hermes egipcio, el cual descubrí leyendo una excelente crónica en la que Aaron Cheak (autor del genial Alchemical Traditions) resuelve su encuentro con el lado oscuro de Mercurio recitando este himno, acaso así complaciendo al dios de los pies alados.


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¿Qué es el movimiento retrógrado de un planeta?


Como algunos sabrán Mercurio entró en su órbita retrógrada el 18 de mayo y estará en esta contracorriente hasta el 11 de junio. Ahora bien, este movimiento de Mercurio es engañoso, aunque no exclusivo de Mercurio. En realidad Mercurio no regresa en su órbita, en dirección opuesta del zodiaco, sino que solo aparenta hacerlo desde nuestra perspectiva en la Tierra. Este espejismo ocurre cuando, desde la perspectiva de la Tierra, los planetas parecen moverse de oeste a este, invirtiendo aparentemente el movimiento normal que para nosotros es de oeste a este. En el caso de los planetas exteriores –Marte, Júpiter, Saturno, Neptuno, Urano y Plutón (planeta en el sistema astrológico)– esto ocurre cuando entran en oposición al Sol y son “rebasados” por la Tierra en su elíptica al completar con mayor velocidad su órbita. En el caso de Mercurio y Venus, los planetas en el interior de la órbita terrestre, entran en retrogradación cuando entran en conjunción inferior con el Sol y desaparecen ante el brillo solar. En el caso de Mercurio, su órbita altamente elíptica hace que su velocidad cambie, por lo que desde la perspectiva de la Tierra, esto se ve de la misma forma que si un automóvil en una carretera de múltiples carriles fuera a alta velocidad y luego desacelerara; desde nuestra perspectiva parece que va hacia atrás y luego vuelve a estar adelante del Sol. Debido a esta conjunción, Mercurio y Venus parecen desaparecer y luego reaparecen en su nueva fase como “estrella de la tarde” y “estrella del amanecer”, sumiéndose en el abismo del horizonte como si fueran héroes viajando al inframundo. Antiguamente esta desaparición y retrogradación era considerada un oscurecimiento o una inversión de su influencia, ya que se consideraba que este movimiento realmente ocurría. Por esto, entre otras cosas, a los planetas se les llamaba “los vagabundos”.

El período entre las retrogradaciones de Mercurio, conocido también como período sinódico, es de 116 días y dura 23 días. Este año el siguiente retrógrado será del 17 de septiembre al 9 de octubre.

Los astrólogos modernos reconocen que este movimiento es un trompe-l’oeil celestial, en el caso de los planetas interiores una muerte simbólica en el Sol o una danza de máscaras. Pero aun así, bajo el hechizo de lo simbólico, consideran que esta ilusión acentúa su influencia, quizás porque, como sugiere Aaron Cheak, nos hace prestarles más atención, de la misma manera que nos percatamos más de algo cuando lo perdemos o se descompone: el brillo de la ausencia.

Los efectos o la influencia que los astrólogos atribuyen a Mercurio son herencia de la mitología y del sistema de correspondencias de la filosofía antigua. Mercurio, regente de Géminis y Virgo, toma las características que se le atribuyen al dios Hermes, el mensajero de los dioses. En el caso del movimiento retrógrado se dice que sus cualidades se invierten o, quizás con mayor perspicacia, que se vuelven hacia adentro, tal que si Mercurio generalmente es el dios que permite la fluidez de la comunicación, en este caso sería común que la comunicación interpersonal pueda atorarse un poco pero no así la comunicación interna. La cualidad mercurial de la elocuencia y la habilidad racional se vuelven hacia adentro –siguiendo esta noción astrológica, por lo que Mercurio retrógrado sería buen momento para la introspección, la comunicación no mediada, para la reflexión profunda pero no para comunicar esa reflexión. Tal vez por esto me ha sido tan difícil escribir este artículo que mi intención era publicar al principio de este ciclo en el que Mercurio regresa en su camino alrededor de la rueda flamante de los “animales divinos”, como llama Platón a las estrellas. Tenía que hacer antes un poco de lo que en inglés llaman “soul-searching”. O tal vez he sido víctima del hermano gemelo del placebo, el nocebo y me he dejado sugestionar por el arquetipo oscuro de esta divinidad, posiblemente Loki, Seth o el mismo Tezcatlipoca: una forma más aparatosa de procrastinar. ¿He comprado la ilusión del maestro de la ilusiones?


¿Cómo entiende la astrología la influencia de Mercurio? 


Veamos un poco lo que dicen los astrólogos de Mercurio retrógrado. Según Armand Diaz, las personas suelen creer que durante este ciclo astrológico no es bueno hacer casi nada, pero en realidad “solo afecta lo mercurial”, eso es “firmar contratos, comprar autos o computadoras, o empezar un nuevo proyecto literario… estas cosas entran bajo escrutinio”. También se suele incluir los viajes y los negocios, ya que Mercurio es considerado el patrón del comercio y el transporte. Por otro lado se dice que Mercurio retrógrado es buen momento para editar un texto o arreglar la casa, más que hacer innovaciones. Aparentemente, nuestra sociedad es más sensible a la revolución de Mercurio ya que vivimos en un mundo donde la tecnología es cada vez más importante y cómo ha dilucidado Erik Davis en su libro Techngnosis, Internet y la tecnología de la información están regidos por Hermes, son una extensión de su magia demiúrgica. Mercurio, que es el dios de la elocuencia y la razón, rápidamente deviene en la más enredosa confusión mental. En nuestra era lo podemos ver por estar expuestos a una gran cantidad de información que no necesariamente se convierte en sabiduría o en conciencia que pueda ser aplicada para cambiar de manera puntual la vida. Este es quizá uno de los retos de nuestra era, que se podría acentuar en momentos de Mercurio retrógrado: tener la capacidad de desconectarse y de alejarse de la saturación de data para desarrollar no solo la capacidad de asimilar la información y convertirla en algo que nos sirva tangiblemente sino también trabajar otros aspectos de nuestra mente menos racionales. Esto sería saber movernos en la sombra de la gran iluminación eléctrica de Mercurio, que es también el dios de los ladrones y los caminos.


