jueves, 31 de octubre de 2019

¿ Ser astrólogo y vivir de ello es tener un " negocio " ?









Esta es una de las preguntas que me hago, y a la que no le encuentro una respuesta adecuada.

La Astrología para mi es una " herramienta sagrada ", y la palabra " negocio ", me parece muy burda y materialista.

Obviamente me cobran impuestos cuando declaro mis "ganancias", o sea que estoy dentro del marco legal.

Pero tengo esa pequeña guerra interior.

Otra cuestión que me desconsuela, es la del márketing.

¿ Que es más importante el papel del regalo, o lo que hay dentro ?.

Hay gente que se gana muy bien la vida vendiendo humo, y ese no es mi caso, y lo digo en las dos acepciones.

Ni me gano muy bien la vida

Ni vendo humo.

Pues eso, quería trasladaros estas inquietudes.

Cualquier comentario al respecto será recibido con todo el cariño.






1 comentario:

  1. Me gusta el planteo porque yo también me lo he hecho muchas veces. Tenemos campos diferentes -yo cocino- pero ambos son en el 85% de los casos, un servicio personal (epígrafe que nos corresponde), y una tarea sagrada...

    Ambos consideramos que, con nuestro trabajo, mejoramos la calidad de vida del cliente. Por eso nos pusimos a ello hace un buen puñado de años. Por vocación de ser útiles. Y en justa correspondencia, el cliente nos retribuye. Hasta aquí todo bien!.

    Cuando casi toda la economía era de tipo productivo (los años 70... 80) todo era más sencillo. Haciamos un servicio de cualquier tipo, lo facturabas y lo cobrabas. Punto. Todo mi mundo vivía de su trabajo y no había más cuestiones. Después llegó la cultura del «pelotazo» y «chanchullos, SL» y todo cambió muy deprisa. Ahora lo normal es buscar actividades que te den el más alto rendimiento en el menor tiempo y al menor coste posible. Pero el problema es de cultura, de civilización... El mundo ha cambiado y nosotros, no. Y tampoco queremos cambiar, ¿verdad?

    La dificultad es filosófica: ¿Qué hago, el artista, el artesano o el industrial?
    Qué quiero, tener razón o ser feliz? Jajaja!
    Para tranquilidad del espíritu y aunque cueste, hay que definirse ... Pensarlo, definirse y olvidarse, asumiendo las consecuencias que se derivan de la elección hecha. No sé si te servirá, pero a mí ya me ha servido ahora!

    El «papel de regalo» tiene el objetivo de favorecer la promoción boca a boca de la venta y añadir un sobreprecio que es bien fácil de autojustificarlo. No, nosotros nunca vendemos humo. ¡Ni lo haremos!

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