viernes, 17 de abril de 2015

Los seis ejes zodiacales. Por Beatriz Leveratto.










ARIES – LIBRA:
Entre deseantes y provocadores: el eje de la circulación del deseo.
Aries está convencido de que para descubrir su auténtico deseo debe hacerlo sólo, sin que nadie “lo moleste”, se cree independiente y valora el serlo. No hay anhelo de compartir sino más bien el sentimiento es que “el otro entorpece y lentifica”. Cuando en realidad el aprendizaje sería darse cuenta de que cuánto más se habilita al otro mayor veracidad y riqueza personal se desarrolla. Hay que descubrir el tesoro del complemento, cuanto más se aísla más se pierde la propia y auténtica vitalidad. Por el contrario, Libra suele tomar decisiones más para satisfacer al otro que por un deseo personal pues anhela agradar y tiene pánico a quedarse solo, debiendo aprender a que cuanto más se anima a jugarse por si mismo, más aparecen en su destino personas verdaderamente complementarias. Si libra nunca muestra su “verdadero color” o esencia, nunca encuentra sus colores complementarios, sus verdaderos aliados o compañeros de ruta. Lo genuinamente complementario aparecerá solo cuando Libra se anime a “Ser”:
TAURO – ESCORPIO:
Entre permanentes sibaritas y profundos transformadores: entre la potencia y la dependencia de la materia.
Tauro suele tener un “exagerado sentido de la propiedad” cree inconscientemente que todo le pertenece y por tanto cuando algo cambia o se aleja tiende a sentir que las cosas y los vínculos “le son quitados”, provocando mayor inercia a seguir acumulando. Deberá descubrir como fluir con los movimientos, en general hay mucha resistencia a invertir o a arriesgar lo propio, se polariza en querer apropiarse de todo o el miedo a “perderlo todo”. La persona debe animarse a soltar y confiar en la natural regeneración de las cosas. A Escorpio le cuesta desarrollar un correcto sentido de la propiedad, no está muy claro que es lo propio y que es lo ajeno. Son grandes transformadores y ponen mucha energía en modificar o controlar a los otros, la vida los llevará a situaciones en donde será necesario aprender conectarse con su propia potencia, a desarrollar la propia capacidad de generar, descubrir que ocupándose de ellos mismos pueden “aumentar la materia, agrandar la torta” para que cada vez haya mayor energía para ser distribuida. Revelar que no se trata de “quitar o de que me quiten”, sino de generar cada vez mas (dinero, conciencia, trabajo, etc) para que haya más para distribuir.
GÉMINIS – SAGITARIO:
Entre “sabelotodos” y eternos aprendices: la apertura mental que confunde o que habilita un sentido trascendente.
Géminis deberá aprender a confiar. Suelen ser personas muy analíticas y escépticas, que híper valoran la comprensión racional. Tienden a cuestionar las creencias religiosas y el sentido profundo de la vida. Les resultará extremadamente difícil confiar o entregarse a un propósito trascendente, creer en algo más allá de lo que es visible y entendible desde la lógica racional. Géminis se aferrará a lo racional aunque la vida le vaya mostrando lo contrario. Suelen tener problemas con la entrega, nunca confían del todo y se ponen en un lugar de “observador”. Les cuesta jugarse hacia una dirección. Sagitario no se permite dudar y por lo tanto le cuesta aprender e incorporar nuevas creencias a su estructura mental. Suele pensar que las cosas “son de una manera determinada” y no pueden ser de ninguna otra forma. La persona cree “saber” y nunca duda. La vida lo llevara a enfrentarse con sus propias ambivalencias y a perderse en sus propias creencias para que toque la profundidad de sus contradicciones y suelte sus excesivos dogmas o mandatos. El destino lo empujará a aprender a caminar “con sus propias piernas”, a permitirse cometer sus propios errores.
CANCER – CAPRICORNIO
Entre solitarios y sensibles: alquimia entre mundos subjetivos y familiares y mundos objetivos y profesionales.