D-PhallicHermes


El simbolismo de Hermes


Para poder familiarizarnos un poco más con la influencia de Mercurio, pero no solo en un sentido astrológico sino como parte de un arquetipo de la mente humana, de una faceta primordial en la danza de máscaras que es nuestra personalidad, analicemos un poco la simbología de este dios-planeta. Según Paul Friedrich en su libro The Meaning of Aphrodite, Hermes tiene las siguientes cualidades:

1. Se mueve de noche, en el tiempo del amor, los sueños y el robo.

2. Es el maestro de la astucia y el engaño, la marginalidad de las ilusiones y los trucos.

3. Tiene poderes mágicos en el límite entre lo natural y lo supernatural.

4. Es el patrón de todas las profesiones que involucran los márgenes o involucran la mediación: los comerciantes, los ladrones, los pastores, los heraldos.

5. Su movilidad lo hace una criatura liminal, entre una y otra cosa.

6. Su marginalidad es indicada por la locación de sus estatuas fálicas construidas entre caminos, encrucijadas y bosques.

 7. Incluso su erotismo no está orientado a la fertilidad sino que es afrodítico, furtivo, engañoso, amoral, un amor ganado por la usurpación sin preocupación moral de las consecuencias.

8. Hermes es el guía para cruzar fronteras, incluyendo la frontera entre la tierra y el Hades, esto es, la vida y la muerte.

Recordamos aquí que Hermes no es solo el mensajero de los dioses, es también el psicopompo, el guía del alma en su descenso al inframundo. Hermes rescata a Perséfone del inframundo y ayuda a Orfeo a encontrar a Eurídice. Aaron Cheak apunta: “Hermes Chtonios está perfectamente en sintonía con el aspecto ‘retrógrado de Mercurio’ ya que desciende a los mundos invisibles justo como el planeta desciende debajo del horizonte, haciéndose invisible al ojo desnudo, y solo resurgiendo otra vez cuando el retrógrado se ha completado”.

Hermes es también el vínculo con el Divino Pimandro, pastor celestial de hombres, la razón universal que lleva al ser humano a penetrar los misterios y a observar la ciencia y la correspondencia de la creación. Marsilio Ficino dice que Mercurio (el Hermes latino) “siempre está lleno de Apolo”, el dios de la luz, la música, la medicina, la manía profética, etc. Algo que se entiende también por la cercanía de Mercurio al Sol. En los himnos homéricos se cuenta que el niño Hermes robaba el ganado de Apolo, por lo que este último le enseñó música, de esta forma dándole estructura al espíritu precoz del dios de los ladrones y las artes ocultas. Ficino, el gran traductor de los textos herméticos en el Renacimiento bajo el auspicio de los Medici, escribe en una de sus cartas:

A Mercurio se le atribuye el regalo afortunado de la reminiscencia… cuando estimula la percepción del animus, uno se suelta a hablar. Pero cuando provoca la razón, uno interpreta. Cuando excita la memoria, se alzan las reminiscencias… Cuando Mercurio [el hermeneuta por antonomasia] no puede explicar, Apolo puede presentar por vaticino y Júpiter puede realizar en acto.

Tomando de De vita coelitus comparanda, de Marsilio Ficino, Thomas Moore dice:

La gran ventaja de la inteligencia mercurial es su poder de mantener al alma en movimiento, en una espiral descendente hacia un vórtice de significado. Mercurio mantiene el carrusel de interpretación moviéndose, alimentándonos de asombro y curiosidad sin otorgar el estupor de la conquista final. 


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Ficino señala que Mercurio puede, con un movimiento de su caduceo, “poner a dormir a las almas o despertarlas… puede calmar o agitar, fortalecer o debilitar”, es el gran transformador de los estados y los niveles de conciencia. Siguiendo con esta relación simbólica, para los alquimistas, mercurio, el metal, era el gran intermediario entre la materia y el espíritu, el agente de cambio primordial. Dice Aaron Cheak:

El mercurio es el punto preciso de la transición entre el Sol y la Luna, el hombre y la mujer, el día y la noche. En los reinos metálicos este rol se desdobla como mediador entre los metales “rojos” y los metales “blancos”: oro, cobre y hierro de un lado; plata, latón y plomo, del otro. 

Esta misma naturaleza la podemos ver psicológicamente en los signos astrológicos asociados con Mercurio: la volatilidad, la constante mutación, la inquietud intelectual, el viento mismo que agita las cosas. Norman O. Brown, escribiendo sobre un poema de Andrew Marvell, captura el espíritu mercurial:

Es importante seguir cambiando de tema. El tema cambia ante nuestros propios ojos. Es importante seguir cambiando nuestra mente:

The mind, that ocean where each kind
Does straight its own resemblance find;

La mente, o la imaginación, el transmutador original: Tres veces grande Hermes. 

La enseñanza final de Mercurio retrógrado y del aspecto telúrico-maligno-escatológico de Hermes es la asimilación de la sombra, la comprensión de la confusión y la transmutación de la intoxicación de la mente. Aaron Cheak nos cuenta que Loki (el Hermes nórdico) “fue amarrado por los otros dioses por sus actos fatales” y “una serpiente fue colocada sobre su cabeza para  que derramara veneno sobre su cara” y agrega que “la recompensa de Loki es el veneno”. Recordando que en alemán veneno se dice “gift” la misma palabra significa  ”regalo” en inglés. De aquí la epifanía paracélsica:

El veneno es un regalo. Acciones retrógradas, falta de comunicación, mala dirección, retrasos y –todo esto puede tomarse como regalos o venenos dependiendo del componente de nuestra conciencia. Y, sobre todo, todas son experiencias reveladoras –si podemos abrazar la alquimia que se involucra con el veneno y lo transmuta. 





