domingo, 9 de agosto de 2015

Plutón. Por Marcela E. Díaz.








Plutón

Representa una dimensión de la vida muy complicada y con bases tan profundas, que en todo mapa natal individual este planeta está rodeado de un halo de misterio. A pesar de todas las investigaciones que se han hecho acerca de la influencia de Plutón, parece que siempre hay algo sutil y difícil de comprender escondido en él. Es excéntrico, parece estar fuera de lo corriente, no solo astrológicamente sino con respecto a su movimiento mismo. Si bien las órbitas de todos los planetas son elípticas, la de Plutón es más elíptica que la de cualquier otro. Su investigación se basará sobre los mapas natales propios y los de los íntimos amigos, ya que se lo puede relacionar con la experiencia individual o con la experiencia colectiva.
Este planeta representa un poder sumamente concentrado, que es irrelevante con respecto a su tamaño, porque si bien es más pequeño que la Tierra, su influencia sobre ésta, es mucho mayor de lo que su tamaño representa. La energía de este planeta proviene de lo que se podría llamar fuente trascendental, que no es evidente. Esta energía se podrá usar de manera creativa, cuando hay una clara orientación espiritual. Los únicos ámbitos de la experiencia en los que la fuerza de Plutón puede utilizarse de manera positiva son, la evolución espiritual y la curación en profundidad. Los tránsitos de Plutón se relacionan precisamente con la muerte y la destrucción de lo viejo para dar vida a lo nuevo.
Todos los tránsitos tienen una influencia similar al método de "cura natural", ya que traen a la superficie todo lo que se necesita eliminar o destruir, ya sea a nivel psíquico o físico.
Los distintos tránsitos de Plutón suelen provocar estados de desequilibrio, confusión o pánico y el individuo manifiesta síntomas psíquicos y físicos de desintegración, ya que este proceso de eliminación suele durar un tiempo bastante largo. Todas estas situaciones que acrecientan las tensiones se deben a que los seres humanos son animales de costumbre por lo cual, resulta muy difícil renunciar a la seguridad de las pautas de vida pasadas y se manifiesta una resistencia al cambio, que conduce a numerosas presiones y tensiones internas. Una fe inconmovible y firme en la sabiduría y el orden de la vida misma, hace que se logre superar estas etapas con cierto grado de equilibrio.
Los cambios psíquicos más internos son más duraderos y profundos, y nunca son completamente evidentes como los cambios externos que pueden o no ser evidentes. Los tránsitos de Plutón coinciden con la finalización de actividades externas antiguas y con el abandono, en lo interno, de viejas pautas psicológicas o viejos enfoques de la vida que ya no tienen ninguna finalidad creativa.
Plutón libera de las formas o sustancias que no sirven para el espíritu individual, trae a la superficie estados ocultos para poder liberar esta energía de la vieja caparazón, para poder transformar en una nueva fuente de energía utilizable de manera conciente. También puede traer a la superficie lo que el yo interno aprendió y así manifestar la esencia del ser que lo lleva. Los tránsitos de Plutón tienden a eliminar los residuos kármicos, es decir residuos de pensamientos y acciones de la vida pasada. Si un individuo ha vivido muchas vidas en cuerpos diferentes es normal que las impresiones y el recuerdo de esas vidas estén todavía en la mente subconsciente, las cuales se pueden activar en nuestra vida diaria e interferir en ella. Estos tránsitos también sirven para acelerar el desapego de lo viejo para dar lugar a lo nuevo. Estas acumulaciones psíquicas, según la psicología tradicional, se conocen como "complejos" y contienen una clara energía psíquica propia. Estos complejos siguen latentes en la vida de cada ser, e influyen en la vida conciente de cada uno. Los tránsitos de Plutón barren con estos residuos kármicos y permiten al individuo expresarse libremente.
El resultado de este residuo psicológico es agitado y llevado bruscamente a la superficie, por eso en los tránsitos de Plutón suelen manifestar estados de paranoia, fantasías y alucinaciones. Plutón, según la mitología, refiriéndose al dios Plutón, tuvo conexión con el mundo subterráneo, simbolizando los desechos psíquicos que nos retienen abajo y que tenemos que eliminar. Debido a todo esto, suele ocurrir que muchas cosas y personas desaparezcan de nuestro mundo para sumergirse en el submundo, como también pueden aparecer cosas o personas con las cuales hemos tenido relación en otros tiempos. También se produce esta conexión con el submundo, cuando una persona entra en relación con el elemento criminal durante la época presente., esta conexión se suele dar cuando esta persona nace con aspectos natales fuertes que involucran a Plutón y al Sol, y también con otros planetas personales. Debido a que a Plutón se lo considera idéntico al dios subterráneo del vino, llama Dionisos, se explican los comportamientos compulsivos, bajo la influencia del alcohol, ya que éste estimula y remueve las viejas compulsiones, a menudo inconscientes. Otra interpretación de los griegos pone a Plutón en contraposición con el Dios Solar de Apolo, como enemigos inconciliables en nuestra vida, éste se caracteriza por ser fuerte enemigo de la vida nueva. Interpretando el mapa individual, el Sol nos muestra lo que se esta asimilando y en que etapa de la vida se manifiesta ese yo más escondido, en tanto Plutón muestra que parte de la personalidad debe eliminarse antes de que pueda crecer ese nuevo yo y los modos viejos y compulsivos que se expresan en algún sector de la vida. Ya sabemos que Plutón se conecta con las fuerzas divinas profundas, dando y quitando las fuerzas dadoras de la vida, muestra la polaridad entre la vida y la muerte, entre lo viejo y lo nuevo, la luz y la oscuridad, mostrando la conexión íntima de Plutón con los procesos vitales más hondos que están activos en los niveles más profundos de la experiencia.
La energía plutoniana está contenida en viejas formas y necesita un tránsito potente para activarse, y así esa energía se libera y puede ser llevada compulsivamente a la superficie. Mediante la posición de casa de Plutón en el mapa individual, se representan las impresiones psíquicas muy profundamente asentadas, que representan deseos y acciones pasadas, que ahora no tienen explicación racional y se manifiestan como obsesiones y compulsiones.
Es decir muestra el lugar de la experiencia en cual nos podemos encontrar con nuestro antiguo yo y nuestros anhelos pasados. El enfrentamiento con este viejo yo, muestra lo difícil que es conocerse a sí mismo. En el mapa individual, Plutón nos muestra que es lo que debemos hacer en ese submundo del subconsciente, que es lo que debemos dejar salir, eliminar o rechazar de nuestro ser.
La energía que debemos trabajar en el mundo es representada por Marte, mientras que Plutón simboliza la energía necesaria para hacerla trabajar en los niveles más hondos de la estructura psíquica de cada individuo. Plutón en cualquier casa que se encuentre es muy energizante y esta gran energía ayuda a elevar nuestras energías superiores. Nos mostrará en que sector de la vida trataremos de imponer la voluntad a los otros o podremos dar el salto hacia el desarrollo personal. También la casa de Plutón puede mostrar en que sector de la vida se puede encontrar inmersos en sus propios intereses, aislado y solitario.

