Cuando empecé a estudiar Astrología, allá por el año 1983, creía que aprender Astrología, poder dedicarme, y vivir de este Conocimiento, sería estupendo.
Me imaginaba al astrólogo como una persona sabia, y digna de confianza.
De hecho, para mi era una meta quasi inalcanzable.
A los 30 años inicié mi primer periplo profesional en este campo, y al año lo dejé, porque no me sentía preparado.
En 2012, reinicio mi actividad profesional en el campo de la Astrología, a consecuencia de un giro del Destino.
Visto el tema con las perspectiva de estos 36 años que han transcurrido, puedo afirmar que me he encontrado a muy pocos sabios en el mundo de la Astrología, y a más personas falsas, que a personas dignas de confianza.
También decir que es dificil vivir con Dignidad, ejerciendo esta profesión, pero la vocación puede más.
Constato estos hechos porque una cosa es el ideal, y otra cosa es la realidad.
Y suscribo una por una, las palabras de André Bretón.
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