El alma y las estrellas: ¿cómo funciona la astrología? 



La astrología representa el cúmulo de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad.

Carl Jung

Más allá de esta matriz simbólica que podemos desprender del hermetismo y tomar como una máscara o un regalo de la lotería cósmica, surge naturalmente la duda en torno a cómo es que puede influir en los seres humanos el movimiento de los planetas e incluso si esta influencia en realidad ocurre o es solo una alucinación masiva, aunque de milenios, y de la que han sido víctimas algunas de las mejores mentes de la humanidad. Resolver o siquiera pasar revista de la controversia sobre dicha influencia es difícil de abarcar en un artículo como este. Entre los estudios más citados a favor de un efecto de los astros está el llamado “efecto Marte”, encontrado por Michel Gauquelin, quien correlacionó estadísticamente la posición de Marte, el dios de la guerra, en la carta natal de diferentes atletas profesionales, sugiriendo que había una correspondencia entre la presencia de este planeta y la aptitud atlética. De manera más reciente, Karl Roberts creyó encontrar una correlación entre un aspecto de Venus-Urano y hombres que se definían a sí mismos como “homosexuales”, pero esto aparentemente no ha podido corroborarse. Otro interesante estudio realizado por el astrólogo Paul Westran sugiere que la sinastría entre Venus y el Sol parece estar correlacionada con el inicio de relaciones románticas. 

Si bien estos estudios son interesantes y sugieren que existe cierto efecto astrológico, el cual esta en sintonía con la filosofía y el sistema de correspondencias de la astrología, para la ciencia son meras curiosidades estadísticas ya que no existe ninguna teoría que pueda rendir cuentas sobre cómo se produce este efecto. Es decir, siguiendo el conocimiento científico moderno, no es posible encontrar una causa y por lo tanto los efectos de la astrología podrían ser bajo este paradigma una forma de placebo, cuando no son inconsistencias en la metodología de los estudios. Una de las principales ideas con las que históricamente la astrología ha entendido la influencia de los planetas ha sido a través del magnetismo y la fuerza de atracción. Si bien existe claramente un efecto lunar que podemos percibir en las mareas, en los ciclos menstruales y en algunos otros comportamientos, la fuerza de la gravedad que puede ejercer un planeta como Mercurio, y ni se diga Plutón, es físicamente insignificante.

La dificultad para encontrar una causa material para explicar la astrología para muchas personas anula definitivamente toda valía que se pueda depositar en esta disciplina y la orilla al despectivo reino de la pseudociencia. Sin embargo, la astrología no necesariamente supone operar a través de la causalidad y es aquí donde entramos en una disonancia cognitiva, pero también donde quizás esté la máxima virtud de esta “ciencia” intuitiva. 


La sincronicidad de los astros: una interpretación acausal


Carl Jung, en su libro sobre la sincronicidad, hace un análisis estadístico de las posiciones de los astros en diferentes parejas siguiendo la antigua noción astrológica de que la compatibilidad va acompañada de una conjunción entre el Sol y la Luna, la Luna y la Luna o la Luna y el ascendente. Jung se afana en demostrar que existe estadísticamente una correspondencia alquímica (coniunctio oppositorum) entre los planetas de las parejas, pero prefiere explicar esta relación de manera acausal, a través del principio de la sincronicidad, el cual define como “una coincidencia significativa acausal”. Aquí Jung nos reintroduce a la vieja noción de que la astrología opera en un plano de significado o en un plano espiritual, y no de causas materiales. Marsilio Ficino señala que los astros “no son causa sino signo”, como si el universo fuera un un inmenso libro escrito con números de luz. A través de ellos podemos ver el Logos divino pero no son ellos mismos la creatividad que impulsa la obra (algo que los identifica también con los ángeles: son los mensajeros). “La sincronicidad no admite causalidad en la analogía entre los eventos terrestres y las constelaciones astrológicas… lo que la astrología puede establecer son los eventos análogos, pero no que cualquier serie es causa o efecto de la otra”. Jung sugiere que el tiempo tiene una cualidad en sí misma, como se muestra con los vinos, pero no existe una fuerza que transmita esa cualidad sino que se difunde simultáneamente como propiedad de lo que llama el Unus Mundus, la unidad que implica a todas las cosas en una misma madeja acausal. Dice el psicólogo suizo:

Como he dicho, es imposible, con nuestros recursos actuales, explicar la percepción extrasensorial, o el hecho de la coincidencia significativa, como un fenómeno de energía. Esto termina con la explicación causal también, ya que un “efecto” no puede entenderse sino como un fenómeno de energía. Así que no puede ser una cuestión de causa y efecto, sino de caer conjuntamente en el tiempo, un tipo de simultaneidad… considero que la sincronicidad es una relatividad del tiempo y el espacio psíquicamente condicionada.

Aquí Jung se acerca claramente a una interpretación cuántica de la realidad, tal vez como resultado de su correspondencia con Wolfang Pauli, el físico alemán que contribuyó a la formación de su concepto de sincronicidad y el cual (co)acuñó la idea del Unus Mundus. Nos habla de que el espacio no puede disociarse de la psique, el mundo es la conjunción de la psique con el espacio-tiempo; tendríamos que, siguiendo a Einstein, postular un continuum psique-espacio-tiempo (psyspacetime continuum). El cosmos entendido aquí como una psique externa; la psique un cosmos externo: dos caras de la misma moneda. Una idea que podemos vincular con el cosmos pitagórico que expone Platón en el Timeo,  diálogo en el que se sugiere un principio de identidad entre la psique y los astros. Y donde se explica que el tiempo fue creado conjuntamente con el cielo y guarda un principio de identidad: “el Sol y la Luna y las otros astros que llamamos planetas fueron creados para distinguir y preservar los números del tiempo”.