Plutón en las casas:
En la primera casa:
Es la casa de la identidad, es una de las posiciones plutonianas más difíciles. En esta casa Plutón indica, que se deberá cambiar el sentido del yo del individuo, ya que estas personas, aunque gozan de un inmenso y penetrante conocimiento, poseen gran inseguridad y reserva por lo que no pueden expresarse libremente. Se encuentran a la defensiva, por eso no pueden abrirse plenamente y siempre necesitan escuchar la opinión de los demás para poder desarrollar un sentimiento acerca de ellos mismos. Es tan difícil la cooperación en un nivel personal que suelen aislarse y hasta incluso, llegan a alienarse con respecto a familiares y amigos. Si se usa creativamente la energía de Plutón, la persona podrá adquirir una gran concentración, podrá tener una gran dedicación a ideales espirituales o sociales superiores y una muy buena profundidad en los significados más recónditos de la vida.
En la segunda casa:
Existe en esta casa un gran deseo de control y de posesión de los recursos materiales para poder alcanzar la paz mental, esto provoca una gran agitación interna. Indica que se deben transformar las actitudes de poseer cosas o personas para lograr la regeneración de valores. Plutón muestra que se deben disciplinar las tendencias compulsivas que solo acarrean dificultades. Sin embargo, una persona en esta casa es muy ingeniosa para lograr la seguridad material teniendo gran conocimiento de géneros más profundos de energía que el dinero simboliza.
En la tercera casa:
Una persona en esta casa, es sumamente comunicativa, necesita estar segura que transmite las ideas claramente. Esta manera de ser, suele ser irritable para los otros o bien puede transformarse en una actitud creativa que llega a las profundas interacciones humanas. Estas personas suelen tener gran capacidad natural para la investigación como también, una gran labor curativa que emana de las profundas energías de sus manos. v
En la cuarta casa:
Acá la compulsividad plutoniana actúa tanto en el hogar, como en las profundidades psicológicas del individuo. Existe una gran tendencia a la seguridad y al control de todo lo que esta sucediendo en el medio en el que se desarrolla, lo que conduce a una vida hogareña llena de conmociones y luchas, causadas por la terquedad y la porfía. Plutón esta indicando que se necesita reorganizar los sentimientos profundos, el sentido de seguridad, paz interior y contento. Puede mostrar también una fuerte aptitud para introducirse en la mente inconsciente y una intuición enorme de las necesidades emocionales de los otros.
En la quinta casa:
En esta casa las personas sufren un gran deseo de ser las mejores, existiendo una gran compulsión para ser alguien, y esta necesidad de ser los mejores y ser reconocidos como tales, suele llevarlos a dolorosas revalorizaciones de esa necesidad de ser grandes. Si esa energía se la puede transformar en energía consciente, la que pueda ser usada y aplicada, entonces, estas personas podrán tener una profundidad insólita en su labor creadora, convirtiéndose en precursoras en relación a la época. Podrán aprender más sobre ellas mismas debido a las relaciones estrechas con hijos o amantes, en las que también deberán desechar el elemento represivo de esas relaciones. La solución para los individuos de esta posición está en aceptar, alegremente, su suerte en esta vida y aprovechar toda su energía para algo especial y no para pretender que se la conozca como una persona especial.
En la sexta casa:
En esta casa, estamos en presencia de una persona que necesita sentirse útil, quiere servir y ayudar a los demás. Debido a una cierta compulsión en esto de servir a los otros, suele no ser apreciada. Lo mejor que pueden hacer estas personas es trabajar para ellos mismos, para poder dirigir sus energías renovadoras hacia la transformación propia, personal. También indica esta posición que ciertas enfermedades o trastornos de salud pueden ser instrumentos para grandes cambios de actitudes y para purificación de los propios valores. En ciertos casos se pueden presentar aptitudes para la curación.
En la séptima casa:
Las personas que pertenecen a esta casa pueden lograr la propia transformación personal en el campo del matrimonio y las relaciones íntimas. A menudo estas personas quieren dar a los demás gran libertad y ansían desesperadamente gustar a los otros, pero suelen no tener la capacidad suficiente para establecer relaciones verdaderas, ya que tienden a tener problemas emocionales compulsivos y dolorosos en las relaciones íntimas. Resultan difíciles las relaciones con personas que tienen un poder definido en su vida. Un matrimonio puede durar mucho con esta posición, siempre que se acepten los cambios necesarios para que todo funcione bien.
En la octava casa:
En esta casa Plutón manifiesta compulsión para influir, usando el poder, ya sea por intermedio del poder aceptado socialmente o mediante las fuerzas psicológicas. Tienden a manejar a los demás y a tratar de que todos cambien según sus propios valores. Estas personas tendrán que esforzarse en usar el poder solo para su transformación propia y no para cambiar a los demás. En la sexualidad suelen tener experiencias compulsivas dolorosas. Para resolver todos estos conflictos deberán darle una nueva orientación al poder físico, mental, emocional, social y espiritual.
En la novena casa:
Las personas que pertenecen a esta posición, tienen fuertes creencias e ideales con los que manejan su vida personal y esto se torna negativo cuando quieren convencer a los demás de que ellos son dueños de la verdad, por lo que también pueden hacer justicia por sí solos. Deben transformar esta tendencia, abandonando el deseo de demostrar sus creencias predicándolas a los otros. Con el correr de los años van adquiriendo experiencias profundas que los acercan a Dios, a la verdad y al valor de la vida del ser humano.
En la décima casa:
Se manifiesta acá un gran resentimiento contra la autoridad y un deseo descontrolado de ubicarse en un lugar destacado para que los demás lo reconozcan. Para alcanzar la tan ansiada posición en este mundo, tendrán que pasar por una larga y dolorosa revalorización de los valores y los motivos verdaderos. Deberán transformar sus posiciones ante la autoridad, el triunfo mundano y la reputación. Representa una capacidad para poder ver más allá de los caracteres exteriores de la autoridad y como consecuencia poder desempeñar un sentido profundo de responsabilidad sobre el accionar de la autoridad.
En la undécima casa:
Acá se manifiesta una necesidad compulsiva de aceptación por parte de los otros y la concreción de determinadas metas que concientemente no son muy claras. Se suelen cambiar ciertas ideas fijas con tal concretar los últimos deseos y el sentido de finalidad. Suelen descuidar el presente, pues tienen la mirada fija en el futuro. Para poder realizarse, estas personas con este mapa natal, deben aprender a confiar más en ellos mismos, y a realizar una transformación y un esclarecimiento de su propia finalidad creadora, con el fin de cumplir su esperanza para el futuro.
En la duodécima casa:
Las personas en esta posición deberán cambiar la calidad de su vida emocional. Para poder liberar el yo, que esta en un pantano de confusas emociones, tienen que adherirse a alguna creencia o verdad trascendental. Para lograr esta reorientación tienen que pasar por estados de soledad y de renuncia a las relaciones sociales ya que éstas, pueden agitar las perturbadoras y antiguas emociones que la persona desea dejar atrás. Se debe evitar que la culpa y el sentimiento de autopersecución las supere. La solución está en establecer concretas pautas espirituales para la vida. Una vez que se avanzó en esta transformación espiritual, se desarrollará la aptitud para experimentar la unidad de vida que se encuentra oculta en el interior. La energía de Plutón en todas las casas sirve para enderezar la conciencia impersonal y para que las actividades creativas evolucionen concientemente. Las energías se vuelven negativas, solo cuando se trata de interferir con él.

Plutón y sus aspectos:

Los aspectos de Plutón son muy difíciles de entender en cualquier mapa, porque nunca se llega a saber con exactitud en que nivel se manifestará su potencial. En la mayoría de los casos es muy difícil encontrar la diferencia entre los aspectos llamados armónicos o inarmónicos, ya que más de una vez un Plutón inarmónico puede dar lugar a personas muy creativas y espirituales. Además la evaluación de la influencia de estos aspectos dependen, en realidad, de la propia filosofía de vida y de la particular valoración de la finalidad individual, ya que si consideramos la existencia de una inteligencia creativa, de la cual surgen todas las manifestaciones de vida, significa que esta inteligencia superior dirige la experiencia de vida y tiene una finalidad concreta. La facilidad con que se pueda usar fácilmente la energía de Plutón y experimentar una regeneración plutoniana, depende de los aspectos de este planeta con los planetas individuales. El trígono o la cuadratura entre los mismos planetas pueden determinar un tipo similar de desarrollo y transformación. Cuando el aspecto esta en cuadratura, la persona suele resistirse fuertemente al cambio. La persona tiene conocimiento interior de cuál es la necesidad del cambio particular, y se adapta a ellos con suma facilidad cuando el aspecto es armonioso, en trígono o sextil con su Sol o con su Luna, o en ocasiones con planetas personales. Esta adaptación al cambio no significa que no haya dolor, solo saben y aceptan ese dolor como parte de la vida. Cualquier aspecto de Platón con un planeta personal determina un crecimiento de la conciencia, un renacimiento. La conjunción, la cuadratura y el quincuncio son los aspectos más dinámicos, muestran una tensión interior y un desafío que podremos aceptar, con intensidad y compromiso o podremos eludir. La oposición, otro aspecto dinámico de este planeta, indican tendencias compulsivas, exigentes y tercas que interfieren en todas las relaciones de la vida misma. Las personas con oposiciones a Plutón no llegan a advertir que son sus exigencias hacia las otras personas, las que provocan todo tipo de conflicto en las relaciones, solamente realizado un profundo autoexámen honrado, pueden hacerse concientes de sus sentimientos y de sus motivaciones.
Los textiles y los trígonos pueden mostrar un canal abierto para poder expresar la energía plutoniana, que deberá estar depurada y regenerada para que no muestre un lado negativo y compulsivo. Los aspectos de Plutón pueden también mostrar como una persona usa su poder de voluntad y su energía mental concentrada.
Se debe tener mucho cuidado con la aplicación de los principios generales a una persona en particular, ya que las conjunciones, cuadraturas y oposiciones suelen conducir a una conducta terca, con la cual el individuo tratará de oponerse con relativa crueldad a la voluntad de la otra persona. Pero también estos aspectos pueden determinar un desarrollo de la fuerza interior para tomar conciencia de la mal utilización de la energía y ponerla bajo un control conciente. La persona podrá manifestar una gran autodisciplina, una firme consagración al desarrollo espiritual, si esa energía plutoniana, se expresa creativamente. Para entender plenamente los aspectos de Plutón, hay que considerar que las personas plutonianas experimentan un profundo terror interior, por lo que no confían en los demás, ni en sus propios sentimientos y motivaciones. Se sienten a menudo culpables al querer quebrantar ciertos tabúes sociales o familiares. Comúnmente se sienten embargados de un sentimiento de culpa y se rehúsan a enfrentar sus verdaderos deseos. Especialmente en los aspectos de conjunción, cuadratura, y oposición la persona siente una gran presión para enfrentarse a esos tabúes. Utilizan la represión para controlar los impulsos sexuales, éticos, sociales, etc. Toda la energía contenida debe traerse a la superficie para poder eliminar toda la basura psíquica contenida y así poder superarlas. Las personas que poseen los aspectos "tensionados" de Plutón con planetas personales se sienten abrumados por la fuerza subterránea, sintiendo un gran temor a ser vencidos y a perder el control, por eso, suelen responder cruelmente manejando a los demás, reprimiendo las emociones con una fuerte voluntad, negando comúnmente la existencia de esta fuerza. Todas estas acciones solo agravan el problema y aumentan la tensión. Con esta actitud la persona funciona como poseída por un intenso deseo que no quiere reconocer, que le ocasiona innumerables problemas. El poder llegar al interior de estos deseos, penetrando en sus orígenes y sus implicancias, se podrá dar luz a la experiencia cotidiana y a las pautas kármicas de la vida. 




 http://www.astrologia24.com/pluton.html




sábado, 8 de agosto de 2015

Por qué la Astrología no es una ciencia ?. Por Pepa Sanchis.