Cáncer tiene facilidad para crear ámbitos de pertenencia, generar vínculos de intimidad y contacto profundo. Cuando cáncer debe ir hacia ámbitos laborales o sociales, donde se impone lo objetivo e impersonal, les cuesta no cargarlos de intimidad y relaciones subjetivas. Suelen conservar un núcleo infantil y simbiótico que confunde ámbitos y considera a su entorno profesional como “su familia”, generando confusiones y malos entendidos, ya que resultará muy difícil tomar decisiones objetivas u operativas al propósito empresarial o laboral. Existe un gran pánico a la soledad y de que no exista más el afecto, que entorpece la necesidad de límites y de exigencias necesarias para el crecimiento profesional. Capricornio es excesivamente solitario y se auto abastece, pues percibe la realidad como algo objetivo, impersonal, la vida debe ser evaluada desde los logros concretos o los resultados visibles en el mundo social o laboral. Existe un alto mandato de “como se deben hacer las cosas”, y en general deben ser realizadas en soledad y sin ayuda. El destino lo llevara a conectar con lo emocional, con la necesidad de conectar con el prójimo, a involucrarse con el sentimiento y a sensibilizarse. Lo empuja lo que le resulta más difícil: conectar con los afectos personales e “intimar”.
LEO – ACUARIO
Entre “Robertos Sanchez” y excéntricos, aprendizaje profundo sobre la auto expresión más auténtica.
Leo debe superar la actitud de “me llevo el mundo por delante”, y una excesiva tendencia a querer llamar la atención, generándole dificultad para integrarse en grupos, por querer sobresalir, pierde la belleza del compartir. Se pierde la posibilidad de descubrir las tonalidades y opciones que brinda la vida al integrarse a los demás, no queriendo imponer siempre su propios deseos. El leonino tiene pánico a integrarse o a adaptarse a los otros, pues cree que su identidad desaparecerá si deja de ocupar el centro. La vida fluirá y circulara mucho mejor si la persona deja de temer el abrirse a los otros, el integrarse a proyectos o a grupos aunque estos no me den el centro en forma automática. Es a través de los otros que Leo encuentra lo mejor de si mismo, encuentran lo que hace vibrar al propio corazón. Acuario debe salir de la actitud de indiferencia a expresar sus deseos más auténticos y a involucrarse. Existe una tendencia a rehusar la exposición personal e intentar diluirse en grupos o actividades impersonales, para no ”comprometerse demasiado”. La vida lo llevará a expresarse plenamente, a jugarse por lo propio. A exponerse y mostrar los anhelos más profundos de su corazón.
VIRGO – PISCIS
Entre científicos y soñadores, la integración de la comprensión espiritual con la racional.
Virgo tiene una excesiva inercia a lo racional, cree que puede entender todo y que puede explicar todo. Vidas minuciosamente planificadas que en el momento menos pensado se modifica todo lo construido de forma “inexplicable”. El destino le diluye las cosas que parecían seguras, lógicas e inamovibles, produciendo mucha frustración que puede o bien rigidizar aun más al crítico virginiano o conducirlo a un misterioso viaje hacia la aceptación de lo inexplicable, a la humildad, a la inmensidad que trasciende lo racional. Renunciar a tanta lógica y meticulosidad, para aprender a desarrollar sensibilidad e intuición. Piscis excesivamente subjetivo y caótico, ve la vida desde desde mundos mágicos e irracionales, generando situaciones confusas, relaciones de simbiosis y dependencia. El destino empujará a desarrollar precisión y discriminación. Puede que el pisciano se vaya de un extremo a otro, como exagerando e intente ponerse excesivamente racional, muy trabajador, excesivamente detallista o ritualista. Circulan mucho por el mundo de la ciencia, el misticismo o las religiones, intentando ser objetivos pero ilusionados con encontrar la gran verdad que incluya todo y disuelva todas las diferencias (piscis). Piscis deberá aprender a través de la autobservación objetiva, a desarrollar máxima discriminación sobre si mismos y los propios mundos de fantasías. El destino las obliga a re ordenar toda su percepción por que en el fondo nunca pueden ordenarse verdaderamente a sí mismos.


 http://beatrizleveratto.com.ar/ejes-zodiacales/





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'El más horrendo eclipse': la astrología en King Lear y La vida es sueño. Frederick A. De Armas

         https://chicago.academia.edu/FrederickADeArmas