Una teoría platónica y hermética de cómo funciona la Astrología


El Demiurgo hizo entonces una nueva mezcla de alma, en el mismo cuenco [cráter] en el que había mezclado antes el alma del universo, usando los restos de los mismos ingredientes, pero mezclados de un modo menos puro, diluidos en segundo y tercer grado. Luego dividió la mezcla en almas separadas iguales en número a las estrellas, y asignó a cada alma una estrella; y, habiéndolas colocado como sobre carros, les mostró la naturaleza del universo y les declaró las leyes del destino.

Platón, Timeo

Se habla en este pasaje de lo que podemos ver como una caída conjunta de alma y estrella –ya que se dice también en el Timeo que el tiempo fue creado conjuntamente con el cielo–, una vinculación y una simpatía que viene desde el origen, una mezcla eterna: el alma corresponde en número a las estrellas, ambas son un desdoblamiento del número y la armonía en la mente del Demiurgo que hizo el mundo contemplando los arquetipos. Proclo, llamado el “sucesor platónico”, en su comentario al Timeo, dice que el Demiurgo distribuyó “la multitud de almas acorde a su género bajo el mandato de sus dioses correspondientes, y sujetas a diferentes tribus, cada una bajo el gobierno de distintos líderes”. Proclo agrega que el carácter y la forma que se deposita en las almas provienen de estos dioses (las estrellas son consideradas almas divinas) y que la forma es “número” que “define la peculiaridad de la vida”. “Existen tantas formas como hay líderes… por ejemplo saturnales, joviales, solares, lunares, y de manera similar los otros dioses”, a partir de la forma o el número (el radio del alma) de los dioses se establece una similitud, que podríamos entender como un microcosmos. 

Mención aparte merece el cuenco que menciona Timeo, en griego el Krater, palabra que utilizamos para el cráter de un volcán pero que conserva la raíz de creación, como en kosmokrator. Proclo dice que Jámblico considera que el cráter es la causa vivificadora de la vida entera que otorga a cada alma su lote y sus “medidas apropiadas de conexión”. Proclo dice del cráter que es “psicogónico”, es decir tiene la propiedad de generar almas, es el vientre y la nodriza de la vida. Tenemos en el cráter el modelo a través del cual los alquimistas han ingeniado sus crisoles y alambiques en los que se busca restaurar el proceso de la creación, llenando de alma a la materia de orden inferior. ¿Qué es este cráter entonces que es diferente a Dios pero que participa en sus cualidades íntimamente? Seguramente se trata de lo que Timeo llama “el ser invisible y amorfo que recibe a todas las cosas y de forma misteriosa participa en lo inteligible”, y luego “hay un tercer ser que es el espacio y es eterno y no admite destrucción y provee un hogar para todas las cosas creadas”, aunque precisa Timeo que de esto solo tenemos una vaga noción similar a un sueño. Este espacio es muy similar al concepto del vacío del cual emergen los 10 mil seres en el taoísmo y al concepto hindú del espacio como el sueño de Brahma. Es también, posiblemente, el punto que origina la línea en el sistema geométrico de Pitágoras, el punto infinito e hiperdenso, divinamente impregnado. 

Digiriendo todo esto podemos esbozar una teoría (palabra que significa originalmente “contemplación divina”) sobre cómo se produce la influencia de los astros, esto es una identidad entre el alma y las estrellas, una especie de entrelazamiento cuántico en el amanecer del universo, puesto que, como la física nos dice, las partículas de luz que han estado en contacto entre sí se mantienen conectadas para siempre más allá de la velocidad de la luz –algo que deja perplejos a los físicos y para lo cual tampoco se conoce una causa. La influencia de los astros, que son número vuelto luz, estaría mediada o significada por el alma, que puede ser entendida, según la filosofía antigua, como aquello que mueve y causa al cuerpo –el medio entre la esencia eterna y la materia generada– o también como el significante del cuerpo (Platón dice que el cuerpo (soma) es el signo (sema) del alma). El espacio mismo, ese vientre amorfo que todo lo abarca, todo lo recibe, y todo lo nutre, al mantener el principio de unidad con el todo puede comunicar esta “influencia” de la misma forma que una persona se comunica con el menor esfuerzo con cualquiera de sus células o partes de su cuerpo. Una metáfora moderna para este espacio creativo es el holograma, el emblema de la totalidad implicada en cada parte en la teoría cuántica de David Bohm. Escribe Emerson que “contemplando la inmensidad del alma”, el hombre llegará a ver “que el universo está representado en un átomo, en un momento de tiempo”.  Ante todo esto, la ciencia se ha preguntado siempre: ¿entonces, dónde rayos está el alma? (¿En el rayo mismo, tal vez?) ¿Por que no la podemos ver o medir? Pero, como nos dice Manly. P Hall, “lo visible en realidad es apenas una parte pequeña de la naturaleza” y “la vida invisible debe de ser superior a su vehículo de manifestación”, por lo que podríamos entender que es poco razonable pedirle al alma que se manifieste según los términos del cuerpo y el paradigma del materialismo. Sería parecido a que un animal –un perro o un pato o lo que sea– comprobara que no tenemos conciencia porque no sabemos hablar su lenguaje.