¿Por qué la astrología no es una ciencia?

Dos paradigmas científicos distintos

La física imperante desde el siglo XVIII ha seguido un paradigma mecanicista.  Con Descartes se desarrolla una forma de pensamiento analítica y, por ende, fragmentaria.  La física atómica que divide la materia hasta sus partículas más pequeñas fomentó ese tipo de perspectiva del universo.  Esa forma de pensamiento se apoya sobre dos presupuestos:
A-La separación entre el sujeto y el objeto:
Se presupone que no hay relación entre el observador y el objeto observado, y que el primero no puede influir sobre el segundo.  Las leyes de la física son inmutables y si pongo una olla a calentar el efecto será el mismo lo mire quien lo mire.  Incluso se puede prescindir del observador humano y el resultado será el mismo.  Las leyes físicas son absolutamente objetivas (objetividad fuerte).
B-La dualidad:
Todo se puede dividir.  La materia está compuesta de átomos y moléculas.  Sólo existe una causalidad local que depende de las leyes de la física.  La casualidad no es más que el cruce ocasional y no significativo de series causales independientes (Cournot).  Cada subdivisión se puede analizar separadamente y en relación exclusivamente con su propia serie causal.  Estamos en el mundo de la di-versidad y el dua-lismo.
Sin embargo, la física actual apunta a otras conclusiones: donde pensábamos encontrar los átomos, como partículas diminutas de la materia, contrapuestos al vacío, tenemos campos de energía.  La diferencia entre materia y energía ya no es tan tajante. Ni entre materia y vacío. De  hecho del vacío pueden surgir partículas.  Lo que existe son funciones de ondas que ocasionalmente se localizan en forma de partícula.
Por otro lado, las cosas no parecen tan autónomas como se creía.  Supongamos dos “partículas” X e Y proyectadas en direcciones distintas y supongamos que exista una relación de conservación entre ellas (por ejemplo, que su spin sea igual a cero).  Según la física clásica es imposible que Y esté informado de lo que le ocurre a X.  Son elementos ya separados y proyectados en direcciones opuestas.  Para que Y esté al tanto de lo sufrido por X tiene que haber una transmisión de información.  Son dos procesos distintos y susceptibles de ser estudiados separadamente.  Este era el punto de vista de Einstein en su controversia con Niels Bohr.
fotones.JPGSin embargo, no es así: si se toma un par de fotones que tengan una correlación entre ellos, la medida de la polarización del primero, X,  implica que el segundo quedará automáticamente polarizado de manera perpendicular al primero, sin que haya relación de causa y efecto ni transmisión de información entre ellos.
 En 1981 y en 1981, Alain Aspect (en el instituto de óptica de Orsay) demostró que así era (http://es.wikipedia.org/wiki/Alain_Aspect).  Eso era la prueba de que cuando se observa una partícula X y se la saca de su indeterminación, la partícula Y sufre una modificación sin que intervenga una influencia causal directa (como en el caso de las bolas de billar).  Esto sugiere que en el nivel más sutil de la materia existe un campo unificado en el que, de alguna manera, cada punto tiene de manera holográfica TODA la informaciónNo es necesario que haya una influencia directa de X sobre Y, ni transmisión de información, para que Y esté determinado por X.
Este punto es muy importante, porque es un concepto totalmente distinto del universo: frente a la visión del universo que se nos daba hasta ahora, un universo frío y mecánico, donde las cosas no estaban relacionadas entre ellas, se nos sugiere ahora la posibilidad de un universo que sería realmente “universo” (“universus” en latín significa “todos a una”).  Esto sería un universo significativo y en el que las cosas estarían relacionadas en el nivel más profundo.  No se necesitaría intercambio de energía mecánica ni de información entre ellas, pues estarían siempre conectadas.  Por eso si se decripta la información que da cada una de ellas, se puede conocer la información pertinente respecto a la otra.

Las fuerzas físicas

En física se habla de 4 tipos de fuerza:
1-Gravitacional: atracción entre los cuerpos (por ejemplo: la gravedad)
2-Fuerza nuclear fuerte: interacción entre los protones y neutrones.
3-Fuerza nuclear débil (termonuclear por ejemplo)
4-Electromagnética
Se supone que no pueden existir más fuerzas que esas 4.  Si intentamos dilucidar cuál de ellas explica el fenómeno astrológico, nos encontraremos con un serio problema.  Veamos:
1-Los planetas no ejercen sobre los seres humanos ninguna influencia gravitacional (están muy lejos), tampoco electromagnética (por la misma razón).  Y aún menos la nuclear fuerte o débil.  Incluso en el caso de que así fuera, resultaría peliagudo explicar porqué Saturno me deprime y Venus me pone alegre.
2-Ese tipo de fuerzas (gravitacional, nuclear etc.) se aplican sobre objetos concretos y no afectan a aquellos que no están presentes por el simple hecho de tener relación con el primero.  Por ejemplo, supongamos que tengo una cazuela con su tapadera: si pongo la cazuela al fuego y la tapadera está a más de 1000 kilómetros, les puedo asegurar que la tapadera no se va a calentar.  El hecho de que exista una relación entre A (cazuela) y B (tapadera) no hace que la energía aplicada a A se transfiera a B.
Sin embargo, la astrología no funciona así.  Supongamos que en direcciones primarias el regente de mi III (hermanos, coches) haga un mal aspecto al regente de VIII o XII (pérdidas).  Es muy posible que un hermano mío sufra graves problemas (aunque viva a 10 000 Km de distancia), o que mi coche se quede para la chatarra. 
¿Cómo se explica esto? De entrada, una dirección primaria no corresponde a nada “real” en el cielo en el momento presente.  Es un movimiento simbólico del tema del día en que nací (no del tema actual) que consiste en avanzar todos los puntos de la carta un grado ecuatorial por año en el movimiento primario. Es decir: si el astrólogo me dice que en mi carta Júpiter está en estos momentos en cuadratura en primarias a Saturno, esto no tiene nada que ver con el cielo actual, ni con la posición en dicho cielo de Júpiter y Saturno, los planetas reales.  Tampoco es la posición donde estaban esos planetas el día de mi nacimiento, pues el astrólogo ha avanzado esa posición un grado ecuatorial por año, porque simbólicamente un grado es igual a un año.  ¿Realmente hay alguien que crea que un físico va a tragar eso?  ¿Va a creer que me ocurre esto o aquello porque el astrólogo dice que los planetas están en un sitio donde no estaban el día del nacimiento ni están en la realidad actual, una posición simbólica?  Es que si yo fuera física, me cabrearía.  Es un insulto a su inteligencia.
Por otra parte, yo tengo mi carta, pero mi hermano y mi coche tienen otra.  ¿Cómo se puede explicar que lo indicado en mi carta por un método simbólico como una dirección primaria afecte a personas o cosas distintas de mí, alejadas de mí y con una carta diferente?  Es como pretender que cuando pongo una olla al fuego la tapadera que está a 1000 kilómetros de distancia se va a calentar.
3-Las energías físicas no son discriminativas por motivos sociales.  Es decir: si someto a 1000 personas a la misma descarga eléctrica, puede haber resultados distintos por la naturaleza biológica de cada uno y, por ejemplo, su nivel de sudor, pero la descarga no perdonará al uno por ser poeta y freirá más al otro por ser director de banco (no sería mala idea para algunos…).
Pero la astrología sí funciona así: supongamos que un ingreso solar anuncia la muerte del presidente.  Hay elecciones ese año y el que fallece es el segundo presidente del año.  ¿Por qué esa “energía” mató al uno y no al otro?  Y lo más gordo: ¿Cómo sabía esa energía quién era el presidente?  ¿Les pidió el carnet de identidad?  No nos perdamos ese detalle: si el país tiene 180 millones de habitantes, es realmente asombroso que una energía física sepa encontrar al único de los 180 millones que es presidente.
Otro caso: imaginemos a una señora que tiene un marido.  Con un mal tránsito de Saturno a su Sol, ese marido enferma.  14 años después, hay otro mal tránsito y su marido enferma, pero en el interim ella se había divorciado (7 años después) y es el segundo marido el que enferma ahora.  ¿Cómo sabe esa energía que ella se ha divorciado y vuelto a casar?  ¿Esta vez la energía física pidió el libro de familia?

Conclusión

Realmente, suponer que el fenómeno astrológico se explica por un tipo de energía que emana de los planetas, una energía que aún no se ha descubierto, sería posible.  Pero pretender que esa energía física hace además cosas que ninguna energía física hace, como afectar a seres u objetos relacionados indirectamente con el sujeto (y sometidos ellos mismos a otra energía distinta) y saber discriminar los sujetos a los que va a afectar siguiendo criterios sociales y no biológicos (por ejemplo: el presidente del país, o el marido de fulanita) parece ya un chiste.
Y es que, por el camino, nos hemos perdido un detalle muy importante: la astrología clásica dice, por ejemplo, que el corazón es análogo al Sol, pero no dice en ningún momento que salga del Sol ningún rayo especial que afecte más al corazón que a los demás órganos.  La palabra utilizada desde la antigüedad es “análogo” al Sol.  “Analogía” no es influencia directa, física, sino parecido.  La definición de analogía que encontramos en la wikipedia es: “Analogía, del griego αναλογíα (ana -reiteración o comparación- y logos, razón), significa comparación o relación entre varias razones o conceptos; comparar o relacionar dos o más seres u objetos, a través de la razón, señalando características generales y particulares, generando razonamientos basados en la existencia de semejanzas entre estos, aplicando a uno de ellos una relación o una propiedad que está claramente establecida en el otro.”
¿Cómo se puede entender la analogía? Pongamos un ejemplo: imaginemos dos copos de nieve semejantes el uno al otro.  Si uno de ellos pudiera pensar, al ver el otro sabría cómo es él mismo.  Y si lo viera fundirse al sol, podría imaginar lo que le iba a ocurrir a él.  Esto es lo que nos dice la astrología: no hay influencia directa, pero puesto que A y B se parecen, B puede saber muchas cosas de sí mismo observando a A.
Me dirán que dos copos de nieve tienen un parecido lógico, pero que no ocurre lo mismo entre los seres humanos y los planetas (que pertenecen a categorías claramente distintas).  Veamos pues otro ejemplo de cómo funciona esto: imaginemos a un hombre en una estación.  Viene de una tribu lejana y no entiende nada de nuestra civilización.  Sin embargo, ve que cuando las manecillas del reloj están en tal o cual posición, llega el expreso de Málaga o el de Barcelona.  Este hombre tal vez acabe creyendo que el reloj es un instrumento mágico que hace llegar trenes, pero no es así.  Nosotros sabemos que reloj y trenes están sincronizados sobre una misma variable, el tiempo, y que por eso coinciden, aunque ni A causa a B ni B a A.  Es esa sincronización respecto a una misma variable la que explica que dos cosas tan distintas (reloj y tren), que no interactúan entre ellas, puedan usarse para saber algo de la otra: el reloj para saber si va a llegar el tren o el tren pasa saber qué hora marca el reloj.
Cabe pues descartar completamente una influencia física de los planetas sobre los seres humanos o sobre los objetos o países.  La astrología es una ciencia demasiado simbólica para que sus efectos se puedan explicar por medio de una energía física.
Extrapolando el experimento de Alain Aspect y suponiendo que sí hay un plano sutil de la materia en el que no existe la dualidad, sino la uni-versalidad (en su sentido etimológico), podemos pensar que hay una conexión profunda entre todas las cosas.  Si ese plano existe, si todo es uno y todo está conectado, si cada punto del universo tiene una información subliminal y holográfica en cada momento de todos los demás puntos del universo, si el universo ya no es algo frío y mecánico con cosas dispares sin relación entre ellas, entonces sí podemos creer en la astrología.
De alguna manera esto sería como un solo y único cuerpo que manifiesta un mismo sentimiento de maneras distintas, pero con idéntica intencionalidad.  Puedo decir: “Me alegro de verte”, y esa alegría la transmitiré a través de mis palabras, del tono de la voz, de la expresión del rostro, de la posición del cuerpo.  Son códigos distintos y ninguno causa al otro, pero todos transmiten cada uno a su manera la misma idea: la alegría de verte.  Planetas y seres vivos serían por lo tanto códigos distintos de un mismo cuerpo que transmiten un mismo mensaje.
Entonces el planeta sería sólo una señal, como lo era el reloj del ejemplo, no una causa.  Viendo esa señal podemos saber lo que va ocurrir, no porque ella (la señal) lo cause, sino porque ambos (planetas y seres vivos) estamos sincronizados sobre la misma variable, a la que llamaremos X.  La pregunta entonces sería: ¿Cuál es esa variable sobre la que estamos sincronizados?



http://www.bedaweb.com/verarticulo.php?nid=210





viernes, 7 de agosto de 2015

Astrología de la crueldad. Por Alejandro Fau.








Astrología de la crueldad
Por Alejandro Fau
 
¿Qué es lo que buscamos cuando acudimos a una consulta Astrológica? Años de preguntar primeramente a las personas que asisten a mi consulta, sobre los motivos que lo llevaron hasta allí, me han dejado una amplia variedad de respuestas. Algunas graciosas y otras tristes, muchos ejemplos sobre lo confusa que está la gente sobre la astrología, y profundas impresiones sobre la salud mental de la sociedad en que vivimos. Lo cierto es que más allá de la anécdota que nos ha impulsado a la consulta, siempre existe alguna profunda causa o excusa, conciente o inconsciente, que esgrimirse ante uno mismo. Esta puede tener una gran profundidad filosófica sin por ello bloquear ninguna posibilidad anecdótica. He conocido a gente que desea poder desplegar sus aptitudes de un modo pleno buscando conocer la totalidad de su propio Ser, y algunos otros que solo vienen para que por favor les tranquilices un poco, que le hagas quedar bien ante sí mismos y los otros, y que, de ser necesario y para no vulnerar las dos exigencias anteriores, para que por favor les mientas.
“Si te importa más lo que te va a pasar que lo que te pasa, no vengas… te contesto ya:
Vas a Morir, te lo juro”
Desde hace veinte años y con ésta frase, Daniel, un amigo, recuerda su primer contacto con la astrología cuando me llamó por teléfono para pedirme su primer consulta. También fue él, conocido escritor, quien sintetizó en una breve oración la tipología astrológica que yo practicaba en mi consulta. Es la misma que figura como título de este artículo y que, contrariamente a sentirme ofendido ante ella, la he adoptado desde aquel entonces como una perfecta definición de lo que debiera ser una herramienta indispensable en el tratamiento del Alma Humana. Lo cierto es que amén de contener emocionalmente al consultante cuando este viene, ya que se trata de alguien doliente y que padece, no se debe nunca evadir el hecho de que nuestra principal función es la de devolverle una imagen de la realidad que lo constituye a él como un ser integral incluidos sus aspectos más oscuros y siniestros, como si se tratara del reflejo en un cruel y despiadado espejo. Cierto es que algunos a priori no tienen ni pensado encontrarse con alguien que probablemente les devuelva una imagen de sí que no le guste cuando asiste a una consulta con un profesional de la astrología humanística. En general se tiene una idea muy equivocada respecto de lo que sucederá allí.
La mayoría de las personas cree que se encontrará con un ser iluminado por un conocimiento secreto de las cosas, y que por su intermedio conseguirá la ayuda sobrenatural de los esquivos dioses para resolver sus innumerables problemas. Cree que se encontrará con un mago o una bruja que puede ver más allá de lo que sucede aquí en la tierra y que por medio de secretas y oscuras artes manipulará el destino de modo que lo deje libre de todo mal. Piensa que consultar a ese supuesto ser superior le limpiará el camino de experiencias que detesta atravesar, de personas que odia, y que le evitará tomarse el trabajo que implica resolver por sí mismo las cuestiones de su vida. En resumen, vienen a que otro se haga cargo de solucionarle la vida, como cuando deja su auto en el mecánico para que éste se lo arregle y desentenderse de él mientras tanto. Pero claro que pensar que él puede hacer eso no es totalmente su culpa, sino también la de aquellos que explotan esa misma creencia con el fin de hacerse fortuna a costa suya, y de aquellos otros a quienes les conviene el que por causas socio-económicas, políticas o religiosas, que dicha falsedad se sostenga en el tiempo a fin de acumular así un mayor dominio e influencia dentro de la sociedad y cultura en la que opera. El conocimiento es un arma de poder.
La escisión entre la “ciencia oficial” y los otros aspectos del conocimiento humano como ser la Alquimia y la Astrología, obedeció a cuestiones tan diversas como la economía, las ventajas de una mayor acumulación de poder, y probablemente el miedo que le produjo el enfrentarse cara a cara con lo desconocido a una sociedad enferma de individualismo racional. En 1665 Baptiste Colbert, fundador de la Academia de Ciencias de Francia, declaró ilegal el empleo u enseñanza de la Astrología, so pena de ser expulsados a los a partir de allí llamados Astrónomos. Hasta ese momento la Astrología era enseñada en la mayoría de las distintas Universidades de Europa, y aquellos que asistían a ellas y descuidaban su estudio, los consideraban poco menos que unos papanatas, pues en su larga lista de elementos debía prestársele atención a cosas importantes para el gobierno, pero aburridísimas en la mente de los jóvenes herederos y nobles que querían otras cosas y no las matemáticas y la geometría. Los Príncipes de la época, tal como los definía el mentado Maquiavelo, debían contratarlos. Serían conocidos así por la historia, como los astrónomos de las diferentes Cortes.

La Universidad de Colonia, en 1215 fue la primer Universidad Europea en adoptarla para su difusión y enseñanza. La cátedra estaba a cargo de un monje católico. La Iglesia de Roma acaparó durante muchos años la provisión de profesores y auxiliares, devotos hermanos que miraban a los cielos con el fin de acercarse más a Dios, quienes catalogaban las estrellas y las volcaban en bonitos mapas que usaban los navegantes de la época, y que entre otros posteriores e importantes avances lograron en 1812 descubrir al planeta menor Ceres, por ejemplo. Hay una profunda tradición del estudio de las artes y las ciencias del cielo dentro de la Iglesia Romana. Bacón era un monje Franciscano del siglo XIII que enseñó en las Islas de Britania… Bueno, luego fue que terminó preso por su propia Orden durante cerca de 14 años por decir y hacer cosas raras y de tener tratos con el demonio, pero eso es otra historia dentro de la misma y larga historia de la Astrología. Las Escuelas de Oriente ya tenían completísimos Catálogos Celestes, y tablas de declinaciones y ciclos sobre las evoluciones de los objetos del cielo antes de que occidente dejara de contar con los dedos y los números romanos. La incorporación de la cultura y las artes islámicas en la sociedad europea durante los siglos XIII y siguientes, se representó en un salto muy importante en cuanto a la calidad del conocimiento accesible al público universitario, aunque el racionalismo terminaría asociándose con la iglesia romana en su lucha contra las “creencias y demoníacas artes paganas”.