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Claro que esto es una interpretación poética, mayormente hermética, de la astrología, que seguramente no significará mucho para un físico, puesto que se basa en algo que dijo Platón hace más de 2 mil 300 años y, sin embargo, es difícil encontrar un sistema más elegante y poéticamente funcional que el del filósofo ateniense. Sigo aquí la creencia tan difundida en la antigüedad de que Platón, como Pitágoras y Solón, fue iniciado en Egipto y es el gran recopilador de una tradición de conocimiento que proviene de Egipto y que, como sugiere la inclusión de la narración de la historia de la Atlántida en el Timeo, podría remontarse a orígenes inmemoriales. Algunos físicos y matemáticos, seguramente bajo la influencia del idealismo platónico al cual son tan involuntariamente propensos, defienden ciertas teorías usando como argumento la elegancia y la belleza de las mismas (y es que en la filosofía platónica es la belleza la que lleva a espiar la mente de Dios, como quería Einstein). En ese sentido pensar que los astros influyen en nosotros puesto que no solo somos “polvo de estrella”, sino que somos alma de estrella y no solo regresaremos al polvo que somos, sino que también regresaremos a las estrellas que somos, me parece una teoría elegante, suficientemente bella para ser verdad. Se dice en el Timeo:

Aquel que durante su  tiempo asignado ha llevado una buena vida deberá regresar y habitar en su estrella nativa, y ahí tendrá una existencia bienaventurada.

Este regresar a la estrella natal es seguramente una alusión al viaje de regreso del alma a la eternidad que en el antiguo esquema ptolomeico era representado por la octava esfera, la esfera de las estrellas fijas, el Empíreo. Pero para hacerlo, según la filosofía hermética antes se tenía que escalar de regreso las otras siete esferas, tomando algo como la escalera de Jacob y regresando a cada uno de los siete planetas los atributos que entregaron al ser humano, constelando su abanico de arquetipos. Para terminar con este misterio es apropiado recurrir al Pimandro, el texto fundamental del Corpus Hermetico, atribuido al misterioso Hermes Trimegisto, pero que probablemente data de una escuela de iniciados grecoegipcios alrededor del año 250 d. C. Sin embargo, este texto parece recoger una tradición mucho más antigua y su similitud con el Timeo de Platón y el Génesis bíblico es de llamar la atención. El Pimandro narra la teofanía de Hermes Trimegisto, quien parece haber entrado en contacto con la Mente Universal, el Logos que se manifiesta como un dragón y el cual le muestra la creación un poco como en el Timeo se dice que el Demiurgo al crear las almas les mostró la naturaleza del universo y las leyes del destino. En la versión preparada por Manly. P Hall del Pimandro se dice:

En  esta manera fue llevado a cabo, oh Hermes: la Palabra que se mueve  como un aliento por el espacio provocó el Fuego por la fricción de su  movimiento. Por lo tanto, el Fuego es llamado el Hijo de Esfuerzos. El  Trabajador pasó como un torbellino por el universo, haciendo las sustancias vibrar y brillar con su fricción, el Hijo de Esfuerzos de Siete Gobernadores así formados, los Espíritus de los Planetas, cuyas órbitas saltaron el mundo; y los Siete Gobernadores controlaron el mundo por el poder misterioso llamado el Destino dado a ellos por el Trabajador Encendido.

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El Trabajador Encendido es el Demiurgo o un segundo Demiurgo nombrado por el Creador para completar su obra en imagen y semejanza. Luego Hermes dice que “la Palabra se estableció en medio del universo e hizo girar las ruedas de los Poderes Celestes”. Pimandro revela a Hermes el máximo secreto de la teúrgia: para que la naturaleza inferior recupere su estado espiritual debe subir lo anillos o los escalones de los Siete Gobernadores y devolver a cada planeta los poderes que han infundido en el alma humana.

Sobre el primer anillo sienta la Luna, y a ello es devuelto la capacidad de aumentar y disminuir. Sobre el segundo anillo sienta Mercurio, y a ello son maquinaciones devueltas, engaño, y astucia. Sobre el tercer anillo sienta Venus, y a ello son devueltos las lujurias y pasiones. Sobre el cuarto anillo sienta el Sol, y a este Señor son ambiciones devueltas. Sobre el quinto anillo sienta Marte, y a ello son el impetuosidad devuelto y profanan el valor. Sobre el sexto anillo sienta Júpiter, y a ello son devueltos el sentido de acumulación y riqueza. Y sobre el séptimo anillo sienta Saturno, en la Puerta de Caos, y a ello son la falsedad devuelta y la mala conspiración.

Aquí tenemos descrito lo más cercano a un proceso de liberación del alma, un gran vehículo, en el centro de la tradición esotérica de lo que hoy conocemos como “Occidente” (aunque Occidente es por supuesto una mezcla y Grecia es también “oriental”). La rueda de los planetas que conforman a la psique humana es el teatro de ilusiones, el baile de máscaras en el que el individuo prueba, por así decirlo, la diversidad de la existencia, se sumerge en la multiplicidad, en el abismo de la materia sobre el cual debe alzarse de nuevo para regresar al esplendor original de la psique. “Oh Hermes, hay un gran misterio en la Octava Esfera, ya que la Vía Láctea es la tierra de semilla de almas”, dice Pimandro. El ama aspira a dejar la Rueda del Zodiaco, la Rueda del Karma y detener el ciclo de reencarnación para reunirse con el Uno.



 