Más lo cierto es que la astrología sobrevivió a ello enmascarada dentro de un marco de legalidad no mucho tiempo a partir de la declaración de Colbert, pese a que personalidades de la talla de Newton se declararan a sí mismos como Astrólogos y Alquimistas. Recordemos que Sir Isaac Newton (4/Ene/1643-31/Mar/1727) produjo más tratados de Alquimia que sobre cualquier otra materia sobre la que haya escrito, pese a constituir ésta una materia expresamente prohibida en su época. En 1669 escribió dos trabajos sobre la alquimia, Theatrum Chemicum y The Vegetation of Metals. En este mismo año fue nombrado profesor Lucasiano de Cambridge. También es conocida su afiliación a la Rosacruz figurando sus notas en el margen de una edición original de la Fama Fraternitatis. En 1680 empezó su más extenso escrito alquímico, Index Chemicus, el cual sobresale por su gran organización y sistematización. En 1692 escribió dos ensayos, de los que sobresale De Natura Acidorum, en donde discute la acción química de los ácidos por medio de la fuerza atractiva de sus moléculas. Es interesante ver cómo relaciona la alquimia con el lenguaje físico de las fuerzas. Durante la siguiente década prosiguió sus estudios alquímicos escribiendo obras como Ripley Expounded, Tabula Smaragdina y el más importante Praxis, que es un conjunto de notas de Triomphe Hermétique de Didier, libro francés cuya única traducción es del mismo Newton.

Claro que todo esto es de un descubrimiento bastante reciente, ya que de no ser así jamás hubiese sido investido con el título de Sir por la reina Anna (1705), ni se lo hubiese ensalzado como muy piadoso por el cristianismo. Newton también escribió sobre teología, pero era arrianista y creía en un único Dios, el Dios Padre. En cuanto a los trinitarios, creía que habían cometido un fraude a las Sagradas Escrituras y acusó a la Iglesia de Roma de ser la bestia del Apocalipsis. Por estos motivos se entiende el por qué eligió firmar sus más secretos manuscritos alquímicos como Jehová Sanctus Unus: Jehová Único Dios. También relacionó sus estudios teológicos con los alquímicos y creía que Moisés había sido un alquimista. Su ideología antitrinitaria le causó problemas, ya que estudiaba en el Trinity College en donde estaba obligado a sostener la doctrina de la Trinidad. Entre sus obras teológicas, algunas de las más conocidas son An Historical Account of Two Notable Corruption of Scriptures, Chronology of Ancient Kingdoms Atended y Observations upon the Prophecies. Como astrólogo, además de profundamente religioso, Newton realizó varios cálculos sobre el "Día del Juicio Final", llegando a la conclusión de que este no sería antes del año 2060.
Podemos ver que el conocimiento “secreto” gozó siempre de muy buena salud, y en la medida en que sus practicantes pudiesen ser silenciados posteriormente por la historia oficial brindando un retrato incompleto de aquellos que eran inocultables por la relevancia del impacto de sus descubrimientos en la sociedad, todo estaría bien. Pese a ello, no se dejó de atacar ni por un instante a cualquier atisbo de las artes esotéricas que apareciesen aisladamente, o de asesinar, lisa y llanamente, a quienes las practicaran. Tanto Estado como Iglesia siempre desearon tener absoluto control sobre el saber en manos del pueblo, siendo concientes de su altísimo grado de vulnerabilidad si este se expandía. Recordemos un caso inverso, en que el saber científico puro fue atacado en sus orígenes por la iglesia romana. En el siglo V un grupo cristiano atacó a la figura más relevante de su época por criticar las teorías geocéntricas de Claudio Ptolomeo (que eran aceptadas como un dogma por la iglesia), defender los derechos civiles de las minorías y negarse a ser tratada como un ser carente de Alma. Su nombre era Hypatía de Alejandría, primera mujer científica documentada en la historia (era astrónoma y matemática), que sostenía que la tierra giraba en torno al Sol y no a la inversa, que luchaba para que las mujeres tuviesen un trato igualitario y pudiesen obtener cargos públicos, y que en el año 416 DC fue asesinada por orden de Cirilo, Arzobispo y Patriarca de Alejandría, para que la ignorancia de sus postulados continuara aún por mil años más…

Vemos cómo las instituciones Políticas y Religiosas no han escatimado acciones o recursos para retener el poder. Han desatado verdaderas masacres y guerras de “purificación” durante siglos. Han torturado, asesinado y encarcelado a más gente que nadie por cualquier otra causa, tan solo por controlar algo tan intangible como el conocimiento. Un tesoro inmaterial precioso, y un arma de increíble poder, un arma capaz de destruir el engaño que ciega la visión y la mente de los individuos que creen ser libres... Sí, creo que no es enteramente culpa de la gente el tener una idea equivocada sobre qué es la astrología, podríamos alegar que es falta de interés de su parte el informarse debidamente sobre ella, o sobre otras cosas. Pero lo cierto es que cuando la información se encuentra oculta por oscuros intereses, se hace muy difícil no sólo informarse, sino también informar libremente. También sé que no alcanza con unas cuantas palabras bonitas que reconforten el espíritu, ni falsas promesas de un mundo mejor y fantasías de próximas fortunas y placeres para hacer nuestra tarea cotidiana en la consulta. Quizás eso pague nuestras cuentas y gastos a fin de mes, quizás nos deje considerable fama y fortuna, pero eso no le servirá de nada a quien a nosotros acude con el fin de obtener una consulta. Nuestro compromiso profesional debe ir más allá que el cumplir estrictamente con los horarios y honorarios de atención. Debemos ser sinceros y veraces sin temor de ser crueles si nuestra acción es guiada por el amor, pues la crueldad nos capacita para poder reconocer lo que es verdad, y así como solo el amor salvará al mundo, solo la verdad nos hará libres.



 http://www.astrotranspersonal.com.ar/astrologiacruel.htm


jueves, 6 de agosto de 2015

¿Qué implicaría para la mente del hombre que la Astrología fuera cierta?. Por Juan Cicchetti.







¿Qué implicaría para la mente del hombre
que la Astrología fuera cierta?

Por Juan Cicchetti
 
Me gustaría comenzar la nota partiendo de una dificultad básica que plantea la astrología a la mente actual de nosotros los humanos. ¿Qué implicaría para la mente del hombre que la astrología sea cierta? El paradigma astrológico choca profundamente con cierta manera que tenemos los humanos de organizar la realidad. Es decir, cada uno de nosotros construye día a día una realidad organizada desde diferentes tipos de supuestos que son naturalizados por la cultura, somos educados desde dichos supuestos y tenemos un tipo de circulación social que los reproduce diariamente.
Creo que todos nosotros podemos afirmar sin problemas que para la mente del hombre moderno el Universo se presenta como un lugar amenazante al cual debemos controlar para sobrevivir. Obviamente estos supuestos no son meramente creencias que a alguien se le ocurrió un día enunciar y desde allí se repitieron, sino que estas maneras que tenemos de organizar la realidad responden a circuitos biológicos, tipos de organización animal que llamamos instintos de supervivencia.
El mamífero que tenemos dentro tiene miedo del Universo, que se le presenta como un entorno inmediatamente amenazante, de allí claro está la necesidad de madriguera/ familia/ casa/ marido/ amigos/ manada para sentirnos seguros. Estos niveles de organización biológicos tienen muchas implicancias hoy día, y creo que esto no es ninguna novedad. Por ejemplo vivimos un paradigma de ciencia que busca encontrar las leyes que gobiernan la naturaleza para así volverla previsible, y desde ya el sistema económico que nos regula se mueve igualmente desde el supuesto de carencia y que por lo tanto el más fuerte prevalecerá y el más débil sucumbirá. Somos educados en la competencia de unos sobre otros y continuamente buscamos imponer nuestras ideas a los otros, buscamos de alguna manera actualizar día a día la capacidad que tenemos de controlar, dominar nuestro entorno, el mundo en sí mismo.
Estos “circuitos” que organizan nuestra manera de ver la realidad responden entonces al supuesto de que estamos separados de ella, por lo tanto la percibo como amenazante. Aquello distinto a mí debe ser controlado, sometido para que no me destruya. Este supuesto de realidad sobre el que está organizado la inmensa mayoría de la civilización moderna implica costos altísimos al hombre y al planeta. El paradigma astrológico en cambio surge del desarrollo de una sensibilidad entrenada en encontrar relaciones de un tipo diferente con el entorno. Es decir, para la astrología el Universo es una complejísima unidad que en un nivel es energía, vibración y en otro nivel formas, planetas, cuerpos que son la parte densificada de dichas energías. Y que dichos niveles de la realidad están profundamente imbricados unos con otros, formando un tejido viviente e infinitamente complejo y creativo.
Como la famosa máxima de Hermes Trimegistro “como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”. Entonces el tipo de entrenamiento perceptivo que plantea el paradigma astrológico implica que habrá necesariamente relaciones entre “mi interioridad y mi entorno (que podríamos llamar destino)” o para plantearlo un poco más en términos astrológicos las formas que tome el cielo tendrán necesariamente un correlato a nivel terrestre, a nivel de sistema nervioso terrestre, es decir, nosotros los humanos, los animales, las circunstancias. Somos formas vivientes tejidas en este misterioso universo que se refleja a sí mismo en todas las direcciones.
Así, desde una percepción astrológica, aquellos aspectos negados de mí mismo vendrán a mi vida como destino para así poder reconocerlos en el afuera y de esa manera integrarlos al psiquismo que evoluciona con esta nueva lógica adentro/afuera. A modo de un breve ejemplo, si una persona que tiene dos núcleos contradictorios en su carta; un núcleo abierto, rebelde que busca cosas nuevas incesantemente; y otro núcleo que busca seguridad, que las cosas no cambien. Inevitablemente el psiquismo tendrá una tensión básica muy difícil de conciliar. Por lo tanto, lo que sucede habitualmente es que la persona se identifica con uno de esos núcleos dejando el otro en “sombra”. Así se armarán escenas de destino que gatillarán el núcleo en sombra en el afuera dando chances así de que el núcleo en sombra emerja y pueda ser integrado a este psiquismo que se desarrolla.
Como verán este tipo de información no es afín a un tipo de organización cerebral que organiza la realidad como “afuera = amenaza; por tanto protegerme del afuera.” Todos los astrólogos vivimos cotidianamente la distancia que existe en nosotros entre estos dos paradigmas cuando un consultante nos dice “¿Cómo es posible que sepas eso de mí viendo cómo estaba el cielo el día de mi nacimiento? Aquí se evidencia que la manera que tenemos de percibirnos en la vida es desde una matriz psíquico/cognitiva que se cree separada de la realidad, sino sería de lo más natural entender que indefectiblemente mi vida refleja los movimientos constantes del cielo.
La astrología es un lenguaje que ha sido desarrollado y sigue desarrollándose desde un entrenamiento perceptivo que implica ver y percibir cómo esas vibraciones que los planetas, signos y constelaciones representan encarnan en el tejido viviente de la tierra reflejando en este infinito proceso la relación de un tejido/forma sistema nervioso con un Universo vibratorio que se refleja en dichas formas. Entonces la carta natal es un momento determinado de ese flujo constante del movimiento celeste, es la foto del cielo en ese momento determinado. Y esa foto, obviamente se saca en el momento del nacimiento por lo tanto se lee en el cielo la matriz vibratoria de la persona.
Ahora bien, esta matriz vibratoria que la carta natal implica precipitará en diferentes acontecimientos y vínculos, ya que el cosmos se refleja incesantemente en el tejido de la tierra, por lo tanto la Astrología educa un tipo de mirada que comienza a leer poco a poco la partitura vibratoria con la que el Universo vibra. La música y su infinita complejidad comienza a ser leída por nosotros, comienza a ser captada y en la medida que esto sucede la posibilidad de acompañar el proceso creativo de la vida se incrementa; es decir, en lugar de repetir una misma respuesta siempre, la astrología y la lectura de la partitura vibratoria nos permiten responder de maneras más creativas a lo que profundamente somos, a lo que profundamente quiere manifestarse.
Es importante entender que el tejido viviente de la tierra se organiza desde patrones que inevitablemente deben sostener ciertos niveles de fijeza y repetición. Imaginen si nuestro esqueleto cambiase de forma momento a momento, jamás hubiésemos podido aprende a caminar, movernos, etc. Es necesario que ciertos niveles de la forma respondan a moldes rígidos que buscan permanecer, para que otros proceso más creativos y flexibles puedan suceder. Para que la Tierra genere formas que piensan, hablan y sienten fueron necesarios millones de años de evolución, millones de años de vincularse vibratoriamente con el cielo que momento a momento la preña con su constante creatividad.
Hago esta aclaración para que podamos entender un poco más lo que implica el trabajo astrológico. Es decir, nuestra carta natal tiene un potencial impensable de complejidad vibratoria, pero dado que ese potencial es a la vez una forma terrestre que implica estos niveles de inercia y forma, esa carta de potencial infinito encarnará, quedará determinada por cierto umbral que dicha forma terrestre posee. La vibración del cielo queda así definida en un cierto cuerpo, con una cierta madre, padre, parejas, vínculos. El cielo se jugará a través de esa carta.
Este umbral, esta frontera del encuentro entre el cielo y la tierra que somos es la carta natal y su despliegue. Por eso es tan valioso conocer nuestra carta natal, ya que así contaremos con un mapa vibratorio de potencialidades que podremos nutrir para que nuestra creatividad pueda florecer. Y a la vez conocer nuestros lugares inerciales que nos detienen y que quieren repetirse (porque es lo que conocen) para así comprenderlos y utilizarlos a favor de nuestro desarrollo. Cuando nos preguntan nuestro signo contestamos “soy de leo, cancer, acuario, etc..”. Lo que en verdad estamos diciendo es que a la hora de nuestro nacimiento el sol estaba en el sector de leo, cáncer, acuario, etc. Es decir, el sol vibraba con la cualidad zodiacal que llamamos nuestro signo.
Pero la carta natal es mucho más que esto, ya que además de estar el sol pulsando con determinada energía, también lo estaba, Júpiter, Urano, Saturno, Mercurio, etc. Todo ese entramado vibratorio es parte de nuestra matriz y todos los humanos tenemos en diferentes proporciones dichas vibraciones. Alguien tendrá fuertemente marcado ciertos planetas y aspectos y será diferente a la carta de otra persona, ya que el cielo cambia a todo momento, la partitura vibratoria esta viva a cada momento. La hora y lugar de nacimiento son fundamentales para determinar cómo se dibujará el sistema de casas de esa persona en esa hora y lugar de la Tierra específicos. Las diferentes casas marcarán áreas de experiencia, ámbitos discriminados de la vida cotidiana en donde se jugarán las energías de los planetas y las cualidades zodiacales.
En su libro “Las doce casas” Howard Sasportas lo explica de una manera más que sintética <Dicho de modo muy simple, los planetas nos muestran qué sucede, los signos cómo sucede y las casas dónde sucede>. Así como el Zodíaco es la división en doce espacios de la eclíptica ( la senda aparente del Sol alrededor de la tierra desde un punto de vista geocéntrico); las casas a su vez, responden a la división en 12 espacios de la rotación diaria de la Tierra sobre su propio eje en relación a la eclíptica Solar.
Astronómicamente hablando, la casa 1 (o Ascendente natal) marca la intersección de la eclíptica con el horizonte del observador. Dado que la Tierra gira completamente sobre su eje en un tiempo de 24 hs, entonces todos los planetas y signos pasarán en un día por las doce casas que constituyen la carta natal. Cada casa representa un ámbito de experiencia el cual experimentaremos desde las energías Zodiacales y planetas que estén emplazados allí. Este es un mapa muy específico que ayuda a aquellos que conocen su carta a discriminar con mucho mayor rango de precisión la manera más natural y fluida posible para abordar las vibraciones que dicho campo de experiencia plantea a la persona.
Un consultante presentaba una carta natal con mucha energía de orden, trabajo, esfuerzo y precisión. Obviamente esta persona tenía muchas dificultades para lidiar con los “imprevistos” de la vida ( que astrológicamente es representado por Urano), ya que su anhelo era de organizarlo todo ¡a modo de maquinaria de reloj suiza!. Una angustia muy fuerte que esta persona planteó en la consulta era su tremendo miedo en lo concerniente a los recursos materiales, su miedo era de perderlo todo imprevistamente. La casa 2 simboliza el área de nuestra vida en dónde contamos con los recursos para materializar, por lo tanto la relación que tengamos con las energías que allí emplazadas nos darán un indicio de la capacidad que tiene o no la persona para materializar.
Este consultante tenía a Urano en casa 2, y en la casa donde se encuentre emplazado nos mostrará el escenario para que desarrollemos nuestra capacidad de surfear los imprevistos, abriéndonos a aspectos nuevos y originales de nosotros mismos. Una vez que esta persona comprendió la posibilidad que le brindaba la casa 2 pudo poco a poco ir perdiéndole el miedo a los imprevistos que la vida le presentaba y así ir generando mayor poder de materialización. Su lado organizado y controlador aprende poco a poco a perderle el miedo a lo que no es controlable y así desarrollar cualidades más adecuadas y naturales para la materialización. Digamos que más amigo sea de lo que no se puede prever mayor será su capacidad de materializar.
Otros deberán encontrarse con el esfuerzo en la dos (Saturno), otros con la enseñanza (Júpiter) y así sucesivamente.. Este ejemplo sirve para entender el potencial que tiene para la Conciencia el hecho de discriminar los escenarios de la Vida y los desafíos energéticos que dichos escenarios plantean.
Hablemos un poco entonces en forma breve y sintética de algunas energías básicas de la carta para hacernos una idea un poco más concisa de lo que estamos diciendo.
La Luna: Como bien sabemos los seres humanos crecemos envueltos en diferentes tipos de “huevos vibratorios”, que obviamente generan cuerpo en el tejido terrestre. O sea, primero dentro de un útero, luego pasamos a construir una noción de mundo a través de nuestra madre, luego colegio, amigos, es decir la cultura.. La luna es aquella vibración que va generando contextos para que algo pueda desarrollarse. Entonces en la vibración zodiacal de la luna y sus aspectos podemos leer la manera que tiene la persona de armar madriguera, de armar casa; y a su vez, la cualidad vibratoria que esa persona experimenta con su madre (que es la que hace de primera luna por excelencia). La luna es la vibración donde el psiquismo experimenta un máximo de seguridad, es la vibración que el sistema nervioso traduce como “segura”, por eso la cualidad lunar y su maravillosa función de cuidado y nutrición pasa a ser posteriormente un refugio inercial y altamente regresivo. Esto sucede debido a la necesidad psíquica que tenemos a “estar en seguridad”, por lo tanto el sistema nervioso dice: “¡Envolvete en la luna!”, así la luna que debería ser una función de cuidado en las primeras etapas de desarrollo se vuelve una morada recurrente que no permite el desenvolvimiento de otras energías de la carta. Así vemos constantemente a personas que a ojos de lo social aparentan madurez y solidez, pero a ojos de la astrología son lugares de búsqueda de seguridad homeostática. Esto no significa que haya que estigmatizar a la luna, ya que si la persona realmente trabaja su madurez emocional, entonces la luna se vuelve un potencial único, porque es una vibración que realmente conocemos hasta la médula. Esta vibración una vez que atraviesa un proceso de maduración se vuelve un verdadero talento de la persona y con ello la posibilidad de entrar en contacto emocional profundo con otros, cosa que de otra manera se hace difícil ya que si el otro se lo traduce como amenazante el verdadero contacto no puede florecer.
El Sol: Visualicemos un segundo al Sol irradiando luz, vitalidad y calor en el centro de nuestro Sistema Solar. Observen que la luz que todos los días ilumina nuestras vidas (literalmente hablando) proviene de una estrella muchas veces más grande que la tierra y que se encuentra a una distancia tan maravillosamente equilibrada que permite que esa potencia tremenda alcance la superficie terrestre con un determinado umbral de calor, posibilitando la vida en La Tierra. La órbita terrestre está a la justa distancia del Sol para la vida, y su vuelta alrededor de éste posibilita las estaciones generando diferencias en la temperatura Terrestre, diferencias necesarias para la Vida. Pero además el peso gravitatorio Solar organiza la órbita de todos los planetas de nuestro sistema solar, organiza un sistema, coherentiza un sistema de planetas (que para los astrólogos tendrán correlato de diferentes funciones psíquicas). Los soles del Cosmos con sus explosiones continuas, explosiones que equivalen a millones de bombas atómicas, son los generadores de Luz y calor en la infinita vastedad del Cosmos. Este efecto irradiante y generador de vida que el Sol es, implica en la carta natal el lugar en donde nos sentimos nosotros mismos. Es difícil para todos nosotros expresar y explicar esta frase “donde somos nosotros mismos”, pero creo que a todos nos toca en un lugar particular, que refiere a esa imagen Solar de irradiación espontánea y vital, ese es nuestro potencial Solar psíquico, es decir, sentirnos nosotros mismos y expresarlo. La cualidad zodiacal del Sol y sus aspectos hablarán de la vitalidad irradiante que esa persona posee. El principio Solar coherentiza nuestras vidas y nos brinda vitalidad para sentirnos Uno e irradiar eso que somos. Por eso leemos en el Sol la identidad de la persona, donde se siente que es, pero esta identidad, esta auto imagen se organiza con tejido lunar también, es un proceso complejo, ya que la auto imagen representa generalmente un lugar de seguridad que continuamente buscamos confirmar. Más allá de este nivel solar relacionado a la Luna se encuentran niveles solares de irradiación profundamente vital y espontáneamente originales.
El Ascendente: Es la puerta de entrada de la energía al Sistema Vibratorio que somos (La carta natal). Muchas veces se usa en astrología la comparación del Ascendente con el rostro, ya que este es la parte de nosotros que más nos identifica y que nunca vemos si no es en un espejo. Por lo tanto el Ascendente es aquella identidad vibratoria hacia la cual puja la energía de la carta, pero con la cual no nos identificamos, ya que lograr la identificación con el Ascendente implica todo un proceso de maduración psíquica muy importante que lleva muchos años de la vida. El Ascendente nos plantea un viaje de destino a recorrer y que lo sepamos o no, estamos recorriendo. Cuando el Ascendente es incorporado concientemente a la totalidad del sistema sucede una potencialización creativa global, ya que ahora la energía entra al sistema sin fallas ni obstrucciones, todo el Sistema se dinamiza. Pero esto lleva mucho trabajo psíquico, ya que el viaje empieza generalmente con una distancia muy grande con aquella energía que realmente somos, por lo tanto el ascendente crea incesantemente escenas de destino (a través de personas y situaciones) para que podamos responder a ellas desde nuestra energía de Ascendente y así reconocernos. Estas escenas se dan, precipitan, ya que constantemente el tejido terrestre refleja el orden del Cielo. Vibrar con la energía de Ascendente es fundamental para que la Vida alcance niveles creativos de mayor complejidad y plenitud.
La carta natal nos muestra nuestro potencial de despliegue vital, conocerla es una herramienta fundamental para que podamos nutrirlo y actualizarlo día a día. En la carta se refleja un anhelo del cielo para la tierra, conocer nuestra carta es sumarnos y abonar creativamente ese anhelo encontrándonos en el proceso como frutos vivientes de esa unión.
La carta marca un patrón de despliegue creativo y vital de la Vida. Fruto de la unión entre el cielo y la tierra ese patrón de despliegue debe ser abonado y nutrido por la conciencia para que florezca su máximo potencial.