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HIMNO DE HOREMHEB A THOTH 

Adoración de Thoth, hijo de Ra, Luna, 
De hermoso surgir, Señor de las apariencias, Luz de los dioses,
Por el Príncipe, Conde, Portador del abanico a la derecha del Rey,
Gran comandante de las tropas, Escriba de la Realeza, Horemheb, cuya palabra es recta y verdadera,
Él dice:
Alabados seas, Luna, Thoth,
Toro en Hermopolis, morador de Herset,
¡Quien hace brecha para los dioses!
Quien conoce los secretos,
Quien registra las expresiones,
Quien distingue un habla de la otra,
Que es el juez de todos,
De rostro afilado en la Nave-de-los-millones,
Mensajero de la humanidad,
Que conoce a un hombre por su palabra,
Quien hace que el acto se alce en contra de su hacedor,
Quien contenta a Ra,
Aconseja al Único Señor,
Deja que Él conozca lo que sea que ocurra,
En el amanecer llama en el Cielo,
Y no olvida el reporte de ayer,
Quien hace seguro la barca nocturna
Hace tranquilo el paso diurno,
Con brazos extendidos en el arco de la nave,
Con el rostro puro cuando toma la cuerda en la popa,
Y la barca del día se huelga en la alegría de la barca nocturna,
en la fiesta de la encrucijada del cielo,
Quien derriba al espíritu maligno,
divide la luz de la tierra del oeste.
La Eneada en la barca nocturna adora a Thoth,
Le dice a Él:
“Salve, Hijo de Ra ,
¡Alabado de Ra, Quien los dioses aplauden!
Repiten lo que tu ka (fuerza vital, el doble) desea
Mientras avanzas al lugar de la barca,
Mientras actúas en contra del maligno,
Cortas su cabeza, deshaces su ba (el alma),
Arrojas su cuerpo al fuego,
Tú eres el dios que los degüellas, 
Nada se hace sin que Tú lo sepas,
Grande del Grande, que vino de la Madre,
Campeón de Horakhty,
Quien hace la morada de los dioses,
Quien conoce los misterios,
Quien interpreta sus palabras.
Alabado seas Thoth,
Equilibrio en la balanza,
Quien repele el vicio,
Quien acepta a aquel que practica la virtud,
El Tjati (el Primer Ministro) Quien arregla los casos,
Quien lleva el tumulto a la paz;
El escriba del mat (la ley) que lleva el libro,
Quien castiga el crimen,
Quien acepta a los súbditos,
Quien es el estruendo del brazo,
Sabio entre la Eneada,
Quien relata lo que se olvidó,
Consejero de quienes se equivocan,
Quien recuerda el momento fugitivo,
Quien reporta la hora de la noche,
Aquel cuyas palabras duran para siempre.
Quien entra al Dwat (inframundo),
Conoce a aquellos ahí,
y los registra en su lista.


Bibliografía:
http://www.aaroncheak.com/news/2015/2/8/curiouser-and-mer-curioser-ruminations-on-a-hermetic-retrograde
http://www.astrotranspersonal.com.ar/cuantica1.htm
http://pijamasurf.com/2014/05/astroteologia-el-origen-de-nuestras-historias-en-las-estrellas-iiii/
Synchronicity: An Acausal Connecting Principle, by C.G. Jung
Georgias and Timaeaus (Translated Benjamin Jowett)
The Commentaries of Proclus on the Timaeus of Platon (Translated by Thomas Taylor)
The Planets Within: The Astrological Psychology of Marsilio Ficino by Thomas Moore 



 http://pijamasurf.com/2015/06/que-significa-mercurio-retrogrado-y-como-es-posible-que-los-astros-influyan-en-los-hombres/





Sobre la Superstición.













La palabra “superstición” procede del latín “super” que significa “arriba” y “stare” que significa “estar”. Llamaban “superstites” a las personas que salían vivas de las batallas porque habían sobrevivido a sus compañeros y por eso estaban por encima de ellos.
Aunque la superstición no se puede ajustar a una definición cualquiera, ya que es más que una creencia, es un modo de vida que constituye al hombre desde que éste existe, podría definir una superstición como una creencia que se basa en hechos sobrenaturales, y si me fijo en un diccionario de la lengua española nos definen superstición como: creencias producto de atavismos paganos o de la ignorancia en materias religiosas, por la cual se atribuye erróneamente valor sagrado a ciertas prácticas, palabras u obligaciones. Una superstición surge cuando se atribuyen poderes extraordinarios a ciertos objetos y se busca en ellos la explicación a algunos sucesos sorprendentes, como las coincidencias aunque algunas personas creen tanto en las supersticiones que incluso llegan a un punto de fanatismo.
Las supersticiones constituyen una parte muy antigua de la herencia humana ya que, desde que el hombre existe, siempre ha tendido a creer en fenómenos sobrenaturales, mitos populares o eventos inexplicables. El hombre primitivo, buscaba explicaciones para fenómenos tales como el rayo, el trueno, los eclipses, el nacimiento y la muerte, y como carecía de conocimientos sobre las leyes de la naturaleza, creó una serie de supersticiones las cuales combatía con una serie de ritos. Por otra parte, el milagro de que un árbol creciera a partir de una semilla, o la aparición de una rana a partir de un renacuajo, confirmaba una intervención ultraterrena. Con una existencia cotidiana llena de peligros y aventuras, llegó a la conclusión de que el mundo estaba poblado por unos espíritus vengativos que superaban en número a los benéficos. La muerte, uno de los mayores misterios de la vida, fue tratada con mucho detalle por los primeros supersticiosos. Con ésta, vino el concepto del “más allá”, y con él numerosas acciones destinadas a lograr un trato mejor tras el tránsito a la otra vida.
La persona supersticiosa cree que existe algo por encima de los hombres, una especie de fuerza oculta que puede no favorecerle, o incluso castigarle, si realiza ciertos actos que, por tanto, hay que evitar. A lo largo de la historia, la superstición de unos ha sido a menudo la religión de otros.
Casi se podría afirmar, que la superstición es hija de la ignorancia de todos los tiempos y madre de la religión.
No todas las supersticiones son malas sino que también las hay con buenos presagios.
Algunas supersticiones y sus simbologías son:
  • EL COLOR AMARILLO
- La tradición cristiana asoció este color con el del azufre de los infiernos y le dio una idea negativa convirtiéndolo en imagen del orgullo, de la falsedad y la traición.
- Símbolo del adulterio.
- Las ciudades donde se había declarado una epidemia estaban obligadas a señalarlo con una bandera amarilla.
- Molière murió vestido de amarillo.
  • PASAR POR DEBAJO DE UNA ESCALERA
    • La mala suerte de esta superstición se debe a que cuando la escalera se apoya contra la pared forma un triángulo, que la tradición popular identificó con el símbolo de la Santísima Trinidad. Antiguamente el pueblo llano pensaba que estaba prohibido pasar por debajo de este arco sagrado.
    • Otra versión plantea que este triángulo corresponde al que formó la escalera por la cual se bajó el cuerpo de Cristo con la Cruz y el suelo. Se decía que en este triángulo vivían la maldad y el diablo.
  • ROMPER UN ESPEJO
    • En las sesiones de craptomancia (arte de adivinación por medio de un espejo y se realiza mediante una persona  que se mira fijamente hasta quedar hipnotizada, momento en el cual se le hacen todo tipo de preguntas) de los antiguos griegos, la rotura del espejo anunciaba la muerte.
    • También se puede deber a que la imagen reflejada en el espejo es el alma de quien lo utiliza y que romperlo equivale a poner su vida en peligro.
    • Otra versión es que en Venecia los espejos eran muy caros y las señoras de la casa advertían a los criados de que un espejo roto equivalía a 7 años de mala muerte.
  • GATO NEGRO
    • En Egipto el gato estaba considerado como la reencarnación de los dioses para comunicarse con los hombres y manifestarles su voluntad. Los gatos también eran momificados y todo aquel que se atrevía a matar un gato era acreedor de la pena de muerte.
    • En la antigüedad, la iglesia consideraba a los gatos como símbolo del diablo y cuerpo metamórfico de las brujas, por eso se llegaron a quemar algunos gatos en las hogueras de San Juan.
  • RATAS
    • La rata era el vehículo transmisor de la peste bubónica.
  • HERRADURA
    • Los griegos consideraban la herradura como símbolo de la buena suerte y también como símbolo de fertilidad y fortuna porque tiene forma de luna en cuarto creciente.
    • También se creía que las brujas volaban montadas en escobas porque tenían miedo a los caballos, y que cualquier cosa que les recordara a un caballo las asustaba.
  • TOCAR MADERA
    • Muchas culturas, al ver que los rayos caían muchas veces sobre los robles, supusieron que era la donde vivía el dios de los cielos y del dios del rayo.
    • Los cristianos de la Edad Media decían que esta superstición venia de que Jesús murió en una cruz hecha de madera.
  • EL NÚMERO TRECE
    • Una explicación a esta superstición es que en un banquete fueron invitados doce dioses y el espíritu de la pelea y del mal se coló, llegando así a trece invitados. Se produjo una pelea para expulsar al dios de la pelea y del mal, en la cual murió el favorito de todos los demás dioses.
    • También en la Ultima Cena eran trece, Cristo y sus apóstoles, 24 horas después de ésta, crucificaban a Cristo.
    • La cosa se pone aun peor si estamos en día viernes y trece ya que según la tradición, en un viernes trece Eva tentó a Adán con la manzana, zarpó el Arca de Noé, se finalizó la construcción de la Torre de Babel, arrasaron el Templo de Salomón y murió Cristo en la cruz.
  • DERRAMAR LA SAL
    • Era signo de desventura ya que desde la antigüedad hasta los tiempos modernos, la salazón fue el único procedimiento válido para conservar las carnes.
  • PONER LOS ZAPATOS ENCIMA DE UNA MESA
    • Antiguamente se decía que dejar los zapatos encima de la mesa era, motivo de discusión con la familia porque no es muy higiénico y que esos mismos zapatos no se podían volver a llevar porque al único sitio donde te llevarían, después de andar mucho y muy duramente, sería al infierno.
    • También se creo esta superstición porque antiguamente se ponían los zapatos de los muertos encima de sus ataúdes.
  • BARRER EN UN DESPACHO O SITIO DE TRABAJO
    • Esta superstición se genera porque el simbolismo que representa el hecho de barrer es de “llevarse” o “echar” los posibles bienes que pueda obtener dicha empresa o propietario.
  • EL OMBLIGO
    • Todas las supersticiones relacionadas con el ombligo son positivas ya que el ombligo tiene mucha importancia porque es formado al cortar el cordón umbilical y este es lo que une el feto y la placenta. Por eso, las supersticiones serán de carácter positivo ya que se le atribuyen virtudes curativas.
  • EL SUSTO
    • Cuando alguien está asustado, es porque su alma ha salido del cuerpo.
  • CRUZAR LOS DEDOS
    • Este gesto representa una cruz, conjura la mala suerte y aleja las malas influencias, según los supersticiosos. Desde los primeros tiempos del cristianismo, se creía que, escondiendo el dedo pulgar bajo los otros dedos, se alejaba a los fantasmas y a los malos espíritus, o bien haciendo esa operación con las dos manos y dejando que el pulgar estuviera entre el índice, dedo consagrado a Júpiter, y el corazón, dedo del pecado dedicado a Saturno. En cambio, algunos supersticiosos piensan que, aunque es evidente el simbolismo de la cruz en este gesto, el origen primero es mucho más primitivo que la cruz cristiana y se remonta a los más antiguos tiempos paganos.
  • PONER LA MANO DELANTE DE LA BOCA AL BOSTEZAR
    • Hacer la señal de la cruz delante de la boca al bostezar impedía que el diablo se metiera en el cuerpo de las personas y se quedara a vivir en él. Es por esto por la que las madres cerraban la boca de los bebés o hacían la señal de la cruz delante de ella cuando lo veían bostezar. De esta costumbre ancestral deriva el gesto actual de taparse la boca y no es simplemente por educación y buenos modales.
  • LEVANTARSE CON BUEN PIE POR LA MAÑANA
    • Esta costumbre proviene del mundo de los pescadores. Ningún pescador, solía subía a bordo por el costado izquierdo del barco, sino que lo hacía por el lado derecho, aunque resultara incómodo. Parece ser que esta superstición proviene de que la gente pensaba que cualquier cosa zurda era antinatural, una idea que se basa en que la mayoría de los seres humanos son diestros.
  • TIRAR DE LAS OREJAS COMO FELICITACIÓN
    • Entre los chinos, las orejas largas son signo de sabiduría e inmortalidad. Tirando de las orejas, manifestamos el deseo de que esa persona tenga una vida muy larga y que cada vez más sabiduría.
  • DECIR JESÚS AL ESTORNUDAR
    • Los egipcios y griegos veían en el estornudo un augurio. Se dice que durante la epidemia de peste que hubo en Roma antiguamente, los afectados morían estornudando, y que de tal acontecimiento proviene el: ¡Dios te bendiga!, que más tarde se simplificaría diciendo: ¡Salud!, ¡Jesús! o cosas parecidas.
  • COLOCAR FLORES EN LAS TUMBAS
    • La intención original de esta superstición era de proporcionar algo vivo para dar felicidad. La corona circular colocada sobre la tumba o la puerta principal del cementerio, encerraba al espíritu y le impedía volver.
  • ENCONTRAR UN TRÉBOL DE CUATRO HOJAS
    • Los cristianos de la Edad Media lo veían como una representación de la cruz de Cristo, y esto lo convirtió en símbolo de buenaventura.
    • Se dice que lo único que se llevó Eva del jardín del Edén fue un trébol de cuatro hojas. Hoy en día le trae suerte a quienes lo cultivan, ya que, debido a la superstición, tiene mucha salida comercial.
  • VESTIR DE LUTO CUANDO ALGUIEN SE MUERE
    • Esta superstición obligaba a la viuda a vestir de negro para que el espíritu de su marido no regresara a molestarla.
  • “LA LUNA DE MIEL”
    • Tiene este nombre porque una vieja costumbre del norte de Europa, decía que todos los asistentes a una boda debían tomar miel durante la luna (mes) siguiente a la ceremonia, ya que es un afrodisíaco.
  • EL BESO FINAL EN UNA BODA
    • Es lo único que queda de una vieja tradición en la que los novios debían sellar el matrimonio delante de todos los que asistían a la boda para se considerara válido.
  • EL COLOR DE LAS PASTILLAS
    • Esta superstición está determinada por los antiguos rituales entre los médicos y los pacientes. Nunca se ven píldoras negras porque se asocian con la muerte, igual que las píldoras de hierro suelen ser rojas por estar relacionadas con la sangre y las rosas con el crecimiento, porque los niños que crecen sanos tienen las mejillas sonrosadas