miércoles, 5 de agosto de 2015

La tópica Astrología de sobremesa. Una reflexión.









A menudo cuando estoy en una reunión con amigos aparece el tema de la Astrología, porque saben que me dedico a ello.

Normalmente a los postres.

Salen tres  o cuatro preguntando cosas ....que tal los chicos Libra con las mujeres Capricornio ?.

 Hay  una buena Luna para ligar , hoy ? 

Que día podemos comprar lotería ?

En fin esas cosas tópicas que le preguntan a uno en una cena de amigos.

  También ocurre normalmente que  la gente que está sentada más cerca de mi  se suele interesar más seriamente sobre el tema.

Oye, que me tienes que hacer la carta....vale, cuenta con ello.

Es todo un ritual, casi un tema tabú, pero con sus ritmos y contraritmos.

  Y otra cosa.....se puede ir muchísimo más allá en la Astrología, que lo que da de si una cena de sobremesa.

Yo por dar ideas y eso.



Los tres planetas transaturninos. Por Pepa Sanchis.










Los 3 planetas transaturninos

Quisiera explicar un poco en este artículo la naturaleza profunda de los planetas transaturninos (Urano, Neptuno y Plutón).  Para un astrólogo de astrología mundial, es difícil a veces explicar las configuraciones astrales si el lector no acaba de tener claros los conceptos de los que está hablando y qué energías representa exactamente cada planeta, sobre todo en esta época de cuadratura de Uarno-Plutón.  Vamos pues a intentarlo como base para analizar luego las configuraciones actuales.

La astrología es una ciencia simbólica.  Es, en cierto modo, matemática espiritual.  No existe una influencia directa de los planetas sobre el ser humano, sino que la mente humana es un microcosmos organizado a semejanza del macrocosmos.  Lo que es adentro es afuera.  Todo es UNO (por eso decimos "uni-verso") y todo está conectado con lo demás por el simple hecho de parecérsele.  Es la "ley de semejanza", una de las dos leyes básicas de la magia (sí, he dicho "magia").  Para poner un simil: cuando una persona está contenta, puede expresar su alegría con la risa, con una frase, con el tono de la voz, con una sonrisa o expresión de alegría en su rostro, con una cierta postura del cuerpo etc. Son lenguajes distintos del mismo cuerpo que expresan la misma idea. Si uno no conoce esos códigos, sólo verá que en un caso hay determinada expresión del rostro y en otro hay una frase, tal vez en un idioma que no entienda, y no percibirá ninguna relación entre ambas cosas.  Para la astrología, todo el universo es como ese cuerpo y cada parte suya expresa una determinada energía a su manera, con su propio lenguaje (ya sea un hombre o un planeta), pero la energía es la misma para todos aunque la forma de expresarla sea distinta.  Por eso seres humanos y planetas no necesitan estar conectados entre ellos para estar en una misma sintonía.  El origen de la conexión entre hombres y planetas es más profundo y está en otro plano.  Ambos expresan la energía universal cada uno a su manera.

Uno dirá que esto es imposible, pues a veces una persona está alegre y otra triste, lo cual demuestra que no todos funcionamos a una.  Es cierto, pero esto se parece a ir subidos en un autobús.  Existe un mismo vehículo, conductor y trayecto para todos.  Ahora bien, uno puede estar sentado, otro de pie.  Uno mirará por la ventana que da a un parque y el otro a la que da a un abismo. El que está detrás del conductor se asustará cuando éste esté a punto de atropellar a alguien, cosa que ni siquiera notará el del fondo etc.  La unidad es a un nivel profundo, pero luego cada cual actualiza una parte de ella.

Otra característica de la astrología es el orden y la simetria, el equilibrio.  Todo lo que parece discordante no es en realidad más que equilibrio de factores contrarios.  Los seres humanos quisiéramos conocer sólo el Bien, pero éste no existe sin el Mal.  Cada cosa tiene su contrario y lo necesita para ser lo que es.

Partiendo de esta ley de semejanza y del simbolismo inherente a toda la astrología, el punto de origen de todo en la Tierra (materia, mente y espíritu) es el Sol, origen de la vida y del sistema.  Porque en astrología no hay diferencia entre la materia, la mente y el espíritu: son sólo tres planos de lo mismo.
Ahora bien, aunque la vida nace del Sol (imagen en el mundo material del Dios, del espíritu), se plasma en la Tierra (la materia).  Entre el Sol y la Tierra hay tres planetas: la triada interior.  Más allá de la Tierra hay tres planetas más: la triada exterior


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Los astrólogos atribuimos los tres planetas situados en el interior, entre el Sol y la Tierra, a la esfera personal e íntima, análoga a las emociones (eso lo llamamos "humedad").  En cambio atribuimos los tres planetas situados en el exterior, después de la Tierra, a lo social, análogo a la acción (lo llamamos "calor").  Humedad y calor son pues los términos astrológicos para definir las emociones o la acción. Dentro de cada triada hay una estructura ABC puramente simbólica: Sol- Mercurio (C), Venus (B), Luna (A)-Tierra- Marte (A). Júpiter (B), Saturno (C).