       







Profesión, Muerte y Renacimiento , y Vocación. Por Manuel de la Calle.







PROFESIÓN, MUERTE Y RENACIMIENTO, Y VOCACIÓN

Por Manuel J. de la Calle


El planeta Plutón entró en el signo de Capricornio. Desde el año 2008 al 2023 su movimiento en el cielo transcurrirá sobre el telón de fondo de ese signo zodiacal. Coincidiendo con este ingreso, se inició en muchas partes del mundo un proceso masivo de pérdida de muchísimos puestos de trabajo y empresas, que a día de hoy todavía no ha terminado. Bajo mi punto de vista, Plutón está poniendo sobre la mesa los temas capricornianos de la vocación, la realización profesional, la llamada para realizar algo y la misión.
En astrología, a Plutón se lo relaciona con las fases de muerte y renacimiento, de crisis y de transformación. Los períodos plutonianos son épocas de muerte, pero generalmente no de muerte física. Lo que suele morir es un aspecto de la propia vida, que deja lugar a algo nuevo.
En su paso por Capricornio, está demoliendo cargos, carguitos, puestos de más o menos prestigio social, carreras profesionales más o menos meteóricas ... (todas estas cosas pertenecen al ámbito de ese signo). Pero lo que está haciendo en realidad es destruir todo lo burdo o imperfecto que mantiene inmovilizada a una parte considerable de la sociedad en esos campos, para permitir así a esa gente ver aspectos propios que han sido enterrados en el proceso de crear su propio sistema de realidad.
Plutón destruye para posibilitar la salida de lo que estaba oculto. Desencadena la crisis que lleva a la transformación. Capricornio, por otro lado, nos habla de realización, de aceptación de los propios límites, de la pesada cruz que es la aceptación del trabajo (aquí “trabajo” no sólo como profesión) que cada uno tenemos asignado. Más específicamente, Capricornio suele conocer lo que es la búsqueda de realización profesional. El desentrañar lo que es propio de lo que es añadido por presión social, familiar o paterna. Encontrar cuál es el trabajo para el que uno sirve. Plutón, en su tránsito por este signo, puede orientar a muchas personas hacia su vocación y misión en esta vida.
Este planeta ha puesto en funcionamiento una fuerza que ha arremetido contra las fronteras, limitaciones e inhibiciones que una amplia masa social se había impuesto en ese terreno, y es probable que la fuerce a liberarse de las autodefiniciones restrictivas con que ahí se había limitado la vida. Así, el modo en que se ha obtenido hasta ese momento un sentimiento de seguridad, o incluso de identidad, en ese campo, se desbarata. En esta situación, hay quien intenta afirmarse con más fuerza que nunca para resistirse al cambio. Recurrir a todas sus reservas para mantener unido lo que se está desintegrando. Pero esto sólo dificulta la crisis, e incluso la hace insoportable, y además frustra el nuevo nacimiento.
Muchísima gente ha perdido, y está perdiendo, su puesto de trabajo. Desde el punto de vista del tránsito de Plutón por Capricornio, es una oportunidad para recolocarse profesionalmente en la vida, y de una manera más acorde con la propia vocación. Recordemos que Capricornio está asociado con la casa diez, cuya cúspide — en algunos sistemas de casas — es el Medio Cielo, el punto más alto de la carta respecto al horizonte, el punto más elevado en el cielo, más en contacto con lo ilimitado e infinito.

Manuel de la Calle
Febrero 2010