  • El planeta más cercano a la Tierra (A, Luna y Marte) tiene la cualidad de esa tríada en grado sumo y la negación de la otra.  Las dos planetas más cercanos a la Tierra son la Luna (en la triada emocional) y Marte (en la triada de la acción), así que la Luna será el máximo de emoción (humedad) y Marte el máximo de acción (calor).

  • El planeta más alejado de la Tierra (C, Mercurio y Saturno) negará ambas cualidades.  Eso significa que Mercurio y Saturno carecen tanto de emoción como de acción (es un poco burdo para Mercurio, pero estamos simplificando).

  • El planeta que hay en medio (B, Venus y Júpiter) representa el equilibrio entre ambas cualidades, equilibrio matizado por el significado general de su tríada.  Venus, que es el planeta intermedio de la triada de las emociones, representa el amor: el equilibrio y la felicidad emocional.  Júpiter, que es el intermedio en la esfera de la acción, representa la justicia, que es lo que permite que la sociedad funcione mejor.  Ambos planetas se consideran benéficos pues uno da la felicidad personal y el otro la felicidad social, aparte de que representan el punto de equilibro entre el sentir y el actuar.
Como podemos ver, por lo tanto, el reparto de las cualidades elementales no es aleatorio ni caprichoso, sino que es simbólico y se basa en el orden astronómico.

El problema de los planetas transaturninos (Urano, Neptuno y Plutón)


Los tres planetas transaturninos (Urano, Neptuno y Plutón) no entraban en el sistema clásico, por lo que no se les puede atribuir con claridad ninguna cualidad elemental (calor o humedad en el sentido astrológico de la palabra). Por otro lado, son planetas muy lentos.  Sus ciclos son más largos que la media de la vida humana.  Para un astrólogo cada planeta representa las cosas análogas a su ciclo: un planeta lento representa a personas mayores (son más lentas) y un planeta rápido a personas jóvenes (son más rápidas).  Pero un planeta que tiene un ciclo más largo que la vida humana no puede representar a los hombres, sino algo del hombre que va más allá de él, algo superior a una vida individual: la especie.  Además, como son planetas no visibles a ojo vista, sin telescopio, son análogos a procesos muy profundos.

De esta manera nos quedan 3 planetas interiores análogos a la esfera íntima y persona, 3 planetas exteriores análogos a la esfera social y 3 planetas transaturninos análogos a la especie humana.  Si las otras dos triadas tenían un esquema ABC (exceso-equilibrio-neutralización), podemos intentar aplicar ese mismo esquema a la triada de los transaturninos: uno será el exceso de algo, el otro la carencia de algo y el del medio representará el punto de equilibrio. 


cerebro_3_partes.jpgCuriosamente, el cerebro humano tiene tres partes.  El cerebro más profundo y antiguo es el reptiliano.  Es el instintivo y visceral.  En medio está el sistema límbico (emocional) y el más reciente es el neocórtex, el más racional.
Añado aquí una pequeña explicación encontrada en internet:
http://www.healthmanaging.com/blog/los-tres-cerebros-reptiliano-limbico-y-neocortex/

Artículo: En esencia, el cerebro humano consta de tres formaciones o cerebros independientes. Cada uno de estos cerebros posee su propia inteligencia, su propia subjetividad individual, su propio sentido del tiempo y el espacio y su propia memoria, además de otras funciones. Estos tres cerebros son, en orden de evolución, el cerebro reptiliano, el límbico y el neocórtex. Los tres cerebros están interconectados a nivel neuronal y bioquímico y cada uno controla distintas funciones de nuestro cuerpo, afectando directamente a nuestra salud, bienestar y rendimiento personal, profesional o académico.

El  reptiliano regula las funciones fisiológicas involuntarias de nuestro cuerpo y es el responsable de la parte más primitiva de reflejo-respuesta. No piensa ni siente emociones, sólo actúa cuando nuestro cuerpo se lo pide: control hormonal y de la temperatura, hambre, sed, motivación reproductiva, respiración… Por encima del reptiliano, tenemos el sistema límbico, almacén de nuestras emociones y recuerdos. En él se encuentra la amígdala, considerada la base de la memoria afectiva. Entre las funciones y las motivaciones del límbico están el miedo, la rabia, el amor maternal, las relaciones sociales, los celos… Por último, tenemos el neocórtex o cerebro racional, que es quien permite tener conciencia y controla las emociones, a la vez que desarrolla las capacidades cognitivas: memorización, concentración, autoreflexión, resolución de problemas, habilidad de escoger el comportamiento adecuado… es la parte consciente de la persona, tanto a nivel fisiológico como emocional. Para hacerlo más fácil y comprensible, agruparemos el primer y el segundo cerebro y lo llamaremos cerebro emocional inconsciente; y al tercero, lo llamaremos cerebro racional consciente.

Buena parte de responsabilidad en conseguir este estado de salud integral recae en la estructura llamada amígdala del sistema límbico, que condiciona nuestros sistemas ejecutivos y de autocontrol emocional (neocórtex), a la vez que condiciona nuestra salud física (reptiliano). Cuando el estrés se apodera de nosotros, la amígdala se activa, no funciona con normalidad y esta alteración provoca que el cerebro no procese adecuadamente la información sensorial que le llega a través, principalmente, del oído, y de otros sentidos. Es entonces cuando la persona reacciona con impulsividad y se bloquean las funciones del neocórtex: los sistemas ejecutivos y de autocontrol emocional, que influye negativamente en nuestro bienestar y, en consecuencia, en nuestro rendimiento.
Bueno, si aplicamos esto a los planetas, es evidente que el planeta más lento (Plutón) corresponde a la parte más profunda del cerebro, Neptuno a la intermedia y Urano a la mas reciente.  Podemos extraer de ello unas conclusiones:

-Esto sería como una serie de espejos que representan la imagen invertida: Mercurio-Venus-Luna eran CBA.  Marte, Júpiter, Saturno eran ABC, y ahora tendríamos otro espejo CBA: Urano, Neptuno, Plutón.

-Los planetas A son el exceso.  La Luna es el exceso de humedad/emoción, Marte es el exceso de calor/acción y Plutón sería el exceso de instinto profundo animal.  Por eso Plutón nos conecta con la parte más visceral e instintiva de nosotros.  Es inmoral por la sencilla razón de que funciona en el nivel puro de la supervivencia, donde aún no existe la moral. Si necesita comer, robará o matará sin pestañear para hacerlo.  Otra de sus pulsiones más fuertes es el sexo.  Lo positivo de Plutón es que, una vez uno conecta con él y lo entiende, ha llegado a la parte más profunda de su ser y puede aceptarse como es.  Lo negativo de él es que es "las tripas".  No razona ni analiza.  Conoce las cosas por instinto y reacciona a ellas de una forma primitiva y visceral.  Eso sí: es capaz de percibir hasta las señales más ocultas.  Aquellos que tienen un Plutón muy fuerte en sus cartas son grandes conocedores del alma humana.

-Los planetas C son la negación.  En este caso, tendríamos a Urano como la negación de lo emocional y de lo instintivo (Plutón).  Urano sería pues la racionalidad llevada hasta sus últimas consecuencias, sin una pizca de emoción y sin aceptar la parte más profunda de la psique, lo visceral.  Esto también es peligroso.  Conozco varios aspergers, gente sin capacidad de empatía alguna.  Los que tienen un carácter más amable son más fáciles de tratar, pero, si son muy inteligentes, acaban creyéndose superiores a todo el mundo.  Para ellos las emociones son una pérdida de tiempo y una estupidez.  Pueden llegar a ser pequeños monstruos y son incapaces de convivir con los demás.  Obviamente, en su mente son los demás los equivocados.  Se convierten en personas muy intransigentes e intolerantes que hacen lo que a ellos les pasa por las narices, sin atender a razones, pues las razones de verdad siempre implican algo de emoción.  Esa es la contradicción de Urano: lo hiperracional es irracional.

-Los planetas B son el equilibrio y son los que dan la felicidad.  Venus es el equilibrio emocional, el amor y la paz interior.  Júpiter es el equilibrio y la paz social, que se consigue a través de la justicia, pues la justicia reequilibra la sociedad.  Neptuno es el tercer benéfico, pero lo es a un nivel muy sutil.  Lo relaciono con las células espejo y los campos morfogenéticos.  Es él el que establece esa profunda conexión entre los miembros de una especie y los hace funcionar a la par, evitando que se maten los unos a los otros gracias a esa conexión.  De hecho, creo haber leído que los psicópatas lo son porque su sistema límbico no funciona bien: son incapaces de identificarse con los demás.
En resumen: en astrología mundial Plutón representaría pues lo más visceral, las tripas.  Urano sería el hiperracionalismo y la intolerancia, la dificultad para conectar emocionalmente con el grupo.  Neptuno sería, al contrario, la conexión a nivel de especie en los campos morfogenéticos.


 http://www.bedaweb.com/verarticulo.php?nid=226